Colapso y mal diagnóstico
Antes de ver cuánto y cómo nos podrá afectar esta crisis, es necesario reconsiderar el diagnóstico que se está haciendo del colapso, que para mí es muy light, demasiado.
A esta crisis la traen tanto las buenas reglas de juego, como las malas, y no únicamente las malas. Lo de que ésto es fruto de la timba es para la gilada. En el Capitalismo no hay posibilidad de evitar un colapso de vez en cuando, ni con regulaciones, ni con la bola de cristal, ni siquiera si los capitalistas fueran ángeles. El colapso es periódico, es cíclico, es «una fija», a esa podés apostarle que ganás.
El Tsunami económico nace de un auténtico gran éxito del capital financiero invertido en los negocios productivos. Eso provoca un excedente de capital, una ganancia extraordinaria, una acumulación, que es urgente a su vez recolocar. Si el sobrante de capital líquido no pudiera ser colocado, se desarticularía todo el sistema productivo por falta de alicientes de los inversores, y se desencadenaría una crisis productiva terminal y el caos total.
Ellos saben que el capital no puede permanecer muerto y se desesperan por inventar nuevos negocios. La pretensión de que los capitalistas acepten alguna regulación del mercado financiero cuando hay excedentes para evitar estos colapsos es inútil. Ellos sólo llevan hasta el final las reglas del juego del Capitalismo, aunque el juego se convierta en una ruleta rusa; lo hace cada uno pensando que a él no le va a salir la bala.
En tiempos normales, los negocios no son tan brillantes. El capital la pelea parejo: pierde y gana. Mientras sea una época normal no hay riesgo de colapso. Pero en una época de demasiado excedente líquido, el Capitalismo entra en aceleración y lleva los negocios a un cuello de botella.
El colapso comienza cuando se termina la oferta de productos y se continúa insuflando demanda en espiral creciente. Se escapan los precios del producto afectado a la compra, porque se disputa el mismo stock. El capital no puede ser reintegrado según los cálculos y se cae el sistema bancario, produciendo pérdida de capital por catástrofe. La loca carrera se detiene, hay un crash, y el sistema busca volver al equilibrio.
Sigue luego la pelea de quién va a pagar esa plata que falta para que todo siga como antes. Los Bancos no pueden perder, si ellos pierden se derrumba el Capitalismo. Ellos son los Bancos, y el dinero es demasiado importante como para ser perdido.
La solución al excedente de un producto, la conoce cualquier productor: guardar la mercadería o quemarla. Pero en caso de colapso, el producto excedente original no es el tomate ni el maíz, es el dinero. Ningún Gobierno le puede decir a los Bancos que quemen su plata sobrante. Ni tampoco los capitalistas pueden regalarla a los pobres, por ejemplo, porque perderían el sentido de hacer negocios. Una propuesta como la de quemar el excedente lleva directamente al Socialismo y aniquila de base al Capitalismo.
Tampoco se le pude pedir a los Bancos que hagan menos buenos negocios para evitar el colapso. El capitalista no puede pensar en salvar al sistema, él sòlo puede pensar en sí mismo. El cree que el sistema está para servirlo a él, no al revés. Sólo puede imaginar como enemigo un agente externo. El Capital no se va a reconocer a sí mismo como el enemigo que ataca a su propio sistema.
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Es necesario que pase algo catastrófico exterior, independiente de la voluntad de los capitalistas, que les queme el excedente. Eso es lo que ocurre, la realidad le provee la catástrofe, que para el sistema es muerte y resurrección. Por eso dice Marx que el capitalismo se recicla a sí mismo a través de las crisis. Claro que éstas crisis no son tan indoloras ni para ellos mismos. Caen unos cuantos de ellos. Cada uno piensa que a él no le va a tocar. Aceleran todos para ganar la delantera y pasar primero por el cuello de botella.
Por lo tanto, las crisis del Capitalismo son inevitables. Entonces seguimos.
