Las audiencias públicas sobre la ley de medios audiovisuales por estos días han puesto de relieve las diferentes demandas sectoriales respecto de la necesidad de liberarse de un régimen “altamente represivo” que es el que configura la concentración y la monopolización de los medios de radiodifusión. Si bien estas demandas son particulares para cada expositor expresan un contenido diferente, sea este sectorial, gremial, comercial, religioso, etc., según la definición de populismo de Erneto Laclau, todos ellas se unen en un mismo reclamo equivalencial que emerge de la necesidad de superar el actual statu quo que provoca el vacío legal que hay respecto del tema en cuestión. Para cada uno de los expositores la demanda significa, a la que vez algo particular, algo común a los otros expositores, configurándose de esta manera la equivalencia.
“Esto sin embargo no es suficiente para constituir un pueblo. Lo que es necesario es que en un determinado momento esta cadena equivalencial pase a ser significada por un todo”. Esto se da cuando una de esas individualidades, aparte de representar la característica particular de su demanda, asume la función de representar la cadena equivalencial como un todo. “Así es como se constituye un significante popular”.