Es lo que puede verse en este artículo de La Nación.
Resulta que la norma que prohíbe que se le quiten beneficios adicionales a trabajadores fuera de convenio, es presentada como una norma «que limita las posibilidades de que los empleadores ofrezcan beneficios adicionales a los obligatorios, ya que después no podrían quitarlos «(!!!!!!!!!).
Silvia Stang es la autora de esta maravilla.
En la misma tónica podríamos decir que el Código Penal limita la capacidad de las personas de arrepentirse de sus crímenes, ya que por la amenaza de la pena muchos se abstendrían de cometerlos.
Hablando en serio, algo de razón tienen (algo). La ley (en líneas generales) pareciera ser parte de lo que fue un pilar de la política laboral de estos 6 años: desincentivar el pase o la permanencia fuera de convenio de empleados que pueden estar convencionados.
Esta práctica fue muy habitual durante la década del 90, de la mano de Convenios estancados, y empleados fuera de convenio con beneficios adicionales.
Invertir el proceso es, como dice la gente de la UIA, darle rigidez a las relaciones laborales. Podríamos decir, para buscar un término más elocuente, desflexibilizar las relaciones laborales.
Lo cual, para quienes pidieron y pagaron las leyes de flexibilización, es algo indeseable.
Mariano,
¿No te parece que hace falta algo de flexibilidad? Después de todo, haya epocas de vacas gordas y otras de vacas flacas.
Esto vuelve aún más rigida la relación laboral, en un país donde un 50% (¿?) está en negro.
existe alguna mejor forma de flexibilizar el trabajo,q politicas q mantienen el empleo en negro indefinidamente?
para el 40% de los trabajadores q estan en negro,lo de «la nacion» y este mismo post,ni les va les viene,ellos ya estan «flexibilizados» de hecho.
paradojicamente,las clases medias en «blanco» en su mayoria no apoyan al kirchnerismo,por otro lado,la mayoria de pobres q estan en «negro» forman parte del «nucleo duro» de votantes de la cual se ufanan los jovencitos k.
cual es el negocio entonces? q los sindicatos de los gordos apoyan al gobieno,y los empleados en negro pobres,al final terminan votando al peronismo de turno.
asi q para q calentarse y combatir el trabajo en negro,el peronismo bebe de las dos aguas,el apoyo de los sindicalizados,al menos sus extructuras dirigenciales,y de la precariedad laboral y economica del proletariado pobreton y en «negro».
negocio redondo por donde se lo mire.(siempre y cuando no seas pobre y trabajes en negro,obvio)
Éstos deben ser todos patrones.
Grande Mariano lo que pusiste, cual es el trabajo mas flexible del mundo?? El trabajo en negro!!
Eso es lo que buscan siempre, lo que buscaron. «Rigidideces en el mercado laboral», que impiden que todo el que quiera trabajar pueda trabajar al salario existente.
Lo raro, no es que sigan ellos promoviendo ese discurso, lo impactante es que siga teniendo efecto en la población que ya probó los mangares de la flexibilización laboral.
Solo trajo mas desempleo, mas empleo en negro, mas sub empleo, etc.
Pero la UIA pide flexibilización, porque sigue pensando en los noventa o en una devaluación brutal. Para minimizar sus costos, o maximizar sus ganancias.
Nunca piensan que implicancias tiene para el crecimiento la sustitución trabajo/capital. Esos temas nunca se hablan, o ellos nunca los hablan.
Bueno ya sabemos, como viene la cosa para después de 2011.
Que puedan laburar «al salario existente». ¡Buenísimo!
Chubutense: saber que leés al menos alguno/s de los textos que escribo, para mí es un elogio.
Saludos
No tengo el manual a mano ahora, pero podría ser: «el salario determinado por el libre juego entre la oferta y la demanda de trabajo».
Abrazo, Feliz año a todos!!!
No hablo de flexibilización laboral pero la ley ya contenía disposiciones que aseguraban el «piso».
La reforma innova en el sentido que las partes ahora no pueden disponer por sobre ese piso.
El «piso» es obligatorio, lo que dispongan las partes por sobre él es disponible.
Se me ocurre entonces que la conclusión tiene algo de cierto: si cada benefició por sobre el «piso» es indisponible para las partes entonces es menos probable que se otorgue (después de todo, no es obligatorio).
Y yo soy empleado, por eso es que me preocupa.
Francisco: la práctica de poner fuera de convenio trabajadores, otorgándoles beneficios adicionales, fue muy difundida en los 90 en empresas grandes (Telefónica, Telecom, etc.).
La idea era brindar un ascenso al empleado, darle jerarquía, ponerle gente a cargo y darle responsabilidades. El empelado, entonces aceptaba la situación, como una mejora de su condición laboral. Ahora, qué ocurría en realidad? Si ese ascenso la empresa lo daba en el marco del convenio colectivo, las condiciones laborales mejoraban más. La empresa evitaba de esa forma pasar de categoría al empleado, dándole una mejora sustancial. Este trabajador quedaba a merced de los acuerdos entre la conducción del gremio y la empresa. Su estabilidad laboral era negociada. Quién lo defendía si estaba fuera de convenio y tenía jerarquía? El sindicato, no. Lo quería hacer saltar como un fusible. La empresa? Tampoco. El costo de despedirlos era mucho menor que si estaban convencionados. Las reducciones de plantilla de los años 1999-2002 en esas empresas que te nombré, afectaron en gran medida a estos trabajadores.
