Verónica Heredia, la abogada de la familia Maldonado, y una entrevista de Radio Sur fundamental para entender las irregularidades de la causa judicial.
Esta entrevista fue realizada por Miranda Carrete, Leticia Garziglia y Mariano Pagnucco, en la sección «Otro mate», del programa «Insurgentes», de Radio Sur.
Verónica Heredia es la abogada de la familia de Santiago Maldonado. Nació en Chubut, donde estudió la carrera de abogacía. En 2014 vino a Buenos Aires a hacer el doctorado y se radicó definitivamente en la ciudad. ¿Cómo te llevás con Buenos Aires?
Con muchos prejuicios, particularmente tengo una formación federal, y mi visión de lo que es la capital federal, el centralismo y todas las guerras internas que tuvimos para conformarnos como país tenía muchos prejuicios. Pero a mí me gusta mucho estar en la calle. Me siento muy cómoda en medio de la gente, en la 9 de Julio, en Plaza de Mayo, en Congreso, acompañando movidas a favor de la ley por el aborto legal, gratuito y seguro, y demás marchas. Me he encontrado bien en la calle.
¿Cómo vivís en estos días el hecho de tener tanta exposición, a partir de todo este proceso que se está viviendo por la causa de Santiago Maldonado? Me refiero a esto de aparecer en la tapa de los diarios, que se publiquen difamaciones sobre tu persona… ¿Cómo lo atravesás en lo personal, en lo familiar?
Cuando iniciamos este trabajo junto con Sergio y Andrea, el hermano y la cuñada de Santiago, lo primero que les planteé es que yo no iba a tener una exposición pública, que esa voz la tenían que ejercer ellos. Nos pasamos horas y horas hablando de lo que es una desaparición forzada, qué significa el Código Procesal, la Constitución, etc. Nos pasamos horas hablando para contextualizar y para que ellos pudieran ir adquiriendo un lenguaje que les permitiera comprender la causa no solamente a nivel político, sino también a nivel jurídico. De hecho, muchas personas, algunas amigas, otras no y otras no amigas, se quejaban de que yo no daba notas, o no salía. Pero entiendo que mi trabajo no tiene que ser ese, sino fortalecer para que sean los familiares de las víctimas quienes tengan la voz, tanto pública como jurídicamente. Como fueron días muy intensos, de muchísimo trabajo, muchas cosas no las leí, ni las vi, ni las escuché. Después me fui enterando un montón de cosas que habían dicho. Entiendo agendas periodísticas en un momento histórico que parece que pasa por ahí la verdad, los hechos, la realidad. Pero sé que no es así.
Los peritos nos dijeron: Si ustedes nos preguntan si Santiago falleció y se ahogó el primero de agosto, nosotros no les podemos responder.
Como además he trabajado con el caso de Iván Torres, que es un chico desaparecido en el año 2003 en Comodoro Rivadavia, ya sabía más o menos lo que se venía. No sólo jurídicamente, sino también política y mediáticamente, y hasta familiarmente. Obviamente, el caso de Iván Torres no fue lo mismo que el caso de Santiago por muchas razones. Pero para mí fue seguir trabajando en lo que hay que trabajar, tener el contacto con Sergio, Andrea, Estela, la madre y el padre de Santiago. Por suerte, todo lo que dijeron me pasó, no sé si por arriba, por abajo, pero pasó.
Cuando sucedió lo de Santiago fue una conmoción a nivel nacional e internacional como estabas diciendo, y lo que siempre me preguntaba cuando te veía en la tele, en las conferencias de prensa –que eran muy violentas por parte del periodismo, no solo con las preguntas sino también con la forma de abalanzarse sobre ustedes cuando las hacían– era ¿qué hay que tener además del conocimiento jurídico, para ser abogada en esos casos, sobre todo por la contención que hay que darle a la familia?
Yo vine a hacer mi doctorado sobre Habeas Corpus por desaparición forzada. Cuando planteé estos temas en el ámbito académico, me miraban como diciendo “esta mujer de qué habla”. Era 2014, 2015, desaparición forzada en Argentina, en democracia. “¡Ah! ¿Vos estás hablando del ´76?” “No, yo te estoy hablando del ´83 para acá”. Toda esa discusión dentro del ámbito académico, me ayudó a mejorar, a pensar mis propias contradicciones dentro de mi formación, en lo que creía, en lo que creo y en las diferentes formas de decirlo. Todo este trabajo académico, que es mucho más prolijito y más contenido, también me ayudó a repensarme, inclusive hasta desde las palabras. Cómo decir para que se entienda porque mucha gente, de buena fe, realmente no entendía lo que estaba diciendo porque en el ámbito académico había cuestiones que no se trataban. Entonces toda esta violencia a la que te referís, la entendí también como desconocimiento, un miedo de que todo esto estuviera pasando, un miedo de ver la realidad, de que a pesar de haber vivido en democracia desde el año 83, de haber construido una política de estado de derechos humanos, esa democracia no te garantiza nada.
La principal fuerza sospechada es Gendarmería porque hemos visto como ingresaron a los tiros y negaron que habían hecho todo eso.
Por ejemplo, vengo de Colombia, que es el país de América del Sur con la más antigua democracia y sin embargo, tiene más de un millón de desplazados, más de ochenta y cinco mil desaparecidos, hasta el día de hoy hay una violencia que la gente no puede hablar. Por lo tanto, la democracia en sí misma no garantiza nada, pero decir esto de una manera que pueda ser entendida por el que no está en la calle, el que no conoce la violencia institucional, aunque en realidad creo que la conocemos todos porque nos pasa por al lado o la sentimos en el cuerpo.
Antes de que nos metamos en el caso de Santiago me gustaría que definas qué es una desaparición forzada y cuál es la diferencia con una desaparición que no es forzada. Como para clarificar un poco los términos desde lo conceptual.
La desaparición forzada forma parte de un delito que solamente puede ser cometido por agentes del Estado, ya sea democrático o no. Como todo hecho, necesita de personas físicas para que lo lleven a cabo, pero en este caso la persona que hace, forma parte de la estructura del Estado o realiza sus hechos porque tiene un apoyo del Estado. Eso deja afuera todos los hechos cometidos por personas que no forman parte del Estado. Por ejemplo, un secuestro extorsivo no es una desaparición forzada, porque el secuestro lo realiza una persona que puede formar parte de una organización, una asociación ilícita, lo que sea, pero no pertenece al Estado. El primer hecho de la desaparición forzada es la Privación de la libertad, la cual puede comenzar siendo legítima, o sea que viene una persona con una orden judicial y me detienen de manera legítima. Pero si después me llevan a una comisaría donde no quedo registrada, me empiezan a trasladar de un lugar a otro sin que yo sepa dónde estoy, no me permiten contactar un abogado, no puedo ejercer ninguno de mis derechos, entonces ahí se convierte en Privación Ilegítima de la libertad. Luego, a esta privación ilegítima de la libertad le sigue la negativa por parte de las autoridades de reconocer que estoy detenida y van mis familiares a la comisaría y le dicen: “No, aquí no está Verónica Heredia, vayan para allá.” Cuando van al juzgado les dicen que no vieron ningún preventivo que diga que yo estoy detenida. Hay una negativa de informar mi detención, un ocultamiento del hecho de que estoy detenida, lo que genera que yo me encuentre imposibilitada a ejercer cualquiera de mis derechos. En todo estado de derecho las persona tiene una personalidad jurídica, eso implica que tienen la posibilidad de ejercer sus derechos: el derecho a un debido proceso, a que les expliquen por qué están detenidas. Todos esos derechos que se me privan porque me sustrajeron de ese estado de derecho es lo que hace una desaparición forzada. Si esto a demás sigue con la privación de mi derecho a la vida, estamos hablando de desaparición forzada seguida de muerte. Pero el que yo haya pasado unos días sin saber por qué estaba detenida, sin saber donde estaba, sin haber ido ante un juez que me dijera la razón por la que estaba detenida, las pruebas que tenían en mi contra y cuáles eran mis derechos, hace que mi detención se convierta en una desaparición forzada.
