Durante diciembre han lanzado su candidatura el hijo de Alfonsín, Carrió, Duhalde, y también, de algún modo u otro, por medio de la reunión en Olivos con todo el peronismo peronista que tenga algún tipo de poder institucional, se ha lanzado la Compañera Presidenta CFK.
Y la sensación que nace luego de haber oído y analizado los discursos de todos ellos, es que, primero, ninguno como Cristina entiende qué es exactamente hoy el mundo, el país, la política y todas las derivaciones que de esos ítems surgen. Guste más o menos, se equivoque en mayor o menor medida, la Presidenta conoce, mejor que cualquiera de todos sus rivales, cómo es el terreno en el que se va a disputar el partido de 2011. Vaya cosa.
Enfrente tiene el republicanismo vacío y pasado de moda de Alfonsinito; los delirios apocalípticos de Carrió; y las mentiras de Duhalde, a quien su más fiel promotor, Clarín, le sostiene hace ocho años el imaginario de que entregó un país pacificado, en camino y una gestión sin muertos (cuando la verdad es que asesinó y que forma parte del coro que le reclamó siempre a los Kirchner dureza ante las protestas sociales -¿por qué las habría en el país saneado y de pie que dice haber entregado Duhalde?-).
Segundo, e igual de importante que lo primero, da la sensación de que, con este discurso, Cristina se ha convertido definitivamente en estadista, y de gruesa talla. Si acaso le faltaba alguna materia para graduarse, las ha aprobado con honores en la cumbre de Olivos asumiéndose, ya definitiva e indiscutiblemente, como Jefa única de ese enorme conglomerado de caciques, históricamente conducidos por hombres, pero que hoy se le someten sin chistar.
Siempre Cristina hace discursos impresionantes. Pero nunca, como frente al PJ que la fue a proclamar candidata para 2011 (lo cual, a un año de votar, siendo el peronismo, quiere decir que roba en las encuestas), se la oyó articular con tanta excelencia movimiento, gobierno y rol del país en la región; pasado, presente y futuro; logros, deudas y rectificaciones; balance, trazo de futuro y convocatoria para lo que falta (y, atención, eso implica reconocer que faltan cosas).
Todo eso habla de una comprensión de las situaciones que la atraviesan en la gestión muy superior a la de sus competidores. Afirmada en las convicciones del proyecto que conduce, por estos días, y pese al vendaval mediático que no para de presionarla, se sostiene en sus trece de que no va a solucionar ningún conflicto social vía garrotazo. Eso, ya es una ventaja, siendo que al resto de los candidatos la agenda se la fija AEA.
Ha dado su versión de lo que debe ser el rol del peronismo gobernante que conduce en el escenario nacional y mundial de la actualidad, lo cual viene a significar que tiene asumido que el paso de este proyecto ha tocado trascendencia (y va por más), tanto que, nunca, como por medio de esta conducción, el predicamento y las posturas del país han tenido tal nivel de importancia y peso.
Se empieza a elaborar un discurso sobre seguridad, y allí hay la profundización de algo que ya se marcó desde Segundas Lecturas, un gobierno que roba banderas por derecha y por izquierda, pero articulándolos en función de un diseño propio, lo que cohesiona y disciplina internamente las dispares individualidades que lo conforman, pero a la vez genera un amplio abanico de acompañamientos entusiastas (por lo de independencia de conducción).
Si hasta ha superado el hecho de nombrar a Néstor, a quien varias veces mentó por su nombre o apellido (ya no más “él”), en función de convocar a levantar alto sus banderas, esas que nos convocan a unos cuantos a enfervorizarnos en la defensa de su heredera en la conducción.
Un discurso impecable (convocante de la militancia y racional para la gobernabilidad –frente al Mercosur habló de cómo la Nueva Izquierda se sostiene a partir de la gestión, bien que ideologizada, del estado-) y un armado de temer abroquelado en torno a su conducción.
De nuevo, hasta que se harte alguno, y confirmado, ahora que nadie discuta ni ponga dudas, “ni lo intenten, el futuro es nuestro”: Cristina 2011.
«Siempre Cristina hace discursos impresionantes.»
¿Qué los lleva a ser tan pero tan ortibas? ¿No les da un poco de vergüenza».
Ortiba quiere decir malhumorado, Q. Y no, no me da verguenza. Realmente me impresiona, yo no puedo hablar tanto de tantas cosas distintas sin siquiera un ayuda memoria al lado.
pobre quintín…
él no puede decir lo mismo de lilita.
Pero la memoria es la habilidad del loro. No tiene nada que ver con la inteligencia.
