La denuncia tanto judicial, como en el Ministerio y la Dirección de Trabajo contra el Presidente de la Sociedad Rural de Concordia (Entre Rios), Eduardo Beswick, fue efectuada por un matrimonio que vivía y trabajaba en uno de sus campos de la quinta “Santa Catalina” comprada el año pasado por el ruralista y ubicada en Colonia San Bonifacio. Una empleada de limpieza habría sido tratada de “muerta de hambre” y advertida por Beswick de “no tener problema en matarlos”. La causa está en manos del Juzgado de Instrucción Nº4 de Concordia y tomó conocimiento la Delegación de DD.HH. de Concordia.
Fabiana Andrea Unrrein y Eduardo Gamboa trabajaban en la quinta “Santa Catalina”, propiedad de Eduardo Beswick, presidente de la Sociedad Rural de Concordia. Unrrein hacía trabajo de limpieza de 16 horas semanales y recibía un sueldo de $150 y luego aumentado a $200.
Gamboa en tanto hacía tareas de mantenimiento y oficiaba de tractorista, recibiendo por ello unos $1.500 pesos mensuales, trabajando 9 horas diarias de lunes a sábados.
El ex tractorista del campo de Beswick relató a Diario Río Uruguay que “primero estaba trabajando en el campo con otro muchacho, después quedé solo”, informando que “eran 173 hectáreas”. Afirma que “me pagaba un sueldo de tractorista, de $1500, todo en negro”. Gamboa aspiraba a obtener un ingreso de $1.800 por su trabajo, pero nunca fue correspondido.
“Es un tipo muy audaz, muy prepotente. Y yo le decía que como mujer me debe el respeto”, recuerda Unrrein, quien desarrollaba tareas de limpieza en la quinta del ruralista, que fuera adquirida por este, según el relato de los entrevistados, a principios del año 2008, cuando todavía no existían las retenciones móviles que transformaran al sector rural en un vigoroso movimiento antigubernamental. “Yo trabajaba como limpieza, el primero me daba 150 y cuando le pedí aumento me daba $200”, recuerda Urrein sobre su trabajo.
Un 25 de abril del corriente “llegó el señor Beswick, preguntó por Gamboa (su esposo), le dije que no se encontraba, que había salido por un asunto familiar y me dijo que se tenía que presentar a trabajar sí o sí, y que lo iba a denunciar por abandono de trabajo, y yo le dije “vos lo echaste”.
La discusión se habría dado luego que Gamboa fuera despedido por tercera vez por palabra de Eduardo Beswick. Ante una consulta, el tractorista recordó que “El varias veces me había echado, dos veces más anteriormente”, señalando que varias veces había sido expulsado, lo cual era seguido por una serie de disculpas mediante las cuales era convencido de volver a trabajar en “Santa Catalina”. Gamboa hoy se lamenta de haber cedido, ya que entiende que “no es un tipo honesto como decía, es prácticamente un negrero”.
Sobre aquella discusión con Beswick, su ex empleada doméstica dijo que “me decía que yo me la pasaba rascando, que yo no le limpiaba la casa, le dije que a veces podía limpiar de mañana y otras lo podía hacer de tarde, y luego me trató de muertos de hambre, que “ustedes eran unos muertos de hambre y yo los salvé”, entonces le dije que le estaba faltando el respeto a una mujer, y el seguía insultándome”.
Al final “le dije que lo iba a ver con los abogados, ahí me contestó “que vas a tener abogados vos, sino sabés nada de abogados”, “se aprende”, le contesté yo, el me seguía insultando mientras se iba”, sostuvo Urrein.
En su exposición ante la Policía, Gamboa alegó que el ruralista emitió “palabras irreproducibles a la señora del exponente y sus hijos que se encontraban en ese momento en el lugar”.
Según señala la exposición policial efectuada ante la Comisaría de La Criolla y que se encuentra en manos de la Justicia, Beswick además se habría apropiado del DNI de Gamboa, bajo la promesa de blanquearlo laboralmente, situación que no se habría concretado, así como tampoco la devolución del documento de identidad. “El (Beswick) me pidió el documento para poder blanquearme, pasaron dos meses, nunca me blanqueó y nunca me los devolvió”, afirma Gamboa en la entrevista.
En tanto que de acuerdo a lo testimoniado por Urrein Beswick actuó “diciéndole todo tipo de barbaridades, amenazándola con palabras, diciendole “no me cuesta nada matarlos si los chorros salen por la otra puerta”; previamente le manifestó: “en estos días saquen las cosas y se retiran todos y que no les iba a a pagar nada”.
Además, siempre según la denuncia “les dijo “muertos de hambre” y otras palabras fuera de lugar, y que teme por su integridad fisica y la de su familia”, asimismo “deja constancia además que Beswick tiene el DNI de su esposo. La denuncia fue recibida por el Jefe de Comisaria de La Criolla, Sub Comisario Víctor M. Fernandez.
El ruralista no resiste el archivo
Pero Beswick tuvo la oportunidad de referirse públicamente a aquellas personas que, como Fabiana Urrein en su campo, también cobran un ingreso de $150 para su subsistencia. Lo hizo en un acto multitudinario organizado por el agro en su lucha contra la resolución 125 que impulsaba las retenciones móviles a la exportación de granos.
Según el archivo, el 14 de mayo de 2008 criticó la política de los planes Trabajar, preguntando “a ver cual de esas manitos conocen una pala”. Ante más del 1.500 personas remarcó que desde el sector “hemos tenido paciencia para escuchar muchas mentiras” en los últimos “25 años de democracia”.
La Dirección de Trabajo de la Provincia citó a Beswick, pero no asistió
Días antes de aquella discusión del presidente de la Rural con sus empleados se produjo una inspección realizada por el Ministerio de Trabajo en fecha 22 de abril de 2009 a las 9:10 horas, donde se constató la situación de ambos trabajadores en “ACTA N º 629147 del M T E y S S en el marco del un procedimiento del Plan Nacional de Regularizacion del Trabajo”, según información a la que accedió este medio.
El operativo se efectuó en la mencionada quinta “Santa Catalina” ubicada en zona de Colonia San Bonifacio. Intervinieron los inspectores, Serrano, Anisky, Emilio Perez y Martín Brites.
A partir de ese accionar del Estado, se labró el expediente de reclamo “por ante D.P.Trabajo Nº 014-0548/09. Audiencia fijada para el día 4 de junio de 2009”. A esa citación Beswick no asistió, enviando en su lugar a uno de sus abogados.
Intervino Derechos Humanos
En tanto que el delegado de Derechos Humanos de la Provincia en Concordia, Rubén Bonelli, tomó conocimiento de la denuncia y concurrió al domicilio de Gamboa y Urrein para interiorizarse del caso.
Meses atrás, el delegado de Derechos Humanos había denunciado al ruralista por precisamente tener trabajadores en negro, por lo que Beswick, le envió una carta documento para que ratifique o rectifique sus dichos por la prensa, cosa que el funcionario no lo realizó, sino que redobló su apuesta. Hoy la realidad le está dando la razón.