Personajes:
El marido: un hombre de campo.
La mujer: el pueblo argentino.
El psicólogo: el Gobierno..
Mariano T
Yo
Habla el marido:
El lunes me trajo la comida con mucha sal y no dije nada, el martes me trajo la comida con demasiada sal y me la comi igual, el miércoles con más sal y me la comí igual, hoy me viene más salada…¿Te parece que después de un día de trabajo yo venga a mi casa y me sirva la comida muy salada? ¿No te parece que mi mujer se merece unas patadas vehementes después de esa historia? Y que en ese contexto, una rebaja de unos granitos de condimento hace que un hombre merezca el apelativo de golpeador»? ¿Te parece mal que la haya encerrado con llave en casa y le haya vaciado la heladera hasta que aprenda a ponerle sal a la comida?
Habla la mujer: (llena de moretones en el trasero)
Pobre, él es bueno, se levanta temprano, trabaja sin parar. Trae la plata para la comida, mantiene la casa. Se puso nervioso. Yo lo pongo nervioso. Tiene razón. Hay que poner la sal justa a la comida. Voy a intentar un diálogo. .
Habla el psicólogo:
Pero señora, su marido le da patadas vehementes que le dejan moretones. Así no se hace, él se extralimitó y usted se convirtió en mujer golpeada. Aunque tenga razón para protestar, el límite de la protesta son los golpes en la carne. Ahí se termina la validez de las razones. Señora haga la denuncia, después dialogue, pero primero que él acepte que no puede golpear.
Habla Mariano T: https://artepolitica.com/el-conflicto-agrario-y-el-golpe-de-estado-a-salvador-allende/
«Empezó Duhalde con el 10% de retenciones, después pasó al 20%. Nestor las subió al 27, Cristina cuando asumió al 35%. Y ahora andan por el 44%. Te parece que es irrazonable que un sector patalee en forma muy vehemente después de esa historia?. Y que en ese contexto, una rebaja de unos puntitos es «vamos por todo»? Porqué no bajan un cambio?»
Hablo yo:
Ya sé por qué andan esas mujeres con los anteojos negros importados en los piquetes, no es por el sol ni por coquetería, es para ocultar los moretones en el ojo, por las trompadas que reciben de sus machos de campo cuando les traen la comida muy salada.
3) Morir en Gualeguaychú