«Control, control, control,control», sostiene la primera línea de mandatarios mundiales para defender las debilidades del sistema económico mundial luego de la caída de las hipotecas subprime en Estados Unidos.
Ante la cumbre del G20 esta idea, representada principalmente por Estados Unidos y Francia , predomina sobre la que exige una reforma de los mecanismos financieros, posición sostenida por Argentina,Brasil, India y Gran Bretaña.Sector que también apunta a mayores regulaciones pero que difiere en esto con el resto.
A la pulseada entre los dos proyectos habría que agregar la que también se esgrime a través del terreno discursivo y que llevó a la caída de la Ronda de Doha a principio del año: La liberización de los mercados. Problema que divide a los países en casi los mismos bandos.
Por un lado, la Union Europea, Estados Unidos y Brasil se encuentran a favor de una posible apertura ,y por otro, Argentina, India y China en contra. Ahora sólo resta saber cuál ganará aunque seguramente todo se resolverá en años y quizás decádas.
Mientras tanto, habrá que ver si los países desarrollados resuelven lo discursivo en los hechos porque una mayor liberalización también significa dejar entrar y salir a quién quiera hacerlo. Algo que estos países han ido criminalizado y obtruyendo a través de controles y muros que todavía no han resuelto uno de los grandes problemas del Mundo.
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