En el caso de Santiago se denuncia a Gendarmería e investiga Prefectura. En la causa de Nahuel el sospechado es Prefectura e investiga Gendarmería
La sentencia de la Corte Interamericana en el caso de Iván Torres dice que de la única manera en que una detención es legal, es cuando la persona detenida es inmediatamente llevada ante un juez. No hay policía, ni federal, ni gendarmería, ni metropolitana que pueda retener a una persona privada de su libertad sin llevarla ante un juez.
Mencionabas el caso Iván Torres y la tipificación de la desaparición forzada en el Código Penal Argentino que se introduce en 2011. Un proceso en el que vos tenés mucho que ver, en principio porque vos fuiste la patrocinante de la familia de Iván Torres. Hubo una absolución en 2007 en ese juicio, luego es elevado: primero lo toma la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, luego la Corte que sanciona al Estado Argentino. A partir de ahí se incluye la desaparición forzada y la única sentencia que hay hasta ahora es en 2016 en el caso de Iván Torres, con dos policías condenados. Es decir que en esto de la jurisprudencia, el proceso legal que se va actualizando a partir de casos concretos, vos tuviste mucho que ver, por eso tal vez seas de las personas que más sepa de este delito en Argentina.
Cuando nosotras empezamos a trabajar –hablo de nosotras porque estaba Silvia Dos Santos, que era la otra abogada con la que trabajamos el caso de Iván– en 2003, no estaba tipificado el delito de desaparición forzada en el Código Penal Argentino, sin embargo ya estaba constitucionalizada desde 1994 la Convención Interamericana sobre desaparición forzada de personas. Entonces, en noviembre de 2003 nosotras nos presentamos y pedimos que recaratulen la causa por desaparición forzada. Eso llevó a que el juez y el fiscal nos denunciaran al Colegio de Abogados por desconocimiento del Derecho. Además habíamos pedido que se separara la policía de la provincia de Chubut del caso porque era la principal sospechosa de la desaparición de Iván. Por estas dos razones el juez y el fiscal nos denunciaron porque veníamos a plantear un absurdo jurídico. Seguimos planteando esto hasta que en el año 2007, la Corte Suprema de Justicia dice bueno, sí, los hechos que denuncia la familia corresponden a la desaparición forzada que tenemos en la Constitución. De esto tomó nota el Poder Legislativo, que además ya venía la sentencia de la Comisión Interamericana y que además iba a sancionar a la Argentina por no tener tipificado el delito de desaparición forzada en su Código Penal. Esto llamó muchísimo la atención al mundo académico a nivel internacional que se preguntaban cómo puede ser que un país que es pionero en desaparición forzada, que ha llevado adelante la Convención Interamericana, que fue una fuerte discusión que se tuvo en Argentina, el informe que hizo la Comisión Interamericana en el año 79 por las desapariciones forzadas de esos años. No podían creer que no estuviera tipificado en el Código Penal. En el año 2011, finalmente se tipificó el delito de desaparición forzada con una competencia de la justicia federal y también se incorporó en el Código Procesal Penal que la Fuerza que estuviera denunciada, en principio, debía ser apartada de la investigación. Pero como esto es relativamente nuevo, todavía hay cosas que se desconocen o que no hemos pensado, que las vamos construyendo con lo que nos va pasando y con esta capacidad que tenemos de hacer, de resistir y de pensar y a medida que hacemos nos vamos acomodando.
El cuerpo de Santiago estaba 80 metros río arriba del lugar en el que todos los testimonios recavados en la causa afirman que Santiago ingresó al río
Por ejemplo, en el caso de Santiago, la principal Fuerza sospechada es Gendarmería porque hemos visto como ingresaron a los tiros y negaron que habían hecho todo esto, y entonces el juez y la fiscal dicen: “Bueno, ya apartamos a Gendarmería de la causa”. Y nosotros dijimos: “No, no solamente es Gendarmería, sino la estructura que sostiene Gendarmería que es el Ministerio de Seguridad”. Entonces, los compañeros de trabajo de los gendarmes, que son los prefectos, que es la policía federal y la policía de seguridad aeronáutica, no pueden continuar en la causa porque estamos hablando de una misma estructura jerárquica que se dividen en gendarmes, prefectos, policía federal, etc. Pero todos son compañeros, por lo tanto, esos compañeros no pueden seguir investigando. Y eso les corresponde a los jueces. En el caso de Santiago se denuncia a Gendarmería e investiga Prefectura, en la causa de Nahuel el sospechado es Prefectura e investiga Gendarmería.
Se cumplieron 8 meses de la desaparición forzada de Santiago. ¿En qué está la causa, que sigue caratulada como desaparición forzada a pesar de que el gobierno quiere cambiar esta carátula?
Recordemos que durante la primera etapa de la causa, que la llevaba el juez Otranto, la carátula no era desaparición forzada, luego se cambió a esta carátula, también fue desplazado Otranto y reemplazado por Gustavo Lleral y está todavía en la etapa de instrucción que es casi el corazón de lo que puede ser un posterior juicio. En la medida que se instruya bien la causa, que se recolecten suficientes pruebas, habrá mejores elementos para el juicio.
¿Qué expectativas tienen al respecto y cuánto más creés que va a durar la etapa de instrucción?
En primer lugar quiero aclarar por qué nosotros seguimos sosteniendo la desaparición forzada seguida de muerte. Porque es la mayor de las hipótesis de lo que sucedió y en el caso de que no haya sido desaparición forzada seguida de muerte, lo tiene que explicar el Estado y decirnos qué fue. Hasta que el Estado no nos diga qué pasó con Santiago el primero de agosto a las 11 de la mañana cuando ingresó violentamente gendarmería al Pu Lof en Resistencia de Cushamen, que fue la última vez que se vio con vida a Santiago, corriendo de los disparos de Gendarmería. Hay pruebas y datos que figuran en el expediente, suministrados por la propia Gendarmería que muestran cómo Gendarmería ingresó a los tiros, tirando piedras también. Corrieron a Santiago y a otro grupo de personas que se encontraba allí, les siguieron disparando. Algunos dicen hasta tirándoles piedras a las personas que estaban a la vera del río. En este contexto es que se lo vio a Santiago por última vez.
Es importante saber qué pasó con la mochila, y si el documento de Santiago estaba donde apareció
Luego, desde el primero de agosto hasta el 17 de octubre, que es cuando se encuentra el cuerpo sin vida de Santiago flotando en la orilla del río, en un lugar que personalmente estuve y el cuerpo de Santiago no estaba la semana anterior.
Se hicieron cuatro rastrillajes anteriores
El 5 de agosto, el 16 de agosto y el 18 de septiembre los buzos de prefectura, compañeros de los gendarmes, dirigidos por el juez y por el Ministerio de Seguridad pasaron por ese mismo lugar, en el que había mucho menos caudal de agua, menos corriente y más visibilidad –todo esto dicho por los mismos buzos– y no encontraron nada. Cuando el 13 de octubre el juez decide volver a hacer un rastrillaje, el 17 de ese mes se encuentra el cuerpo. Los peritos de la Corte Suprema de Justicia informan en la autopsia que el cuerpo había emergido en menos de las 48 horas anteriores a ser encontrado. Es como que el 13 de octubre el juez dice vamos a ir el viernes 17, Santiago emerge y lo encontramos. O sea, ¿tantas casualidades? Permitime sospechar.