Pablo D.:
Tenés razón. Hay conceptos muy claros y fuertes en los discursos de Cristina. No hay orador/a comparable (en FORMA y en CONTENIDO) en la política argentina… desde hace tiempo.
En 2011 se arrasa, pero… digámoslo bajito, si no es yeta.
Dato útil: Quintín es el bloguero/opinador que derrama a menudo frases como ‘Lilita estuvo magistral, como de costumbre’. Pero no es ortiba.
Quintín: lo de Cristina, aunque sea, entendelo por el lado del coeficiente de inteligencia (I. Q., que le dicen).
Bajo, muy bajo ese coeficiente. No es un pecado. Nadie tiene por qué tenerlo alto. El problema es confundirse.
Carrió, en cambio, es un lujo. Es la única candidata a presidente que tiene un pensamiento político y no es una máquina de recitar eslogans.
Posta? Un lujo? No es una maquina de recitar slogans? Pero si está cada vez más parecida al Rabino Bergman. Sumale las guiñaditas de ojo, la sobreactuación y la amenaza mesiánica constante… y no le encontrás más que un texto memorizado. Cristina al menos te salta con temas diferentes, o hasta tira chistes relacionados al tema, sabiendo bien de lo que habla. No jodamos. Hacete caso a vos mismo con eso de «El problema es confundirse».
Saludos
El rabino Bergman es un tarado que habla con frases hechas que suenan importantes. Carrió es todo lo contrario. Y hace tiempo que no guiña el ojo… Usted habla de memoria.
¿Chistes, Cristina? No joda. Su máxima muestra de humor fue decir que los chanchos eran afrodisíacos. Cristina emite los típicos chascarrillos, guiñadas de ojo verbales, para que aplaudan los aduladores.
Y sí, es cierto, habla de temas diferentes. Recita las dos o tres cifras que se aprendió ese día, como buena alumna que estudia de memoria pero jamás entiende el fondo de ninguna de las variadas cuestiones que toca.
Por lo menos, así lo veo yo.
Consimpatizantes como Ud¿Quién puede dudarlo?
Pablo D, una cosa es decir que se convoca, aparentar que se convoca y otra cosa es convocar concretamente. Hay algunos indicios que hacen pensar en más cerrazón de filas, en darle poco espacio a los aliados, y si a Sabbatella o Rivas los invitan al asado, va a ser a la mesa de los nenes. Hay que presentar credencial de peronista, y eso es excluyente, no convocante.
Indicios. Lo cierto es que hay, y ha habido siempre, espacio para todo acá.
Hay espacio para el pensamiento crítico también?
¿Ah, no? ¿Hace falta responder eso? Vamos, Leonardo. Si las medidas que más acompañaron los del palo de Sabbatella y Rivas, ponele Ley de Medios, no se hicieron realidad hasta que agarró la manija el kirchnerismo, eso, me parece, habla de quién supo manejar los tiempos, no todo es mera declaración, hay que ser un poco pillo también y sin verguenza de serlo, pero a la vez esos aportes, los del progresismo, siempre tuvieron lugar a la mesa de defensa mediática de los proyectos. Digo, ¿qué más que eso les hace falta, si hasta el propio Sabbatella dice que él quiere acompañar pero sin perder autonomía? ¿Qué más que incluir agenda que ellos mismos comparten?
La verdad es que prefiero que a Sabbatella no lo inviten a ningún lado. Es lo peor del kirchnerismo. Sin esa clase de embrollones acaso sean soportables.
“ni lo intenten, el futuro es nuestro”: Cristina 2011.
Siempre y cuando ese furo sea conducido por los que forjaron este presente…..
Excelente post.
Me encanta lo del diseño propio. Esta claro que los problemas no son de derecha ni de izquierda son problemas y las cosas que afectan al pueblo son cosas que afectan al pueblo y por ende problemas para quienes pensamos que la politica debe hacerse en beneficio del pueblo. Quienes tiran temas sin analizar el sentido de la oportunidad de las medidas son tan cinicos como aquellos que proponen medidas que saben que no van a ser posibles (tal vez mas peligrosos porque a veces estan convencidos). Vamos muchachos despiertense!! Creo que ese es el camino que transito Sabbatella, luego de gobernar diez a;os entendio que hay medidas que se pueden tomar el primer dia y otras que se pueden tomar el año ocho. AUH no era posible en 2004 pero fue una realidad en 2009.
Tal vez sea que no me muevo en los círculos adecuados, pero no conozco a nadie aparte de Quintín que le vea condiciones de estadista al Cachalote de Gorlero. Hasta mi hija que la votó alguna vez reconoce que hace rato que le saltó la térmica.