¿Lo de Nisman fue suicidio o asesinato? ¿Saberlo es relevante o no para el significado de la marcha? Finalmente, días después y luego de las especulaciones y explicaciones previas a la marcha del 18F, queda claro cuál es el resultado político-social de la marcha. Para descifrarlo, analicemos quiénes eran los convocantes, cuáles las causas que esgrimían para justificar la marcha, qué se dijo durante y después de la misma y qué pasó con los familiares de las víctimas del atentado contra la AMIA, repasando lo escrito en los medios sobre el tema.
1) Causas de la convocatoria.
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Guillermo Marijuan ratificó que la manifestación -que irá del Congreso a la Plaza de Mayo- buscará «rendir un homenaje» al fallecido fiscal del caso AMIA; aclaró que «no es una marcha contra nadie» y pidió que «sólo haya banderas argentinas»
«Dada la consternación y el dolor de todos los empleados, funcionarios y magistrados del Ministerio Público y Poder Judicial, y de toda la ciudadanía, queremos rendir un homenaje a nuestro compañero», afirmó Marijuan, quien ofició de vocero de los convocantes.
El portavoz de los fiscales pidió: «Que el silencio signifique la paz que necesitamos y que necesitan los investigadores para encontrar la verdad y el silencio que nos embarga a todos nosotros».
Carlos Stornelli: «El caso Nisman es el primero de estas características y podría no ser el último».
El gremialista (de judiciales, Pablo Julio Piumato) habló de «un antes y un después» por la muerte de Nisman. «Es de una gravedad institucional sin ningún precedente en la Argentina», soltó.
«Se cruzó un límite«, sostuvo Pleé. «Todos los fiscales del país están tomando la posta de Alberto Nisman. Será una homenaje de silencio», agregó.
2) Quiénes eran los convocantes.
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Organizadores denunciados. Raúl Plee y Germán Moldes fueron denunciados en reiteradas oportunidades por familiares de víctimas del atentado a la AMIA por «congelar» la investigación de los encubrimientos. «Todo el mundo tiene derecho a homenjear a quien quiera pero estos fiscales han sido reiteradamente denunciados por nosotros en la causa de la AMIA y por el encubrimeinto del atentado de la AMIA», dijo Diana Malamud, de Memoria Activa, y agregó: «Germán Moldes era el superior de Nisman en la causa y ninguno se presentaba a las audiencias. Era bochornoso, siempre fallaban a favor de sus acusados y lo denunciamos reiteradas veces».
También apuntó contra esos dos fiscales el periodista y presidente del CELS, Horacio Verbitsky, que también los denunció. «Tanto Plee como Moldes obstruyeron la investigación de los encubrimientos en la causa AMIA», aseguró Verbitsky en Página 12, y precisó: «En una nota dirigida en mayo de 2013 a Gils Carbó, Memoria Activa señaló ‘como desaprensiva’ la actuación de Plee, quien ‘no hizo nada durante tantos años para acelerar el trámite del expediente’. También reclamó ante la CIDH, porque los secretarios de la fiscalía no estaban presentes en las audiencias por el encubrimiento. Nisman les dijo que no contaban con la autorización de Moldes, a quien Hugo Anzorreguy designó en julio de 1994 fiscal ad hoc para el caso AMIA. Ya entonces, Moldes instaló la pista iraní sugerida por la CIA y el Mosad y adoptada con entusiasmo por la SIDE. Moldes fue quien mostró ante las cámaras de televisión un fragmento de la supuesta Trafic bomba, cuya existencia está más que en duda». En mayo de 2013, consignó el periodista, Memoria Activa denunció a Gils Carbó que Nisman, Moldes y Plee «no cumplían con el deber constitucional de promover la acción penal y defender los intereses de la sociedad».