La hipótesis clara de la familia es que a ese cuerpo lo plantaron ahí.
Decir que se plantó el cuerpo sería afirmar un hecho. Yo te digo hasta lo que la autopsia dice: el cuerpo de Santiago, en ese lugar donde fue encontrado, no estaba. No estaba. Nosotros decimos que si hubiera estado sumergido, debía haber sido encontrado en los otros tres rastrillajes porque, además, no estamos hablando del río Paraná, del Río de la Plata… Estamos hablando de un río que para el primero de agosto, no tenía en ese lugar más de 30 cm. de agua y donde la mayor profundidad es de dos metros. El ancho del río es de 30 mts, no hay corriente como para decir que el cuerpo fue llevado por un remolino. Además, el cuerpo de Santiago estaba 80 metros río arriba del lugar en el que todos los testimonios recavados en la causa afirman que Santiago ingresó al río. Entonces, en todo este contexto, estamos hablando de una persona a la que no se la ve más a partir de que ingresan fuerzas de seguridad del Estado.
Hay pruebas y datos que figuran en el expediente, suministrados por la propia Gendarmería, que muestran cómo Gendarmería ingresó a los tiros y tirando piedras
Entonces, el Estado que permitió que durante todos estos rastrillajes no se encontrara a Santiago, habilitó a que la Ministra de Seguridad y todos los funcionarios y funcionarias dijeran barbaridades. Hasta dijeron que Santiago nunca había estado allí, después dijeron que estaba en Chile, luego se dudó hasta de la existencia de Santiago. Dijeron todas estas barbaridades habilitados por el propio accionar del Estado. Entonces tenemos a Santiago, entran las fuerzas de seguridad y no lo vemos más, se niega que haya estado en ese lugar, se niega a dar información, se oculta información. Estos son los hechos que configuran una desaparición forzada. Luego, el 17 de octubre se encuentra el cuerpo sin vida y el mismo Código Penal en el artículo 142 ter dice que se agrava la pena cuando se encuentra sin vida a la persona. Quiere decir que el delito está tipificado por desaparición forzada seguida de muerte.
¿Se sabe algo del gendarme que le dijo a Lleral que sería bueno volver a rastrillar el lugar donde definitivamente encontraron a Santiago?
Sí, es el prefecto Leandro Ruata que estuvo a cargo de los otros rastrillajes. El 3 de octubre, apenas asumido el juez Lleral, es llevado a declarar y dice que sería conveniente realizar un nuevo rastrillaje. Aunque en la causa constaba que ya habían estado el 5 y el 16 de agosto y el 18 de septiembre. El 18 de septiembre ingresaron a ese lugar más de cuatrocientas personas de la Fuerza de Seguridad, más todos los funcionarios, dos helicópteros, caballos, unimog, un arsenal para un espacio de 5 km como máximo. Este es un dato que también nos llama la atención por estas “coincidencias” de cómo encontramos el cuerpo de Santiago el 17, el 3 Ruata dice: “Mire señor juez, yo estuve ahí pero creo que sería conveniente volver a rastrillar e incluso, hacerlo un poco río arriba”. Ahora, ¿por qué esta sugerencia del prefecto? ¿Por qué el juez decide hacer un rastrillaje a 1.100 mts río arriba del punto dato, que así está denominado en los diferentes rastrillajes? El punto dato que es el punto dato que también lo marca el perro de la policía que va a hacer el rastrillaje el 5 de agosto. Ese es el punto que indica la comunidad, donde están las fotos de los gendarmes, donde el perro indica que Santiago ingresó. ¿Por qué entonces el juez decide hacer un rastrillaje a 1.100 metros antes? Todos estos son interrogantes que nos hacemos y que no están contestados en el expediente y por eso nosotros seguimos sosteniendo desaparición forzada seguida de muerte porque es la mayor de las hipótesis. Entonces si se investiga la mayor de las hipótesis y empezás a descartar, obviamente te queda cualquier otro hecho menor que haya sucedido.
¿Puedo hacer tres preguntas? En primer lugar, si se le preguntó a ese prefecto por qué pensaba conveniente hacer ese nuevo rastrillaje. En segundo lugar, si se pudo determinar a ciencia cierta la fecha de muerte de Santiago y, como había circulado en un momento, si la causa de muerte de Santiago fue por ahogamiento, si el agua que tenía en los pulmones era agua de ese río o no. Y por último, si se supo algo sobre los rastreos de las llamadas a celulares en los días posteriores a la desaparición.
Al prefecto no se lo volvió a interrogar después de haber sugerido un nuevo rastrillaje. Nosotros realmente no creíamos que se iba a encontrar algo en ese mismo lugar. La sugerencia de hacer nuevamente un rastrillaje en el río no era descabellado, fue descabellado lo que encontramos.
Cuando ya se sabía que iba a ser recusado, Otranto permitía que el Ministerio de Seguridad formara parte de todas las audiencias y de toda la causa de Hábeas Corpus
En cuanto a la autopsia, quiero que quede claro que la autopsia no dice ni cuándo, ni cómo ni dónde murió Santiago. Esto es así y por eso, después, los integrantes de la morgue de la Corte Suprema de Justicia nos informaron el 24 de noviembre el resultado de la autopsia. Nos dijeron, concretamente, a Sergio, a Germán, a Carolina, a Andrea y a mí: “Si ustedes nos preguntan si Santiago falleció y se ahogó el primero de agosto, nosotros no les podemos responder. Si nos preguntan si Santiago se ahogó en ese lugar, tampoco les podemos responder.
Lo que podemos decir es que no lo encontraron en los rastrillajes anteriores porque el cuerpo emergió en menos de 48 horas antes de ser encontrado”. Por lo tanto, cuando salimos de escuchar los resultados de la autopsia, nosotros seguimos ratificando la desaparición forzada seguida de muerte, porque no hay nada en la causa que nos corrobore que Santiago no fue privado de su libertad, que Santiago perdió la vida en ese mismo momento y en ese mismo lugar, cuando además todas las otras pruebas nos están diciendo otra cosa. Entonces, la autopsia, además de ser parcial porque se tuvo en cuenta el contexto de las testimoniales tomadas arbitrariamente por el juez, trayendo las testimoniales de los prefectos que encontraron a Santiago el día 17 cuando estos mismos habían estado en los rastrillajes anteriores, también es limitada en su expresión y hay contradicciones. Todas estas cuestiones nosotros las estamos analizando para evaluar si pedimos ampliaciones de los puntos de pericia. Lo que sí está claro, porque nos lo dijeron en persona los propios peritos de la Corte es que ellos no afirmaron ni cómo ni cuándo ni dónde falleció Santiago.
¿Y con respecto al peritaje sobre la llamada del amigo de Santiago al que lo atendieron por unos segundos?
A ese respecto, hay un ingeniero, Ariel Garbarz, quien insistió en tener la información de saber dónde habían impactado estas llamadas, porque el número del celular de Santiago es chileno. Entonces, esta llamada que se realizó el 2 de agosto a las 15:18 horas, por el término de 23 segundos y que fue informado en el expediente que fue exitosa, empezó a ser rastreada. El ingeniero Garbarz sostuvo que esta llamada impactó en una determinada antena que él pudo identificar y planteó que se podía determinar qué otros celulares estaban encendidos cerca del celular de Santiago.
