Este escrito me surgió mientras escuchaba un programa de radio donde los conductores hablaban sobre el discurso que dió Mauricio Macri en el festejo por la ajustada victoria sobre ECO. Debatían sobre lo sucedido en el Bunker PRO donde su líder reconoció algunos de las conquistas más importantes del actual gobierno, como las reestatizaciones de Aerolíneas Argentinas e YPF y la Asignación Universal por Hijo (AUH). Contradiciéndose tanto respecto de sus expresiones públicas como de sus acciones políticas.
Al aire discutían si Macri mentía o no, se preguntaban porqué cambio, si mantendría ese discurso en caso de ganar o no, etc. Estas opiniones más o menos acertadas encerraban en sí mismas su limitación al dejar por fuera lo transversal a todas estas cuestiones: la geopolítica, la política económica interior/exterior y las relaciones internacionales. Repasemos un poco.
Durante la reparación histórica que fue la recuperación de YPF el PRO llevó adelante una defensa férrea de los intereses de la empresa española Repsol que succionó los recursos soberanos sin invertir. La expropiación la trataron y la siguen tratando de “confiscación” cuando Repsol y el gobierno acordaron en el CIADI al poco tiempo el monto a pagar. Valor que terminó siendo menos de la mitad de lo que pedía la empresa extranjera y muchísimo menor al que auguraban los políticos y medios opositores. El PRO votó en contra.
Estuvo en contra de la recuperación de nuestra línea de bandera acusando a la gestión estatal de mala administración y cuestionando el déficit que todavía tiene. Así como con todo, cada palabra PRO roza siempre lo superficial, acercándose hacia un pensamiento lineal cuyo único objetivo es evitar la estimulación y la propagación de sujetos pensantes. La empresa estatal desde su recuperación no paró de crecer año a año reduciendo su déficit. Déficit ineludible cuando la malversación, estafa y vaciamiento de la concesionaria Marsans fue de proporciones aniquilantes.
Además poner el acento en el déficit deschava la lógica empresarial con la que se maneja PRO basada en la búsqueda de maximizar la rentabilidad optimizando los costos. El estado es deficitario porque no busca la rentabilidad sino, más en este caso, busca reparar la destrucción y el desastre dejado por aquellos que “o casualidad” representan el interés PRO.
Aunque todavía haya déficit es estratégico tener una conectividad fluida y frecuente entre las diferentes regiones, provincias y ciudades del país. No solo para el turismo o los encuentros familiares sino sobre todo por el federalismo y la descentralización de CABA, por cuestiones sanitarias y para el desarrollo del comercio interno, emprendimientos y negocios.
Y qué decir de la AUH que no solo Macri declaró que la mantendría sino que la convertiría en ley. Todo un republicano, sino fuera que la AUH ya ha pasado dos veces por el Congreso donde dejó de ser un decreto para ser ley y para establecer su aumento automático bianual.
La AUH no hubiera sido posible, así como ninguno de los programas de inclusión, sin la recuperación de los fondos del ANSES. En la década del ‘90 habían sido liberados al mercado, desmenuzándose en múltiples AFJP, que fueron empresas privadas con fines de lucro dedicadas a administrar los fondos de los aportes jubilatorios de los trabajadores que eligieron el régimen de capitalización individual del sector privado destruyendo el sistema solidario anterior. Muchas de las más grandes empresas se metieron en este negocio, la mayoría quebraron tirando a la basura el futuro de los trabajadores.
Macri siempre trató a la estatización de los fondos previsionales como “hacer caja” y fin de la discusión. ¿Qué es hacer caja? ¿Caja para quién? ¿Para las mayorías? ¿Caja para redistribuir? Pro defiende la caja de los patrones, del 10% que concentra el 90% de la riqueza del planeta.
Entonces la cuestión no está en decir algo y después decir otra cosa, estamos hablando de hechos y acciones concretas que dicen algo más que lo que dicen sus palabras que suelen ser de poca sustancia y consistencia. Sus dichos se acercan más a slogan banales y frívolos que no dicen nada, propagando pura chatadura que apunta solo a intentar idiotizar. Francamente con poco éxito.
Por eso este viraje discursivo, al que se le suman las denuncias insípidas de fraude, pareciera que esta direccionado a la preparación de una inevitable derrota electoral.
El primero para la búsqueda desesperada de algún voto de los continuocambistas pero que lo único provocado es confusión, incoherencia, contradicción y la pérdida de votos propios (los de la extrema derecha). Y el segundo, un intento obvio de profecía autocumplida para generar un clima de inestabilidad institucional al ubicarse a si mismo de antemano como perdedores.
