Las encuestas dicen que gana Obama. Las encuestas a veces se equivocan. No importa. Pongamos que gana Obama ¿Y?
Millones de argentinos peronistas se abrazaron a Menem en 1989 creyendo que así escapaban del liberalismo alfonsinista. Y después fue inmensamente peor. Un peronista se transformó en el liberal más siniestro que se recuerde en la Argentina desde los tiempos de Mitre y de Sarmiento. Menem lo hizo. Y (al país) lo hizo mierda. De la Rua, después, completó la tarea liberal.
Millones de peruanos creyeron ponerse a salvo del liberalismo cavernícola de Mario Vargas Llosa y terminaron acunados en brazos del feroz entreguista Alberto Fujimori, quien terminó siendo un verdadero profesor de liberalismo para el académico escribidor de La Tía Julia.
Muchos chilenos, aunque no tantos en cantidad como en los anteriores ejemplos, creyeron que la bendita Concertación centroizquierdista (?) los sacaría del futuro liberal enraizado en la UDI. Pues no. Entre Frei, Lagos y Bachelet le han hecho pito catalán a aquellos sueños.
¿Qué no decir de nuestro amigo Tabaré? Si el general Líber Seregni resucitara unos cinco minutos, se suicidaría ipso facto ante tanta traición liberal dentro de su glorioso Frente Amplio ¿Qué no haría Zelmar Michelini?
Los ejemplos sobran. Pero en Estados Unidos las cosas son distintas. Los demócratas parecen siempre ser los buenos. Y los republicanos, los que te corren con el palo. No es tan así. Kennedy sepultó por décadas el sueño (no ya el soberano) pero si el integrador de los cubanos. Y era demócrata. Carter y Clinton no movieron un centímetro el fiel de la balanza que deposita a Latinoamérica siempre en el patio del patio de atrás del patio de atrás.
En una palabra: no le creo, por ahora, señor Obama. Si usted gana, eso sí, veré con una pizca de discreto entusiasmo que en su país de racistas y enorme cantidad de mala gente (Reagan, Kissinger, los Bush, el mismo Kennedy) se abrió un minúsculo espacio para que aquel sueño de Martin Luther King (asesinado hace justo 40 años) acaso comience a concretarse con usted en la presidencia. Pero sólo acaso. Veremos lo que usted hace. El mundo lo verá.
Ahora, me alegrará que un negro sea presidente de un país racista. Como me alegré con Mandela en Sudáfrica. No creo, le soy sincero, que mi alegría vaya mucho más allá. Lo digo luego de haber escuchado la traducción de sus discursos.
Dicen que en el sur de su país, en Atlanta (Georgia), por ejemplo, los veteranos del Ku Klux Klan no están tan afligidos. Dicen también que en Harlem y en el sector negro del Bronx, a usted no lo llaman brother. Nosotros (o yo) desde el patio del patio del patio de atrás, tomamos nota de eso.
Esto me recuerda a un breve instante de la película que conocimos aquí en 1992 con el título de «Por encima de todo», realmente llamada «Love Field», igual que el aeropuerto de la ciudad de Dallas, donde J.F.K fue asesinado en 1963. Allí, una muy joven Michelle Pfeiffer, metida a redentora social, reprende al actor negro Dennis Haysbert (en la trama, un humilde trabajador) cuando este le dice que respeta a aquel novel presidente (el diálogo se da un día antes del magnicidio) pero que no espera «nada de él». Entonces Pfeiffer le dice si puede llamarlo «presuntuoso», a lo que Haysbert responde «sí, cómo no…».
Bueno. Respeto a Barack Obama. Pero no espero nada de él. Si gana (cosa probable) muchos racistas resoplarán con encono. Otros no tanto, como si anticipasen en él a un nuevo Menem, a un Fujimori, a un Frei, a un Tabaré, esto es, a un supuesto «enemigo» que hará los deberes más aplicadamente que un hombre del propio riñón. O del mismo color.
