Casaca número 9 para Cristina Fernández de Kirchner

Ocurren, finalmente, disputas al interior del espacio oficialista, que es amplio, trasciende al pejotismo, condición no suficiente, sí que necesaria para sustentar las posibilidades electorales de cara a las presidenciales de octubre. Y parece ser cierto, finalmente, que el kirchnerismo más se complica sólo, cuando está en situaciones de comodidad.

Lo que pretende Sabbatella, a mi modesto entender, no es justo. Trasladado, en un ejemplo muy burdo y chato, al fútbol, sería tanto como pretender anotar un equipo con diez jugadores, dejando libre el casillero de, digamos, el número 9 (el viejo, querido y nunca bien ponderado ‘centroforwar’, el ‘nueve de área’, el goleador, que vendría a ser, en este caso, Cristina), pero pretendiendo que le computen a su equipo los goles que convierte, pongamos, Palermo o Santiago Silva (Cristina). Y entonces, los compañeros de equipo del 9 -la 9, mejor dicho-, rezongan. Y con razón: ellos son los que corren, se tiran al piso, se raspan las rodillas por Palermo. El equipo de Sabbatella viene a ser un equipo de Cappa: paladar negro y cero de pragmatismo, aunque eso implique ir de cabeza a la derrota. El equipo de Cristina, por su parte, combina, en dosis casi similares, bielsismo (porque sale a ganar en cualquier cancha, sea cual sea el rival -iniciativa política-) y bianchismo (laburo de hormiga, flexibilidad en la medida de lo necesario). A la hora de ir a los programas futbolísticos, tipo Estudio Fútbol o 90 minutos -el de Fox-, destrozan al equipo de Cristina, pero elogian su capacidad goleadora. Alguien le ofrece a Sabbatella una transferencia, que vaya al equipo de Cristina a aportarle el brillo que él sí tiene: pero, claro, eso implica el riesgo de ir a pelear el puesto a un equipo que está armado y consolidado. No acepta. La respuesta de los compañeros de Cristina es que, entonces, no pretenda capitalizar para su equipo los goles que ella hace, porque ella convierte, en buena medida, gracias al esfuerzo que ellos hacen.

Las intenciones de Sabbatella son funcionales a una lectura que hace poco ofreció Perro Verbitsky en P12: que Cristina gane con mayor margen que Scioli, porque ello ayudaría a que ella pese más que nadie a la hora de determinar los movimientos sucesorios para 2015. Artemio López dice, para mi forma de ver, con razón, que eso es poner el carro delante de los caballos: un tema que puede (y yo diría, debe) discutirse más adelante. Lo contrario implicaría poner en riesgo una elección, que si bien al día de hoy no parecería que vaya a presentar mayores problemas, está, todavía, bastante lejos en el tiempo. Y la victoria, que, repito, por estas horas luce imposible de ser discutida, puede ser puesta en riesgo como se siga erosionando la base principal de sustentación, electoral y de todo tipo, que tiene el oficialismo: el PJ.

Nosotros agregamos: aparte de faltar muchísimo para siquiera empezar a preocuparse por la sucesión, el dato de que CFK gane por más que Scioli (cosa que tampoco parece en riesgo, vaya o no Sabbatella enganchado de ella) en 2011, poco significará en 2015 (significará poco hasta en 2013, a la hora de armar para las legislativas de ese año): CFK sacó, en 2007, 46%, dos menos que Scioli, más eso no le impidió ser la decisora del espacio en 2009, y no se lo impidió ni siquiera aún cuando su ponderación pública era muy inferior a la de Scioli.

A mérito de lo expuesto, insistimos en lo que venimos machacando, sí que hasta el hartazgo, hace un buen tiempo: las condiciones de un proceso histórico no las ponen ni las personas consideradas en forma aislada, ni los resultados que estas obtengan; pasa, la cosa, por otro lado: fortalecer, intensificar, engrosar los espacios de construcción política militante con chances de ofrecer capacidades de sostenimiento electoral y de gobernabilidad. En ese entendimiento, la estrategia de Sabbatella, aparte de poco justo, es equivocado si es que pretende tener ingerencia en la discusión de los tiempos que vienen luego de 2011 (recordemos, además, que la izquierda orgánica del kirchnerismo, la Corriente Nacional de la Militancia, hoy por hoy está con Scioli, que se ha acercado a ellos, siguiendo la estrategia correcta: meter los pies adentro y pujar desde allí), pero que no existirán si primero no se garantiza el triunfo del único indispensable e insustituible jugador del equipo: Cristina.

Acerca de Pablo D

Abogado laboralista. Apasionado por la historia y la economía, en especial, desde luego, la de la República Argentina.

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26 comentarios en «Casaca número 9 para Cristina Fernández de Kirchner»

  1. http://perfil.com.ar/contenidos/2011/02/10/noticia_0003.html

    ¿Qué tonterias estamos discutiendo Pablo?
    ¿Cuál es el sentido de que CFK siga 4 años más?

