La bitácora de OMIX

No hay mucho para decir, recibí una nota, ajá y que de importante de ello: lo importante es el medio por el que el mensaje llegó.

Una paloma mensajera que entró por una ventanita que hay en algo que me hizo el techista en el tejado, que no sirve para nada pero lo «levanta».

La paloma se quedó ahí y el único que notó su presencia fué mi hijo más mimado: Sheldon, el gato que encontró mi hijo Leonardo y que nunca le habíamos permitido tener.

Sheldon saltó, como nunca por que es un vago y la Paloma voló y al rato regresó, y ahi entré a reñlojearla. Rato más tarde y después de observarla mucho me di cuenta que tenía un anillo y dije es la paloma que de pichón trajimos de la zona del Congreso, seguramente caida de un balcón o algo así y que una vez criada se la entregamos a un amigo que tiene un Palomar en la zona de Palomar.

Se dejó agarrar, mansita como si recordara los cuidados. Le saqué el papelito y la nota decía lo siguiente:

«Dice el hombre: No distraerse/ No gastar pólvora en chimangos/hoy el menú es el mellizo.»

Le mandé un mensaje de texto por el celular a mi amigo pidiendole más detalles por que el asunto no me quedaba claro y el me mandó un mail diciendo.

«Negro, estuve con el hombre, me dijo que teníamos que unificar el mensaje.»

«Que el conflicto es por todo y contra todos, pero un paso a la vez y cada golpe de a un adversario por vez»

«Por que en la batalla cultural la relación de fuerzas es… mejor dicho no es.»

Me confundió más el muy turro.

Al final lo llamé a la casa, me atendió recién después del segundo intento, me dijo que estaba tomando mate en la vereda y que había facturas, le dije «loco decime quién es el hombre y que me quisiste decir».

Me dijo: «tengo poco tiempo; el hombre me bajó linea; el mellizo está siendo utilizado por una corporación política que no sabe como disimular la derrota y espera que estos días dejar aclarado a que jugó desde un principio, que necesitaba que todos nos esforcemos en instalar esto, que quería ver mil modos distintos de decir lo mismo», y ahí  me aclaró quien era el hombre y después volvió a su mate y a sus facturas.

Mmmmmm y me dieron ganas de clavarme un pan de leche.