Después de todo, Estados Unidos sigue siendo el país de las oportunidades ¿Por qué no dársela a uno de ellos, para que nos haga el trabajo, acaso con más éxito y con un mínimo costo, mientras el mundo celebra lo derechos y humanos que somos? Y si fracasa. Bueno, será otro «negro, bueno para nada, y deberá pagar el gasto de su smoking prestado».
Como si lo hubiese ideado Kissinger.
Si bien se opuso desde siempre a la Invasión a Irak por la lógica que llevó a ella (obama dixit) también dijo que no le temblaría el pulso para invadir a Iran si es que desarrolla armas químicas.
Sobre Chávez dijo que es una amenaza manejable (lo cual interpreté como un cuidadoso guiño ante la atenta y poderosa mirada del lobby anticastrista de Miami).
Que en medio de la campaña muestre signos de moderación un candidato a Presidente siempre es valorable (y más después de 8 años de Bush).
Pero si, además, ese candidato es negro, su segundo nombre es Hussein y por sus venas corre sangre musulmana no me queda otra que apoyarlo no ya porque sea la salvación de la humanidad, sino porque significa un paso adelante.
Nada más y nada menos que un paso adelante.
Ni es un paso adelante en lo militar, ni en lo económico, ni en la democratización de los grandes medios de prensa (que han sido sospechosamente benignos con él), sino en el campo cultural.
Aunque a nosotros siempre nos domina la duda, quiero creer que los americanos están dando un paso hacia la tolerancia racial y religiosa. Es por eso que, si se confirma la victoria, brindaré por este pequeño gran paso que da la mayor potencia militar y económica existente.
Mono:
ya que das clase de racismo y de buena gente desde las pampas y que andas tomando nota.
Anota las veces que se les dice negros o putos a bolivianos y paraguayos en las populares de las canchas argentinas.
Anota esta pregunta: por que no sabemos nada de los esclavos negros que fueron traidos a Argentina y que lucharon por nuestra independencia?
Toma nota de las veces que en tu familia alguien dijo: «no, aca en Argentina no hay negros»
Apunta las veces que alguien hizo la distincion entre «negro de piel» y «negro de alma».
Despues, si queres, discutimos racismo en Estados Unidos. Discutimos linchamientos y ninguneo del voto. Pero lo discutimos sin esa superioridad moral que emana de tu post, que me resulta un poco parroquial y sermoneadora.
Saludos
Walt Whitman
Estoy a diez cuadras de Harlem y por aca LO AMAN… escucho mal Mono.
Encantado, Walt Whitman. Parece que usted es nuevo en este foro, así que, bienvenido. Es la primera vez que me ocupo del racismo en un lugar que no es Latinoamérica. Puede leer todos mis posts, y creo que el 90 por ciento están destinados a desnudar a los racistas de este lado del Rio Grande. Mire, tómese el trabajo, y lea mi post «Sarmiento racista» y verá que se equivocó de interlocutor. Coincido con usted que en la Argentina hay racismo, pero se trata de discriminación social. Es cierto lo que usted dice, cómo no va a ser cierto, que aquí se discrimina a paraguayos, bolivianos, etc. Le reitero, créame, mi estupor por sus palabras, ya que en este foro fui acusado de todo lo contrario de lo que usted me endilga. Mire, Whitman, hace 48 horas escribí un post con el título «Cómo ganarse a los ‘negros de mierda’, y está dirigido a políticos y ciudadanos que pronuncian esa frase diariamente. Así que, no dio con la persona indicada.
Ahora, sólo una pregunta, su nick me remite a un eminente poeta estadounidense, obviamente. No es un nick muy tierra adentro el suyo. Y además, usted parece haberse preocupado por el racismo, sólo cuando se lo citó en USA. No vi nada suyo aquí sobre el exterminio de indios, explotación de gauchos y negros, etc ¿Me equivoco? Si es así, bienvenido a la patria nacional y popular.
PD I En mi familia nadie dijo nunca la frase que usted sugiere. Pero al lado de casa sí.
PD II A Ramiro: Usted está a diez cuadras de Harlem. Bueno, diez cuadras es mucho. En Buenos Aires, a diez cuadras del corazón de la alta burguesía porteña, esquina de Arroyo y Suipacha, está ubicada la villa 31. No son más de diez cuadras, se lo juro. Así que, le sugiero que se acerque un poco más, allí en Nueva York. Se llevará una sorpresa.
