Se puede ser jefe de gobierno saltando baches y maquillando calles, sonriendo mucho (sonrisa bien blanca) y haciendo promesas que se lleva el viento o que no se cumplen porque siempre hay un gobierno nacional a quien culpar. Se puede hacer gestión, sin ejecutar el presupuesto de viviendas, sin depositar las cargas sociales de los trabajadores, recortando la educación pública y aumentando a los subsidios a los colegios privados. Se puede seguir gestionando a pesar de estar procesado por aplicar el poder del estado para crear una oficina de inteligencia paralela y hasta se puede uno casar e irse de vacaciones si quiere. Se puede seguir ejerciendo el cargo mientras las escuelas están tomadas y se caen a pedazos eso de poco importa ante los 36.000 árboles podados o las bicisendas. Se puede prometer 10 Km. de vías por año e inaugurar estaciones que se construyeron en otra gestión y se puede siempre que se quiera crear unidades de choque con nombre exóticos (Unidad de Control de espacios Públicos) para atacar a los que menos tienen en lugar de ayudarlos. Se pude reclamar armamento y mas efectivos para estos actos y se puede, siempre que se quiera, boicotear el Bicentenario o cerrar capacitaciones de literatura infantil y hasta se puede “tilinguizar” en Colon con tal de tener algo que mostrar a los medios. Se puede hacer oídos sordos a las quejas, a los reclamos y pulular de programa en programa haciendo gala de una falta de formación y conocimiento llamativos para un jefe de gobierno y ¿futuro candidato a la presidencia? Se puede ser un imberbe que salta de tema en tema, tirando frases y números como si estuviera en una charla de café y no en el ejercicio de una envestidura política. Se puede uno cansar de tirar piedras y asustar al ciudadano medio con proclamas como la “invasión de los inmigrantes” y hasta pude uno echarle la culpa de todo o casi todo a la falta de “humildad” de sus oponentes políticos y es que son muchos los palos en la rueda. Puede uno parcializar la inmigración en Perú, Paraguay y Bolivia y olvidarse de Brasil, Chile y Uruguay (no nos metamos con los turistas, ni con los blancos) y es que en el fondo se puede querer ser un “emperador desnudo” cual Sarkozy de Sudamérica y es que poco tiene que envidiarle Awada a Carla Bruni pero Mauri daría medio brazo para tener apellido francés y no de “Tano” de inmigración Sarmientina pero lamentablemente, para el claro, no es así. Se pude querer dar giros igualitarios como el matrimonio y se puede también arrepentirse cuando uno habla con su vicario amigo después de todo el camino al infierno esta empedrado de buenas intenciones pero Señores lo que no se puede y no se debe bajo ningún concepto es pensar que esta serie de acontecimientos son producto de la ineptitud o de la incapacidad de una persona o de un partido; eso seria subestimarlos y darles el crédito de la idiotez. Lamentablemente no son idiotas sino que ejercen un pensamiento sustentando en sus creencias, en un modelo que mamaron de chicos y que creen bueno. Ven con buenos ojos la represión (siempre que esta contemple a los que menos tienen como objeto), ven con buenos ojos el desfinanciamiento y el vació del estado, ven con buenos ojos la caída de la educación publica, ven con buenos ojos que se acreciente la brecha social, ven con buenos ojos los barrios exclusivos y las cámaras de seguridad, ven con agrado el crédito internacional a alto interés. Nada de esto es casualidad y como dice la canción (por suerte no en su deteriorada performance de Queen) Yo quería que nos pasar y vos… lo dejaste pasar.