El 20 de diciembre de 2001 de la antipolítica

La operación montada por Elisa Carrió, ayudada por, o mejor dicho, a pedido de las corporaciones del establishment, que conspiran agrupadas en AEA bajo la conducción del CEO clarinista Héctor Magnetto, tuvo el final que desde el comienzo mereció, atento que siempre estuvo claro que se trataba de una mentira trocada escándalo para quitarle al Gobierno la herramienta presupuestaria (que estaba por conseguir) y mostrarlo débil y desorganizado tras la muerte de Néstor, pues “se habría lanzado a coimear diputados” en forma poco inteligente.

Con todo, ese cachetazo de Camaño a Kunkel, festejado/justificado por la misma gente que se dice partidaria del diálogo y los consensos amplios, los buenos modales, la necesidad de bajar la crispación y que estuvo durante más de un año echando espuma por la boca por la piña que D’Elía le pegó al colaborador de un funcionario de la última dictadura que lo había insultado más de una cuadra la noche del cacerolazo golpista armado por la derecha mediática, bien puede significar el 20 de diciembre de 2001 de la antipolítica, o al menos el inicio de ello.

Que para armar la fantochada hayan elegido a Carrió, Bullrich, Morán (en un país serio, como le gusta decir a la derecha, este tipo sólo ascensorista podría ser en un Congreso), Hotton y Camaño, no es casual. Son, todos ellos, dirigentes que no tienen partido ni funcionarios con responsabilidades de gobernar a los que responder, por tanto pueden jugar a casi hacer volar por los aires el sistema político, pues podrán dormir tranquilos, mañana nadie los llamará para reclamarle porque le han empantanado la gestión (por eso Fabiana Ríos abandonó la CC). 

El fracaso de la opereta -que no es que terminó en escándalo, siempre lo fue- revela el agotamiento del modo Carrió de hacer política, la antipolítica: Personalista, destruyendo poder cuando debería ser al revés, atenta más a apariciones mediáticas y encuestas (con esto quiso levantar el 4% promedio que tiene de intención de voto en cualquiera de ellas), no disciplinada a orgánicas partidarias, desconocedora de lo que es la responsabilidad que implica gestionar, carente de todo sentido del armado y la negociación política normal. Enhorabuena.

A juicio del firmante, el presente es, quizás, el más propicio momento desde la caída de la Alianza para establecer un pacto entre los sectores políticos organizados, a los fines limitar la influencia de aquellos que no son más que monoemprendimientos, partidos vecinales, agrupaciones estudiantiles. No para la cantinela de “armar políticas de estado que duren dos mil años”, sino para restablecer las reglas de juego y los códigos que tan bien manejaba el injustamente denostado Jaroslavsky, cuando la cosa la manejaban tipos como la gente.

Y son tres los factores que confluyen para que así sea: La ruptura del que tal vez era el último código que quedaba en pie (el presupuesto se aprueba) y la toma de conciencia de la gravedad que esto implica por las venganzas que a futuro podrían venir; el resurgimiento de la UCR como organización tras la muerte de Alfonsín; y, por último, la reconfiguración del peronismo peronista, que se abroquela ya indubitablemente y sin pausas ni cuestionamientos en torno a y detrás de de la figura de la compañera Presidenta CFK, luego de la muerte de Néstor Kirchner.

Ya ha hablado este comentarista de las similitudes entre Alfonsín y Kirchner. No es casualidad que las muertes de ambos hayan puesto en vereda a correligionarios y compañeros de cuanto hay de rescatable en sus figuras, dos militantes que le pusieron el cuerpo -la vida literalmente- a la política bien entendida, la rosquera. Si esto finalmente ocurre, habremos de ver el definitivo resurgimiento de los partidos que podrán volver a dar la pelea por qué se los reconozca como únicos habilitados para fungir de intérpretes de la democracia y de las mayorías populares.

Aquella vez fue un helicóptero, esta vez un trompazo. Se trata de dos postales diferentes pero similares. Representan, ambas, finales de ciclo. Lo de Camaño recuerda a esos partidos de fútbol en los cuales el que va perdiendo, por impotencia, sacude al rival con una murra descalificadora. Y eso se da cuando ese que pega forma parte de un equipo que va perdiendo feo. Esa es la moraleja del cuento: Están perdiendo, y feo. No vayan a decir que no les avisamos que iban a terminar así.

