El germen de su propia sucesión.

Nación

El vice-presidente de la Nación, Julio César Cleto Cobos, vota en contra de un proyecto enviado al Congreso por el Gobierno que él mismo integra. No mucho más que decir: todos conocemos la historieta.

Provincia

La rebelión de los cobistas

Me pongo traje de ingeniero y me meto en política bonaerense, ya que ando por estos pagos.

Resulta que el jueves, Scioli quiso aprobar en Diputados –provincial –lo que ya tenía medio sancionado en Senadores: la asignación a una empresa de la concesión para construiir y explotar una playa de contenedores en el puerto de La Plata.

Ese proyecto eligieron los radicales K cada vez menos K y cada vez más cobistas para no dar quórum y mandar un mensaje a la UCR y la Coalición que tampoco se presentaron. El mensaje fue una miradita al pasar, un roce de pollera a las 2 de la mañana. O sea: a las 6 de la mañana –¿marzo 2009? –me voy con vos. Pero antes dejame dar una vuelta, a ver qué onda. La maniobra está dirigida por Julia García, de la Concertación, quien responde a Katz.

En Olavarría se sintió: el Intendente puso al jefe de la bancada K, el saladillense López Mancinelli, que, si fue el primero en tirarle un centro a Cobos, también ahora es el más sutil en demostrarlo, y hasta le hizo creer a muchísimas personas que se la da de cobista para manejar a la tropa radical K cada vez que el gobernador necesita los votos. López Mancinelli, el hombre del Intendente de Olavarría –José Eseverri, randazzista y vinculado a Scioli –bajó solo a dar un quórum que nunca llegó, pero prefirió dejar el gesto. Ser jefe de bancada requiere algo más que gestos, y los siete compañeros de bloque que no bajaron dijeron mucho más que su presencia solitaria.

Local (Olavarría)

El Intendente: José Eseverri, un radical K que todo lo que tenía de radical era su papá ex intendente y algunos temblequeos. El presidente del Concejo: “Chango” Alem, un radical K que todo lo que tenía de K era que el ex-intendente, Helios Eseverri (fallecido), tenía buena relación con Néstor, y Chango era un incondicional de Helios: ése es, posiblemente, todo su capital político. Así es: su hijo es menos representante de sus propios intereses. A mí José no me termina de cerrar: pero es cierto que desde Olavarría, se lo critica más por acostumbramiento a un intendente anterior muy raro –se dice que José “viaja mucho”, porque el hombre anda rosqueando el armado 2009 –que por falencias propias, que son otras y bastante silenciadas. También paga el costo de intentar la neutralidad en el conflicto con el campo, que se entendió desde el campo como kirchnerismo explícito. El presidente del Concejo, el Chango, en cambio se la jugó a pleno por el campo. No sé si es anti-política lo mío, pero dato al margen: la familia Alem tiene el estudio de abogados que representa a la Sociedad Rural, el Banco Provincia, y Cementera Avellaneda (casualmente, en su escasa producción legislativa, uno de los pocos temas que bajó a debatir fue la pavimentación rural y la entrega de la pavimentación de la calle principal a esa misma empresa). Chango es, además, la cara local del anti-kirchnerismo: durante el debate de las AFJP dijo que “con José está todo bien, pero a los Kirchner no les banco más insensateces”. Chango no es cobista porque el viento todavía no sopla muy fuerte para ese lado: la cabeza de Chango está en ser intendente en el 2011 y quiere los dos recursos necesarios, el apoyo del microcentro olavarriense –de ahí su anti-kirchnerismo visceral –y mantener una relación cordial con el gobierno que integra para ser promovido de ahí. Ojalá que no. José Eseverri mancharía y mucho su gestión si promueve a este tipo.

Esto no es una defensa del kirchnerismo respecto de su pluralidad interna: al contrario, me parece que el costo que paga es muy alto. Pero que también es inevitable.

Que la oposición crezca al interior del propio kirchnerismo, aventuro una hipótesis, puede obedecer a dos grandes razones, de las que posiblemente se desprendan todas las demás. La primera, ya la dijo Alejandro: el Gobierno es Todo, y en ese todo es también su propia oposición. Y esta primera razón se relaciona con la segunda, que quizás es la raíz: el recurso clave de poder del kirchnerismo, en tanto que encarnación del peronismo, es la capacidad de creación de la sensación, posiblemente cierta, de que solamente él puede ejercer el poder efectivo. La gran crítica a Carrió, de los sectores medios que podrían votarla y no lo hacen, es que el país se le incendiaría en dos meses. Que el Contrato Moral se lo enrollan en el Conurbano y…se lo devuelven. Por eso, calculo, la única oposición efectiva es el entrismo: por la ventana, por la legislatura, por la vicepresidencia. Hacer oposición desde adentro hasta que se rompa: Sola, próximamente Cobos, y seguirán firmas de acá a octubre. La gran debilidad del kirchnerismo es que necesita de esos sectores: la fragmentación política, en todo caso, generó esta situación que tal vez sea estructural y aqueje también a los próximos gobiernos. La sucesión del kirchnerismo, que habrá que pensar y mucho después del 2009, posiblemente deba plantearse esta situación: construir de a muchos, para ganar, también es generar el propio germen de tu sucesión. Estar en el poder implica tratar de moldear el proceso siguiente, y la promoción de cuadros que respondan al propio proyecto es el déficit de poder que genera más incertidumbre acerca del futuro del Gobierno.

Disculpas por la extensión.