En el caso de que no haya sido desaparición forzada seguida de muerte, lo tiene que explicar el Estado y decirnos qué fue
El ingeniero declaró ante a la causa y trató de encontrar una manera de verificar sus dichos pero no fue tomado en cuenta. Lo que nosotros pedimos ahora es que vuelva a declarar Garbarz, por un montón de cosas que viene diciendo, entre ellas que yo estoy encubriendo a Gendarmería y pedimos también que todas las telefonías que tienen antenas desde Esquel hasta El Bolsón digan qué teléfonos impactaron en sus celdas del primero, dos y tres de agosto. El juez concedió pedirles a las telefonías que informen sobre todos los celulares que impactaron en las celdas de sus antenas que van desde Esquel hasta El Bolsón, el día dos de agosto entre las 15 y las 16 horas.
Mencionabas antes que para vos este trabajo es una militancia. ¿Por qué elegiste posicionarte en esta vereda, que nosotros compartimos, de darle voz a los más marginados por el sistema, la sociedad, a los más castigados por el Estado, las fuerzas policiales?
Porque el Derecho es la denuncia al Poder, el Derecho se constituye para ponerle freno al Poder. Por eso para mí, ejercer la abogacía es ejercer la denuncia. Nosotros, los abogados y las abogadas decimos por el otro. ¿Decimos ante quién? Ante la autoridad. Entonces, no concibo el Derecho desde otro lugar que no sea decir por los que sufren la violencia del Estado, los que padecen el Poder. No me imagino ejerciendo la abogacía desde otro lugar. Por ejemplo si tengo alguna causa civil hipotecaria, defiendo al que no puede pagar la hipoteca frente al banco que quiere rematarle la casa. Si presento alguna cuestión administrativa, defiendo al peatón, al ciudadano que hace una denuncia porque van a pasar una autopista por el parque o van a sacar la zona verde. Para mí el Derecho es eso, es el límite al Poder, la Constitución es el límite al poder.
Siendo que la autopsia no determina ni el cómo, ni el dónde ni el cuándo se produjo el fallecimiento de Santiago, ¿cuáles son los elementos que faltan para continuar con la investigación?
Por ejemplo, la mochila de Santiago. Todos los testimonios dicen que Santiago siempre andaba con una mochila. El fue al Pu Lof el 31 de Julio. Quiere decir que él sabía que se iba a quedar por lo menos un día, por lo tanto, seguramente, llevó su mochila. Así lo afirman los testimonios de las personas que estuvieron con él. Pero además, cuando el sale corriendo, perseguido por los disparos y las piedras de los gendarmes, toma la mochila de la casilla en donde estaban, cerca de la ruta y va corriendo hacia el río con la mochila puesta. Esa mochila que todavía no se encontró, podría decirnos si Santiago recibió un disparo. No sabemos qué tiene o qué no tiene la mochila. Además de ser importante la mochila, saber si el documento de Santiago estaba donde estaba. Aparece junto con las ropas de Santiago. Ahora se va a hacer un peritaje en el INTI. Con toda la situación de vulneración que están padeciendo los trabajadores y las trabajadoras del INTI, ahora se pretende utilizarlo para dar cuenta de si el DNI de Santiago pudo haber estado en las mismas condiciones. Se va a hacer el peritaje con otros DNI sin saber en las condiciones que estuvo el cuerpo de Santiago porque todavía nos faltan todos estos datos.
¿En este momento, en la causa hay un solo imputado que es el gendarme Emmanuel Echazú?
Cuando ya se sabía que iba a ser recusado, el juez Otranto permitía que el Ministerio de Seguridad formara parte de todas las audiencias y de toda la causa de Hábeas Corpus. ¿En calidad de qué?, no se sabe. Sabemos que el secretario de las comunicaciones de coordinación con los diferentes poderes, el doctor González Cané ingresaba todos los días a Tribunales sin que existiera audiencia ni se lo viera en la mesa de entrada revisando expedientes y fue, claramente el que puso las pistas falsas que existieron durante la causa, desviando la investigación, habilitando que los funcionarios y funcionarias del gobierno dijeran barbaridades en relación a Santiago, negando su desaparición. Cuando se supo que el Ministerio de Seguridad ya no iba a poder seguir participando en la causa de Hábeas Corpus, los mismos abogados que estaban las audiencias de Hábeas Corpus en calidad de representantes desde el Poder Ejecutivo del Ministerio de Seguridad, se presentan en la causa de desaparición forzada que estaba a cargo de la Fiscal en calidad de defensores de la persona más nombrada en ese momento que era el señor Echazú. Quiere decir que, hábilmente y habilitados por las normas, los abogados del Ministerio de Seguridad que controlaban y establecían pistas falsas en la causa de Hábeas Corpus se presentan en la causa de desaparición forzada, que hasta ese momento no tenían participación porque solamente estábamos las querellas e ingresan a controlar y a tomar participación en esa causa. Esto fue habilitado por la Fiscal. ¿Por qué digo esto? Nosotros entendemos que todas las personas tienen derecho a participar y a defenderse y a tener todas las garantías, garantías que no se le concedieron ni a Santiago, ni a la familia de Santiago, pero lo cierto es que si esta persona hubiera sido cualquier otra persona, les puedo asegurar que la Fiscal le hubiera rechazado su presentación. Pero claro, no es cualquier persona, es el Ministerio de Seguridad, es el Poder Ejecutivo, entonces, antes de tiempo, antes de poder recolectar todas las pruebas para poder imputarle un hecho, la persona ya se mete en el expediente y ya toma vista.
Si, también podemos pensar que es el famoso “perejil”, al que se deja caer cierta responsabilidad sobre él y se corra el foco de personajes como Pablo Nocetti, el jefe de gabinete del Ministerio de Seguridad que estuvo el primero de agosto en la represión a esa Pu Lof. ¿La intención de ustedes, de la querella es que se vaya hasta el más alto nivel político en esta causa?
Sí, por supuesto. Por eso nosotros seguimos sosteniendo la desaparición forzada y como dije antes, en la desaparición forzada, los hechos los comete una persona que forma parte del Estado pero la responsabilidad es primero del que hace, luego del que oculta, del que desvía la investigación. Por la activa participación que tuvo el Ministerio de Seguridad en esta causa, tiene responsabilidades en estos hechos.
Te agradecemos por tu tiempo, tu paciencia. ¿Cuáles son tus espíritus, tus voces, tus personajes insurgentes que te inspiran a seguir adelante?
La principal es Nora Cortiñas. Nora es la mujer más maravillosa. Esa fuerza, esa coherencia, esa capacidad de estar en todos los lugares siempre, en cualquier momento, acompañando, denunciando pero con el hecho de estar. Aprendí de ella que la discusión se la da en la calle, poniendo el cuerpo, que la defensa de los derechos humanos es siempre del otro lado del mostrador del Estado. No importa el Estado que sea, puede ser mejor, uno puede compartir más o menos pero siempre, el mayor violador de los derechos humanos es es Estado, son los diferentes gobiernos. Entonces, si una defiende, si una es una militante de los derechos humanos, no puede formar parte de ninguna estructura del Estado. Por eso desde mi ejercicio de la abogacía me resulta coherente estar en este lugar porque es, justamente lo que el Derecho dice y es lo que la militancia de los Derechos Humanos impone. Después me siento motivada por los movimientos de las mujeres, de las travestis, las putas, de las lesbianas que están en la calle, denunciando, diciendo. Su forma de gritar, su forma de hacer, su forma de divertirse me motiva a pensar diferente, a sacarme todas esas estructuras del deber.