Ahora, la pregunta es qué nos va a pasar a nosotros. Bueno, dependemos de la capacidad de compra de nuestros clientes. Afortunadamente nosotros vendemos soja, comida, que es más indispensable que las computadoras. Si no colapsa el sistema productivo de USA, que parece que no, entonces vamos a poder seguir vendiendo y comprando. El asunto es que es indispensable que le voten a hoy a Bush los 700 mil millones para sanear rápido los estragos del excedente.
Claro que por ahora lo van a pagar ellos. Para abajo en la escala social lo van a pagar mucho más que para arriba. Pero van a intentar por todos los medios, POR TODOS LOS MEDIOS, trasladarnos a nosotros el costo de esos 700 mil millones. Eso es cuánto le va a costar al mundo la crisis inmobiliaria norteamericana. Ni un peso menos.
¿Cómo van a hacerlo? Bueno, van a querer tirar abajo nuestros precios, no nos van a pagar sino con lo que ellos quieran, o nos van a dejar un agujero como hicieron los ingleses que no pagaron su deuda de comida comprada durante la Segunda Guerra, sólo que ahora no tenemos ferrocarriles para canjear. Nos van a impedir que les vendamos a China, a China le van a impedir que nos compre a nosotros, la desesperación de recuperar lo perdido los va a hacer salir como perros a derribar Gobiernos que quieran oponerse a que ellos se salven con nuestras espaldas.
Necesitan apoderarse más que nunca de las rentas de los demás, imponer cuotas de compra, obligar al Alca con una invasión a Venezuela. Lo que se viene puede ser enorme, durísimo y no va a ser fácil de observar el verdadero trasfondo, porque va a estar todo disfrazado. Van a inventar excusas. Pero lo que sí necesitan es Gobiernos lacayos, dispuestos a entregar patrimonio, vendepatrias, digamos.
Lo peor que puede suceder, efectivamente es una guerra. El Capitalismo también soluciona sus problemas de colapso con guerras. La guerra es un excelente modo de quemar plata sobrante y de licuar las demandas internas por el colapso, y las externas por el pago de las deudas contraídas.
Para hacer una guerra sólo hace falta inventar un enemigo, como hicieron con Irak. Ahora el enemigo es Irán. Si van a la guerra, van por Irán. Son capaces de tirar el Empire State Building para justificar la invasión a Irán, van a decir que fueron ellos. ¿Está claro? Pero no van a pagar de su bolsillo los 700 mil millones, porque pueden evitarlo.
En la guerra, el idealismo por la victoria lleva a los pueblos beligerantes a olvidar sus demandas domésticas y a aceptar de buen grado el sacrificio máximo. Los que hoy lloran la pérdida de su casa, se van a olvidar del remate. Los dueños van a aceptar patrióticamente que los morosos se queden hasta que termine la guerra. Los parientes los van a alojar en la de ellos. Todos los norteamericanos van a ser más solidarios entre sí. Los muchachos van a ir en masa al frente. Se va a racionar el uso de los acondicionadores de aire por ahorro de energía para la guerra y se van a aguantar morirse de calor, o de frío o de hambre por la patria. Se va a racionar la nafta y nadie andará en auto. Mientras, todos trabajan para la guerra en las fábricas.
Churchill llegó a decirle a los ingleses la frase más impiadosa que se pudo haber escuchado: sólo puedo prometerles sangre, sudor y lágrimas, y a nadie le pareció demasiado dura. Así se entrega psíquicamente la gente a la guerra.
Justo pasa ésto cuando Bush se está por ir. Pero tiene tiempo todavía de armar una salida por el lado de la guerra, y dejar al mundo en llamas para salvar a los ricos de los EEUU.
Eva Row
Hola Eva, Creo que la vemos parecido pero algo diferente.