    El nivel de cinismo -o peligrosa ignorancia- que tiene esta señora es de otro mundo. Es claro -hoy 10 de febrero- que CFK no va lidiar con el problema de la inflación, problema que va a ser la tumba de este modelo.
    Esta misma actitud es la que tiene para todos y cada uno de los otros «grandes problemas» del país: o los niega o le echa la culpa a otros.

    1. ¿Cuál es la solución, entonces, Francisco? ¿Hacer como dicen desde la otra vereda y planchar la demanda, enfriar la economía?
      Eso suena bárbaro si sacás de la ecuación a los que comen. Porque enfriar significa que el que ahora compra 2 bolsas de arroz, compre una sola. Y ya me calenté, ni aún así se esdtabilizarían los precios, mucho menos bajarían.
      Hay que estimular para que aumente la oferta, no para que caiga la demanda.

      Saludos.

      1. Ricardo,

        Te puedo decir que la solución no es el plan «milanesas para todos». $21 el kilo de milanesas en el central no ayuda a la economía domestica de la casa de mis padres, distante unos 1600 kms.
        Yo lo único que te puedo decir -ya por experiencia historica- que la economía de un país no puede funcionar, y por tanto tampoco se soluciona la pobreza, con niveles de inflación del 330%. Se honesto, la inflación ya te afecta a vos. De esto se desprende que los millones de Argentinos que son más pobres que vos, la sufren y mucho.
        El problema se soluciona con pautas de inflación y que se las respete. Y ahí el dilema, nadie le cree nada a este gobierno a esta altura.

      2. Yo no niego la inflación. Pero ¿cuál es el huevo y cual la gallina? ¿Vos creés que la política económica del gobierno nacional es inflacionaria o existe una tradición inflacionaria en nuestro país, mayor aún cuando el Poder Ejecutivo de turno no es «amable» con los grandes capitales?

        No, la solución no es «Milanesas para Todos», la solución es que las empresas que se apropian del «excedente» vía aumento de precios se apropiaran de ese excedente invirtiendo (con riesgo mínimo, para colmo) para aumentar la oferta. Pero como es más lindo seguir especulando con la cultura financista instaurada a sangre desde hace tantos años, hay que bancar que, por ejemplo, una periodista que conduce el principal noticiero en Tucumán diga pelotudeces como «Aumentan los precios por culpa de la inflación».

        Saludos.

        PD: ni siquiera los que no son serios dicen que la inflación es del 330%. Si quisiste poner 30% es otra cosa, más discutible.

    2. el sentido es que somos un montón que se nos canta. y para eso votamos. los que se nos canta que sigan; y los que se les canta que no.

      democracia le dicen.

  2. Y nadie hace nada. Hay que ponernos de acuerdo entre todas las fuerzas públicas en un gran acuerdo patriótico de políticas públicas, en el cual se establezcan cuatro o cinco cosasitas que, gane quien gane, no se van a tocar. Así se generará un conjunto de políticas de Estado que vuelvan a atraer inversiones y dar nuevamente señales a los mercados, todo esto, claro, en el marco de un renovado respeto a las instituciones de la república y la seguridad jurídica.

    1. Ok, Pablo es un slogan opositor.
      Pero te pregunto a vos Pablo D , ciudadano joven argentino, más allá de banderias a sentido común pelado. ¿Es conceptualmente una mala idea?

      1. ¿Lo de las políticas de Estado? Claro que no es mala idea. Pero no se hacen sentándose todos de traje en una mesa haciendo como que tienen un anotador, rodeados de una taza (en la que probablmente haya café), un vaso de agua o jugo de naranja, un platito con medialunas, un microfonito, la lapicera colocada prolijamente sobre las hojas que prolijamente tienen colocadas sobre su espacio y los brazos cruzados con los codos apoyados sobre la mesa.

        Es distinto a eso, mucho más arduo.

      2. Ok, ¿Como se hacen?
        Ahora, pregunto si se hubiesen hecho aunque sea algo parecido ¿Existiría la deseperación, por las arquitecturas electorales?

    2. Pablo,

      A los sloganes opositores se les responde del oficialismo con «blah blah, los pobres, blah blah, derechos humanos, blah blah, la culpa es de los verduleros».
      Lo sabes porque vos sos uno de los mejores exponentes de ese discurso en AP: un poco de mística, exageraciones y algunas mentiras no sirven para gobernar.
      Yo no tire el discurso encima. Te tire un problema y la solución que propone este gobierno es «milanesas para todos y todas»

      1. Chicaneas con lo de la mila, esta bien. Pero nadie pretende decir que la mila popular es una «politica de estado», las otras las que fue generando este gobierno (reforma de la justicia, vuelta al estadod e als jubiliaciones, ampliacion de derechos, ley de medios audiovisuales, etc) son politicas de estado, porque hay que sentarse a una mesa si se pueden sentar en el congreso y debatirlas de la misma forma? porque la acompañarian sentados en una mesa y no las acompañan sentados en sus bancas?, no hay que proponer a cada rato un cogobierno entre todas las fuerzas eso no crea politicas de estado ni mucho menos mas estabilidad. Lo que crea politicas de estado es la honestidad intelectual, si estas de acuerdo DECILO.

