Inauguro mi participación en esta comunidad a través de un intento de caracterización de algunos de los sujetos que protagonizan las protestas del campo.
Por casualidad descubrimos el blog de Andy Tow quién propone un análisis de los cortes de ruta a nivel de departamento y basado en tres variables básicas: a) desigualdad en la distribución de la tierra (medida a través del índice de Gini); b) tamaño de las explotaciones.
Uno de los resultados principales a los que arriba es que los cortes de ruta se hallan asociados (de forma estadísticamente significativa) a una distribución igualitaria de la tierra (medida a través el índice de Gini). A su vez como el Gini se encuentra asociado al tamaño de la explotación, concluye que la protesta está protagonizada por los pequeños y medianos productores.
La sociología agraria ha debatido largamente sobre la utilidad de la superficie de una explotación como (principal) indicador válido para la construcción de tipologías de explotaciones. El concepto de “pequeño productor” lisa y llanamente, tiene un carácter ambiguo dado que no permite especificar de forma clara cuáles son los criterios sobre los cuales se construye. En efecto, un pequeño productor… ¿en función de qué? ¿Del tamaño de su explotación? ¿Del valor bruto de su producción? ¿De su inversión de capital y/ o de las posibilidades de reproducción de ese capital? ¿Del tipo, forma y cantidad de fuerza de trabajo que utiliza?
La consecuencia lógica de esta ambigüedad es se terminan asimilando bajo una misma categoría a fracciones sociales y agentes económicos sumamente diversos entre si: desde productores familiares pobres y “semi- proletarizados” (que se ven obligados a trabajar fuera del predio) hasta productores capitalizados que contratan personal. Pasando por productores tipo “farmer” altamente capitalizados pero con fuerza de trabajo familiar y muchas otras situaciones intermedias.
Para resumir: el hecho de tener explotaciones “pequeñas” y/ o “medianas” en términos de superficie no implican (por sí mismas y necesariamente) producciones “pequeñas” y “medianas”, y/ o inversiones de capital “pequeñas” o “medianas”, o un nivel de acumulación “bajo” o “medio”. De todas estas variables que faltan incorporar, nos centraremos en la “inversión de capital”.
En este breve trabajo nos referiremos solamente a cuatro provincias de la región pampeana: Entre Ríos, Buenos Aires, Córdoba y Santa Fé. Este recorte (que no está exento de problemas) tiene asidero en dos criterios que consideramos razonables: a) estas provincias parece ser las que concentran la mayor parte de los cortes de ruta; b) en tanto se trata de una región con una estructura agraria relativamente homogénea, es menos riesgoso trabajar con datos agregados que si se incorporaran al análisis otras regiones con estructuras más disimiles.
Una primera aproximación a este problema puede obtenerse a partir de los datos de existencia de maquinaria a nivel departamento, presentes en el Censo Nacional Agropecuario 2002…