Cuando Raúl Alfonsin llegó al poder en diciembre de 1983 nadie podía creer lo que había logrado. El 51,75 por ciento de los votos en una elección nacional con el peronismo como rival, era el sueño inalcanzable de la UCR hecho realidad. Para los que añoran el bipartidismo, no debe olvidarse que el peronismo obtuvo, en esa compulsa, el 40,16% de los sufragios.
A poco de andar, el alfonsinismo, que dialogaba con sectores extra partidarios y de la sociedad civil, se imaginó encarnando el «tercer movimiento histórico», es decir la síntesis superadora del peronismo que a la sazón sintetizara al radicalismo «de Alem y de Irigoyen».
Si el próximo 23 de octubre, el kirchnerismo obtiene la victoria más aplastante desde el advenimiento de la etapa democrática que inició Alfonsín, la idea de constituir ese tercer movimiento, será ajeno a su voluntad, puesto que lo encarnaría de hecho.
Para los que advierten sobre la hegemonía, cabría reflexionar que dicha condición no es exclusiva de la acción del gobierno, sino que tiene una corresponsabilidad en la acción propositiva de la oposición que no es capaz de articular siquiera un discurso, o relato que entusiasme a alguien.
Por el contrario, el kirchnerismo, con múltiples identidades para ofrecer apego y un trabajo de entusiasmo de la juventud (basta ver a los estudiantes secundarios en los actos) que ha redescubierto la militancia, se erige en un constructor político formidable.
Para los que hablan de la intervención del Estado en la economía vaya la advertencia de que la «profundización del modelo» significa más y mejor control del Estado sobre la economía, ante el desmoronamiento estrepitoso del liberalismo de mercado en el mundo. Seguramente se nacionalizará el mercado agropecuario, se establecerán aranceles al voraz mercado financiero y se establecerán reglas de juego económico como nuca se han visto en estas playas. El 50% da derechos y la presidenta los va a tomar, a sabiendas de que los próximos cuatro años serán difíciles.
Para los que critican el aislamiento internacional de la Argentina, tenemos las incipientes negociaciones entre los países de la región para blindarla en contra de la crisis mundial. Países con distinto signo político dispuestos a concretar la unidad latinoamercana, aunque sea por temor.
De este tercer movimiento histórico en ciernes, debería surgir un partenaire: la centro derecha partidaria, vieja deuda de los grupos de interés que apelaban a los cuarteles y a los medios amigos para llegar al poder (ahora invocan al cisne negro). Este podría ser un rejunte del peronismo federal, el macrismo y los caudillos feudales que aún resistan.
La UCR seguirá su lento naufragio y disgregación siguiendo el camino de la desaparición final iniciado en 1994.
Una mujer lidera hoy este pliegue histórico como señal de los cambios que vienen y ni siquiera ella sabe que es el vehículo de esa historia que sólo la perspectiva del tiempo mostrará nítidamente.
Excelente artículo.
Con los inevitables claroscuros, la etapa K constituye los 8 años más destacables de la historia argentina a partir de 1955, sin dejar de destacar los escasos 6 años del Alfonsinismo que reinició la marcha democrática con la innegable amenaza, no sólo del poder económico, sino de la mano armada de los uniformados que no por desprestigiados eran menos peligrosos. Posiblemente, sin desconocer los notables reivindicaciones y logros de estos últimos 8 años, el poner límites o – directamente – avanzar sobre muchos intereses «intocables» constituye una característica sobresaliente de los últimos dos mandatos. Sin dudas, muchos errores ó desprolijidades se han cometido, pero el rumbo fijado, sin dudas, es el correcto.
Como comenté en otro posteo de este blog, «Si existiera alguna fuerza política distinta del FPV que presentara una plataforma digna, creible, factible y que contemplara el desarrollo integral de nuestro país, de sus potencialidades y de sus ciudadanos, posiblemente se contaría con una alternativa válida, con una opción decente y posible.»
Pero, por lo visto, el Norte más previsible y confiable sigue siendo el FPV y el indiscutible liderazgo de la Dra. Cristina Fernández de Kirchner.
Gracias Tilo. Para su última frase creo que la fuerza que encabeza Hermes Binner es una opción. No así el PRO. Eso deja muy rengo al sistema político que se está conformando. Saludos,
el kirchnerismo tambien tiene sus propias zonceras, y en este articulo me animo a ver algunas:
El primero es mencionar el derrumbe del liberalismo y la caida de USA y otros pensamientos magicos. Por favor hagan un reality check: no se desmorono nada. USA es y sigue siendo el pais mas poderoso de la tierra por varios anios y el sistema capitalista esta mas vivo que nunca, e incluso reclamando «moral justice» a quienes creyeron que podian vivir por encima de sus posibilidades.
En segundo termino, las conversaciones para «blindar» a latinoamerica, no se entiende blindarla de que? de la avalancha de dolares que llegan minuto a minuto a Brasil? , de las importaciones chinas? Les aviso que al enemigo lo tenemos adentro del continente y no afuera.