  3. Yo me pregunto… ¿Tan idiota se supone que es «la gente»?. Es decir en muchos debates se tiene como premisa que «la gente» es medio opa, o al menos no llega a comprender determinados procesos, espacios de poder etc.. Ahora. Si a alguien le parece que el mejor candidato para Gobernador es Sabatella y la mejor para presidente es Cristina, va a votar de esa forma independientemente de si las voletas estan pegadas o no. Entiendo que alguno que otro «meta la boleta de Cristina y listo» sin fijarse quien la acompaña para gobernador pero… ¿es para tanto? Para mi es como dice Kunkel: si el partido de Sabatella quiere apoyar la candidatura de Cristina ¿cual es el sentido de impedirselo?

      1. en ésta no estoy de acuerdo. yo voy a votar cristina y sabatella, vayan en la misma lista o no.

        si sabatella decide apoyar la candidatura a presidente de cristina está regio, suma. por qué pregunto cristina es ahora propiedad privada del pj bonaerense? respuesta: es lo que desea scioli, para que no le hagan sombra en su quintita.

        un abrazo

  4. No rompan las pelotas de vuelta. Si Sabbatella quiere ir con Cristina de presidente, que vaya. Si Pino Solanas quiere ir con Cristina de presidente, que vaya. El enemigo no es Sabbatella, al contrario, es el mejor aliado que podemos tener.

  5. un solo comentario: pienso en principio que a los fines prácticos cristina debe afianzar mediáticamente a scioli como su candidato en provincia, sin por ello negar el apoyo de otras fuerzas como las de sabatella.
    que sabatella traccione todo lo que pueda en favor de la candidatura a presidente de cristina a través de su propia estructura y seguidores (feligresía progre en mayor parte, que, de movida, se va a inclinar por la cris, en primera o segunda vuelta).

    si esto se hace bien, deja a scioli en una posición en la cual cualquier obstáculo se evidencia como un acto de egoísmo personal, que atenta contra el interés del modelo y sus posibilidades presindeciales.

    y pregunto a todos honestamente: qué obstáculos legales y reales hay a esto?

      1. con total honestidad: sí. es más me parece fantástico. es una buena manera de encaminar ideas sin la necesidad de fundirse en el interior de las estructuras de poder de un partido x. hace rato que -para el caso- sabatella apoya las grandes medidas del ejecutivo nacional, pero no las del ejecutivo bonaerense. por qué debe integrarse a una estructura con la que no concuerda? o abandonar un acompañamiento de una serie de intenciones que le caen en gracia?

  6. Para que un partido pueda llevar a la presidente a la cabeza tiene que haber un acuerdo homologado por la justicia electoral, el mismo Scioli es quien preside el partido de manera que deberan definir ellos mismos, es legitimo porque nadie te lo impone y no se trata de una interna disfrazada porque es otro partido, lo que si reflexiono es que sin enemigos fuertes el kirchnerismo se mira el ombligo y ahi empiezan las distracciones. Quiero una oposicion seria ya!

  7. En la plaza de la 125, cuando moyado jugo al 10% y los intendentes ponian un globo pero no el aparato, estaban Sabbatella Y Yasky,cuando todos se repartían las comisiones desde el grupo A, Sabbatella jugo con el gobierno, lo defendio en cuanto microfono se le puso adelante, siempre planteo la nesecidad de ir por mas. por eso no estoy de acuerdo con eso de que no se ensucio mientras otros se tiraban a los pies. Si lo hizo por especulación o convicción, no lo se, pero estoy seguro que una colectora con Sabbatella le suma a los dos y Sabbatella la merece.

  8. Pablo, la verdad que el artículo es excelente. Como propaganda para convencer a algún incauto de que se haga kirchnerista es excelente la comparación con el fútbol, pero lamentablemente a la hora de los bifes, es decir, la realidad, en la provincia tenemos a un tipo que podría estar cómodo, también, en un gobierno macrista o duhaldista. Yo coincido con el método de embarrarse, en este caso Sabbatella se mete y se embarra al apoyar a un gobierno del que no forma parte y con el cual no coincide en varios puntos; ahora bien, exigirle que se embarre y en la provincia se embarque en una lista con Daniel Scioli, Hugo Curto, Ishii y demás impresentables del conurbano es más que embarrarse, es enlodar los ideales por los que él pelea. Como te pensás que puede, Sabbatella, influir en la política que implementa Daniel Scioli en la provincia? Te pensás que si le dan a ese partido un lugar en el gabinete (en el mejor de los casos) puede modificar algo? No, Sabbatella tiene en este caso que pelearla desde afuera, desde donde se puede pelear por las cabezas de la gente. Es tan largo como viejo el debate y podríamos escribir libros, así que por eso no sigo; pero te felicito por el artículo.

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