P.D.: ¿Qué le queda a Carrió por mostrar, ahora que se le cayó el discurso de la moral atento que, como hemos visto, se trata de una mentirosa? Finales de ciclo que le dicen.

Acerca de Pablo D

Abogado laboralista. Apasionado por la historia y la economía, en especial, desde luego, la de la República Argentina.

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16 comentarios en «El 20 de diciembre de 2001 de la antipolítica»

  1. Dado que siempre te quejás de las denuncias periodísticas que no tienen sustento, supongo que tendrás pruebas de que «la operación montada por Elisa Carrió» fue «a pedido del establishment». De todos modos,¿ sinceramente creés que a Carrió la dirige Magnetto? Y otra cosa, ¿sabés cuáles fueron las leyes que se aprobaron con la táctica Jaroslavsky? Emergencia económica y reforma del Estado, pilares jurídicos del nuevo orden menemista.

    1. Lo mío es una interpretación política, no una denuncia. Si no es que Magnetto la dirige, hay por lo menos una importantísima confluencia de intereses. Yo no se los achaco, al contrario, los entiendo: No tienen armado, entonces la única forma que tienen de desplegarse a lo largo y a lo ancho de nuestro bendito territorio es por medio de la amplificación que hacen de sus apariciones los grandes medios de alcance nacional. ¿De qué otra forma se comprende la centralidad de una tipa como Carrió que no tiene una sola propuesta para gestionar, que no tuvo suerte jamás en ninguna de las denuncias que hizo -teniendo en cuenta que hizo del denuncismo su método de figuración-, cómo se explican los movimientos tan coordinados de unos y otros -cívicos y clarinistas- si no es a través de un pacto? ¿Me puedo equivocar? Por supuesto, pero en un ámbito mucho menos importante del que ellos menospreciaron el otro día con una pantomima lamentable que unicamente estuvo dirigida a enchastrar todo.

      No hablaba específicamente de la leyes de emergencia, sino del presupuesto, debí ser más específico.

      Por otro lado, Carrió denunció al oficialismo, y todos en el oficialismo saltaron rápido a defenderse de ello. Juliana Di Tullio dijo que Carrió los amenazó a todos con denunciarlos en TN si no se iban de la sesión del otro día y nadie en la CC se preocupó en desmentirlo. El que calla…

    2. PRUEBAS, HERNÁN:

      1) Hotton le da a Camaño un sobre dentro del cual, dice, está la declaración que hizo ante la justicia, y en la cual consta el nombre de la diputada K que «le habría hecho» un ofrecimiento. Antes de que Camaño abra el sobre y lea la epístola, ya el zócalo de TN anunciaba que el nombre de la diputada oficialista era Patricia Fadel. ¿Cómo pudieron tener ese poder de anticipación? No olvidemos la intensa arenga de Bullrich a Hotton previo a que hagan la pantomima de la interrupción a Morán, que quisieron hacer pasar por espontánea pero estaba bien planeada.

      2) En su alocución ante la comisión, Carrió dice que Bullrich le dijo que la sesión «era un escándalo (…) Están pidiendo $ 50.000». ¿Cómo «estan pidiendo»? Si el oficialismo es el que estaría coimeando, ¿no debería decir «están ofreciéndo»?

      3) Dijo Patricia Bullrich en una nota previo a la reunión del miércoles que Hotton le dijo que la habían llamado desde el Gobierno. La propia militante evangélica dijo que fue al revés.

      Es clarito para mí esto.

  2. Sinceramente esta discusión ya carece de sentido. Así es la rosca en el Congreso, así se discute todo, hay negociaciones, hay aprietes, hay cachetazos y otros menesteres, no nos vamos a venir a sorprender ahora.
    Un tema que ningún medio importante le ha dado lugar es la muerte de Ezequiel Ferreyra de 6 años por trabajo esclavo, en la provincia de Buenos Aires. Hace 2 años se hizo una denuncia con vídeo incluido, que quedó en la nada. Y ningún gobernante movió un pelo. Este es un claro caso de Derechos Humanos. En Página/12 ni dos lineas, se ocupan del cachetazo de la boluda de Camaño al impresentable de Kunkel. Sobre temas importantes, bien gracias.

