En el 74, ese 1ro de julio, fue un dolor como si fuera mi padre.
Viajamos en tren todo ocupado con los compañeros hacia la Capital.
Una cola de tres días bajo la lluvia para verlo en el Congreso unos segundos que fueron para siempre.
Un gran vacío.
La primera vez que veía que a un muerto se lo despedía con un un grito: Perón, Perón y con aplausos.
Otra primera vez que inaugura el peronismo.
Ese peronismo creador de símbolos.
El de los despreciados bombos que luego, años mas tarde se generalizaron.
Ese peronismo del beso y del abrazo que luego se extendieron hacia otras fronteras políticas.
Ese peronismo de la militancia noble, descamisado.
Ese peronismo que sentí recuperado el 25 de mayo del 2003. Y así fue.
Pero hoy no te vayas, Juan Perón. Quédate con nosotros unos minutos.
El agua está lista para unos mates, amigo, jefe, padre.
Hoy te necesito en la intimidad de mis silencios.
No te vayas hoy ,PERON…Hermosoo…cumpaaa…gracias muchas graciass…!!!
Siempre está llegando, como Pichuco. Será ahora envuelto en un futuro de overoles, para empezar de nuevo, como sugiere el post CON MOYANO. Salud, compañero.
gracias victoria y monogaatica.
Abrazo