Un amigo (¡Guarda, no yo, un amigo dije!) trabaja, o hace como si, en una empresa mediana del ramo – digamos – plástico, en la periferia de – pongamosle – Córdoba. Ocupa allí un puesto gerencial, dentro de una estructura bastante reducida de dirección. Su salario, si bien no es comparable al de puestos similares en empresas multinacionales, le alcanza para sostenerse con decoro, y hasta para verse asiduamente con la mujer que ama, que vive – supongamos – unos 300 km. al sur de la docta.
La marea, o tsunami, de la crisis global del capitalismo no perdonó a la empresa en la que trabaja mi amigo – llamémosle Gerardo – que vió disminuidos sus pedidos en un módico 80 y pico %. Después de una reducción de personal drástica (- 50 %), adelanto de vacaciones y dos periodos de suspensión en febrero y marzo, la empresa – sus titulares, bah – decidió solicitar la colaboración de los trabajadores remanentes, los registrados y de mas antigüedad, proponiendo que estos aceptaran una reducción de algo asi como 1/4 de sus haberes, los cuales – recordemoslo – dificilmente les permitan nadar en la abundancia.
La propuesta ¿como calificarla? invocaba como razones valederas la necesidad de mantener la competitividad y sostener un costo de producción no demasiado ruinoso, dada la baja de precios a la que tuvo que recurrir la empresa para mantener un mínimo de presencia en los mercados.
Atendiendo a la inquietud que esta propuesta generaba en los trabajadores respecto a sus futuras posibilidades de cumplir con funciones tales como alimentación, vivienda, salud, y educación de la prole, la empresa comunicó su intención de recuperar, paso a paso, los niveles nominales de remuneración, vinculando los plazos a la obtención de aumentos en sus principales productos. El objetivo, de este modo, se cumpliría en la medida en que se produjese el ingreso al círculo virtuoso de mayor demanda, mayor producción, baja de costos, reanudación de la inversión, mejora de la productividad, crecimiento de la rentabilidad empresaria, y – last, but not least – retorno a los niveles salariales previos.
A los efectos de generar una fórmula que refleje los movimientos que en la economía de la empresa produciría el antes citado círculo virtuoso, convocó el titular a mi amigo Gerardo, quién posee algunos rudimentos de analisis de costos y sistemas productivos. La consigna fue demostrar que los numeros de la empresa demostraban pérdidas. Pero, pero, resultó que no era asi, y para demostrar eso habia que – ejem – dibujar algunos guarismos y aplicar un poco de creatividad. Mi amigo, de una mentalidad muy convencional y poco dado a los vuelos imaginativos, se dirigió al titular de la empresa y le explicó los resultados a los que habia arribado.
Y aquí, mis estimados, se revela – ya cerca del final – el conflicto, el nudo, que todo relato que se precie, por chapucero que sea, debe tener: la patronal le pidió a mi amigo – reitero: «mi amigo» – que obviara ese detalle menor, la verdad.
Gerardo, a quién con el paso de los años y la estrecha cercanía he llegado a apreciar, carece de imaginación, como ya fue consignado, pero no de ética, miren ustedes, y ante la presión empresaria dijo «No, tengo un límite de conciencia que me impide mentirle a los trabajadores».
Tomá pá vos ! Si bien el riesgo de sufrir algún tipo de represalia por su decisión (léase: ser despedido) no era muy elevado, la actitud – conjeturo – no es de las más ruines que se ven hoy por hoy.
¿Cuánto periodista podrá exhibir conductas similares? Se pregunta este polígrafo, sin dobles intenciones.
dele a su amigo un abraso de paote mia compañero
la perfidia del empresario capitalista en su maxima expresion…aja…
o sea,una empresa q pierde el 80% de su facturacion,tiene q «dibujar» q le va mal…por q en realidad no le va tan mal…aja…(aunque dudo q haya bajado tanto,al fin y al cabo «estamos firmes frente a la marejada»…o no???
siendo mas simplones…una persona q vende,supongamos,naranjas…y pasa de vender 100 por dia a vender solo 20…no tendria por q quejarse,por q en realidad, «no pasa nada»…
estos perfidos capitalistas deberian aprender de la estatizacion de aerolineas argentinas,una empresa quebrada,q pierde decenas de millones de dolares por mes,ineficiente,con una corrupcion extructural fenomenal,no echo a nadie,no le redujo el salario a nadie,no dio vacaciones anticipadas a nadie,etc…(me imagino a alguno de esos perfidos capitalistas diciendo «conseguime 40 millones de personas q me mantengan con sus impuestos…y yo te prometo q no echo a nadie tampoco¡¡¡¡»).
ahh…con respecto a tu amigo q no le gusta «dibujar»,decile q ni se le ocurra pedir laburo en el INDEC…(da vinci y miguel angel…son un poroto al lado de los «dibujantes» del INDEK).
