Cada 17 de octubre, los peronistas se reunían en la Plaza de Mayo a festejar el día de la lealtad. Los antiperonistas creyeron siempre – y algunos peronistas lo creen todavía – que era una manifestación de lealtad del pueblo a su líder. No era así: era una reunión en que la gente iba a decir “gracias” por la lealtad del líder hacia el pueblo. Forzando un poco la cosa, incluía también una manifestación de lealtad mutua entre los manifestantes.
Al menos, había sido así en el comienzo: el 17 de octubre del 45 la gente no fue a escuchar a Perón. Casi no lo dejaron hablar; cuando apareció en el balcón, recién regresado de su prisión, la gente lo aplaudió durante más de media hora sin parar. No estaban poniéndose a disposición de Perón, le estaban diciendo “gracias” por lo que había hecho por ellos.
Hacia el final del segundo gobierno de Perón la cosa se fue rutinarizando, la gente iba a la plaza a cumplir con una obligación para con el delegado sindical, con el puntero de la unidad básica, en el caso de los empleados públicos, con el jefe. Por eso se pudieron reunir impresionantes congregaciones de gente en la víspera de la caída de Perón, que nadie atinó a intentar evitar. Perón gustaba de definirse a sí mismo como un conductor, como el que guía al pueblo hacia el destino que ese mismo pueblo buscaba desde antes. Pero ahora el conductor se había vuelto líder, se había monarquizado.
En sus últimos años, cuando vio que su regreso era inevitable, Perón se la creyó. Creyó que estaba predestinado a gobernar la Argentina, que había obtenido el apoyo del pueblo y el gobierno nacional por mérito propio, por ser mejor que los demás.
Los obsecuentes que lo rodearon le ayudaron a jugar ese papel. Una caterva de burócratas que habían caído del lado de Perón más por casualidad que por coincidencias ideológicas con lo que había sido el peronismo lo rodeó: un brujo, una bailarina, economistas esotéricos como Rodrigo, burócratas sindicales que se limitaban a mantener el gremio en orden, ésos fueron los funcionarios de Perón. En esa época, entre esos burócratas y obsecuentes (y no por casualidad) se iniciaron en la política varios personajes que luego se revelaron profundamente enfrentados a la ideología peronista, como los después presidentes Menem y Duhalde.
Menem y Duhalde pueden seguir anunciando que son peronistas, pero lo son en el sentido de lo peor de la historia del peronismo: el oportunismo, la búsqueda del poder sin ulteriores ambiciones, el ocultamiento de los propios objetivos e ideología.
Pero me estoy alejando mucho del meollo de lo que quiero decir.
Yo no voto a los Kirchner por lealtad a ellos, los voto porque ellos han sido leales al pueblo y a la Argentina como un todo, leales a quienes los votaron.
Los Kirchner son peronistas, no de palabra sino de hecho. Han hecho lo que supongo que hubiera hecho Perón si hubiera descubierto la fuente de la eterna juventud. Han creído en el pueblo y han hecho un gobierno en virtud de las necesidades de la gente de laburo (no de “los que pagamos nuestros impuestos”) y de la economía general del país (no de unos pocos sectores privilegiados). Han sido leales al peronismo, no como estructura partidaria, sino como ideología y práctica política.
Por eso no soy kirchnerista. Soy peronista, y voto a Cristina porque ella y Néstor han sido leales al peronismo.
Marcelo
PS: este año, el día de la lealtad no será el 17 de octubre; ni siquiera el 28 de octubre. Será el 10 de diciembre, cuando el nuevo gobierno de Cristina comience (una vez más) a mostrar su lealtad desde el gobierno para con nosotros, sus electores. Si los astros se alinearan en nuestra contra y ese día Cristina llegara a entregar el gobierno a alguien de la oposición, no creo que haya día de la lealtad durante este ni ninguno de los próximos cuatro años, como no lo hubo entre 1989 y 2001.
Me gusta la idea.
Saludos.
Coincido, los K han vuelto a levantar las mejores banderas de Perón y Evita. Por eso se han ganado un lugar en el corazón de su pueblo.