En tercer termino: creer que los votos son propios : la gran mayoria de estos votos son alquilados y se transformaran en desencanto durante la inevitable proxima crisis que las politicas prociclicas irresponsables han colaborado a crear.
En cuarto termino: hasta De La Rua hubiera sido reelecto con esta macro. Lo mismo que Chavez, Kadhafi el finado Saddam y tantos otras «democracias» que gobiernan por anios gracias a que sus economias no se basan en la eficiencia sino en la explotacion de recursos naturales (en nuestro caso: la pampa )
Con respecto a que EUA sigue u seguirá siendo la potenica dominante, básicamente por el dominio militar y sus consecuencias económicas, de acuerdo. Pero a esta altura del partido y de los resultados electorales que sigamos con mito del «viento de cola» ya está dando vergüenza ajena.
Si fuera verdad que Argentina creció debido exclusivamente al boom de commodities, tendríamos que haber crecido con una tasa parecida al promedio de los países latinoamericanos, 4.8% anual (promedio 2003-2008, es decir antes del estallido de la crisis mundial). Pero resulta que crecimos a casi el DOBLE: 8.5% anual. Lo mismo si comparamos con el promedio del crecimiento mundial en los mismo años (en torno al 4.5%) y ni hablar si comparamos con la estrella del establishment local: Brasil.
Algo distinto tendremos que haber hecho para haber crecido casi el doble que la mayoría de los países que se vieron beneficiados por la bonanza mundial del comercio.
Brasil apenas combinó algunas políticas heterodoxas, como el bolsa familia, junto con las de cuño neoliberal: PRIVILEGIAR EL OBJETIVO DEL COMBATE A LA INFLACIÓN POR SOBRE EL DEL CRECIMIENTO. Y por ello creció menos. Con el agravante que ellos se vieron mucho más beneficiados por el boom de commodities: los términos de intercambio crecieron 29% contar 18% de Argentina. Así que si fuera que crecimos sólo por virtudes del comercio exterior, tendríamos que haber crecido MENOS y no más (mucho más) que Brasil.
De hecho, el Brasil de Lula aplicó una política claramente neoliberal: la de “inflation targeting” o “metas de inflación”, al mejor estilo banco central europeo, manteniendo la tasa de interés de referencia de su banco central LA SEGUNDA MAS ALTA DEL MUNDO DESPUES DE TURQUIA. ¿Consecuencias de esto? Ingreso de capitales golondrina que vienen a usufructuar de la alta tasa también en dólares (al haber baja inflación) y ningún mecanismo de control de ingreso de capitales. Y a mayor ingreso de capitales especulativos, se hace más difícil mantener un tipo de cambio competitivo que favorezca la sustitución de importaciones. Obviamente además, una alta tasa de interés además incentiva que a los empresarios les convenga entrar en la timba financiera antes que en la producción.
En cambio nuestro gobierno mantuvo en esos mismos años una TASA DE INTERES REAL NEGATIVA (por ejemplo LEBAC al 10 -12%, o sea menor que la inflación) y además aplicó encajes al ingreso de capitales especulativos. ¿Resultado? Con un relativo pequeño volumen de compras de dólares por el BCRA se pudo mantener el dólar en un valor competitivo para nuestra economía respecto del peso, pero además a través de las retenciones se logró adicionalmente que el dólar caro no impactar tanto en el costo de los bienes-salario como son los agrarios.
Por lo tanto, las cuasas del crecimiento argentino, que es claramente descollante respecto de cualquier otro país de su misma región o de características similares salvo China, no puede sino relacionarse con una política definida que ha privilegiado motorizar el crecimiento a través del motor de la demanda y la reindustrialización. Sólo es posible no reconocerlo con una cuota enorme o de ignoranica en temas económicos, o de necedad intelectual, o de defensa de determinados intereses particulares.
Gracias Gonzalo por tu comentario. Debo señalar que, si lle bien, el post no es militante del kirchnerismo. Simplemente describe un estado de cosas. Con respecto a lo que pasa en el mundo, no menciona MÁS QUE LA POSIBILIDAD HOSTÓRICA DE UNA UNIDAD LATINOAMERICANA. Y con respecto a de la Rua, nadie lo sabrá nunca (por las dudas no probaría), la única verdad es que le tocó a los pingûinos y lo hicieron, nos guste o no. Saludos,
Gracias No entender. ¿Ud es coreano?
Interesante post querido Norman, pero ud sube mucho el precio para después fajarla.
De todas maneras, es discutible la idea del tercer movimiento cuando hace un par de años daban por muerto el proceso político kirchnerista. Como diría el General, vamos despacito «en su medida y armoniosamente»
Abrazo
No le subo el precio a nadie, estimado. Si Ud. percibe bien, menciono a la preidente como un sujeto de ese tercer movimiento, algo que la excede, del mismo modo que el «peludo» no sabía que lideraba el primero y el «pocho» el segundo. Saludos,