Y yo agregaría -si no lo ha hecho alguien ya- que los demócratas Kennedy y Johnson empezaron la guerra de Vietnam.
«Dicen que en el sur de su país, en Atlanta (Georgia), por ejemplo, los veteranos del Ku Klux Klan no están tan afligidos. Dicen también que en Harlem y en el sector negro del Bronx, a usted no lo llaman brother.»
Podrías, por favor, proveer alguna evidencia de esto que «dicen»?
Estoy buscando los resultados por sección, para ver Harlem específicamente, pero no los encuentro. En Manhattan Obama sacó el 85% y en el bronx el 88%. Mi estimación es que Obama tuvo al menos el 85% de los votos en Harlem. Como evidencia anecdótica, estuve anoche en el medio de Harlem y me pareció que los miles de personas que estaban en la calle festejando lo apoyaban bastante. Los datos de encuestas a boca de urna dicen que en todo el país el 96% de los negros y el 68% de los latinos votaron a Obama (y el 44% de los blancos) (http://redbluerichpoor.com/blog/?p=206). Podrías decir que esa gente se equivoca en confiar en Obama (cosa que sabremos después de que sea presidente, no antes), pero no que no lo han apoyado. Por otra parte, en el caso de Georgia, las encuestas previas le daban a Obama 99-1 entre negros y 28-70 entre blancos (http://www.dagblog.com/politics/shocker-obama-wins-georgia). Así que vendría bien que aclararas quienes «dicen».
Abrazo!
Estimado d;
Los negros norteamericanos no llaman «brother» a quienes se han criado según los conceptos, la ideología y las costumbres blancas, como Obama, que fue conducido, aconsejado y «moralizado» por su abuela blanca. El mismo dijo que su abuela no viajaba con negros en el autobús. Creo que el presidente superó todo eso, es obvio. Pero no es un «brother» y nunca lo será. A mí, realmente, me da lo mismo.
Respecto de los racistas del sur, también es obvio que no descorcharon con champagne. Lo que digo y dicen es que ellos saben (más que nadie) que ningún negro llega a la presidencia de USA si no tiene el aval de los WASP (blanco, anglosajón, protestante), esto es, que si el presidente es un negro, pasó por todos los controles «de calidad» que los WASP interponen cuando los candidatos se lanzan a la carrera presidencial ¿O cree que son giles? Si no fuera así, Luther King no hubiese sido asesinado, o Jesse Jackson ya hubiera sido presidente. No se trata sólo de ser negro. No se si me entiende.
Quizás esta frase del ex campeón mundial de boxeo peso pesado, Larry Holmes, negro de toda negritud, le pueda explicar mejor. Holmes dijo una vez: «Yo era negro, pero ya no lo soy. Yo era negro cuando era pobre». Y Obama jamás fue pobre… Los negros del ghetto desconfían siempre de los negros encorbatados. Pueden ser peor que Mc Cain. Igualmente, no es un juicio de valor hoy por hoy. Dejemos que el hombre haga lo que tiene que hacer y después veremos. Por de pronto, Obama es estadounidense. No lo olvide. Y los yanquis no tienen amigos, sólo socios de ocasión. Tampoco tienen ideales, sino intereses ¿Qué los negros estadounidenses no son así? Bueno. Esperemos.
Mono,
gracias por la respuesta. Creo que es un poco más complejo que como lo ves.
El dilema que planteas no tiene solución. Un candidato como Jesse Jackson no podía ganar con una agenda negra porque los negros son una minoría y al presidente lo vota todo el país. Aún juntando a todas las minorías no-blancas, llegas al 30% de la población nacional. Obama se presentó como un candidato con una agenda más amplia y tuvo éxito en salirse del modelo Jesse Jackson. Es así, el presidente tiene que conseguir mayoría electoral y gobernar todo el país. Seguramente un activista local que precisa sólo los votos de la mayoría negra de su distrito va a ser más fiel a los intereses de ese grupo. Así que si Obama no responde directamente a los intereses de la minoría es algo inherente a la estructura de una elección presidencial (en USA, en Argentina, o en cualquier sistema electoral). Teniendo en cuenta esto, la pregunta importante es qué coalición de votantes formó Obama, y cómo se compara con las otras coaliciones posibles (en especial el ultra-religioso eje Bush/Palin que viene gobernando hace 8 años, con resultados terribles para los más pobres y sectores de la clase media).