P.D:¿Cuánto periodista podrá exhibir conductas similares?…incluis a los de pagina12 tb???…pregunto nomas eh…=)
P.D2: hace unos meses ante la inevitable quiebra de alitalia…el gobierno italiano decidio estatizarla,pero previamente,se negocio con los sindicatos una reduccion de personal,baja de salarios etc…hay algo q el gobierno y los sindicattos italianos sabian,bajo ningun concepto,mas alla del cariño hacia la aerolinea de bandera tradicional,el salvataje de alitalia debia representar un lastre para el fisco italiano (y por ende para todos los ciudadanos de italia q con sus impuestos iban a hacerse cargo de una empresa quebrada)…pero ya sabemos, los tanos no son «nacional y popular» como nosotros…y bue.
Amigo, hay algo que Ud no entendió.Hay que leer bien, eh? O entrenarse como lector . Dice: «La consigna fue demostrar que los numeros de la empresa demostraban pérdidas. Pero, pero, resultó que no era asi, y para demostrar eso habia que – ejem – dibujar algunos guarismos y aplicar un poco de creatividad» O sea, le ayudo ; sale de las lineas del escrito que las pérdidas no eran tales, algo así como «las ganacias eran menores! Recordemos también que en los tiempos de las vacas gordas ( con perdón de Lilita)nunca se repartieron entre los trabajadores los superexcedentes.
Si se sintió afectado , quizás , por ser capitalista o periodista, le recomiendo que la subjetividad no le impida leer e interpretar como corresponde.
Saludos.
Pd1. No cite como ejemplo de nada a Berlusconi «Eran bellas jornadas, los hacían descender de los aéreos».Eso ya dice todo de él y de su economía.
Gracias Paola, pero creo que leandrito entendió bien, sólo que él hubiese tomado una decisión distinta a la de mi amigo.
Asi es, en la vida hay que tomar decisiones, y estas nos colocan de un lado o de otro. Mi amigo hace rato que hizo su elección, y trata – como puede, pobre – de ser lo mas coherente posible.
¡Qué boludo! dirían algunos, no ?
saludos
Udi:
El problema es que muchas veces el comportamiento colectivo genera un fenómeno contrario a nuestros propios intereses. Y eso se debe a dos motivos:
1)ignorancia y miedo: El miedo me hace dejar de consumir digamos el 20% en un mes, y ese mismo hecho, si es colectivo provocará que dentro de 3 mes DEBA dejar de consumir el 30% y así siguiendo. Y
2)Que me siento compelido ha hacer lo mismo que hacen todos, porque sinó tengo la sensación muy fuerte que seré el peor perjudicado.
Este fenómeno (retro-alimentación) se puede dar tanto en el socialismo como el capitalismo (ver la historia). El mejor ataque al problema es que el pueblo vuelva a ser el dueño del Estado (en todo el mundo más o menos usurpado). Con el Estado en poder del pueblo es más fácil orientar los comportamientos de la gente. Pero también es indispensable un pueblo muy instruido y culto.
Perdón, pero que tiene que ver con mi amigo ?
Perdón Udi, pero tengo la tendencia a no quedarme con un hecho anegdótico, sino de generailar en base a lo que pasa. No deja de ser interesante que haya personas que prefieren contradecir a «la patronal» antes que resignar principios. Pero no todos pueden hacerlo. Aplaudo a quien lo hace, pero puedo también mirar para otro lado cuando alguien se presta porque no le queda otra. Respecto a la patronal, supongo que es común querer socializar las pérdidas. El comportamiento de esta parte no lo puedo juzgar por falta de datos.
Me siento mucho más motivado por el hecho curioso y discutible que muchas actuamos contra nuestros intereses.
Paola:
También me siento intrigado del porque las empresas no participan de las ganancias a sus empleados (aunque está en alguna ley, o ¿propiciado en la CN?, no recuerdo). Uno podría pensar que cediendo a los empleados o trabajadores, digamos, algo que represente un 15% de sus sueldos, todo funcionaría mejor. Pero no debe ser asi porque no se aplica. Uno piensa que con un poco más de preocupación los empleados podrían mejorar el funcionamiento en ese plus, y todos contentos. Voy a buscar en Internet motivos.