Ejemplos históricos de candidaturas testimoniales, aberración que pone a los K en el peor lugar del mal ejemplo republicano:
De La Rua, jefe de Gobierno de la ciudad de Bs.As. y que renunció a los dos años para ser candidato testimonal a presidente. Los porteños le dieron su amplio apoyo.
De La Rua, que juró por cuatro años como presidente y se fue a los dos.
Chacho Alvarez, candidato a vice presidente por cuatro años y se fue a los diez meses por testimoniar que no estaba de acuerdo con el presidente. Al revés de lo que hace de Cobos.
Carlos Ruckauf, que renuncia como gobernador de Buenos Aires y asume como canciller en la presidencia de Eduardo Duhalde.
Gabriela Michetti, vice de Macri y que está renunciando a los dos para ser diputada.
Felipe Sola, testimonial de Cristina hace dos años y renuncia a los dos para ser testimonial de Macri.
Lilita que ya se cansó de ser candidata testimonial varias veces, en el Chaco que es su provincia y en Capital.
Carlos Menem que presentó en el 2003 su candidatura testimonial en defensa de la década del ’90 y se bajó del ballotage.
Raul Alfonsín, senador nacional electo con un voto testimoneal en el 2001 y que renuncia en el 2003.
Y una que me gusta mucho: Juan Domingo Perón candidato a vice gobernador de Buenos Aires, de Andrés Framini en 1962, para testimoniar su apoyo a su candidato. Lo proscribieron.
Tampoco a los militares de entonces le gustaban mucho esas candidaturas testimoniales.