Partidos que convocan. A pesar de que la ex esposa de Nisman, Sandra Arroyo Salgado, pidió que «no se siga politizando» la muerte del padre de sus hijas, los partidos políticos que se habían sumado a la marcha de fiscales opositores no retiraron su convocatoria y, por el contrario, redoblaron la apuesta. El presidente de la UCR, Ernesto Sanz, anunció que marchará «con militantes» del partido y trascendió que el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, convocó a sus intendentes bonaerenses para que le garanticen presencia en la movilización. También el PRO potenció su convocatoria, en especial a través de las redes sociales, y garantizará la presencia de sus principales figuras. Todos pidieron no asistir con «banderías políticas».
También participa Macri, acusado por Nisman. El jefe de gobierno porteño nombró como el primer jefe de la Policía Metropolitana al comisario retirado Jorge “Fino” Palacios, acusado por el fiscal en el expediente AMIA, que estaba muy cerca de ser procesado por varios delitos en el marco de esa causa: incumplimiento de los deberes de funcionario público, destrucción de prueba y omisión de actuar en la persecución y represión de delincuentes. Palacios, luego de renunicar, fue finalmente procesado en el marco de esa causa.
No fue el único procesamiento que sufrió el ex comisario. También ocurrió lo mismo en la causa por las escuchas telefónicas a Sergio Burstein, uno de los principales referentes de los familiares de las víctimas del atentado contra la mutual judía, en la que también fue procesado Macri.
Los datos llamativos surgen del propio accionar de los fiscales en distintas causas: Stornelli, a cargo del expediente Hotesur, también fue investigado por sus vínculos con la barra brava de Boca Juniors, club del que era jefe de seguridad.
Sáenz es apuntado por haber dictaminado a favor de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, además de por una escandalosa liberación de un acusado por narcotráfico. Está involucrado judicialmente en escuchas por tráfico de influencias con la Policía Bonaerense. Tuvo un rol central en una organización de lobbystas en el Poder Judicial relacionada con el Grupo Clarín, que pagó viajes a Miami para jueces que debían fallar sobre la constitucionalidad de la -finalmente constitucional- Ley de Medios.
Marijuan dejó en el letargo una de las causas más importantes por presunto lavado de dinero centrado en el testimonio del ex vicepresidente de JP Morgan, Hernán Arbizu y apuntó contra Gils Carbó hasta pedir su indagatoria.
Pleé fue denunciado en 2013 por el CELS y Memoria Activa por haber demorado la acusación contra los acusados de encubrimiento de la voladura de la AMIA, que deberían ir a juicio oral y público este año. Esta organización señaló no solo a Pleé, sino al fiscal de Cámara y otro impulsor del 18F, Germán Moldes.
El punto central del señalamiento contra los fiscales estaba relacionado a su conocimiento con el ex juez federal Juan José Galeano, primer instructor de la causa AMIA y quien fuera responsable del pago de los US$ 400.000 a Carlos Telleldín para inculpar en la pista a un grupo de policías bonaerenses como nexo local de la voladura.
En tanto, Pleé había sido desplazado a comienzos de la gestión de Gils Carbó al frente de la Unidad Fiscal antilavado, por tener magros resultados. En su lugar creó la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac), a cargo de Carlos Gonella.
Entre sus antecedentes, figura que, en 2013, seis organismos de Derechos Humanos, entre ellos las Abuelas de Plaza de Mayo, lo denunciaron por «mal desempeño» y lo acusaron de poner en riesgo los juicios por crímenes de lesa humanidad. Fue cuando Marijuan embistió contra los nombramientos para cubrir fiscalías que deberían abocarse al juzgamiento de represores.
Nota completa
Diana Malamud, integrante de la agrupación Memoria Activa habló con INFOnews y se manifestó “anonadada” por la convocatoria realizada por un grupo de fiscales a un mes de la muerte de Alberto Nisman. “No queda claro quien es la víctima”, señaló.
“No queda claro el motivo de la convocatoria porque si los que deben hacer justicia piden justicia; llama la atención”,
“A Plee y Moldes los denunciamos en 2013 y 2014, que hayan convocado a la marcha me dejó anonadada”, se sorprendió Malamud.
(…) el dirigente de la Asociación 18J Sobrevivientes, Familiares y Amigos de las Víctimas del Atentado a la AMIA Sergio Burstein criticó la convocatoria.