* Esta entrevista a Verónica Heredia fue realizada en la sección «Otro mate» del programa Insurgentes, de Radio Sur.
Esta entrevista fue realizada por Miranda Carrete, Leticia Garziglia y Mariano Pagnucco, en la sección «Otro mate», del programa «Insurgentes», de Radio Sur.
Verónica Heredia es la abogada de la familia de Santiago Maldonado. Nació en Chubut, donde estudió la carrera de abogacía. En 2014 vino a Buenos Aires a hacer el doctorado y se radicó definitivamente en la ciudad. ¿Cómo te llevás con Buenos Aires?
Con muchos prejuicios, particularmente tengo una formación federal, y mi visión de lo que es la capital federal, el centralismo y todas las guerras internas que tuvimos para conformarnos como país tenía muchos prejuicios. Pero a mí me gusta mucho estar en la calle. Me siento muy cómoda en medio de la gente, en la 9 de Julio, en Plaza de Mayo, en Congreso, acompañando movidas a favor de la ley por el aborto legal, gratuito y seguro, y demás marchas. Me he encontrado bien en la calle.
¿Cómo vivís en estos días el hecho de tener tanta exposición, a partir de todo este proceso que se está viviendo por la causa de Santiago Maldonado? Me refiero a esto de aparecer en la tapa de los diarios, que se publiquen difamaciones sobre tu persona… ¿Cómo lo atravesás en lo personal, en lo familiar?
Cuando iniciamos este trabajo junto con Sergio y Andrea, el hermano y la cuñada de Santiago, lo primero que les planteé es que yo no iba a tener una exposición pública, que esa voz la tenían que ejercer ellos. Nos pasamos horas y horas hablando de lo que es una desaparición forzada, qué significa el Código Procesal, la Constitución, etc. Nos pasamos horas hablando para contextualizar y para que ellos pudieran ir adquiriendo un lenguaje que les permitiera comprender la causa no solamente a nivel político, sino también a nivel jurídico. De hecho, muchas personas, algunas amigas, otras no y otras no amigas, se quejaban de que yo no daba notas, o no salía. Pero entiendo que mi trabajo no tiene que ser ese, sino fortalecer para que sean los familiares de las víctimas quienes tengan la voz, tanto pública como jurídicamente. Como fueron días muy intensos, de muchísimo trabajo, muchas cosas no las leí, ni las vi, ni las escuché. Después me fui enterando un montón de cosas que habían dicho. Entiendo agendas periodísticas en un momento histórico que parece que pasa por ahí la verdad, los hechos, la realidad. Pero sé que no es así.
Los peritos nos dijeron: Si ustedes nos preguntan si Santiago falleció y se ahogó el primero de agosto, nosotros no les podemos responder.
Como además he trabajado con el caso de Iván Torres, que es un chico desaparecido en el año 2003 en Comodoro Rivadavia, ya sabía más o menos lo que se venía. No sólo jurídicamente, sino también política y mediáticamente, y hasta familiarmente. Obviamente, el caso de Iván Torres no fue lo mismo que el caso de Santiago por muchas razones. Pero para mí fue seguir trabajando en lo que hay que trabajar, tener el contacto con Sergio, Andrea, Estela, la madre y el padre de Santiago. Por suerte, todo lo que dijeron me pasó, no sé si por arriba, por abajo, pero pasó.
Cuando sucedió lo de Santiago fue una conmoción a nivel nacional e internacional como estabas diciendo, y lo que siempre me preguntaba cuando te veía en la tele, en las conferencias de prensa –que eran muy violentas por parte del periodismo, no solo con las preguntas sino también con la forma de abalanzarse sobre ustedes cuando las hacían– era ¿qué hay que tener además del conocimiento jurídico, para ser abogada en esos casos, sobre todo por la contención que hay que darle a la familia?
Yo vine a hacer mi doctorado sobre Habeas Corpus por desaparición forzada. Cuando planteé estos temas en el ámbito académico, me miraban como diciendo “esta mujer de qué habla”. Era 2014, 2015, desaparición forzada en Argentina, en democracia. “¡Ah! ¿Vos estás hablando del ´76?” “No, yo te estoy hablando del ´83 para acá”. Toda esa discusión dentro del ámbito académico, me ayudó a mejorar, a pensar mis propias contradicciones dentro de mi formación, en lo que creía, en lo que creo y en las diferentes formas de decirlo. Todo este trabajo académico, que es mucho más prolijito y más contenido, también me ayudó a repensarme, inclusive hasta desde las palabras. Cómo decir para que se entienda porque mucha gente, de buena fe, realmente no entendía lo que estaba diciendo porque en el ámbito académico había cuestiones que no se trataban. Entonces toda esta violencia a la que te referís, la entendí también como desconocimiento, un miedo de que todo esto estuviera pasando, un miedo de ver la realidad, de que a pesar de haber vivido en democracia desde el año 83, de haber construido una política de estado de derechos humanos, esa democracia no te garantiza nada.
La principal fuerza sospechada es Gendarmería porque hemos visto como ingresaron a los tiros y negaron que habían hecho todo eso.
Por ejemplo, vengo de Colombia, que es el país de América del Sur con la más antigua democracia y sin embargo, tiene más de un millón de desplazados, más de ochenta y cinco mil desaparecidos, hasta el día de hoy hay una violencia que la gente no puede hablar. Por lo tanto, la democracia en sí misma no garantiza nada, pero decir esto de una manera que pueda ser entendida por el que no está en la calle, el que no conoce la violencia institucional, aunque en realidad creo que la conocemos todos porque nos pasa por al lado o la sentimos en el cuerpo.
Antes de que nos metamos en el caso de Santiago me gustaría que definas qué es una desaparición forzada y cuál es la diferencia con una desaparición que no es forzada. Como para clarificar un poco los términos desde lo conceptual.
La desaparición forzada forma parte de un delito que solamente puede ser cometido por agentes del Estado, ya sea democrático o no. Como todo hecho, necesita de personas físicas para que lo lleven a cabo, pero en este caso la persona que hace, forma parte de la estructura del Estado o realiza sus hechos porque tiene un apoyo del Estado. Eso deja afuera todos los hechos cometidos por personas que no forman parte del Estado. Por ejemplo, un secuestro extorsivo no es una desaparición forzada, porque el secuestro lo realiza una persona que puede formar parte de una organización, una asociación ilícita, lo que sea, pero no pertenece al Estado. El primer hecho de la desaparición forzada es la Privación de la libertad, la cual puede comenzar siendo legítima, o sea que viene una persona con una orden judicial y me detienen de manera legítima. Pero si después me llevan a una comisaría donde no quedo registrada, me empiezan a trasladar de un lugar a otro sin que yo sepa dónde estoy, no me permiten contactar un abogado, no puedo ejercer ninguno de mis derechos, entonces ahí se convierte en Privación Ilegítima de la libertad. Luego, a esta privación ilegítima de la libertad le sigue la negativa por parte de las autoridades de reconocer que estoy detenida y van mis familiares a la comisaría y le dicen: “No, aquí no está Verónica Heredia, vayan para allá.” Cuando van al juzgado les dicen que no vieron ningún preventivo que diga que yo estoy detenida. Hay una negativa de informar mi detención, un ocultamiento del hecho de que estoy detenida, lo que genera que yo me encuentre imposibilitada a ejercer cualquiera de mis derechos. En todo estado de derecho las persona tiene una personalidad jurídica, eso implica que tienen la posibilidad de ejercer sus derechos: el derecho a un debido proceso, a que les expliquen por qué están detenidas. Todos esos derechos que se me privan porque me sustrajeron de ese estado de derecho es lo que hace una desaparición forzada. Si esto a demás sigue con la privación de mi derecho a la vida, estamos hablando de desaparición forzada seguida de muerte. Pero el que yo haya pasado unos días sin saber por qué estaba detenida, sin saber donde estaba, sin haber ido ante un juez que me dijera la razón por la que estaba detenida, las pruebas que tenían en mi contra y cuáles eran mis derechos, hace que mi detención se convierta en una desaparición forzada.
