Por suerte, y a Dios Gracias, he vivido todas las campañas desde 1983 hasta ahora y, como muchos de Ustedes, no me he perdido detalle de ninguna. Es mas, hago fuerza en mi memoria y con mis 11 años recuerdo también la hermosa (será por mi infancia ?) campaña de 1973. Sin duda, la mas frenética, la mas discursiva, las mas preponderante y la mas participativa fue mi primera activa, la de 1983. A veces recuerdo los actos como si fueran hoy, pero lo que mas recuerdo fue la mal llamada polarización de aquel entonces.
No obstante la polarización fue real, el 92% de los votantes se inclinaron por los dos partidos mayoritarios de la Argentina (UCR y PJ). Luego de la larga noche la democracia volvía a nuestras vidas, los medios estaban muy pero muy divercificados en sus posiciones y eso que no mediaba amenaza alguna sobre ley próxima. Si bien es cierto que no había multimedios monopolizadores, los canales eran en absoluto del estado. Lo cuiroso fue la posición a ultranza de canal 9 a favor de la UCR y la privatización o devolución del mismo a su anterior dueño Alejandro Romay. Mas allá de eso y menos acá de las promesas cumplidas o no de quien luego fuera electo presidente de la republica argentina, en los discursos de ambos candidatos, Alfonsin por un lato e Italo Luder por el otro había una clara propuesta en cada discurso. No obstante, los discursos de de la rua (si, con minuscula) eran los mas irrisorios que pudieron ser en toda aquella campaña, que fue bien larga y fue bien renovadora. Ganó quien supo ganar, pero quien ganó no le ganó a nadie: «Hemos vencido, pero no hemos derrotado a nadie….» (Raúl Alfonsin, madrugada del 31 de octubre de 1983.
Hubo dislates en la campaña tomada en su conjunto, el ya famoso y triste insulto de herminio iglesias para con alfonsin («es un mal nacido»), la irreproducible quema del cajón en el último acto de campaña nuevamente por herminio iglesias. Hubo. Hubo de ambos lados, el nunca provado pacto militar-sindical que nunca mas vio la luz en la campaña, los tampoco probados casos de aportes «involuntarios» de coca-cola y ford para con el radicalismo, Pero mas allá de eso, recuerdo que el último mes, y agradeceria que me lo discutan, no hubo insultos a mansalva, ni siquiera denuncias.
No habrá sido una campaña de «voy a hacer esto, voy a hacer aquello», claramente se pudo observar que tipo de gobierno realizaría uno y otro. Y así no fue, el radicalismo creyó gobernar por 100 años y así fue.
Luego, volvieron las campañas intermedias, 1985 para renovar la legislatura (tal como ahora), 1987 para renovar la legislatura y la gobernaciones de las provincias (menos tierra del fuego que seguia siendo territorio nacional) donde no hubo gran debate pero si hubo mucho proselitismo, mucha crítica opositora y mucha defensa oficial. Dentro de esta crítica opositora no hubo insultos (en 1987 el PJ habia renovado toda su cúpula), no hubo denuncias, no hubo discursos apocalipticos. No, no hubo. Hubo propuestas, hubo discución sobre un país distinto, debates y polémicas sobre como se puede gobernar. No habia un discurso cremado de contenido, rayano en la locura, en la antipolítica. Recuerdo la situación lógica de las elecciones legislativas de 1985, el radicalismo tenía todavía un gobierno joven, el PJ tenía una base bien dividida. Ya en 1987 había propuestas desde el slogan propio»Se puede» tomado por el PJ como caballito de campaña, mientras el radicalismo apuntaba a mantener la democracia. Ese 87 fue el año donde el radicalismo se quebró y no supo mantener su gobierno, no llamó al dialogo y no pudo mas. A Dios gracias que la democracia continuo.
Luego de dichas experiencias volvimos a enfrentar una campaña en 1989 para elegir presidente. Hubo en 1988 y parte de 1989 un recio período de internas justicialistas. Una vez finalizada la interna y habiendose observado un ganador (se instaló dicha campaña como un tema nacional por los mediocráticos medios de comunicación) no se escucharon mas declaraciones ambiguas de parte del justicialismo, unos desaparecieron y otros no. Esa campaña fue la última campaña digna a mi entender. No es motivo aquí de juzgar un período o presidente. El «lapiz rojo» de Angeloz, que rozaba el ridículo al mostrarse con el mismo en tamaño gigante en todo programa al que concurría y el «Para cambiar la historia» por parte de Menem que se mostraba como el hacedor del futuro (y vaya que futuro). No se escucharon de parte de ninguno, altisonantes declaraciones sobre el candidato y mas allá el abismo o el candidato y mas allá la inundación. Se declaraban y denotaba facilmente una propuesta de ambos, es decir, mas allá de la historia escrita hoy en dicha campaña se podía entreveer que se proponia y como se gobernaría.
Hubo otras campañas. Pero ninguna como estas dos últimas (2007 y 2009).
Que tipo de voto puede uno proponerse si lo único que se escucha de parte de la oposición son palabras como caos, apocalipsis, deterior, insurrección, corrupción al mas alto porcentaje. Nadie, ningún periodista del medio, mejor dicho muy pocos, pregunta sobre «ustede que haría con esto».
Los tres mosqueteros de américa televisión de los domingos a la noche, por citar un ejemplo, preguntan sobre encuestas, desatinos del candidato de la contra (opositor u oficialista, pongalos usted como quiera), que opinion le merece sobre lo que dijo aquel, etc. Pero no escucho una molecular propuesta para cualquier tema de interes.
Llegamos al punto de no aprender sobre que tipo de alianza puede gobernar la Argentina. Memoria corta de ya casi 10 años atras. Llegamos al punto de escuchar de los candidatos solamente insultos anónimos sobre todo contrincante sin nombrarlo, se llega al punto de ridiculizar la figura presidencial y reclamar sobre las instituciones. Que hemos echo?, tanto nos equivocamos para tener como cabeceras políticos a los carrio, cobos, morales, biolcattis, grondonas, de narvaez?, tan bajo nivel político tenemos?.
No lo se, creo que desde la decáda de menem los que hoy portan entre 25 y 35 no les importó en absoluto la política de aquel entonces y menos la de ahora y de ahí que se maravillan al escuchar una denuncia de boca de cierto payasesco candidato a escuchar una propuesta, por mala y ridiculisadora que sea, del mismo candidato. Ahora van por el fraude, el miedo, la apocalíptica posterioridad, adelanto de elecciones, BASTA!!!!, por favor BASTA!!!!. Superense!!!
Mas de una vez he escuchado el nefasto «tenemos los gobernantes que merecemos», no!!!. Tenemos los gobernantes que hemos votado.
Los dislates son demasiados para una campaña que, en teoría, dura un mes.
Por esto y por algunas cosas mas, por lo que he leído de el y las crónicas postreras: Como te extraño Arturo Jauretche.