Es una perspectiva interesante, como declaración de principios me parece coherente. Yo no soy ni peronista ni kirchnerista. Calculo que es, en gran parte, por lo que vos marcás como «lo peor de la historia del peronismo»: oportunismo, sed de poder, ocultamiento, mentira en nombre de los intereses personales. Creo que estos males salpican a muchos más que a Menem y Duhalde.
Siempre me pensé como humanista; nunca me interesaron las pujas de poder y dinero, que por demás se han convertido en un deporte de alta competencia. Siempre pensé en ayudar y ser ayudado, en el sentido de comunidad, en hacer lo que está dentro de mis posibilidades. En más de una ocasión mi vida laboral se vio involucrada en pequeñas pujas de poder municipales que impedían la realización de proyectos. Me frustra mucho cuando se especula con los genuinos intereses de la gente y de los barrios en función de intereses absolutamente políticos. Creo que hay cosas que deben hacerse – por dignidad, por derecho, por obligación – y que la política debe estar por arriba de tales cosas. Hablo de las necesidades básicas de la gente, por supuesto.
Pero bueno, soy así. Cuanto más pasan los años, más me doy cuenta que soy una pequeña minoría. No tengo mucho más que decir, salvo que estoy tranquilo conmigo mismo, con mi historia, mi pensamiento y mi actuar. Y, siendo realista, es mucho más de lo que la mayoría puede decir.
«oportunismo, sed de poder, ocultamiento, mentira en nombre de los intereses personales» es la escencia de quienes han liderado el movimiento peronista, aunque muchos argentinos «peronistas» son decentes y coherentes, sus dirigentes, en general, no lo son.
1-Escencia no, esencia. Me extraña en alguien tan apegada a las formas.
2-Todo el mundo tiene derecho a pensar mal de los demás, de creer que su oponente es la suma de los defectos. Y también de decirle. Sólo que sus oponentes tienen los mismos derechos, incluso el derecho de pensar que no entendiste un cuerno de los últimos 60 años de la Argentina.
3-No soy dirigente, pero mi padre sí lo fue. Tiene sus defectos, pero sería interesante que lo conocieras, supieras la cantidad de guita que puso de su bolsillo, los 24 meses de sueldo oficial donados y lo agradecida que está la gente de su gestión. Estás en un error, sus dirigentes son en general decentes, aunque por supuesto que no todos. Si abrís un pozo ciego verás primero lo que flota, pero la mayor parte del contenido es agua. Análogamente, todo el mundo sabe quiénes son los funcionarios corruptos, estoy pensando en la misma lista que vos y la puedo alargar. Pero no todos, ni siquiera la mayoría lo son.
Bueno, no sé si entiendo muy bien. Ser peronista es también ser duhaldista, menemista, lopezreguista, burocratista, vandorista, jotapetista, e incluso montonerista. Perdón por estos malísimos neologismos, pero siempre, el peronismo fue un «movimiento». Ese carácter hizo que el peronismo sea lo que vos comentás, y que en definitiva pueda resumirse así: una verdadera bolsa de gatos. Todo esto es el peronismo.
Yo soy kirchnerista porque desde el 2003 lo que está presente en las calles es lo mejor del peronismo: seamos condescendientes y digamos que es un peronismo que se ha pasado por el colador y hoy lo que (no se si aún)se llama Frente para la Victoria, saca a lucir (muy a grandes rasgos) lo mejor del paradigma peronista: justicia social, soberanía política y económica, e integración latinoamericana.
Creo que esta es una etapa donde los brujos y los Rodrigos no están posibilitados de volver (no quiero decir que no los haya, pero por más que la prensa monopólica insista en ciertas comparaciones, éstas no son serias ni creíbles)y acá está la diferencia de porqué los Duhaldes y los Barrionuevos están fuera del kirchnerismo. Porque están, sin duda, dentro del peronismo, pero de esta nueva versión de peronismo K, quedaron afuera.
Saludos.
coincido plenamente. lo mejor del peronismo se ve en el kirchnerismo.
saludos!
Solo una acalaración respecto a tu duda sobre si se mantiene la denominación de Frente Para la Victoria. Solo se mantienen las siglas: FPV, pero sinceraron el nombre a Fachismo Populista Verticalista. Y una pregunta: ¿Me podés explicar la diferancia entre Barrionuevo y Moyano?