En el caso de Santiago se denuncia a Gendarmería e investiga Prefectura. En la causa de Nahuel el sospechado es Prefectura e investiga Gendarmería
La sentencia de la Corte Interamericana en el caso de Iván Torres dice que de la única manera en que una detención es legal, es cuando la persona detenida es inmediatamente llevada ante un juez. No hay policía, ni federal, ni gendarmería, ni metropolitana que pueda retener a una persona privada de su libertad sin llevarla ante un juez.
Mencionabas el caso Iván Torres y la tipificación de la desaparición forzada en el Código Penal Argentino que se introduce en 2011. Un proceso en el que vos tenés mucho que ver, en principio porque vos fuiste la patrocinante de la familia de Iván Torres. Hubo una absolución en 2007 en ese juicio, luego es elevado: primero lo toma la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, luego la Corte que sanciona al Estado Argentino. A partir de ahí se incluye la desaparición forzada y la única sentencia que hay hasta ahora es en 2016 en el caso de Iván Torres, con dos policías condenados. Es decir que en esto de la jurisprudencia, el proceso legal que se va actualizando a partir de casos concretos, vos tuviste mucho que ver, por eso tal vez seas de las personas que más sepa de este delito en Argentina.
Cuando nosotras empezamos a trabajar –hablo de nosotras porque estaba Silvia Dos Santos, que era la otra abogada con la que trabajamos el caso de Iván– en 2003, no estaba tipificado el delito de desaparición forzada en el Código Penal Argentino, sin embargo ya estaba constitucionalizada desde 1994 la Convención Interamericana sobre desaparición forzada de personas. Entonces, en noviembre de 2003 nosotras nos presentamos y pedimos que recaratulen la causa por desaparición forzada. Eso llevó a que el juez y el fiscal nos denunciaran al Colegio de Abogados por desconocimiento del Derecho. Además habíamos pedido que se separara la policía de la provincia de Chubut del caso porque era la principal sospechosa de la desaparición de Iván. Por estas dos razones el juez y el fiscal nos denunciaron porque veníamos a plantear un absurdo jurídico. Seguimos planteando esto hasta que en el año 2007, la Corte Suprema de Justicia dice bueno, sí, los hechos que denuncia la familia corresponden a la desaparición forzada que tenemos en la Constitución. De esto tomó nota el Poder Legislativo, que además ya venía la sentencia de la Comisión Interamericana y que además iba a sancionar a la Argentina por no tener tipificado el delito de desaparición forzada en su Código Penal. Esto llamó muchísimo la atención al mundo académico a nivel internacional que se preguntaban cómo puede ser que un país que es pionero en desaparición forzada, que ha llevado adelante la Convención Interamericana, que fue una fuerte discusión que se tuvo en Argentina, el informe que hizo la Comisión Interamericana en el año 79 por las desapariciones forzadas de esos años. No podían creer que no estuviera tipificado en el Código Penal. En el año 2011, finalmente se tipificó el delito de desaparición forzada con una competencia de la justicia federal y también se incorporó en el Código Procesal Penal que la Fuerza que estuviera denunciada, en principio, debía ser apartada de la investigación. Pero como esto es relativamente nuevo, todavía hay cosas que se desconocen o que no hemos pensado, que las vamos construyendo con lo que nos va pasando y con esta capacidad que tenemos de hacer, de resistir y de pensar y a medida que hacemos nos vamos acomodando.
El cuerpo de Santiago estaba 80 metros río arriba del lugar en el que todos los testimonios recavados en la causa afirman que Santiago ingresó al río
Por ejemplo, en el caso de Santiago, la principal Fuerza sospechada es Gendarmería porque hemos visto como ingresaron a los tiros y negaron que habían hecho todo esto, y entonces el juez y la fiscal dicen: “Bueno, ya apartamos a Gendarmería de la causa”. Y nosotros dijimos: “No, no solamente es Gendarmería, sino la estructura que sostiene Gendarmería que es el Ministerio de Seguridad”. Entonces, los compañeros de trabajo de los gendarmes, que son los prefectos, que es la policía federal y la policía de seguridad aeronáutica, no pueden continuar en la causa porque estamos hablando de una misma estructura jerárquica que se dividen en gendarmes, prefectos, policía federal, etc. Pero todos son compañeros, por lo tanto, esos compañeros no pueden seguir investigando. Y eso les corresponde a los jueces. En el caso de Santiago se denuncia a Gendarmería e investiga Prefectura, en la causa de Nahuel el sospechado es Prefectura e investiga Gendarmería.
Se cumplieron 8 meses de la desaparición forzada de Santiago. ¿En qué está la causa, que sigue caratulada como desaparición forzada a pesar de que el gobierno quiere cambiar esta carátula?
Recordemos que durante la primera etapa de la causa, que la llevaba el juez Otranto, la carátula no era desaparición forzada, luego se cambió a esta carátula, también fue desplazado Otranto y reemplazado por Gustavo Lleral y está todavía en la etapa de instrucción que es casi el corazón de lo que puede ser un posterior juicio. En la medida que se instruya bien la causa, que se recolecten suficientes pruebas, habrá mejores elementos para el juicio.
¿Qué expectativas tienen al respecto y cuánto más creés que va a durar la etapa de instrucción?
En primer lugar quiero aclarar por qué nosotros seguimos sosteniendo la desaparición forzada seguida de muerte. Porque es la mayor de las hipótesis de lo que sucedió y en el caso de que no haya sido desaparición forzada seguida de muerte, lo tiene que explicar el Estado y decirnos qué fue. Hasta que el Estado no nos diga qué pasó con Santiago el primero de agosto a las 11 de la mañana cuando ingresó violentamente gendarmería al Pu Lof en Resistencia de Cushamen, que fue la última vez que se vio con vida a Santiago, corriendo de los disparos de Gendarmería. Hay pruebas y datos que figuran en el expediente, suministrados por la propia Gendarmería que muestran cómo Gendarmería ingresó a los tiros, tirando piedras también. Corrieron a Santiago y a otro grupo de personas que se encontraba allí, les siguieron disparando. Algunos dicen hasta tirándoles piedras a las personas que estaban a la vera del río. En este contexto es que se lo vio a Santiago por última vez.
Es importante saber qué pasó con la mochila, y si el documento de Santiago estaba donde apareció
Luego, desde el primero de agosto hasta el 17 de octubre, que es cuando se encuentra el cuerpo sin vida de Santiago flotando en la orilla del río, en un lugar que personalmente estuve y el cuerpo de Santiago no estaba la semana anterior.
Se hicieron cuatro rastrillajes anteriores
El 5 de agosto, el 16 de agosto y el 18 de septiembre los buzos de prefectura, compañeros de los gendarmes, dirigidos por el juez y por el Ministerio de Seguridad pasaron por ese mismo lugar, en el que había mucho menos caudal de agua, menos corriente y más visibilidad –todo esto dicho por los mismos buzos– y no encontraron nada. Cuando el 13 de octubre el juez decide volver a hacer un rastrillaje, el 17 de ese mes se encuentra el cuerpo. Los peritos de la Corte Suprema de Justicia informan en la autopsia que el cuerpo había emergido en menos de las 48 horas anteriores a ser encontrado. Es como que el 13 de octubre el juez dice vamos a ir el viernes 17, Santiago emerge y lo encontramos. O sea, ¿tantas casualidades? Permitime sospechar.
