Ni chori ni pan dulce

Fueron años calentitos 2007 y 2008. Años de politización creciente, de debates, discusiones, alguna pelea incluso. Años en que (personalmente) banqué las posturas oficiales contra viento y marea. Hasta las más difíciles de defender, contra el consenso casi mayoritario, como el tren bala, o los «retoques» del IPC. Recibí algún que otro agravio, como es lógico pensar que sucederá cuando se habla de política.

Discusiones en las que alterné contrincantes (y encontré más de estos que aliados, por cierto, debido a una deficiente ubicuidad congénita). Familiares (directos y políticos), amigos, parejas de amigos, amigos de amigos, compañeros de trabajo, compañeros de «blogs», jefes.

Resulta que, para fin de 2008, el Gobierno (al que defendí y defiendo todavía, sin reparar en daños para mi vida social), decide premiar a una parte importante de mis contrincantes, con una suma de entre 6 y 10 lucas (por el fin de la «tablita»). Resulta que ni así han conseguido que los muchachos y muchachas dejen de referirse a la Presidenta como la «conchuda» (palabra que no recula ni siquiera en la boca de las más refinadas señoras).

Y para mí, nada. Y yo me conformaba con 200 mangos nada más, 2 gambas apenas.

Mientras camino los pasillos del laburo siento cada tanto que algunos jefes me miran con gesto socarrón, y hasta groseramente se me ríen. Comentan que se van a gastar las 10 luquitas en unas merecidas vacaciones al Caribe o a Brasil (para Europa no da todavía, «esto no es la convertibilidad»). Gracias, por supuesto, al regalito de la «conchuda».

Yo soy más fiel que un perro, así que no me voy. Pero me están debiendo una. A mí y a varios compañeros y familiares que, sin estar del todo convencidos en algunos casos (no es por presumir pero sé que algunas de las razones expuestas en las mencionadas discusiones volcaron más de una decisión), votaron a Cristina.

No se olviden: nos están debiendo una.

PD: una mención especial a más de un ganso que, ante la ausencia de argumentos eficaces para dar discusión, me acusaron de que «cobraba» por hablar bien del Gobierno. Y ahora resulta que les pagan por hablar mal.

8 comentarios en «Ni chori ni pan dulce»

  1. La vida es así Mariano, si quiere le faxeo la papeleta de cuál mes es el que voy a cobrar la semana que viene (pista: es anterior a Diciembre y no posterior a febrero).

    Por demás, es cuestión de ubicuidad, a mí me tocó mejor que a usté, pero ahora pa los fines de año, que voy a una localidad del interior de la PBA, bien forrada de soja, me llevo un garrote para lidiar con la parentela (o con la curva del precio de la soja y reírme dellos a mis anchas)

    Felicidades, no queda otra que el chori

  2. Te endiendo Mariano, ya te van a pagar el favor. Yo me di cuenta antes y me hice el republicano cuando la designaron a Kris (en serio que papelon…), además ya no me bancaba las puteadas de cuando lo defendía a Néstor.
    Por otro lado, me quedé con la entreda que hiciste de petroleó y te quería preguntar de donde puedo sacar información de política petrolera en otros países, en especial como se fomenta la inversión én petroleo y petroquímica.
    saludos

  3. Agustincho: la verdad que no sé. De acá, de Argentina, tenés la revista del IAPG, Petrotecnia. Y la información oficial, del Ministerio de Planificación, Secretaría de Energía.
    Perdón, pero lo que supe de Brasil, lo supe a través de Ieco, Cash, etc.
    Un abrazo.

  4. Mariano: yo lo leo siempre! Y he recomendado ampliamente via mailing varios post.

    Levante el ánimo viejo, y no venga -a lo perrito mojado- con eso de ‘cada tanto’

  5. Bueno, Sirinivasa. Yo lo decía por usted y Faco, nada más, que rara vez comentan. Usted, particularmente, hacía rato que no me dejaba comentario. Pero no estaba llorando tampoco.
    Muchas gracias.
    Un abrazo.

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