¿En serio que venís a insultar (decirme fachista) y después querés que te responda?
ché pero que inteligente Sanders para inventar nombres con las siglas no? ¿será que pertenece al Frente Pelotudo de Vanguardia? ¿o al Forros Por la Verborragia? Quizá no, y la verdad no merezca contestación.
Como dicen los compañeros de «un día peronista», todos somos peronistas, algunos todavía no lo saben. Y esa es la cuestión, el peronismo es la expresión, en la Argentina, de la posibilidad concreta de realización para los sectores populares. Y eso fue sucediendo a lo largo de la patria desde el 17 de octubre del 45, a pesar incluso del propio líder Juan Perón, como no lo va a ser con personajes menores. Como escribió el gordo Cooke, el peronismo es el hecho maldito del país burgués. No como escrito o consigna solamente, sino como realización concreta: el peronismo posibilitó que los hijos de obreros y sirvientas llegaran a ser profesionales, que gozaran de vacaciones, que pudieran discutir con el patrón de igual a igual, en fin todas las utopías inimaginadas hoy hechas realidad, esas que hacen a la vida cotidiana de todos y todas».
Gaucho hoy los peronistas seguimos recordando el 17 de octubre y lo recordamos siempre, aún en los años de plomo del genocidio, en el menemato, y lo seguiremos recordando como recordamos otras gestas de nuestra historia.
TANTAS DEFINICIONES POR Q PERONISTA POR QUE K , RESPETO A LOS Q NO SON PERONISTA Y A LOS Q NO SON K – PERO TAMBIEN LES PREGUNTO ALGUNA VEZ SE LES OCURRIO INVESTIGAR POR Q EN LA ARGENTINA LA MAYORIA ES PERONISTA- SI TAN MAL HICIERON LAS COSAS- SI TAN MAL LAS SIGUEN HACIENDO- NO HAY EN LAS LINEAS DEL PERONISMO GENTE INTELIGENTE GENTE Q PASO POR LAS UNIVERSIDADES Y PUEDE PENSAR Y TRABAJAR POR EL PUEBLO POR LA ARGENTINA ? O SOLO LOSS GRANDES INTELECTUALES LOS Q TIENEN LA SOLUCION SON RADICALES SOCIALISTAS ETC ETC. MENOS PERONISTAS – SE ME OCURRE PLANTEAR ESTA IDEA ALGO HICIERON Q SOMOS TANTOS PERONISTAS NO?
la pretendida sutileza del gaucho solo sirve para sorprender,pero y asi se dice en los comentarios el kichnerismo es una forma de peronismo.Si este no hubiera aparecido historicamente ,K. tampoco.Si coincido en que con Cris se da una superacion politica acorde con los tiempos y con su intelectualidad.
Si, claro, nada nace espontáneamente, menos en lo que se viene a llamar «La Historia». Es claro que sin Perón no hubiese habido K, pero tampoco hubiese habido prácticamente historia política argentina. Es decir,si nos ponemos a pensar hipótesis posibles, futurología, no vamos a ningún lugar, que es, después de todo, al lugar donde está llegando el amigo josé pablo feinmann en sus últimos libros, o al menos con el de peronismo. Y esto con todo respeto. saludos
Bueno, después de varias horas aparecieron puntos de vista interesantes. En realidad, hubiera esperado que alguno entrara a hacer una lista de por qué no era kirchnerista…
Bloom: si no se entiende esa extraña involución del peronismo, causada en gran parte por la larguísima proscripción pero no sólo por ella, no se entiende como se llegó a lo que llamás bolsa de gatos. Ojalá el proceso kirchnerista sirva para purificar un poco el movimiento de los que no tienen nada que ver con su origen ni con las necesidades de sus votantes.
Isabel: me gustó mucho el comentario sobre la «pretendida sutileza». En realidad, era más bien una provocación, para ver qué se decía. Hasta ahora, mis posts eran para discutir mis puntos de vista, éste era más bien para escuchar los de los demás. Gracias a todos y a todas (aunque ese giro idiomático no me gusta demasiado, comparto la dirección a la que apunta).