La hipótesis clara de la familia es que a ese cuerpo lo plantaron ahí.
Decir que se plantó el cuerpo sería afirmar un hecho. Yo te digo hasta lo que la autopsia dice: el cuerpo de Santiago, en ese lugar donde fue encontrado, no estaba. No estaba. Nosotros decimos que si hubiera estado sumergido, debía haber sido encontrado en los otros tres rastrillajes porque, además, no estamos hablando del río Paraná, del Río de la Plata… Estamos hablando de un río que para el primero de agosto, no tenía en ese lugar más de 30 cm. de agua y donde la mayor profundidad es de dos metros. El ancho del río es de 30 mts, no hay corriente como para decir que el cuerpo fue llevado por un remolino. Además, el cuerpo de Santiago estaba 80 metros río arriba del lugar en el que todos los testimonios recavados en la causa afirman que Santiago ingresó al río. Entonces, en todo este contexto, estamos hablando de una persona a la que no se la ve más a partir de que ingresan fuerzas de seguridad del Estado.
Hay pruebas y datos que figuran en el expediente, suministrados por la propia Gendarmería, que muestran cómo Gendarmería ingresó a los tiros y tirando piedras
Entonces, el Estado que permitió que durante todos estos rastrillajes no se encontrara a Santiago, habilitó a que la Ministra de Seguridad y todos los funcionarios y funcionarias dijeran barbaridades. Hasta dijeron que Santiago nunca había estado allí, después dijeron que estaba en Chile, luego se dudó hasta de la existencia de Santiago. Dijeron todas estas barbaridades habilitados por el propio accionar del Estado. Entonces tenemos a Santiago, entran las fuerzas de seguridad y no lo vemos más, se niega que haya estado en ese lugar, se niega a dar información, se oculta información. Estos son los hechos que configuran una desaparición forzada. Luego, el 17 de octubre se encuentra el cuerpo sin vida y el mismo Código Penal en el artículo 142 ter dice que se agrava la pena cuando se encuentra sin vida a la persona. Quiere decir que el delito está tipificado por desaparición forzada seguida de muerte.
¿Se sabe algo del gendarme que le dijo a Lleral que sería bueno volver a rastrillar el lugar donde definitivamente encontraron a Santiago?
Sí, es el prefecto Leandro Ruata que estuvo a cargo de los otros rastrillajes. El 3 de octubre, apenas asumido el juez Lleral, es llevado a declarar y dice que sería conveniente realizar un nuevo rastrillaje. Aunque en la causa constaba que ya habían estado el 5 y el 16 de agosto y el 18 de septiembre. El 18 de septiembre ingresaron a ese lugar más de cuatrocientas personas de la Fuerza de Seguridad, más todos los funcionarios, dos helicópteros, caballos, unimog, un arsenal para un espacio de 5 km como máximo. Este es un dato que también nos llama la atención por estas “coincidencias” de cómo encontramos el cuerpo de Santiago el 17, el 3 Ruata dice: “Mire señor juez, yo estuve ahí pero creo que sería conveniente volver a rastrillar e incluso, hacerlo un poco río arriba”. Ahora, ¿por qué esta sugerencia del prefecto? ¿Por qué el juez decide hacer un rastrillaje a 1.100 mts río arriba del punto dato, que así está denominado en los diferentes rastrillajes? El punto dato que es el punto dato que también lo marca el perro de la policía que va a hacer el rastrillaje el 5 de agosto. Ese es el punto que indica la comunidad, donde están las fotos de los gendarmes, donde el perro indica que Santiago ingresó. ¿Por qué entonces el juez decide hacer un rastrillaje a 1.100 metros antes? Todos estos son interrogantes que nos hacemos y que no están contestados en el expediente y por eso nosotros seguimos sosteniendo desaparición forzada seguida de muerte porque es la mayor de las hipótesis. Entonces si se investiga la mayor de las hipótesis y empezás a descartar, obviamente te queda cualquier otro hecho menor que haya sucedido.
¿Puedo hacer tres preguntas? En primer lugar, si se le preguntó a ese prefecto por qué pensaba conveniente hacer ese nuevo rastrillaje. En segundo lugar, si se pudo determinar a ciencia cierta la fecha de muerte de Santiago y, como había circulado en un momento, si la causa de muerte de Santiago fue por ahogamiento, si el agua que tenía en los pulmones era agua de ese río o no. Y por último, si se supo algo sobre los rastreos de las llamadas a celulares en los días posteriores a la desaparición.
Al prefecto no se lo volvió a interrogar después de haber sugerido un nuevo rastrillaje. Nosotros realmente no creíamos que se iba a encontrar algo en ese mismo lugar. La sugerencia de hacer nuevamente un rastrillaje en el río no era descabellado, fue descabellado lo que encontramos.
Cuando ya se sabía que iba a ser recusado, Otranto permitía que el Ministerio de Seguridad formara parte de todas las audiencias y de toda la causa de Hábeas Corpus
En cuanto a la autopsia, quiero que quede claro que la autopsia no dice ni cuándo, ni cómo ni dónde murió Santiago. Esto es así y por eso, después, los integrantes de la morgue de la Corte Suprema de Justicia nos informaron el 24 de noviembre el resultado de la autopsia. Nos dijeron, concretamente, a Sergio, a Germán, a Carolina, a Andrea y a mí: “Si ustedes nos preguntan si Santiago falleció y se ahogó el primero de agosto, nosotros no les podemos responder. Si nos preguntan si Santiago se ahogó en ese lugar, tampoco les podemos responder.
Lo que podemos decir es que no lo encontraron en los rastrillajes anteriores porque el cuerpo emergió en menos de 48 horas antes de ser encontrado”. Por lo tanto, cuando salimos de escuchar los resultados de la autopsia, nosotros seguimos ratificando la desaparición forzada seguida de muerte, porque no hay nada en la causa que nos corrobore que Santiago no fue privado de su libertad, que Santiago perdió la vida en ese mismo momento y en ese mismo lugar, cuando además todas las otras pruebas nos están diciendo otra cosa. Entonces, la autopsia, además de ser parcial porque se tuvo en cuenta el contexto de las testimoniales tomadas arbitrariamente por el juez, trayendo las testimoniales de los prefectos que encontraron a Santiago el día 17 cuando estos mismos habían estado en los rastrillajes anteriores, también es limitada en su expresión y hay contradicciones. Todas estas cuestiones nosotros las estamos analizando para evaluar si pedimos ampliaciones de los puntos de pericia. Lo que sí está claro, porque nos lo dijeron en persona los propios peritos de la Corte es que ellos no afirmaron ni cómo ni cuándo ni dónde falleció Santiago.
¿Y con respecto al peritaje sobre la llamada del amigo de Santiago al que lo atendieron por unos segundos?
A ese respecto, hay un ingeniero, Ariel Garbarz, quien insistió en tener la información de saber dónde habían impactado estas llamadas, porque el número del celular de Santiago es chileno. Entonces, esta llamada que se realizó el 2 de agosto a las 15:18 horas, por el término de 23 segundos y que fue informado en el expediente que fue exitosa, empezó a ser rastreada. El ingeniero Garbarz sostuvo que esta llamada impactó en una determinada antena que él pudo identificar y planteó que se podía determinar qué otros celulares estaban encendidos cerca del celular de Santiago.
