De la Balanza Comercial a la Cuenta Corriente.

Vinimos hablando en posts recientes de las perspectivas en torno al comportamiento de la balanza comercial de Argentina, de cara a los efectos que la crisis económica mundial podía provocar a partir de la baja de los precios internacionales de los commodities, y otras cuestiones.

Nos remitimos a pronósticos de distintos economistas. A partir de ellos, convinimos en apoyarnos en un dato básico: nos centramos en la balanza comercial, por estimarla, hasta aquí, la vía que permitió en estos últimos 6 años un ingreso por momentos desmesurado de divisas al país. Asumimos como un serio peligro que se cortara este flujo positivo,  y como un elemento a tener en cuenta de cara a enfrentar los pronósticos de default (con los que humildemente no coincidimos), o de corridas y brusca devaluación (que no nos parecerían tan lejanos). En todo caso,  planteamos que ante un shock externo más probablemente ocurriría lo segundo, que no lo primero.

Así y todo, venimos reiterando que en las proyecciones habitualmente difundidas se estima con mucha justeza la restricción en los ingresos de divisas vía exportaciones, por la caída de precios, y se subestima paralelamente la merma en la salida vía importaciones, como reflejo de la misma caída de precios. Razón por la cual, si bajan las exportaciones y al mismo tiempo merman las importaciones, el balance comercial, la diferencia entre unas y otras, no sufriría tanto (atención, por favor, al verbo empleado: «sufrirían»).

Sin embargo, en un post reciente, Natalio Ruiz, un comentarista habitual,  nos trasladó el temor desde la balanza comercial a la cuenta corriente. Entonces, nos trasladamos hacia allí.

El balance por cuenta corriente se compone de distintos elementos entre los que se encuentra la balanza comercial.

 En números “gruesos” (fuentes INDEC y MECON + proyecciones estimadas en base al comportamiento de los números de años anteriores):

         Balanza comercial de mercancías: saldo positivo, para 2008, de entre 13 y 14 mil millones de dólares.

         Balanza de Servicios (ventas de servicios al exterior, menos compras de servicios al exterior), casi en equilibrio, con un saldo negativo de 500 millones de dólares aproximadamente.

         Rentas de la inversión (se incluyen remesas de utilidades, dividendos e intereses): saldo negativo de entre 7 y 8 mil millones de dólares.

En este último concepto se revierte fuertemente la tendencia, como es de imaginar: Obviando conceptos de poca significación, como las transferencias unilaterales, vemos un balance positivo de cuenta corriente de entre 5 y 7 mil millones de dólares, previsto para 2008.

Lógicamente,  si se revierte el flujo positivo de la balanza comercial, peligra el superávit de cuenta corriente sobre el cual se asienta.

Pero, (siempre ponemos un pero), ojo, no hagamos tampoco aquí cálculos lineales que pueden dejar “rengas” las proyecciones. Si el superávit comercial se achica, hasta llegar a la mitad de 2008, durante 2009, esto no significaría que automáticamente la cuenta corriente fuera deficitaria. ¿Por qué? Porque la salida de divisas por remesas de utilidades, dividendos, intereses, en Argentina, está vinculada fuertemente a los saldos de exportación. Entonces, menos exportaciones, menos remesas de utilidades.  Y entonces, (dando como válida una fuerte caída del superávit comercial) que el actualmente abultado superávit de cuenta corriente se transforme en déficit dependerá de cuán vinculados estén entre sí estos dos últimos conceptos (exportación, remesas de utilidades).

Todo esto, por supuesto, sin perjuicio de lo que sería una importante merma en la actividad. Pero que baje la actividad no necesariamente tiene que traer aparejado un shock externo, con problemas de balanza de pagos, ni default. No es bueno sobreactuar el optimismo, así como tampoco el pesimismo.

Repito: no niego la existencia de un horizonte problemático. Pido que, a la hora de las previsiones, se incluyan todos los conceptos.

PD: la mayor debilidad del planteo es la falta de precisión en los números, que a veces roza la arbitrariedad. Espero que, así y todo, se entienda el razonamiento.

11 comentarios en «De la Balanza Comercial a la Cuenta Corriente.»

  1. -Coincidimos que el próximo año será complejo para las cuentas de Argentina como Nación. pero:
    -El saldo de la balanza comercial es una quimera que depende de muchos factores.
    -Sin duda los compromisos externos hay que afrontarlos (para no ir nuevamente al default) y es casi imposible hacerlo sin usar resrvas.
    -Además de las remesas al exterior, resultados de los contrato, si bien es fuerte, puede ser superada ampliamente por la fuga de capitales que se produce por la falta de credibilidad interna.
    -Además tenemos en puerta el fantasma de la inflación, contra lo que hay que luchar con todas las armas. La subida del tipo de cambio que favorece la balanza sólo podrá hacerse de a gotas pequeñas.
    -Tenemos además retraso en los servicios importante que tarde o temprano hay que remontar Y ESO ES INFLACIONARIO.
    -La carrera de precios y salarios está largada y si bien tenemos resesión en puerta, son factores antagónicos difíciles de controlar.