Marcelo
Dado la polisemia encerrada en la palabra «peronista» (una suerte de comodín del lenguaje político), yo no puedo ser ni dejar de serlo. Depende de cuál peronismo se esté hablando. Y a menos que quiera confundir a mi interlocutor, me declaro kirchnerista y antimenemista.
Quien posea el peronómetro, que me clasifique en el Phylum correspondiente.
¡Viva Kirchner, carajo…!
Hace rato que no te veía por acá. Phylum, ja ja…
AP me banneó uno de los IP desde que intenté publicar ésto(1)
‘Sunescándalo de censura previa.
(1) http://centroizquierda.blogspot.com/2011/01/artemio-y-el-peronismo-gorila.html
a Bloom tengo que decirle que la historia politica nacional va mas alla del peronismo.Y que no se trata de una cuestion temporal,sino de desenvolvimiento ideologico.El kirchnerismo es un hijo,un fruto y hasta un erupto del peronismo.Algun gen de izquierda universitaria se colo en la herencia militar de Juan Domingo…
Supongo que Bloom está diciendo que si intentamos explicar la historia política de los últimos 70 años sin nombrar al peronismo, no hay nada que se pueda explicar. Que la historia de las demás corrientes siempre supuso acciones y reacciones frente al fenómeno peronista. Supongo, bah.
Erupto puede ser un término correcto, Isabel, pero suena muy feo. Y sobre el gen de izquierda universitaria, en realidad antes del final del primer gobierno no había nada de eso, con la excepción de FORJA. Esa fue una evolución muy posterior.
amigo Gaucho,me disculpo con el debido respeto.Fue un rapto de humor,pero es un fenomeno saludable,que ayuda a la digestion.Cuando hablo del gen de izquierda,me refiero al kirchnerismo,sobre todo.
No te conocía ese tipo de giros humorísticos, que celebro.
Bien por lo del gen de izquierdas; de vuelta me debo estar poniendo viejo, porque vuelvo a pensar primero en el pasado. O podría mandar toda la ganadería al diablo, ahora que nos va tan mal, y dedicarme a la historiografía. Dejame pensarlo…
Ya lo pensé. No, con el novillo a 9 pesos me quedo con la ganadería. Saludos,
M
¿Por qué no soy kirchnerista?
Porque la Presidenta que designó a dedo Filmus, expresó en el acto de proclamación «Que aquí no hay elegidos ni elegidas…», dejando no solo en una especie de nebulosa el origen de esa designación, sino también las dudas sobre el mundo en que ella vive.-
Porque la Presidenta irrumpió en el acto ya iniciado, no sólo interrumpiendo a Filmus, a quien humilló, sino también rectificando a la locutora diciendo que no venía como Presidenta sino como «compañera y militante» a pesar de que su descortesía la desmintió.
Porque designó a dedo a Tomada como vice, a pesar de que se encuentra comprometido, no tanto con el asesinato de Mariano Ferreyra, sino con los turbios manejos de negocios del sindicato de Pedrazza.-
Y porque…
no te gastes, eso no lo quieren ver, siguen con la idea Heidi de Cristina.
No es por eso que ninguno de los dos es kirchnerista. Una excusa más, nomás, la de esta semana. La semana que viene tendrán otra, y después otra más, y así. Buscad la verdad, y la verdad os hará libres…
Y sí lo veo, Sopa, sólo que veo otras cosas mucho más importantes, que son en favor del pueblo (entiendo por pueblo todos los argentinos, sin excepciones).
Saludos a los dos, y que se mejoren.
el gaucho:
Eso de que se acepta cualquier cosa, mientras que algo se haga a favor del pueblo, ya lo conocemos y se lo llamó: despotismo ilustrado.
No dije ni «cualquier cosa» ni «algo», dije «otras cosas mucho más importantes».
El despotismo ilustrado fue otra cosa.
Igual a mí me sigue quedando la duda sobre ¿quién eligió a Filmus?, si la presidenta dice que ella no fué, ¿quién fué?
Y si la respuesta es: el pueblo, entonces el gaucho y Bloom: todo ha sido para el pueblo sin que el pueblo llegare realmente a intervenir en la decisión, a eso alguna vez se lo conoció como despotismo ilustrado, y siempre el peronismo tuvo sus ilustres personajes.
