Ayer hubo dos convocatorias políticas que llevaban en su invitación la expresión “Cabildo Abierto”, ambas en apoyo al proyecto kirchnerista. La de la mañana fue organizada por Luis D’Elia, y la de la tarde por diferentes movimientos afines al gobierno.
Dado que estuve en las dos (el sábado a la reunión bloguera no podía ir, lástima, si iba hacía bingo), está es una breve crónica que trata de motivar a personas interesadas en la política, a plantearse un compromiso más activo con ella. Muchas veces es más fácil acercarse a algo si se sabe cómo funciona, por lo menos para mí, y supongo que habrá otros a los que les pase lo mismo.
La convocatoria de D’Elia funcionó a modo de asamblea, con solo pedir la palabra levantando la mano, se recibía un número de orden para tomar la palabra. Hubo 50 oradores, que hablaban más o menos 3 minutos cada uno. Por supuesto fuimos muchos más los que simplemente escuchamos. Se decidió fundar un movimiento amplio, denominado precisamente Cabildo Abierto. La segunda reunión está prevista para el domingo 23 de agosto, también a las 10.30, esta fue en plaza once, no me quedó claro si la próxima también es allí, pero hay mucho tiempo para confirmarlo. Me gustó particularmente que, al final, 15 de los asistentes (aquellos que se ofrecieron, naturalmente) quedaron encargados de la organización de la próxima asamblea, de modo de descentralizar las decisiones y favorecer la participación. En resumen, una convocatoria muy amplia a la acción política, en la cual, si bien lo central es la defensa del gobierno, también hubo reclamos sobre políticas concretas y sobre todo, para que se abra el juego a la participación de todos los sectores.
En la reunión de la tarde, en Ferro, hubo unos 15 oradores, que hablaron alrededor de 5 minutos cada uno. En este caso los oradores estaban previstos de antemano y eran todos cuadros políticos, en algunos casos bastante conocidos: Piumato, el chino Navarro, Pérsico, etc.
A pesar de ser este un acto menos librado a la espontaneidad de la situación, de todas maneras tuvo clima participativo y asambleario, que me parece es la característica del actual momento político. También hubo expresiones en defensa del gobierno y propuestas, no siempre coincidentes, cosa que me pareció interesante. El punto de disidencia más claro fue cuando Piumato pidió que se profundicen los cambios, mencionando la necesidad de concretar el 82% móvil para los jubilados y la asignación familiar universal. Pocos minutos después, Navarro habló de la asignación universal como una medida liberal no deseada. Lejos de ver en esto una dificultad, creo que ese es el espíritu del aumento de la discusión política, sobre todo en un tema clave como las políticas sociales. Que se debata cómo deben ser implementadas me parece muy positivo, puntualmente resultó muy interesante en el blog Datos Duros.
El principal concepto que me llevé de las dos reuniones, fue justamente la idea de pensar, participar, debatir, antes de tomar posiciones definidas. Si algo bueno puede tener la derrota del 28, es motivar a la acción política en un momento en el que hay tiempo para construir y en el que seguramente los Kirchner se mostrarán más abiertos a la construcción política popular, tema que hasta ahora, era una asignatura pendiente.