El miércoles de la última semana se votó en el Congreso nacional la ley de fertilización asistida. La única fuerza política que se pronunció en contra del proyecto fue el PRO, la favorita del Partido Clarín.
La gramática a que acude el espacio vecinal que conduce el jefe de gobierno porteño Maurizio Macrì para sustentar su decisión es en extremo sencilla: sólo cabe que el Estado regule allí donde no se vean comprometidas la rentabilidad empresarial y la libertad de comercio; de lo contrario, debe abstenerse. Y las empresas de medicina prepaga no avalan la norma sancionada. De lo que se sigue que los derechos ciudadanos quedan sujetos a la capacidad que tengan o no las personas de adquirirlos según la dinámica oferta/demanda.
Ésa fue la epistemología que organizó el comportamiento de la política indistintamente y sin solución de continuidad entre el 10 de diciembre de 1983 y el 25 de mayo de 2003: el Estado como mera instancia de convalidación institucional de las decisiones del sector privado de la economía. El programa del PRO, entonces, es sencillo: devolver las cosas al instante anterior al estallido de 2001.
Cuando menos, habrá que agradecerles la sinceridad: el resto del arco parlamentario nacional se ha dedicado a ejecutar, aunque de manera vergonzante, conductas similares en situaciones por lejos más comprometidas y determinantes que la que incumbió los caprichos de las prepagas.
Una síntesis perfecta del significado de la expresión “fin de ciclo”, sobre lo cual indagó la presidenta CFK durante el festejo por los diez años del kirchnerismo en el poder.
Por fin alguien se decidió a contestarle. Enhorabuena. Más vale siempre la sinceridad ante todo.
Mamita, qué caraduras ¿Macri se abstiene en fertilización asistida y eso significa que quiere volver al 2001?
Lo cierto es que la fertilización asistida agrega un nuevo costo que deberán asumir distintas organizaciones ¿quién lo va a pagar?
Así de fácil, es un nuevo gasto, mayor costo… la verdad es que en un país como Argentina donde la atención médica deja mucho qué desear, donde los hospitales se caen a pedazos, donde los médicos y enfermeros ganan una miseria… sumar prestaciones es un chiste de mal gusto.
Si todo se lee desde tu perspectiva empequeñecedora, campeón, claro que suena a mucho. Pero cuando se usa un poquito la cabeza para indagar en el trazo ideológico que sustenta la decisión es evidente.
Todo tiene costo en la vida. Los gobiernos están para decir quién paga. Con Macrì queda claro.
Lo otro tiene cero qué ver con el punto acá discurrido. No ha lugar.
Y es cierto: se abstuvieron. Encima cobardes. Vota en contra si estás en contra, ¿qué es eso de abstenerse?
¿Perspectiva empeñecedora?
Mirá idiota, me parece que deberías salir un poco más a la calle, las cuestiones «ideológicas» excitan mucho a personas ociosas como vos que seguramente viven de un plan social y le roban el WiFi a un vecino.
Más allá de los planteos bioéticos (principal argumento de quienes se oponen a las prácticas de reproducción asistida) seguro que el costo el tema central, pero claro, para vos cuentan más las cuestiones vistas desde un punto de vista recreativo y parasitario, seguí peleándote con Macri, sos el perfecto pelotudo kirchnerista…
Si se quieren pelear de verdad planteen la Ley del Aborto, ahí vamos a ver quién es quién.
Tranqui, campeonazo: no te pongas nervioso. Además, esas cosas se dicen en la cara, ¿sabías?
qué te pasha laurenttish? estash nerviosho?
No veo ningun inconveniente etico. Este es un tema economico. Si el costo de estos tratamientos aumenta mucho los costos del resto de los afiliados a una prepaga, o si obliga a disminuir el resto de las prestaciones en una obra social sindical, (el «si»es porque no se si es el caso), va a ser evidente que tienen que darse cuenta que nada es gratis, todo tiene un costo y alguien lo paga. Es cuestion de números.
Pablo:
Podriamos ser un chiquitin más honestos, (y mucho ojito!!! estoy de acuerdo con la ley, y los argumentosde las prepagas, como su sistema en general me parece un choreo ¿Ok?).
Lo que no quita que la excusa Macrista no es distinta que la de Chiquito Bossio para negar el 82% a los jubilados.
Saludos