El repliegue debe ser ordenado.
Hay que conservar los espacios que consideremos necesarios y posibles.
No perdamos de vista que tenemos dos tareas simultáneas.
La gobernabilidad y la recreación de un espacio con contenidos nacionales y populares hacia las presidenciales del 2011.
Uno tiene que ver con el otro.
Si no profundizamos la gobernabilidad no tenemos chances para dentro de dos años.
Eso significa recrear las alianzas legislativas.
Si no recreamos una alternativa con nuestras banderas no estaremos en la discusión.
El peor enemigo puede ser el sectarismo o algún infantilismo de izquierda.
O el individualista salvese quien pueda.
O la culpa la tiene el otro.
O el tinellismo.
O convencernos de que somos un movimiento de centro.
Es decir, en términos estratégicos, aislados y atomizados, nos hacen pelota.
Concentremonos en un espacio común.