“Cuando veo quienes convocan, como el fiscal Moldes, que no sé cuánto tiempo cajoneó, demoró y que estuvo de acuerdo en el primer dictamen que hizo el juez Lijo respecto de Corach y los otros que estaban siendo investigados por encubrimiento al atentado a la AMIA y los dejó afuera de la causa por encubrimiento… Recuerdo las conversaciones con Alberto Nisman sobre Pleé. Nisman estaba sumamente preocupado por la demora del fiscal Pleé en el tema del encubrimiento del atentado a la AMIA que lo cajoneaba, no respondía y no avanzábamos. ¿Cómo no preocuparse?”, indicó Burstein.
3) Qué se dijo en la marcha. Porqué no fueron los familiares de AMIA.
Las voces del silencio.
Un rasgo llamativo de la marcha es que participaron los propietarios del edificio de la calle Pasteur 633 destruido por el atentado de 1994. Esos dirigentes de la DAIA y la AMIA firmaron un documento en el que piden la intervención de la Corte Suprema de Justicia, cuya actuación en la causa de la embajada de Israel no ha sido más brillante que la de la justicia federal en la del segundo atentado. Pero no asistieron los familiares de las víctimas del ataque terrorista, nucleados en tres organizaciones: Memoria Activa, APEMIA y 18J. Memoria Activa denunció el encubrimiento ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
El jueves, Memoria Activa difundió una declaración titulada “¿Qué silencia el 18F?” en la que afirma que el silencio y el encubrimiento no son novedosos en la causa AMIA. “Fue el silencio y la inacción de muchos a los que debemos el estado actual de la causa. Entre otros nos referimos a los convocantes de esta marcha: los fiscales Germán Moldes y Raúl Plee que con su accionar demoraron la causa encubrimiento defendiendo a los procesados en lugar de hacer su trabajo como fiscales y avanzar en las acusaciones. Memoria Activa denunció formalmente este accionar dilatorio y contrario a las funciones de un fiscal, desde el año 2013.”
Agrega que también convocaron a marchar en silencio la dirigencia de la AMIA y la DAIA. “Otra vez no nos sorprende. ¿Por qué no acompañarían en silencio. Si su vergonzoso comportamiento a lo largo de más de veinte años fue sostener a encubridores, y en silencio los desvíos de la investigación, consintiendo la impunidad?”
“¿Será que los convocantes la llaman marcha de silencio porque durante más de veinte años callaron (políticos, jueces, fiscales, dirigentes), mientras la investigación era presa de intereses espurios al servicio de inescrupulosos? Tenemos claro que la causa AMIA es una pieza en el juego de la política.”
“Frente a nuestras denuncias encontramos sólo silencio.”
4) Cómo se caracterizó después por la oposición.
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Es la política, estúpido.
La marcha encabezada por un grupo de fiscales mostró a una nueva derecha con capacidad electoral y de movilización callejera. Podría soldarse así la profunda fisura del sistema político fundado por una oligarquía incapaz de llegar al poder por medios democráticos y que ha debido colonizar para ello a los partidos populares. Esta nueva derecha constituiría un saludable estabilizador, al margen de los propósitos de los organizadores, como suele ocurrir en los grandes acontecimientos colectivos.
El hijo del historiador José Luis Romero escribió que los políticos asistieron a la marcha “vestidos de ciudadanos y mezclados con el resto”. Al hacerse cargo con su disimulo del discurso de la antipolítica ponen límites a la movida impulsada por Comodoro Py con generoso apoyo empresarial, del sindicalismo opositor y del Grupo Clarín, que el viernes consiguió un nuevo fallo para seguir sin adecuarse a la ley audiovisual. Así, el rol político que asume la justicia coincide con la despolitización de los políticos. Esto funciona para la exaltación emocional ante una muerte que se intenta presentar como un asesinato y endilgarselo al gobierno. El problema es que ni en las PASO ni en las elecciones generales los conmovidos manifestantes encontrarán boletas de TN ni de la exposa del fiscal Nisman, sino de esos políticos que no osan decir su nombre y que se disimulan entre el gentío. Sus alternativas pasan por perder, una vez más dispersos, o ganar con la unión que les reclama desde hace años el Grupo Clarín, y reproducir la catástrofe de la Alianza, que a duras penas alcanzó los dos años de gobierno.