La oposición perdió muchas ejecutivas nacionales y ganaron algunas legislativas, siempre anticiparon fraude y así como todas sus denuncias terminaron en la nada misma.
Encima, al pie del mensaje PRO confuso y contradictorio, aparecen sus economistas Brodas, Melconian, Espert y Sturzenegger dejando muy en claro lo hiperretrogado, conservador, reaccionario y mentiroso que es el staff PRO.
Al ver los berretas spots publicitarios donde se lo ve al actual alcalde de Buenos Aires murmurar y balbucear palabras inentendibles y cual rockstar recibir los abrazos de la gente que lo recibe, pareciera que el PRO esta empezando a asumir la derrota. Pareciera haberse entregado únicamente a lo que puedan llegar hacer medios como Clarín y La Nación, o lo que puedan llegar a generar cosas como la suba del dólar blue o la provocación de caos social.
Retomando lo planteado al comienzo pero con el pasaje por este recorrido pienso que lo que era callado realmente en ese estudio de radio a era la injerencia externa del establishment de los países neoimperialistas en los asuntos soberanos para someter, dominar y a veces extorsionar a las naciones, llamenle emergentes o subdesarrolladas. Intentando que implementen políticas completamente adversas a la prosperidad nacional, y favorables a la conservación y el crecimiento de las potencias capitalistas neo colonialistas. Los dispositivos de dominación fueron evolucionando y son distintos según las condiciones, intereses y características de cada región del mundo. No es lo mismo Latinoamérica que Medio Oriente.
Uno de los muchos dispositivos que se utilizan por nuestras latitudes es la infiltración concreta de políticos formados en fundaciones como USAID y NED (de vínculos con la CIA y los Fondos Buitres) que financian campañas y voluntades mediáticas para que accedan a cargos gubernamentales aquellos que puedan llevar adelante acciones concretas para exprimir todas las potencialidades de crecer del país al que deberían representar y así continuar alimentando de riqueza y poder al sector de la sociedad que de eso ostenta niveles exorbitantes. Eso es el PRO.
Es por ello que de todo este inverosímil giro lo más grave es que después de soltar con la cararota que a los holdouts hay que pagarles cash lo que dice el juez Griesa, ahora desde PRO, con la cara más rota todavía, aseveran que jamás expresaron tal cosa y que «Mauricio haría lo mismo que Kiciloff con los fondos buitres».
Alguien que se proponga seriamente conducir un país no puede tener un discurso tan endeble, frágil y volátil. Alguien que denuncia la inseguridad jurídica y la falta de confianza del mundo para invertir en la Argentina no puede quedar una y otra vez en offside su falta de convicción y coherencia.
Las palabras PRO no tienen valor ni peso y solo son enunciadas según disponga un asesor de marketing extranjero basado en focus group movidos solo por un interés electoral. ¿Qué confianza puede transmitir alguien que dice algo por arriba y hace lo contrario por debajo, y encima queda tan fácilmente en evidencia?
Todo el PRO manipula cuestiones de una extremada sensibilidad para el conjunto de la sociedad argentina como si no significaran nada, sin importarle las terribles consecuencias que provocaría a la población argentina cosas como la subordinación a los fondos buitres y su juez/defensor donde perdería todos los recursos para sostener todas las conquistas que ahora, a 5 minutos de terminar el partido, Macri reconoce. Pero también cosas como el acatamiento de las recetas impuestas por el FMI y las políticas impulsadas por el establishment que ya las conocemos y que traen consigo más pobreza y mayor desigualdad.
Por suerte no estamos aislados del mundo como pregonan estos antiargentina y vendepatria ya que la postura de la mayoría de las naciones en la ONU, alineándose detrás del reclamo de Argentina, fue concretar acuerdos más justos para las estructuraciones de deudas soberanas.
Ahora el mundo, el mundo completo (y no aquel reducido solo a los Estados Unidos) sigue, escucha y hace acuerdos con la Argentina. Que dejó de ser una colonia funcional, a la vez que prendió la antorcha que guía al resto hacia una manera distinta de dirigir las naciones. Distinta a la que pregonan los fondos buitres, el neoliberalismo conservador y reaccionario, los grupos económicos concentrados, el sistema financiero y todos sus organismos. Pero sobre todo distinta a la promovida por los representantes locales de esos intereses que se entremezclan en los multimedios hegemónicos y en la clase dirigente argentina.
