(para que entienda que a Doña Rosa hay que tenerla de nuestro lado)
A medida que los habitantes del conurbano van recibiendo las facturas de gas correspondientes al bimestre mayo-julio, la indignación y la preocupación van ganando espacios en los corazones y los bolsillos de las familias de clase media y media-baja (la gente que calefacciona piletas, simplemente se molesta un poco).
Lo que sigue, tal vez sirva como una razón más para explicar la derrota electoral del kirchnerismo, esa que algunos quisieron cargarle al corte de boleta.
UNO. Para explicar a la situación actual de facturas de gas doméstico (700 m³) a 500 pesos, por ejemplo, tenemos que retroceder hasta septiempre del año pasado, cuando mediante la resolución 1070/08 de la Secretaría de Energía, se determinó el primer aumento para el servicio de gas natural residencial (utilizando los criterios de la ley 26.020, que «castiga» a los que más consumen), como el camino para subsidiar la garrafa social de $16 (que se debe conseguir en los mismos lugares que el kilo de pan felipe a $2,50).
El segundo aumento al gas que se consume en los hogares, vino con otra resolución de la Secretaría de Energía: la 1417/08, que se publicó a mediados de diciembre pasado, aunque disponiendo una retroactividad del aumento al 1° de noviembre. Dicha resolución, dispuso fijar los valores de los precios de cuenca a los consumos. La razón que se esgrimió para tomar esta decisión, fue que había que alentar la alicaída producción de gas en las cuencas argentinas.
Sin embargo, y como se suele decir, «lo peor estaba por venir»: el tercer aumento a las tarifas residenciales fue producido por el, a esta altura, famoso decreto 2067/08, que impulsa la creación de un fondo fiduciario para «atender las importaciones de gas natural y toda aquella necesaria para complementar la inyección de gas natural que sean requeridas para satisfacer las necesidades nacionales«. En buen romance: garpar el gas que le compramos a Bolivia y a Venezuela.
Claro, esto tiene una razón de ser: el gas que se produce en nuestro país, no alcanza para satisfacer la demanda de una economía que viene de experimetar siete años de crecimiento a tasas chinas. La falta de exploraciones que prometían las privatizaciones realizadas en «los noventa» no se hicieron, y por eso llegamos a esta situación: se le paga a Bolivia un promedio de 7,5 dólares por millón de BTU (unidad en que se mide el gas), mientras que el precio a boca de pozo en suelo argentino es de 1,90 dólares por millón de BTU (hasta ayer se pagaban 1,60 dólares). Dentro de un año, la misma medida valdrá u$s 2,60.
DOS. ¿Cuál son los efectos que produjo el decreto 2067/08 en las tarifas? (Nota al pie: Prestar atención a esto, porque el consumo de gas no se mide en «llamitas de pilotos», sino en m³):
Para calcular la nueva tarifa, se toma en cuenta el consumo de la última factura de gas recibida (en m³) y se le suman a esta las 5 facturas anteriores (al ser bimestrales, es el total del año).
Una vez hecha la suma de todos los bimestres, si el resultado supera los 1000 m³, la nueva factura estará dentro de los alcances del decreto.
Entonces, si la suma da entre 1000 y 1250 m³, los usuarios pagarán un adicional de $0,05 + IVA por cada metro cúbico consumido, más el retroactivo correspondiente, dado que el texto de la norma anuncia la aplicación de una retroactividad al 1/11/2008.
Si la suma da entre 1250 y 1500 metros cúbicos, abonarán un plus de $ 0,135 por m³ + IVA + retroactivo.
Si da entre 1500 y 1800 m³, pagarán $0,19 por m³ + IVA + retroactivo; y los que consumen más de 1800 m³, abonarán $ 0,27 por m³ + IVA + retroactivo.
TRES. Eso no es todo: como Bolivia anunció que no podrá cumplir plenamente con el contrato de provisión de gas a Argentina y Brasil. Ambos países decidieron importar Gas Natural Licuado en barcos.-
Para tal fin, el gobierno argentino firmó un acuerdo para con la empresa Atlantic LNG de Trinidad y Tobago (?), para satisfacer la demanda interna a través de un buque regasificador y otros que contienen gas licuado, conocidos como «metaneros».
El combo total es la compra es de entre 7 y 10 millones de metros cúbicos de gas día (MMm³/día). El precio del primer cargamento andaría por los 14 dólares el millón de BTU, más 2 ó 3 dólares (por millón de BTU) por el alquiler de la planta de regasificación (se lleva el gas natural a -160°C para convertirlo en líquido, se lo transporta, y una vez llegado a destino se realiza el proceso inverso y se lo inyecta a la red).
El precio promedio del total del gas comprado a la Atlantic LNG será de unos 16,5 dólares por millón de BTU, frente a los u$s 7,5 del gas boliviano y los u$s 1,90 del gas local. Una ganga (?). Obviamente, el costo de estas imprevisiones, también está contemplado en los gastos que prevee el decreto 2067/08.
Pero para 700m3 es muchisimo, eso no es un consumo de clase media baja seguro y me atreveria a decir que salvo que se calefacione las 24hs de dia una casa de varios ambientes, tampoco lo gasta una familia de clase media alta.