Presidenciables opositores presentes en el 18F.
Los precandidatos a presidente por la oposición Mauricio Macri (PRO), Sergio Massa (Frente Renovador); Ernesto Sanz, Julio Cobos, Hermes Binner y Fernando Solanas (Frente Amplio UNEN), encabezaron la lista de políticos que participaron de la multitudinaria marcha del silencio por el esclarecimiento de la muerte del fiscal Alberto Nisman.
Por el macrismo, estuvieron los senadores Gabriela Michetti y Alfredo De Angelis, los diputados Laura Alonso, Sergio Bergman, Cornelia Schmidt-Lierman, los legisladores Juan Pablo Arenaza, Héctor Huici y la vicejefa de Gobierno, María Eugenia Vidal y el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, además de la ministra de Desarrollo Social porteña, Carolina Stanley.
También asistió la diputada de Unión por Todos (aliada del macrismo), Patricia Bullrich y dirigentes del partido de Graciela Ocaña. Por el radicalismo se sumaron legisladores nacionales y autoridades partidarias como los diputados Ricardo Gil Lavedra, Mario Negri y Manuel Garrido y los senadores José Cano, Luis Naidenoff, Mario Cimadevilla, Mario Negri, Gustavo Valdéz y el presidente de la UCR bonaerense, Miguel Bazze.
También marcharon el diputado Ricardo Alfonsín y los dirigentes Federico Storani, Patricia De Ferrari, Elba Roulet, Lilita Puig y Patricia De Ferrari.
La convocatoria a la marcha se fundamentó, tácitamente, en que la muerte del fiscal no fue voluntaria, de ahí el pedido de «justicia» y la marca nítidamente opositora de la misma.
Pero, ¿fue suicidio (inducido o voluntario) o asesinato?
Si fue homicidio, la marcha cobra un sentido de solicitud de justicia para encontrar al asesino y a quienes lo decidieron.
Si fue suicidio inducido, lo mismo, ya que habría que encontrar quien o quienes lo inducieron a suicidarse (aunque no existen antecedentes de este tipo de delitos en Argentina).
Y en caso de ser suicidio, hipótesis que trabaja la fiscalía aunque trata de descartar (lógicamente) todo tipo de posibilidades que la desestimen, la solicitud de justicia en la marcha carece de sentido, ya que el «culpable» del suicidio es el mismo Nisman, y la marcha del 18F habría sido un sinsentido.
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Veamos qué se sabe al respecto hasta ahora:
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La dificultad de probar el asesinato.
La carátula sobre lo que pasó el 18 de enero sigue siendo muerte dudosa, pero cada vez queda más claro la dificultad de probar que el fiscal no se suicidó y se enredan más las hipótesis sobre comandos, infiltrados iraníes y drogas que no dejan rastros.
A más de un mes de la muerte del fiscal Alberto Nisman, la fiscal Viviana Fein y la jueza Fabiana Palmaghini mantienen la calificación de muerte por causa dudosa. La impresión es que no van a modificarla hasta que no terminen una larga batería de medidas de prueba, a las que se sumarán las que van a pedir esta semana los peritos designados por la ex esposa de Nisman, la jueza Sandra Arroyo Salgado. El expediente ya incluye elementos decisivos que apuntan a la hipótesis del suicidio –la cercanía del disparo, la inexistencia de lesiones de defensa, la ausencia de rastros de pelea, que Nisman haya pedido prestada el arma– pero todavía quedan piezas sueltas en el rompecabezas. Y está claro que de todos modos Fein y Palmaghini tendrán que investigar si el fiscal tomó la decisión por sí mismo o si fue presionado, instigado, a quitarse la vida. Los que sostienen que a Nisman lo mataron, necesitan hacer un gran esfuerzo para explicar cómo se hizo: cómo alguien se pudo acercar tanto, dentro de un baño, para ejecutarlo de un solo tiro, con una pistola que él mismo pidió prestada. Es una hipótesis que debe ser trabajada y que, al menos hasta el momento, presenta obstáculos difíciles de sortear.