    Para salir airosos de esta pulseada sería necesario una excelente relación gobierno – ciudadanos, TODOS los sectores, que colaboren en no subir precios, no hacer huelgas, no remitir al exterior, no viajar al exterior más que lo indispensable, seguir produciendo más y más, seguir comprando y ahorrando, no despedir gente, incrementar la actividad, tomar más y más empleados, ¿mucho no?, máxime cortado el crédito externo, y siendo actualmente la relación muy mala y sin vista de mejorar. lo veo muy complicado.
    Horacio.

  2. Mariano T.: la baja de precios de soja y petroleo afectan tanto a la exportación como a la importación.
    Por ejemplo, un dao que va a ser de cierta relevancia es el comportamiento de los precios de los agroquímicos, y otros insumos de la producción agrícola. ¿Cómo viene comportándose, por caso, el precio del glifosato? ¿Baja al ritmo de la soja?
    Un saludo.

    Horacio: el hecho de que Argentina no haya dejado subir algunos precios internos al ritmo internacional hace que con la actual baja de los mismos los precios internos e internacionales se vayan acoplando con ajustes mucho menores a los que se hubiesen registrado si se permitía la libre fluctuación de precios.
    La «fuga» de capitales puede ser una amenaza, y también una oportunidad interesante el ingreso de capitales que se fugan de otros lados. Eso se irá viendo.
    Gracias por el comentario. Un saludo

  3. En el caso del petroleo, lo que va a ir bajando la balanza son más las cantidades que el precio.
    En el caso agropecuario, los insumos no son muy relevantes en lo que significa balanza de pagos. Solo se importan precursores y el grueso del valor agregado se da acá. Fertilizanteses distinto, pero solo los fosforados son relevantes en la balanza y no bajaron mucho.

  4. Si, Mariano, pienso que se pueden usar las tarifas internas para regular un poco el ritmo de la inflación. Creo que están a tiempo de recuperar ahora sin que haya una explosión hiper. Esa infación contenida obliga a los distorsivos subsidios. Por otro lado si se contiene por ese mecanismo varios factores inflacionarios se corre serio riesgo de descontrolarse, como ya pasó varias veces en nuestro país. Creo que para el 2009 hay dificultades objetivas derivadas de la baja de las comodities, más los fatores infacionarios internos. Con todo se puede salir airoso, en la medida que haya colaboración de los sectores, que en la situación actual lo veo muy complicado. A menos que implementen una verdadera política de autenticidad, institucionalidad y sinceramiento. Horacio

    1. ArgentinosIndependientes: Inflación en medio de un escenario de recesión mundial con baja de commodities y al menos desaceleración del crecimiento a nivel local?

      Por favor…

      Es necesario que venga un premio Nobel como Stiglitz de afuera para que alguien diga que la inflación era importada y que por supuesto estaba perfecta la política de retensiones a las expo de productos primarios?

      Basta ver los balances de las 21 empresas que cotizan en bolsa para ver cómo aumentaron sus dividendos y las ganancias para darse cuenta que como decía Kalecki, el cuento de la «competencia perfecta» es para la gilada y que vivimos en un mundo (y un país) perfectamente oligopólico donde la oferta maneja los precios y la demanda las cantidades, y no a la inversa como nos quieren hacer creer los economistas del establishment…

      Déjense de joder con la «inflación contenida» justo ahora, qué quieren, más políticas procíclicas, reducción del gasto y por ende más recesión?

      Martín V. de Parque Chacabuco.

      PD: aún en el tiempo de auge de las teorías catastróficas respecto de la inflación, la capacidad utilizada no pasaba del 72%. Cómo puede ser que en esas condiciones haya economistas que tengan el tupé de hablar de «inflación de demanda» sin ponerse rojos?

  5. es interesante ver como varios economistas proponen escenarios recesivos, dónde para acentuar el terror hacen desaparecer el superávit comercial por vía de ¡aumentos en las importaciones!, interesantísimos modelos dónde en medio de una recesión el consumo se expande. Notable, verdaderos alquimistas de la economía.

  6. Más alquimia: explosiones hiperinflacionarias en medio de una recesión global, caída de precios de alimentos, deflación en los países centrales, y con superávit fiscal en el país.
    Toman drogas o qué?.

  7. Nicolás: coincido en lo que decís, pero hay un elemento que no hay que subestimar. Los aumentos en importaciones pueden darse por la colocación por parte de algunos países de sus saldos exportables a precios de dumping (de esto se hablaba cuando se mencionó la posibilidad de avalanchas de productos chinos). A bajos precios, pero muchas cantidades, pueden mover un poco el tema importaciones, creo, igualmente, que sin llegar a comerse un superávit comercial de 14 mil millones. Por otro lado, alcanza con estar prevenido y saber contrarrestar ortodoxamente estas prácticas, que no están avaladas ni siquiera por los «guardianes» del libre comercio (digo esto para resaltar que defenderse de estos ataques no implica chocar contra ningún establishment, ni nada de eso).
    Y por otro lado, para matizar más el tema, digamos que no sé hasta qué punto China u otros países estarían en condiciones de subsidiar estas avalanchas.
    Gracias por los comentarios. Saludos

  8. la balanza de cuenta corriente.recojen todas las trnsciciones de importacion y exportacion de mercancia y servicios.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *