El pueblo surge cuando las personas oprimidas se reconocen colectivamente. Cuando esto sucede quiere decir que hay un conjunto de intereses en común en contraposición con intereses de otros sectores de la sociedad. Hay una toma de conciencia de la posición social que se ocupa y esto es fundamental para mejorarla.
La idea de pueblo había desaparecido en Argentina. Con el golpe se empezó a perder y con el menemismo se terminó de perder. Allí apareció otra categoría más permeable, más manipulable, más despolitizada: la de gente. Hasta hoy se usa y los medios se empecinan con sus titulares en hacerla perdurar porque es un término que permite generalizar ideas que corresponden a fracciones minoritarias: «la gente dijo basta».
Con algunas medidas fuertes del Gobierno (fallidas retenciones, la estatización de las AFJP, la ley de medios y la AUH) el escenario se politizó, se hicieron visibles los conflictos, las dominaciones y los intereses que rigen a la sociedad. La derecha contratacó con sus armas, ganó terreno y ahora aparentemente retrocede. Esto se logró ver con las SEIS MILLONES de personas que colmaron la 9 de julio en los festejos del bicentenario.
¿Había pueblo o había gente ahí? ¿Había reconocimiento colectivo o había mera suma de individualidades? La respuesta no la tengo, pero hay dos datos interesantes. El primero es la cantidad de personas que llenaron el espacio público, record en la historia, con lo cual no es posible que haya sido una mera concentración de sectores minoritarios. El segundo es, precisamente, ese espacio público lleno. Salvando el paréntesis del 2001 y las demandas sectoriales de los 90 y pos 2001 con los piqueteros, nunca hubo una concentración de estas magnitudes desde que Alfonsín defraudara una y otra vez al pueblo con sus concesiones. Desde el momento en que el pueblo dejaba de ser pueblo.
No podemos saber todavía si lo que se viene generando es un colectivo popular como hace mucho no se vive, si es nuevamente una excepción o si es mero clima de emoción por las fechas patrias, que son elementos que cohesionan a toda sociedad. Lo que sí podemos tener la certeza, es que son varios los indicios que nos muestran que es posible. Y en estos momentos críticos, bastará con impulsos o decepciones para tratar de confirmarlo o derribarlo todo nuevamente.
creo que como decía freud a veces un cigarro es simplemente un cigarro.
lo del bicentenario fue un acto publico gratuito de alta calidad y que apunto a nuestra historia como pais.
yo realmente no fui pero conozco decenas de personas que fueron y que son tan antikirchneristas como yo.
pensar que se puede sacar algún redito politico o explicación sociologica de un show muy lindo por cierto me parece desacertado.
Desde el momento en que se dice tanto por los medios que el mundial o el festejo del bicentenario son importantes, lo son. Diria Chomsky, lo que decimos, lo hacemos.
Por eso el periodismo es tan poderoso, y lo saben.
tambien las elecciones internas son»una vuelta al pueblo»
Fede, espectáculos gratuitos y de calidad hay todo el tiempo y en ninguno fue tanta gente (pueblo perdón) y para el que fue, no para el que leyó en algún lado sea o no información verídica, sabe muy bien que el clima que había en el pueblo que estaba en esas calles no era de espectáculo gratuito y de calidad.
Simplemente quería agregar eso y aclarando que no soy kirchnerista.
Saludos para todos y todas
Fede, coincido con vos en que en los festejos había gente de todo tipo. En los festejos había gente que apoyaba, gente convocada por los festejos patrios y también gente que fue a escuchar música. Pero es innegable que así como en la sociedad hay grandes sectores antikirchneristas, también hay amplios sectores que apoyan y defienden al Gobierno. Que hay un clima politizado y que hay sensación de conflicto. Todo estas cosas son indicios que dan cuenta de la posibilidad de conformación de un pueblo. Faltaría ese reconocimiento colectivo.
La verdad que no fue solo un show, si hubiera sido solo eso no hubiera ido tanta gente. El fervor del pueblo ante la fecha patria se lo vivió, fue real y creo que quien lo hubiera hecho al festejo, sea de derecha, izquierda, mengano o fulano, hubiera salido bien si lo hubieran organizado del modo en que lo hicieron. El rédito político del gobierno existe, pero no han tomado partido para «reclamarlo»(?). Veo que es algo curioso el que, por que haya salido bien el festejo organizado por este gobierno, se lo ataque de tantos lados por el simple hecho de que lo hicieron bien.
La única crítica es que hubo festejos en toda la Argentina, pero ninguno fue tan grande como el que se organizó en Buenos Aires, tan concurrido, ni tan bueno, me hubiera gustado ver otros festejos de todos los puntos de la Argentina, siento como que la capital se olvidó del interior.
La verdad que la sensación de que juntos podemos hacer cualquier cosa como pueblo, me llena de esperanza.
No soy Kichnerista, pero si me siento mas cerca de este gobierno que de otros y de las medidas que se toman en su mayoria, a mi tampoco me gusta Moyano, a mi tampoco me gusta el indec, y a pesar que a mi particularmente «no me conviene», ya que si volveriamos a la decada de los ’90 podria irme si quiero todos los meses a Miami a pasear, porque no tengo problemas economicos, prefiero que las cosas me cuesten un poco mas que antes si eso hace que haya personas a las que les cuesta menos.
Apoyo totalmente a este gobierno, y espero que el proximo quien sea que sea no destruya las cosas buenas que se estan construyendo.
Vengo pensando en algo parecido a lo que planteaste. Se te nota la veta lacleauseana (ya existe este adjetivo?). Resulta interesante pensarlo en terminos de atomización vía medios de comunicación vs. condensación y convergencia espontánea. Ahí esta el desborde, el exceso, lo que la construcción medíatica no puede abarcar: la denuncia de ese algo (real) que se busca y no se encuentra en Telenoche. Por eso, la calle. ¿Por ahí vendrá «el pueblo»? SAludos