Quienes hablan de asesinato y los que hablan de suicidio tienen, desde el punto de vista criminalístico, un compromiso: deben decir cómo ocurrió. Es necesario que la explicación coincida con los elementos que hay en el expediente. La autopsia dice, por ejemplo, que le dispararon a menos de un centímetro. Ese dato surge de un trabajo hecho por forenses que no dependen del Poder Ejecutivo sino de la Corte Suprema de Justicia. Esos mismos médicos afirman que no hay lesiones defensivas en el cuerpo y que el disparo fue un par de centímetros por encima de la oreja. También surgió del Cuerpo Médico Forense la toxicología, que indica que Nisman estaba consciente cuando se produjo el disparo, que en su sangre sólo aparecieron pequeñas dosis de sedante y un trago de una bebida alcohólica que podría ser vodka.
Para quienes creen en el homicidio, Lagomarsino es una hipótesis casi natural.
Las objeciones a esta hipótesis son varias.
Existe un elemento adicional que no termina de encajar con la hipótesis de Lagomarsino. Si fuera cierto que Nisman le pidió la pistola prestada al informático –la versión de Lagomarsino–, no es menos cierto que también se la pidió a otra persona, su custodio Rubén Benítez. Para quienes abonan la teoría del suicidio, esto indica que era Nisman el que estaba a la búsqueda de un arma y que era su voluntad conseguir una pistola porque ya tenía tomada la decisión
Preguntas finales.
Para dejar claro el significado de la marcha de los fiscales del 18F, respondamos algunas preguntas:
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* ¿La Marcha de los Fiscales fue para homenajear a Nisman, reclamar justicia o presionar a (su colega) la fiscal Fein para que defina que fue asesinado?
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* ¿Si se dictamina que fue suicidio, no se habría hecho justicia? ¿Basado en qué premisas, pruebas o indicios?
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* ¿La marcha fue en homenaje a Nisman porque en 10 años no hizo nada por la AMIA o por su endeble acusación a CFK?
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* ¿La «marcha de los fiscales» fue para pedir justicia o en defensa propia para que la justicia no los alcance a ellos?
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Y, finalmente, para confirmar que se trató de otra marcha política opositora, convocada por opositores al gobierno, caracterizada como opositora y concurrida por opositores al gobierno, veamos lo que señala una encuesta realizada entre los asistentes a la misma.
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Entre otras cosas, la muestra dictamina lo siguiente:
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La mayoría de los asistentes a la marcha del 18F votará por Mauricio Macri en las presidenciales de octubre, que dos tercios de los concurrentes a la pasada manifestación vive en la Ciudad de Buenos Aires.
El jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, fue uno de los mayores propaladores de la manifestación que fue presentada como un homenaje al fallecido fiscal Alberto Nisman. También pareciera ser el dirigente político que más afinidad tiene con las personas que marcharon ocho días atrás. De hecho, el 59,13% de los encuestados por CEICS respondió que en ocho meses votará por el líder del PRO en las presidenciales. En las preferencias, muy por detrás, lo siguen Sergio Massa, un 12,17%; y Binner, poco más del 6 por ciento.» «Un 73% de los encuestados dijo ser propietarios de la vivienda donde residen. En tanto, uno de cada cuatro es inquilino.
Tal vez por ser una marcha convocada por fiscales, jueces y por dirigentes políticos, los abogados fueron la profesión más multitudinaria (12,5%) entre las miles (o cientos de miles) de personas que soportaron la lluvia.
Respecto a las causas que provocaron el deceso de Nisman, el 29,41% de los entrevistados piensa que fue la investigación del atentado a la AMIA. Una cuarta parte se inclinó por pensar que su muerte sucedió porque fue asesinado o inducido a suicidarse y el 18% cree que el fiscal fue asesinado por el kirchnerismo.