  3. NO estoy seguro que se trate de un acontecimiento de semejante equivalencia, lo que si evidencia es el final de año de la oposición en el congreso en el que tras todas las expectativas sólo consiguió un gol menorcito (el 82%, que no lo festejó nada mas que su propia barra brava, para los que lo vemos por tv no se nos movió un músculo). Las contradicciones éticas, las lavan en retórica mediática, pero si, hay algo…Carrió empieza a ser mancha venenosa y Magneto no tardará en ser expulsado del cargo (o fallecer antes), en fin arrancan un año muuuy dificil en pleno desbande. La confirmación de Vilma-Lula aclara un proyecto económico por 4 años mas, menos ruido y mas negocios, hay que tirarles unos mangos al proletariado y bue, mientras no miren los libros…

  4. Pablo. todo bien, pero seguis repitiendo las secuencias de los programas de Gvirtz. Hay algo que no entiendo ¿quien dice lo que es «anti-política» y cual es la frontera? He escuchado en las últimas semanas la denuncia de la anti-política, pero ¿que tipo de política canónica defienden para señalar que aquellas prácticas que no se les parece es su negación? A mi entender, la política -no solo en la argentina- ha ingresado en otro estadío, ¿telepolítica? ¿videopolítica?. Pues bien, las arremetidas televisivas de una Carrió en el Canal del Grupo no es antipolitica, es la nueva política, les guste o no. Ahi se dan hoy las luchas por el sentido, al menos para un parte importante de la población. Ahi hay que dar la pelea tambien y no llorar con la denuncia infantil de la antipolítica. Entonces: Carrio no arma, no construye locales, no teje acuerdos, no organiza militantes, no tiene ¡blogs! ni puede (ni le interesa) establecer las bases de un proyecto de poder. Le basta media hora con Majul y veinte minutoz con Bonelli para decir aqui estoy. El dispositivo oficial de propaganda, aka 678, construyó su éxito sobre la base de la radicalización de la videopolítica: editados, collages, sobreimpresos, subrayados, estética de videoclip, flashbacks y una voz canchera que induce las lectura. Hoy el terreno es ese y es fútil quejarnos. Una Florencia Peña denunciando jactanciosa a las «corporaciones» en el Canal Oficial es equivalente a un Morán indignadísimo en un canal de Cable. Que yo sepa la primavera kirchnerista no se gestó en la calle, sino a través de la videopolítica. Videopolítica y no antipolítica. Nada es antipolítico.

    1. Sí, repito, lo que no pudiste es desmentir que mintieron. ¿A Carrió veinte minutos para qué? ¿Para medir este 4% que mide ahora? ¿Para no haber llegado nunca ni cerca de algo parecido al poder? ¿Para no haber sido nunca un factor condicionante de los procesos democrátivcos? Hay que ser claritos, Carrió no pone condiciones a los medios, es al revés. Política, es construir poder, sumar, tener más poder que antes, porque sin poder, podrás tener discurso muy lindo, pero no haces nada. ¿No le interesa armar? Vivirá de esto que vive, de ser una entrevistada interesante, pero quedate tranquilo que no se la va a nombrar en los libros de historia el día de mañana. Como Carrió vive, no sólo no construyendo, cuando que destruyendo poder, es antipolítica. Y no pelea, tampoco, discurso ni sentido siquiera, no existe el carrioísmo, nadie grita «¡Carrió, Carrió!» por la calle, nadie está enbanderado en su idea (por llamarle de algún modo), no tiene nada, y sin nada no haces política.

      Insisto, ya que hablas de 6, 7, 8, ¿van a insistir en que 6, 7, 8 miente? ¿Puede llegarse a tanto? Admito que no les guste, pero desmentir un programa que expone cosas que se dicen y escriben, me parece mucho. ¿Podes explicarme donde está la edición en el hecho de que antes de que Camaño abra un sobre el zócalo de TN ya esté diciendo el nombre que ese sobre contiene? ¿Cuanto se puede editar,a ver?

      Comparar a Peña con un tipo que tiene un cargo público ya es como mucho, se supone que a una le da la cabeza para eso, el otro debería hacer una diferencia de concepto, pero claro, lo excede esa tarea.

      ¿El kirchnerismo no se gestó en la calle? Habrá que preguntarse qué son, entonces, tantas bases, organizaciones sociales, unidades básicas, movimientos barriales, sectores internos y demás que reconocen su sentido de existencia sólo en el kirchnerismo.

      Es como mucho todo.