Resumen: este es el viejo fenómeno de la creación de moneda sin respaldo que siempre se ha dado. papeles y papeles que la gente (y los bancos!!!!!) confunden con dinero. Es el problema que tiene el capitalismo mal administrado. Los EEUU se descuidaron (al no tener la contrapartida soviética) con Bush.
No vayas a pensar que yo entiendo el motivo en detalle de esta crisis.
me parece que su gravedad está por verse.
En general se puede decir que todo el despelote se arma porque la gente se cree que los papeles son riqueza. Y no es así, los papeles continúan siendo papeles por más firmas que tengas.
Por ejemplo el papel moneda. Por ejemplo una cuenta bancaria. Hay muchos casos. Y en este caso (así dicen) los certificados de deudas hipotecarias. El banco prestó para un crédito con respaldo de hipoteca. Ese crédito que tiene el banco es como dinero que puede negociar con terceros. Los terceros que compran esos créditos a su vez lo pueden negociar con cuartos (posiblemente bancos mayoristas). Así se forma toda un cadena de papeles que opera en el mercado como dinero financiero. Ahora suponete que por alguna razón algunos deudores no pueden pagar. Empieza a temblar el sistema y algunos bancos comienzan a vender sus papeles. Eso comienza una crisis que hace que ahora se suman deudores que no pueden pagar, realimentándose todo. Se llega a una situación en que todos se ven llenos de papeles que han perdido su valor y sus acciones bajan en caída libre, arrastrando a otras acciones.
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El tema es que cualquier alteración intensa y violenta en economía puede agrandar mucho sus efectos y trasladarse a otros campos, incluso a otros países. Estalla como una granada y los incendios primarios pueden producir incendios secundarios y así siguiendo. Pero hay granadas grandes y chicas, y a mi me parece que esta no es muy grande.
Estos fenómenos son muy conocidos y los economistas saben como evitarlos. No hay una receta universal, pero se puede decir que son ellos los que deben alertar a LOS PRIMEROS SÍNTOMAS, mucho antes que la granada explote.
Uno de los problemas es que había exceso de dinero en el mercado, con mucha capacidad de préstamos. En este caso se volcaron a hipotecas. Ojo que los economistas le vienen advirtiendo esto a Bush, y que el cabezón no dió pelota.
Casi siempre el colapso se origina por el engolosinamiento de los bancos que descubren que pueden ganar mucho dinero con un teléfono y una oficina. Pero las entidades financieras son la peste del capitalismo, porque la única forma de progresar es mediante la tecnología, el trabajo y la producción.
Los bancos fueron necesarios a pesar de los riesgos. Pero ahora, con la tecnología actual, la actividad financiara puede ser asumida en forma unificada, colectivamente, por una entidad social sin fines de lucro. Es posible, factible, deseable, controlable y mucho más barato. Y lo más importante es que se puede hacer sin joder a los bancos ni entidades financieras, simplemente dando el servicio (ahorro y préstamos) por lo que realmente cuesta. Pero claro, eso requiere un buen Estado, y una ciudadanía evolucionada.
También existen problemas más estructurales, pues EEUU tiene saldo comercial negativo desde hace muchos años, y como contrapartida muchos dólares desparramados por todo el mundo. Además una guerra donde han puesto mucho dinero que no quieren pagar ellos solos, y pueden hacer caer al dólar para que paguen todos… No se muy bien como es todo esto.
La solución es devaluar el dólar, imprimir mas y listo, todas sus deudas están nominadas en dolares, aprenderán a vivir con una inflación del 15% por 10 años para licuarlas. Como diría el grupo Fénix, van a vivir de lo de ellos. Con eso les sobra, la capacidad industrial instalada de USA es enorme (no la usaban toda porque el obrero americano era mucho mas caro que el chino, pero si devaluan las cosas se dan vuelta), tienen un sistema político centenario, mejores recursos naturales y mejores recursos humanos. Solo les falta petróleo, y eso por ahora, porque Obama promete reemplazarlo rápido.