Pase atrás y vuelta a empezar (y algunas reflexiones más acerca del 28J)

Ya está. Se impone un análisis, una reflexión. No se podrá utilizar ya el clásico K de “escapar hacia adelante”. Es momento de revisar un poquito el camino hasta acá transitado. Pues si nos interesa que no sea el fin de nada hay que hacer un pase atrás, que el cinco mire la cancha bien de frente y ver, entonces, como se puede empezar de nuevo la jugada. Lo cortés no quita lo valiente, después de todo.

Para no hablar con el diario del lunes no voy a caer en la puntualidad de la estrategia testimonial para encarar estas elecciones. Porque la avalé, la avalo, y porque implicaría, también, caer en un reduccionismo ridículo. Es cierto, si, que haber centrado la expectativa en tan pocos, terminó como tenía que terminar: un solo padre de la derrota, Néstor eyectado. Lamentablemente, habrá que concluir que un poco de razón tenía Asís cuando decía que el kirchnerismo-kirchnerismo, entraba en un remis. Y para colmo ya no está, como en tiempos de aquella definición, Alberto Fernández, el mejor cuadro de este proyecto a mi juicio.  He allí un motivo, largamente cuestionado por muchos aquí, que hago propio y que va más allá de las testimoniales en específico: no se abrió lo suficiente. Que participarán las bases en la defensa de lo que fue para ellos. Paradójico, en un proceso que se caracteriza por haber hecho renacer la vocación participativa en la política. Ergo, no hubo fusibles para hacer saltar ante la derrota.

Personalmente, y en nombre de la amargura que me provocó la derrota, no me gustaron para nada referencias tales como que “se perdió por poquito”. Sencillamente no es cierto y por una única y contundente razón. Que nos lleva a situarnos en el período que va entre el día de asunción de Cristina como Presidenta y, pongamos, el día del anuncio de las retenciones móviles, sin duda germen de esta derrota. En ese corto período Argentina fue gobernada por un proyecto político tan fuerte como no se conoció desde la despedida de Perón de este mundo. Repasemos: mayoría en ambas cámaras, veinte de veintitrés gobernaciones adictas (todas menos San Luis, Santa Fé y Tierra del Fuego), el conurbano ídem, ¡las dos centrales sindicales apoyando!, el PJ y buena porción del radicalismo disciplinados a una candidata designada (como todas) a dedo, movimientos sociales firmes en la causa y una oposición –la de derecha- absoluta y completamente lamentable, insignificante y estéril. Mas allá que esto último que no ha cambiado, salvo honrosas excepciones como Pino, Margarita o Sabbatella, todo lo otro hoy se pinta bastante diferente. Hasta acérrimos opositores estaban calmos: todavía recuerdo un mensaje de texto que me llegó al día siguiente de la asunción de Cris que decía “Espectacular. 10. Emocionó. Ahora a cumplir”. Y eso que opté por no nombrar el panorama económico. Sin duda el que cualquier Presidente hubiese querido recibir, si se lo hace elegir, de 1983 a la fecha, y esto al decir hasta de tipos absolutamente no – oficialistas, como ser Miguel Broda. Entonces no se explica eso de que la derrota haya sido leve. Todo lo contrario, es estrepitosa. Lo contrario implicaría nivelar para abajo, inaceptable para un movimiento como este que si por algo se ha caracterizado, fue por la etiqueta de buscar siempre avanzar. Por eso, me dolió bastante la frase.

Con toda esta potencia gubernamental descrita, si se llegó a hoy estar penando, a la fuerza, algo mal se hizo. No se bien que y me da bronca no saberlo. Pero algo, seguro. No nos ganó nadie, nos ganamos solos. No caben dudas de eso.

No voy a pedir un harakiri, un arrepentimiento público ni nada por el estilo. Nada de eso. Pero íntimamente, una refrescadita hay que hacer. Despacio, hay tiempo, generosidad otorgada por el adelantamiento de las elecciones, que permite acompasar las acciones a fin de no resignar iniciativa política. Cambiar más que nada formas, y no fondos. El del gabinete es un paso a dar, sin duda, máxime cuando en el parlamente los números van a acuciar. Massa, Randazzo, Aníbal, Giorgi, Tomada, son intocables. El resto, pueden dar las hurras. Pero son sólo palabras y ya se sabe donde el viento se las lleva.

