El efecto Mago Coria

Los jugadores de gran talento indudablemente traen algo de la cuna. Pero también corre el incentivo que reciben en la temprana edad. Y sabemos que muchos sufren exigencias desmedidas de sus padres. Lo dijo una vez Riquelme, cuando jugaba llorando por el temor que tenía a lo que su padre le podía decir cuando terminaba el partido.

El Mago Coria es un exponente de esto. Un jugador con condiciones inigualables pero sobreexigido. Tuvo una oportunidad de conseguir la gloria pero la cabecita no lo dejó y terminó perdiendo un partido memorable frente a Gastón Gaudio, otro exponente de los jugadores sufridos, pero que tuvo la suerte de tener sólo un poquito más de fortaleza física y psíquica que su rival. Después de ese día Guillermo Coria no volvió a ser el mismo. Y se retiró casi en el olvido tiempo después, con un talento que le hubiese permitido pelear por varios años el número 1 del mundo.

 

Aquella tarde y posterior a ese partido, la prensa lo destrozó y muchas personas en concordania con ese discurso exitista también. Lo mismo había sucedido con Gabriela Sabatini una década atrás, que siendo la tercer mejor tenista del planeta se le reprochaba no ser la primera, con el dato para nada mejor que disputaba ese lugar con Graff y Seles, de las mejores jugadoras de todos los tiempos. Hoy el tenis femenino de Argentina no existe y mientras tuvimos durante años a una jugadora en el top ten, la preocupación era por que no podía ser la mejor del mundo. Sabatini se terminó retirando antes de los 30 años harta de todo.

 

Messi me hace acordar mucho a estos casos. Esa exigencia desmedida, ese discurso pronunciado desde el fracaso, la bronca y la envidia. Todos le pedimos a Messi ese nivel que tiene en el Barcelona (un equipo varias veces superior al seleccionado argentino con rivales varias veces inferior a equipos de la b nacional argentina), pero una cosa son las ganas de ver a ese jugador imparable y otras es liquidarlo con proposiciones que ponen en duda hasta su poco «sentir nacional». No nos conformamos con que sea el mejor del mundo, queremos que sea el mejor de la historia, incluso más que Maradona. Que él solito se cargue a todos, en una especie de Don Quijote, a pesar de que no haya uno que sea capaz de devolverle una pared como corresponde.

 

Yo vi desilusión en la cara de Messi tras el 4 a 0 contra Alemania, que quieren que les diga. Una expresión que me hizo acordar bastante a la del mago Coria en aquella tarde de Roland Garros en 2004. Un rostro que más que sufrimiento por una derrota colectiva, aparentaba ser el sufrimiento por una mochila sobre sus espaldas que le pusieron y que no se pudo sacar.

 

Vivimos tiempos de relativa separación entre los discursos mediáticos y sociales. Así como somos capaces de tener actitud crítica hacia las operaciones de los grandes medios, es necesario también romper con los relatos de los periodistas acerca de este tema. Porque entre tanto negocio que rodea al deporte, el de chupar la sangre de los ídolos garpa como ninguno.

6 comentarios en «El efecto Mago Coria»

  1. Está en nosotros, le exigimos que sea más que Maradona, y el Diego explotó en el mundial a los 26 años. Messi cumplio 23 en el mundial. es típico de nosotros buscar explicaciones. creo que se exlica desde el orden táctico, nada más. no busquemos psicologismos y demás yerbas. trabajemos.

  2. Espero que te estés apresurando con la nota. A mí también me hizo acordar. Comparto tus conceptos sobre Coria (todavía me duele!!). Pero la diferencia es que Messi ya es el mejor del mundo y ganó todo a nivel clubes e individual (todo, todo!). Puede asemejarse más a cuando Federer perdió Australia con Nadal y lloró, se acuerdan?

    Messi es Federer. No sólo tiene rivales mediocres en la Liga Española (por cierto, mediocres pero con talentos de todos los países y ciertamente mejores que los clubes de primera local en Argentina), también se destacó frente a clubes de gran calibre. Los 4 goles a Arsenal probablemente sean la actuación individual más destacada, de un futbolista, en todo el mundo, en el último lustro.

    Messi, de 23 años, también puede ser Nadal, el que perdió con Soderling en Rolanga de 2009. O Manu Ginóbili después del Robo del Siglo de la Final del Mundial de Básquetbol 2002. O puede ser sólo un Maradona triste pero sin la furia incontenible que lo hizo irse expulsado de España 82.

    Ojalá!

  3. Yo también creo q Messi va a llegar con la edad perfecta recién al próximo Mundial. El problema es que se juega en Brasil y va a ser muy complicada ganar ahí, pero lindo desafío va a ser.

  4. Y no sólo Messi va a llegar con la edad ideal al 2014. Tal vez no se toma demasiado en cuenta pero la mayoría de los mejores jugadores que tiene Argentina en este momento son sub-23: Higuaín, Di María, Pastore, Agüero, Romero.

    Quizás por ese lado también haya un elemento más para comprender el papel de la Selección en Sudáfrica.

    Saludos.

  5. Lindo post y buenos comentarios. Estoy con los que creen que la analogia no es la mejor por los siguientes motivos:
    1. como dice Andres, Messi ya demostro lo que tenia que demostrar ganando todo, en el nivel de clubes, que hoy sigue siendo mas exigente que la competencia de selecciones. Messi ya es el mejor del mundo, digan lo que digan en la prensa argentina.
    2. y mas importante, este es un juego de equipo, en el que a diferencia del tenis, el colectivo suma mas que las partes, por virtuosas que sean esas partes. Y el DT, que en el tenis no puede hacer ni gestos, en el futbol es decisivo. Guardiola es un grosso porque, entre otras cosas, le encontro la posicion a Messi. En el comienzo de los 90, cuando Messi gateaba, el maestro Tabarez hacia jugar al Chino Tapia, un zurdo, en posicion de 8 y lo mismo Angel Labruna con J.J Lopez. Mas cerca, Basile descubrio que Gaitan era delantero. El DT es decisivo. Para las buenas y para las malas. Entonces, lo que quiero decir es que Messi tiene motivos para decirse a si mismo: «este fracaso no es mio», «yo no juego aca». Eso mismo acaba de decir Di Maria ayer: no estaba preparado para defender a los rivales como me pedia el DT.
    El «fracaso» de Coria era todo de Coria. El «fracaso» de Messi casi que no es de Messi, obligado a jugar de Veron o de Riquelme ante Alemania, de la misma forma que no lo seria que se coma un gol por salir mal en un centro si lo ponen de arquero (exagero de nuevo, para enfatizar el punto).
    Saludos.

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