Un indio aymara masca coca mientras ve como el colectivo que lo lleva avanza entre los ruidosos autos eléctricos modelo 2020 con baterias made in Bolivia. Él junto a millones de compatriotas se dedican a trabajar en las fábricas que producen los nuevos aparatos en La Paz que ponen en práctica la idea del presidente estadounidense, Barack Obama, de pasar del uso de energías sucias a ecológicas.
Esta realidad ya no es muy difícil de imaginar si el presidente Evo Morales puede cumplir con su idea de convertir al país en un productor de baterías ecológicas para vehículos en reemplazo de las actuales que funcionan a base de petróleo.
Es que Bolivia, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), posee alrededor del 53% de litio del mundo en el Salar de Uyuni, departamento de Potosí. Mineral que se pretende utilizar para fabricar los vehículos del futuro y que en la actualidad se utiliza en pequeñas cantidades en estabilizadores, para la reacción en drogas y armas termonucleares, y en la elaboración celulares y otros artefactos electrónicos.
Sobre el tema, José Guillermo Tórrez, geólogo que participó en el descubrimiento del salar en 1975, considera desde el diario la Prensa de Bolivia: «En el futuro el litio será utilizado en la industria automotriz debido a que pesa mucho menos que el niquel, lo que permite conservar mayor energía, en mayor tiempo y además actuar a mayor distancia».
Este proceso, al que alude Tórrez, se ha ido acelerando desde la llegada de Barack Obama a la presidencia de Estados Unidos con su plan de salvataje a las automotrices en el que se apunta a promover el desarrollo de energías alternativas que no contaminen el ecosistema.
Y en Bolivia a través de Francia, que interviene con la empresa Bolloré, Corea Del Sur con Lg , y Japón con Mitsubishi y Sumitomo, que según el geólogo tienen avanzados los proyectos de fabricación de baterías electrónicas, debido a que han apresurado las negociaciones con La Paz para obtener el manejo del litio.
Aunque el Gobierno boliviano ya ha puesto límites a la explotación del mineral. Su objetivo es que el país produzca baterías y no sólo exporte la materia prima, tal lo ha afirmado el director de Minería, Freddy Beltrán, a la agencia EFE.
Una tarea dura si se tiene en cuenta que el Estado no posee los recursos e infractuctura necesarios para poner en práctica esta idea. Es por eso que Morales se encuentra negociando con las empresas extranjeras para crear un sistema mixto que genere una nueva industria que será importante de acá a diez años, como se perfila en el Mundo.
Además, habrá que ver como Morales hace sostenible en el tiempo la inversión de las multinacionales en un país que vive con un alto grado de polarización política y con antecedentes de revueltas populares ante el saqueo de recursos naturales.
Un buen signo para despejar las dudas ha sido el dado por el ministro de Minería boliviano al aclarar que todos los contratos a largo plazo y con grandes inyecciones de dinero serán puestos bajo garantías de seguridad. Una es que el Congreso apruebe los acuerdos mediante leyes para comprometer la fe del Estado, ha remarcado Beltrán a los medios.
Estos acuerdos son fundamentales también para desalentar una posible intervención de la IV Cuarta Flota estadounidense, que desde el año pasado fue establecida en los mares latinoamericanos luego de décadas de ausencia, a través del apoyo de países extranjeros que impongan un freno a la primera potencia para defender los intereses de sus empresas.
Al igual que lo será que beneficien a los bolivianos a través de empleos directos e indirectos que mejoren el nivel social del país para traer estabilidad al Estado. Premisa que, quizás, haga que en un futuro más de la mitad de los autos del mundo tengan baterías Made in Bolivia.
¡Bravo Bolivia! Esperemos que Evo se les pueda plantar a las multis y sacar ventajas para su pueblo. La historia del saquo en Bolivia es catastrófica.