El fuera de convenio es un trabajador flexible. Por eso, la flexibilidad había que introducirla a través de la reforma de la ley de contratos de trabajo.
Ni el empleo en negro ni la desocupación decrecieron con mayor flexibilidad. Sino todo lo contrario.
Saludos
Perdón. Digo también que los fuera de convenio son actualmente muchos empleados, en general de empresas grandes.
Las áreas administrativas de las fábricas, por ejemplo. En general, sus salarios son superiores a los de la categoría más baja del convenio que los cobijaría por actividad. Pero inferiores a los de las categorías más altas. En un año como 2009, sus salarios fueron variable de ajuste. Si por convenio los aumentos fueron de alrededor del 20%, en estos trabajadores, oscilaron entre un 0 y un 5% en las empresas más ligadas al comercio exterior.
Saludos
¿esa ilusión de «tener coronita» se dificulta un poco quizás?
Dos cosas chiquitas, porque para opinar más en extenso tendría que leer la ley (yo no hago como los opositores que critican lo que no leyeron) y con el asado de año nuevo que hacer a custas, no tengo tiempo.
A ver, digo dos cositas de la nota de la señora periodista (decirle señora es respeto, no me hace coincidir con ella, digo esto porque Morales Solá escribió el otro día que sabía que Oyarbeta sobreseía a la pareja K dado que llama a Cristina «nuestra señora Presidenta. Y, quizá a él le gustaría más que le diga «la puta», «la conchuda» o «la montonera» como lo hacen muchos de sus amigos).
Primero: dice el amigo Funes de Rioja (amigo mio no es, pero bueno, de cariño) que la UIA le solicitó a CFK, apenas sancionada la ley, que la vetara. Caramba, tanto que se ha escrito por la proximidad de la llamada «vetocracia», uno pensó que lo hacían calificando negativamente dicha posibilidad. Habremos de leer todo ello nuevamente para entender mejor que es lo que se quiere decir. O quizá, haya doble standar y sea que la vetocracia es mala cuando las leyes apuntan a mejorar condiciones laborales, y buena cuando beneficia al capital. Ajá. ¿Como era aquello de pegale al chancho … ?
Segundo y último, al menos por ahora: reitero, aún no leí la ley. No obstante lo cual, y siendo que hace poquito cursé en la facu la materia «Elementos de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social», que aprobé con 8 (¿y a quien le importa, no?), recerdo que uno de mis profesores -que labura en el dpto. jurídico de la CTA- dijo que la relación legislación (flexible o no)/niveles de trabajo, no es absoluta, ni directa. Para explicar mejor el término: si fuese todo cual dice Funes de Rioja (y, subrepticiamente, tambien la autora de la nota) pues en los noventa debería haber florecido la ocupación, sin embargo se rozó, como nunca, el 20 % de tipos, no en negro, en la calle. Y sin absolutamente ninguna chance de ser incluido. Y en los noventa, tal el relato cuasi unánime nos ilustra, el regimen para entrar y salir era el ideal. A contrario sensu, desde 2003 con la llegada de la «rigidez mala, sucia, fea y olorosa» los níveles de ocupación y formalidad han experimentado un brusco ascenso, sea que lo diga el INDEC o Montoto.
Es decir, en resumen: una ley puede incidir, pero no determinar los niveles de aumento o disminución de ocupación.
La mecánica de estos tipos es siempre la misma: salen, se quejan, dicen que van a tener que echar gente, un boludo/a como Silvia Stang les hace una nota complaciente, y otros más boludos/as todavía hacemos un post y nos ocupamos de comentar las estupideses que escriben. Y en realidad todos sabemos que somos boludos haciéndolo, y cual es la verdad de la milanesa, pero nos gusta aparentar que no. Tal vez porque sino nos aburriríamos.
Pablo: me parece que no sólo no leíste la ley; tampoco leíste la nota, que no es complaciente sino que plantea la opinión tanto de las empresas como de los sindicatos, como en rigor deberían ser este tipo de artículos periodísticos. Parece que a veces sólo nos gustan y respetamos las cosas cuando están enfocadas de una sola manera y es la que nos gusta (sin escuchar más de una versión). Ya que vas a opinar podrías no quedarte con lo que dicen que dice… ¿No te parece?
Y si,el mensaje es: «entrega el rosquete que el Capital será bueno contigo».
Gracias, pero conmigo no cuenten.
Astarita apunta sobre la flexibilización laboral, …»Para esto muchas veces se convoca a los trabajadores ocupados a tener «solidaridad» con sus compañeros desocupados, aceptando la flexibilización y precarización de sus condiciones laborales, a fin de que disminuya la tasa de desempleo. Curiosa apelación ésta, por parte de una doctrina que ha hecho de la búsqueda del beneficio individual la piedra basal que permitiría el florecimiento del mejor de los mundos posibles.» Rolando Astarita, «Keynes, poskeynesianos y los clásicos» (2008)
Mariano, ví el artículo que linkeaste y ví también que estás omitiendo comentar que ahí están descriptas las posiciones tanto del empresariado como del sindicalismo, incluso con palabras del propio autor de la ley aprobada. Estás atribuyendo a la autora cosas que están dichas por alguien que opina sobre el tema, e insisto en que hay distintas opiniones ahí mismo reflejadas. En otras palabras, me parece que el texto parcial, que omite decir cosas, es el tuyo…