Aún así, como te decía, a Obama lo votaron el 96% de los negros. Es el único dato duro que tenemos, con corbata o sin corbata. Ojo, es sólo 10 puntos más que el voto habitualmente demócrata de los afroamericanos en USA (aún con candidatos blancos). Pero me dio la impresión de que había más alegría y expectativa en Harlem que si hubiera ganado Kerry, por ejemplo.
En tu último párrafo, me parece equivocado tener una visión medio demoniaca de los yanquis. Estamos hablando de política interna, no exterior, en la que seguramente estaríamos más de acuerdo. Hecha esa salvedad, qué es eso de que los yanquis no tienen amigos, si no socios, y que no tienen ideales, sino intereses? En que son distintos los argentinos o la gente de otros países? En la política hay todo en diversas proporciones, ideales, intereses, socios y amigos. Por qué debemos asumir que la política en EEUU debe ser analizada partiendo del supuesto de que los políticos yanquis son una especie de seres malignos, o más malignos que el resto? Acaso otros presidentes/políticos del mundo no tienen socios e intereses? (de nuevo aclaro, no estoy discutiendo política exterior aquí — ni estoy planteando que Obama es lo más, sólo discutiendo este punto en particular). Abrazo
Bueno, d: Estados Unidos es ni más ni menos que el imperio actual, como antes lo fue Inglaterra. Pese a sus traspiés económicos de hoy, es el imperio. No hace mucho tiempo arrasó un país entero y dejó miles de muertos sólo porque acaso habría allí armas químicas. Después pidió disculpas. Sólo después. El gobierno yanqui que hizo semejante atrocidad fue reelegido por la mayoría de la población, que ahora le endilga el desastre económico, pero lo acompañó en su loca carrera de guerra. No soy necio y sé que en USA hay gente rescatable ¿Pero cuánta? Ahí está el asunto. Los ricos son insaciables, la clase media es más caníbal que la nuestra y los trabajadores son como Simpson, una mezcla de analfabetismo y soberbia francamente insoportable. Está también la intelligentzia y los artistas, que, como aquí, no mueven el amperímetro. Estados Unidos ha destruído millones de vidas en América Latina desde tiempos inmemoriales. Con solo leer los documentos desclasificados del Depto. de Estado basta saber qué piensan ellos de nosotros: que somos basura. Yo, como mínimo, pienso lo mismo de ellos, con las mínimas excepciones del caso.
PD Siempre adoraré a Muhammad Ali, a Marilyn Monroe y a Robert De Niro.
Saludos
Mono, no me voy a poner a defender a USA, justamente. Sólo quiero decirte que creo que es un país y una sociedad mucho más compleja que lo que decís. Me da la impresión por tus palabras, aunque no quiero prejuzgar, que no conocés lo suficiente el país, ni haz hecho el esfuerzo de entender de qué se trata para poder analizarlo. No tenés por qué hacerlo y de hecho es muy difícil precisamente por esa complejidad. Es un error reducir una sociedad de 300 millones de personas (incluyendo 100 millones de minorías étnicas) a una caricatura de la TV. Es parecido a lo que muchas veces ha hecho el Departamento de Estado con otras sociedades, y copiar esa conducta no creo que sea una buena idea, al menos para poder analizarlos correctamente. Si uno empieza por pensar que son casi todos una basura, te va a ser muy difícil hacer un análisis más o menos profundo sobre los procesos políticos y sociales de ese país (como por ejemplo el triunfo de Obama). No digo que dejes de pensar que son casi todos una basura, sólo que el análisis que de ello resulte va a contener demasiados errores producto de ese juicio.
Abrazo