En el gráfico a continuación estamos viendo que Cambiemos disparó la deuda pública en bonos en un 84% en un año, entre 2015 y 2016, en base a información oficial (datos de Programación Económica, Hacienda). No se registra algo así ni siquiera en los 90s. Hay que remontarse a la dictadura para encontrar, salvando las distancias relativas, este tipo de salto en el endeudamiento público.
Esto no sería grave si usarán esa deuda para hacer obras, porque el kirchnerismo había dejado desafíos que se podían resolver con deuda, es verdad, pero no es así, la están usando a la deuda, como en los 90s, para fomentar la fuga, la valorización financiera, el ingreso de capitales especulativos (gracias a la quita de encajes para estas inversiones), y con consecuencias en la apreciación del peso que destruye la industria, entre otros factores más internos.
Entonces, ¿qué tiene que ver esto con el kiosquero de la otra cuadra? A simple vista nada, pero en realidad es crucial. El problema es que nuestro buen amigo el kiosquero, primero sufrió la inflación que fue producto de la devaluación y la quita de retenciones, y que como todo shock de precios reduce las ventas, pero ahora está sufriendo un combo de tasa-deuda-apreciación que hace a la lenta destrucción industrial y laboral, sumado al tarifazo y otros factores, que está aniquilando el consumo, sobre todo el masivo.
La deuda externa en dólares del Estado argentino, entre nación, provincias y sector privado, ya superó un inexplicable (desde la mirada productiva y macroeconómica) monto de 80.000 millones de dólares extra en los últimos 15 meses.
Preocupa la ausencia de desarrollo industrial, de un plan, de alguna idea de transferencia de recursos desde sectores competitivos (campo) hacía sectores que dan más empleo (industria), pero sobre todo la falta de amor del gobierno, que no piensa ni en la producción nacional ni en el bueno del kiosquero ni en muchas PyMEs o negocios locales.
No hay un sólo dato que permita pensar en una pasión política patriótica por parte del gobierno, y eso, para mí, merece un movimiento obrero organizado y en estado de movilización permanente. No se puede dejar alegremente que se profundice un modelo de ricos y extranjeros, porque la mayoría no somos ni ricos ni extranjeros.
El gráfico refleja sólo deuda externa, la interna es más o menos otro tanto, la línea roja de deuda pública está incluida en las barras azules, que reflejan el total de deuda externa pública y privada. Los bonos y los organismos son algunos de los ítems que componen el concepto reflejado en la línea roja.
Por otro lado, la deuda bruta interna y externa del Estado Nacional, en pesos y en moneda extranjera, es de U$S 264.622,8 millones según las últimas las cifras al 30 de septiembre de 2016 difundidas por el Ministerio de Finanzas.
La formación de activos externos es la comúnmente llamada fuga (hay otros métodos de medirla pero éste es el más directo, aunque no el de mayor monto), aquí según el balance cambiario del BCRA (una especie de base caja del balance de pagos). Se acelera la fuga como se puede ver en 2016, a niveles muy preocupantes.
Las líneas verde y roja, son conceptos que integran el total de la formación de activos externos. Lo que llama la atención es que los egresos en 2016 volvieron a niveles anteriores al cepo de fines de 2011. Pero mucho más llamativo que entonces: en 2011 la aceleración de egresos (fuga, línea verde) tenía que ver con la posibilidad de reelección de un gobierno que no era afín a estos capitales globalizados, en 2016, con un gobierno más amigo de los sectores transnacionalizados que comer asado los domingos ¿por qué se aceleran tanto estos egresos?
Un dato para destacar es que en el primer trimestre de 2017 los egresos de divisas alcanzaron los 10.085 millones de USD, récord de todos los trimestres para esta serie (desde 2004), el segundo mayor valor fue en el primer trimestre de 2009 con 8.800 millones de usd.
Los ingresos por inversión extranjera directa fueron en este primer trimestre 740 millones de usd. Lo que representa el mejor registro desde 2012 (1.053M) y 77% mayor que en 2015. Sin embargo sigue siendo bajo en relación a las reformas de desregulación cambiaria y ajuste de la economía.
Otro dato que llama la atención, porque se hablaba mucho de esto en 2015 es el saldo del sector automotriz. En el primer trimestre de 2017 fue negativo en U$ 2.182M, en el de 2016, negativo en 1.100, y en el de 2015, negativo en 714M. Se triplicó.
La deuda nueva (bruta) que contrajo el macrismo ya casi toca los usd 90.000 millones, la fuga es récord y la cuenta corriente presenta el saldo más negativo para este primer trimestre de toda la serie (vinculado al atraso cambiario y a la avalancha de importaciones). Mientras tanto cae la industria de manera ininterrumpida. Se está viviendo una suerte de corrida que termina en la fuga, que queda oculta por una mayor deuda contraída, por el ingreso especulativo de divisas y por el blanqueo.