Lo concreto es tomar aire para darse nuevo impulso. Medidas nuevas, que vayan a fondo, por supuesto. Ley de radiodifusión es una, la famosa madre de todas las batallas. No deben bajarse las banderas, sino ser más inteligentes en la forma de llevarlas. Me gustó, por caso, la frase de Sabbatella (que bueno que haya entrado): corregir errores para potenciar aciertos.

Tampoco se si estoy en condiciones de hacer un análisis correcto acerca de la derrota. Este texto es más bien mediocre. Solo las ganas de hacerme presente aún en la derrota, me llevan a dibujar estas líneas.

Solo a cuenta de demostrar que, a pesar de todo, aquí estamos.   

Algunas reflexiones más acerca del 28J

1) Lo que se votó fue, justamente, en contra de los liderazgos fuertes como el que supo tener Kirchner. Con la excepción de Cobos, nadie ganó con holgura el domingo. Incluido Luis Juez, quien se la pasó pavoneando con su posible 50 por ciento. Da la sensación que hubo apuesta al equilibrio y que los liderazgos quedaron postergados y a resolverse. El poder está repartido y sin dueño cierto.

2) Respecto del punto 1, hubo golpe duro también para otro estilo de conducción similar al de Néstor: Lilita Carrio. Perdió con sus dos apuestas mayores, capital y provincia. Esas candidaturas fueron decisiones puramente suyas. Demostró sus abrumadoras limitaciones como estratega política. Solo a ella se le ocurre Prat Gay de número 1 en capital para enfrentar al inexplicable fenómeno de Gabriela Michetti. Su estilo patriarcal de conducción –designó, o bajó, a dedo innumerables candidatos – fue castigado. También su mezquindad política al no querer encabezar la candidatura capitalina sólo por no perder, aunque seguramente liderando ella hubiese perdido por menos de lo que lo hizo. Futuro incierto.

3) En el ACyS se perfila fuertemente Cleto. Fue el único de sus tres presidenciables que se alzó con un triunfo (y rotundo). De Carrio ya se dijo y Binner estuvo cerca con Giustiniani. Entonces, ¿Cobos – Binner? Paga fuerte y es muy probable. Sería una dupla de dos ex K, para los amantes de las curiosidades. Como sea, el ACyS hizo buena elección (salvo los caprichos de Lilita) está bien puesto en el parlamento y tiene unas cuantas primeras figuras. A seguirlos.

4) La derecha hizo una gran elección a diferencia de lo ocurrido en 2007. Reutmann y Macri fueron caras de la victoria. El primero, pese a pronósticos reservados, triunfó en Santa Fé en detrimento de la buena ponderación de la gestión del gobernador Binner. El segundo apostó fuerte y ganó con su alianza con De Narváez y Solá, y haciendo renunciar a Michetti contra su voluntad para impulsarla a la Cámara de Diputados. Habrá que reconocer que aquellas falencias que tuvo en su momento, las has corregido bastante en esta oportunidad.

5) El peronismo quedó en estado de ebullición. Emerge la liga de gobernas. Ya se fue Néstor, quedó Scioli y los llamó a todos. Habrá que ver que ocurre, pero ha sabido demostrar siempre sus increíbles capacidades de construir poder, por lo que no debe descartarse una nueva resurrección. Esperemos que no sea a la derecha sino respetando su histórica tradición.

6) Néstor algo trae entre manos. Es un tipo que ha hecho deleites para los politólogos y es difícil imaginarlo aceptándose con un final similar al de Menem. Habrá que esperar pero desde algún lugar irá a intentar un nuevo despegue.

7) ¿Pagarán Scioli y Massa (grosso) el precio de haber ido en la lista? Ojala que no.

(En algún momento algo más profundo y mejor intentaré escribir. He caído en cama con gripe. No A, pero gripe al fín, así que me vuelvo a la cama volteado de haber estado escribiendo esto en la pantalla. Saludos a todos y arriba el ánimo).

Pablo Daniel Papini.