En el caso de que no haya sido desaparición forzada seguida de muerte, lo tiene que explicar el Estado y decirnos qué fue
El ingeniero declaró ante a la causa y trató de encontrar una manera de verificar sus dichos pero no fue tomado en cuenta. Lo que nosotros pedimos ahora es que vuelva a declarar Garbarz, por un montón de cosas que viene diciendo, entre ellas que yo estoy encubriendo a Gendarmería y pedimos también que todas las telefonías que tienen antenas desde Esquel hasta El Bolsón digan qué teléfonos impactaron en sus celdas del primero, dos y tres de agosto. El juez concedió pedirles a las telefonías que informen sobre todos los celulares que impactaron en las celdas de sus antenas que van desde Esquel hasta El Bolsón, el día dos de agosto entre las 15 y las 16 horas.
Mencionabas antes que para vos este trabajo es una militancia. ¿Por qué elegiste posicionarte en esta vereda, que nosotros compartimos, de darle voz a los más marginados por el sistema, la sociedad, a los más castigados por el Estado, las fuerzas policiales?
Porque el Derecho es la denuncia al Poder, el Derecho se constituye para ponerle freno al Poder. Por eso para mí, ejercer la abogacía es ejercer la denuncia. Nosotros, los abogados y las abogadas decimos por el otro. ¿Decimos ante quién? Ante la autoridad. Entonces, no concibo el Derecho desde otro lugar que no sea decir por los que sufren la violencia del Estado, los que padecen el Poder. No me imagino ejerciendo la abogacía desde otro lugar. Por ejemplo si tengo alguna causa civil hipotecaria, defiendo al que no puede pagar la hipoteca frente al banco que quiere rematarle la casa. Si presento alguna cuestión administrativa, defiendo al peatón, al ciudadano que hace una denuncia porque van a pasar una autopista por el parque o van a sacar la zona verde. Para mí el Derecho es eso, es el límite al Poder, la Constitución es el límite al poder.
Siendo que la autopsia no determina ni el cómo, ni el dónde ni el cuándo se produjo el fallecimiento de Santiago, ¿cuáles son los elementos que faltan para continuar con la investigación?
Por ejemplo, la mochila de Santiago. Todos los testimonios dicen que Santiago siempre andaba con una mochila. El fue al Pu Lof el 31 de Julio. Quiere decir que él sabía que se iba a quedar por lo menos un día, por lo tanto, seguramente, llevó su mochila. Así lo afirman los testimonios de las personas que estuvieron con él. Pero además, cuando el sale corriendo, perseguido por los disparos y las piedras de los gendarmes, toma la mochila de la casilla en donde estaban, cerca de la ruta y va corriendo hacia el río con la mochila puesta. Esa mochila que todavía no se encontró, podría decirnos si Santiago recibió un disparo. No sabemos qué tiene o qué no tiene la mochila. Además de ser importante la mochila, saber si el documento de Santiago estaba donde estaba. Aparece junto con las ropas de Santiago. Ahora se va a hacer un peritaje en el INTI. Con toda la situación de vulneración que están padeciendo los trabajadores y las trabajadoras del INTI, ahora se pretende utilizarlo para dar cuenta de si el DNI de Santiago pudo haber estado en las mismas condiciones. Se va a hacer el peritaje con otros DNI sin saber en las condiciones que estuvo el cuerpo de Santiago porque todavía nos faltan todos estos datos.
¿En este momento, en la causa hay un solo imputado que es el gendarme Emmanuel Echazú?
Cuando ya se sabía que iba a ser recusado, el juez Otranto permitía que el Ministerio de Seguridad formara parte de todas las audiencias y de toda la causa de Hábeas Corpus. ¿En calidad de qué?, no se sabe. Sabemos que el secretario de las comunicaciones de coordinación con los diferentes poderes, el doctor González Cané ingresaba todos los días a Tribunales sin que existiera audiencia ni se lo viera en la mesa de entrada revisando expedientes y fue, claramente el que puso las pistas falsas que existieron durante la causa, desviando la investigación, habilitando que los funcionarios y funcionarias del gobierno dijeran barbaridades en relación a Santiago, negando su desaparición. Cuando se supo que el Ministerio de Seguridad ya no iba a poder seguir participando en la causa de Hábeas Corpus, los mismos abogados que estaban las audiencias de Hábeas Corpus en calidad de representantes desde el Poder Ejecutivo del Ministerio de Seguridad, se presentan en la causa de desaparición forzada que estaba a cargo de la Fiscal en calidad de defensores de la persona más nombrada en ese momento que era el señor Echazú. Quiere decir que, hábilmente y habilitados por las normas, los abogados del Ministerio de Seguridad que controlaban y establecían pistas falsas en la causa de Hábeas Corpus se presentan en la causa de desaparición forzada, que hasta ese momento no tenían participación porque solamente estábamos las querellas e ingresan a controlar y a tomar participación en esa causa. Esto fue habilitado por la Fiscal. ¿Por qué digo esto? Nosotros entendemos que todas las personas tienen derecho a participar y a defenderse y a tener todas las garantías, garantías que no se le concedieron ni a Santiago, ni a la familia de Santiago, pero lo cierto es que si esta persona hubiera sido cualquier otra persona, les puedo asegurar que la Fiscal le hubiera rechazado su presentación. Pero claro, no es cualquier persona, es el Ministerio de Seguridad, es el Poder Ejecutivo, entonces, antes de tiempo, antes de poder recolectar todas las pruebas para poder imputarle un hecho, la persona ya se mete en el expediente y ya toma vista.
Si, también podemos pensar que es el famoso “perejil”, al que se deja caer cierta responsabilidad sobre él y se corra el foco de personajes como Pablo Nocetti, el jefe de gabinete del Ministerio de Seguridad que estuvo el primero de agosto en la represión a esa Pu Lof. ¿La intención de ustedes, de la querella es que se vaya hasta el más alto nivel político en esta causa?
Sí, por supuesto. Por eso nosotros seguimos sosteniendo la desaparición forzada y como dije antes, en la desaparición forzada, los hechos los comete una persona que forma parte del Estado pero la responsabilidad es primero del que hace, luego del que oculta, del que desvía la investigación. Por la activa participación que tuvo el Ministerio de Seguridad en esta causa, tiene responsabilidades en estos hechos.
Te agradecemos por tu tiempo, tu paciencia. ¿Cuáles son tus espíritus, tus voces, tus personajes insurgentes que te inspiran a seguir adelante?
La principal es Nora Cortiñas. Nora es la mujer más maravillosa. Esa fuerza, esa coherencia, esa capacidad de estar en todos los lugares siempre, en cualquier momento, acompañando, denunciando pero con el hecho de estar. Aprendí de ella que la discusión se la da en la calle, poniendo el cuerpo, que la defensa de los derechos humanos es siempre del otro lado del mostrador del Estado. No importa el Estado que sea, puede ser mejor, uno puede compartir más o menos pero siempre, el mayor violador de los derechos humanos es es Estado, son los diferentes gobiernos. Entonces, si una defiende, si una es una militante de los derechos humanos, no puede formar parte de ninguna estructura del Estado. Por eso desde mi ejercicio de la abogacía me resulta coherente estar en este lugar porque es, justamente lo que el Derecho dice y es lo que la militancia de los Derechos Humanos impone. Después me siento motivada por los movimientos de las mujeres, de las travestis, las putas, de las lesbianas que están en la calle, denunciando, diciendo. Su forma de gritar, su forma de hacer, su forma de divertirse me motiva a pensar diferente, a sacarme todas esas estructuras del deber.
* Esta entrevista a Verónica Heredia fue realizada en la sección «Otro mate» del programa Insurgentes, de Radio Sur.