Pensar el procesamiento de Macri como un operación Kirchnerista cuyos fines macabros son destruirlo y dejarlo fuera de la carrera presidencial es quizás un argumento débil frente a los datos empíricos de la causa y sin sentido analizándolo desde lo político.
Por un lado, resulta difícil tratar de explicar que conexión tiene Néstor con el agente que se encargaba de la seguridad en Boca. Más difícil resulta que sea culpable de la designación de un agente de la SIDE, intimo del “Fino” Palacios, en el Ministerio de Educación Porteño con un sueldo de $6000. Ni hablar de la utilizar la estructura institucional del Estado para espiar a Leonardo, el cuñado de Macri.
Sin embargo, existen argumentos todavía más validos para pensar que los K no están detrás del juicio y es que el líder del Pro es una fuerza política que representa a la derecha y al neoliberalismo de los ’90. Es decir, es la expresión máxima de aquello que el matrimonio presidencial se quiere diferenciar.
Una de las estrategias más fuertes del oficialismo es poner en agenda temas controvertidos que no admiten grises: es lo que pasó con la nacionalización de los fondos jubilatorios (AFJP), con la Asignación Universal de Hijos, con la retenciones, Aerolíneas, La ley de Servicios Audiovisuales, etc, etc, etc. En todos estos tema se impone desde el gobierno la discusión sobre cuál debe ser el rol del Estado, si social o empresarial. Gracias a esta dicotomía, el gobierno fue adquiriendo pasajeros adherentes a los proyectos particulares y provocando algunos quiebres en los bloques opositores.
Han resultado mucho más peligroso para el Kirchnerismo aquellos que generan desconciertos en la opinión pública y ponen en segundo plano esta discusión estructural que quienes la enfrentan directamente. Sacando al colombiano De Narvaez por no tener aval legal para presentarse como presidente, una de las máximas exponentes en generar confusión es la líder de la Coalición Cívica Elisa Carrió, quién, sospechosamente sensible por la situación de los jubilados, promueve la legítima suba del mínimo al 82% móvil.
En lo que refiere a este proyecto, se podría pensar que Carrió defiende los intereses de los argentinos, sin embargo, la diputada nacional también propone sacar retenciones al sorgo, al maíz y al trigo y bajar un 25% la recaudación de la soja, principal fuente de enriquecimiento del país. Además propone quitar el impuesto al cheque y otras medidas que desfinanciaría al Estado, no ya al gobierno sino al Estado argentino.
Macri, en cambio, trasladó el modelo empresarial al gobierno de la ciudad con gran cantidad de secretarios y gerentes de sus empresas y tiene una forma de hacer política un poco más transparente. Si bien se esconde en el político “con buena onda”, su gestión es muestra constante de su proyecto de país. Para ir a los ejemplos, el mismo gobierno que realizó escuchas ilegales a dirigentes de la oposición, a su cuñado y a muchos otros, tenía la Unidad de Control del Espacio Público (UCEP) que funcionaba como un grupo parapolicial que intimaba y golpeaba a hombres, mujeres y niños que viven en la calle. También, la gestión redujo el porcentaje del presupuesto a la educación, al asistencialismo y los hospitales se caen a pedazos.
Fue el mismo PRO quien designó por unos días a Abel Posse al frente del ministerio de educación, un defensor acérrimo de la dictadura militar, de criminalizar la cultura popular del rock y de decir sin titubeos “reprimir es obligación del Estado”. Esto parece particularmente contradictorio a algunos punto del actuar gobierno nacional.
El Kirchnerismo es mucho menos progresista de lo que dicen ser, claros son los ejemplos en la minería, los glaciares, en el engrosamiento del patrimonio, de importar ferrocarriles en vez de reactivar la industria, etc.
Sin embargo, frente a un candidato que es claramente de derecha, el oficialismo se transforma mágicamente en la opción progresista. Es por esto que el procesamiento de Macri es más perjudicial para el Kirchnerismo de lo que se piensa. Muchos de los hoy anti-K, no dudarían en votar al matrimonio si lo que hay en la vereda de enfrente es el modelo neoliberal de los ’90 con el empresario Mauricio Macri a la cabeza.
Fino Palacios dijo «a James lo recomendé yo». Eso, solamente, alcanza para que esté justificado el procesamiento, no la condena, pero todavía no está condenado.
¿Habrá sido Kirchner, también, el que reomendó a la esposa de Larreta asociarse a la de Ciro James en sus negocios personales?
Se cae sola la argumentación de que detrás de todo esto está Kirchner. Cualquier candidato que se caiga perjudica las necesidades oficialistas, teniendo Kirchner la intención del 40 + 10. A Kirchner, aparte de por la clara distancia ideológica que lo separa de Macri, y de los beneficios que pudiera recoger del efecto espanto que genera el ex bigote, lo que más lo beneficia es la multiplicidad de candidatos: también que se peleen Cobos, Alfonsín, Binner y Carrió, también que haya más de un candidato del PJ de derecha. Todo. Más candidatos, mejor para Kirchner.
Por otro lado, sigo esperando las pruebas de que Kirchner esté detrás de algo, no solamente de esto. Nunca hay pruebas de nada.
Pablo: No seas desconfiado. Lo dice el Gran Fraude Argentino. Palabra santa.
¿Son los ismos de la estafa con los bonos de los pobres jubilados, Eduardo, o yo me equivoco?
Pablo: ‘Toy jodiendo.
Sin números que avalen esta idea, creo que no le conviene a K una tan amplia oferta electoral. Sí un menú acotado de ofertas opositoras, de las cuales poder diferenciarse claramente (radicales, PRO).
Pero que se disperse demasiado el voto es peligroso, sobre todo teneiendo en cuenta las perspectivas desfavorables en la segunda vuelta, que estaría asegurada si se presentara un número de candidatos muy numeroso…
Lo que yo me pregunto es si serían tan desfavorables las perspectivas para los K si Macri va a segunda vuelta (suponiendo obvio).
Personalmente creo que muchos se espantarían de la posibilidad de Macri Presidente (uhh que feo suena)
Pablo: «Cualquier candidato que se caiga perjudica las necesidades oficialistas, teniendo Kirchner la intención del 40 + 10.»
Maomeno. Depende del área territorial por la que compita en el 2011. Porque si conforman alianzas (p.e. El Nene de Papá Franco x Cap., Cabeza ‘e Termo (o Feli-Pillo) x Provincia y el Sojero Santafesino x Presidencia), todos en la misma alianza, nos conviene debilitar una de las cabeceras de esa alianza.
Lo que vos decís es cierto si todos fueran «sueltos». Pero dado que no tienen problemas por aliarse con Drácula si fuese menester, conviene voltearle un muñeco a cada FÓRMULA posible.
Pero sí, claro, que «Quirner» esté detrás de cada cagada que se manda «la oposición» da risa, al margen de que le convenga, por supu.