      1. 6,7,8 dijo, entre muchas otras mentiras, que Pedraza se reunió con Duhalde el día antes del asesinato de Ferreyra.
        ¿Eso no es una mentira Pablo?
        ¿O solo una no alcanza y necesitas más ejemplos?

      2. Apa, ¿una mentira exculpa a otra? ¿Es lo mismo que mienta un programa de TV -y eso, sacando que, por más que no se hayan reunido ese día, hasta Jorge Fontevecchia admitió que Pedraza es más afín al sector del «peronismo» federal que al kirchnerismo- a que mienta un funcionario público y en el ámbito parlamentario?

        No desvien, expliquen por qué TN anticipó el nombre que había en el sobre «sellado», las contradicciones Hotton-Bullrich, la actuación que armaron para interrumpir a Morán, el fallido de Carrió («están pidiendo $50.000»), la extorsión que, de no haber llamado Hotton a Fadel, ¿no hubiera existido? Expliquen eso, si pueden, sino no terminamos nunca un punto.

        Luego, sí, me gustarían más ejemplos.

      3. A mi no me interesa cuanto mide Carrió. Es su problema. No la voto ni en pedo. Pero ella entiende la política de esa manera. Se trata de un liderazgo personalista, mediático y mesiánico, pero liderazgo al fin, y liderazgo político, en definitiva. Carrio, en mi opinion, es el ultimo refugio de las almas bellas de Barrio Norte. Jamás administrará ni el consorcio de su edificio. Pero sigue siendo su problema.
        ¿678 miente? Yo no dije eso. Me referí a su retórica, a la construcción del mensaje, no a su contenido. La comparacion Florencia Peña-Diputado Moran no intenta equiparar responsabilidades, sino ilustrar el modo similar en el que intervienen públicamente.
        Por último, no se que entendés por «kirchnerismo». Yo te arriesgo mi ideita al respecto: el kirchnerismo no se gesto en la calle: el «kirchnerismo» es una construcción desde arriba (El Estado, compañeros! nunca se olviden de lo estatal, amigos weberianos) que interpela distintas identidades desde lo estatal, a través de políticas públicas que atienden demandas concretas de diversos sectores, muchos de ellos contradictorios entre sí. El Estado crea esa realidad y constuye sentidos. ¿Qué es el kirchnerismo? ¿Es la ESMA recuperada para las madres e h.i.j.o.s. o es la persistencia de los aparatos anquilosados territoriales del pejotismo? ¿es la lucha de gays y lesbianas por el reconocimiento o es la asignacion universal de las madres adolescentes del chaco? ¿El kirchnerismo son los rodeos teóricos de Forster, tus intervenciones en este blog colectivo o el presupuesto de Planificación? ¿Asi que las unidades básicas «sólo reconocen su existencia en el kirchnerismo»? ¿Donde estaban en 1994, en 1982 o 1999? ¿Eran sex shops o parripollos? ¿Y las organizaciones sociales? ¿Donde estaba Néstor cuando D´Elía cortaba Ruta 3 a Ruckauf? Es todo mucho. Mucho. El kirchnerismo, este sí -el puro-, es el de la clase media wifi que sostiene que la política nació el 25 de marzo de 2008 y

    1. Ese kirchnerismo que vos decís, no sostiene que la política nació por esos tiempos, sino que por esos tiempos nació la militancia de ese sector social, en algo bastante inédito porque ha solido ser una franja mas bien quieta.

      Es un modo de verlo lo de Carrió, para mí, reitero, alguien que mide 4% promedio en cualquier encuesta -y sin cuadros, sin base partidaria ni programática y demás caracteres del armado tradicional- no tiene liderazgo, ella lo entenderá así, pero eso se está revelando caduco.

      Es cierto que hubo sectores del peronismo que han estado con todos, pero esta vez hay algunos sectores en los que nació algo distinto: el kirchnerismo perdió elecciones, consenso social, intención de voto, y sin embargo allí está, sin embargo, el grueso del peronismo de base bancando el proyecto de CFK. Es decir: Das Neves, Duhalde, los RSaa, y demás, no tienen el despliegue de apoyo que sí tiene Cristina en todas las provincias en el «por abajo» de la militancia.

      Saludos

      1. Lo de la militancia, sin embargo, es cierto. Hay que admitir que ningun sector político actual tiene el entusiasmo y la consistencia que los simpatizantes de CFK. Y en ese sector, el aporte de la juventud es decisivo.
        Hay, por cierto, un «por abajo».

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