No sé si estás al tanto, pero todos los años en que hay elecciones – y los años que no también – se hacen encuestas. A mí nunca me encuestaron, por lo que cabría pensar que las encuestas las llenan los encuestadores. Pero dado que el único encuestador que sabemos fehacientemente a quién hubiera votado, un tal A. López, hubiera votado por el único que quedó afuera, me cabe la duda sobre entonces quién constesta las encuestas.
Como sea, si es cierto que las encuestas existen, y que las llenan otras personas además de los encuestadores, estas encuestas reflejan en alguna medida las preferencias de la gente. Suelen venir publicadas con un % de error, y después resulta que las elecciones reales dan una diferencia mucho más alta, pero bueno, supongamos que hay alguna correlación entre las encuestas y lo que la gente hubiera hecho de contar con alguna oportunidad.
Es decir, no lo eligió la gente ni tampoco la señora Cristina E. Fernández. Lo eligieron esas personas misteriosas que contestan encuestas, y que representan con un error del nosecuánto por ciento al electorado (no me gusta el sistema, hubiera preferido internas, pero bué, no todo se puede en esta vida; yo, por ejemplo, como como un chancho pero no consigo adelgazar, más bien todo lo contrario).
De lo que se deduce que no es un despotismo ilustrado, sino un encuestatismo, una encuestacracia, una encuestarquía o algo parecido.
Despotismo, insisto, es otra cosa. Por ejemplo, en la wikipedia se dice que el despotismo ilustrado estaba inspirado en la idea de que todas las decisiones del hombre son guiadas por la razón. No por las encuestas.
Ilustrado, en cambio, sí. Sobre todo comparado con Macri.
M
Teniendo en cuenta que el lema del despotismo ilustrado era: «Todo para el pueblo, sin el pueblo», y que se originó en una idea elaborada originariamente por los fisiócratas, quienes entendían que el gobernante debía ser aconsejado por un grupo de sabios que habían llegado a conocer las leyes de la naturaleza, y que por lo tanto lo que estos le aconsejaran sería lo mejor para el pueblo, puede entenderse que nuestros «encuestadores» habrían actuado como «sabios» consejeros del poder sobre quien era el mejor candidato.- Si realmente fue así como apareció Filmus.
No, no puede entenderse así. Los encuestadores no le dijeron quién era el mejor basándose en las leyes de la naturaleza. Los encuestadores le dijeron que el más votado iba a ser Filmus, que Filmus era el que la gente más quería ver como jefe de gobierno. Los encuestadores le hicieron llegar la información sobre lo que «la gente» quiere, no sobre las leyes de la naturaleza.
¿Sin el pueblo? El pueblo votará en julio.
Por otro lado, en elecciones internas hubieran competido tres candidatos. ¿Quién eligió a esos tres candidatos? Si vas a defender un principio como regla universal, lo tenés que defender hasta el final: hubiera sido necesario una elección intra-interna que definiera quiénes eran los precandidatos; y antes que eso, una elección pre-intra-interna, para definir quiénes serían los pre-precandidatos.
Dicho de otro modo, en algún punto siempre hay un acuerdo entre sectores que excluyen a otros. En este caso, el acuerdo fue que la elección viniera de quien representaba en algún modo la voluntad popular más que ellos mismos. En este caso, Cristina.
Repito, me hubiera gustado otra cosa, pero este sistema no excluye al pueblo.
Una cosa a tu favor: no te da cosa hablar de «pueblo». Es un comienzo.
Con la demokracia digital la dirigencia argentina atrasa, nadamos contra la corriente mundial de más democracia ya, devaluamos nuestra capacidad cívica. Nuestra presidente debería dar el ejemplo de la «mayor democratización» legislada en su gobierno. Este hecho de la realidad (la dedocracia) no es una excusa más, es una evidencia más de la farsa en la que nos han envuelto con palabras del pasado y un mito de probeta.Sr. el gaucho: si ud. no viera lo que es, sería reprochable, pero es doblemente reprochable que vea y mire para otro lado. Ese gesto setentista es el que la argentina debe superar definitivamente para estar en favor del pueblo (nosotros mismos).
1-¿Demokracia? ¿Intentás hacerte la irónica o escribís peor que mis hijos con el teclado del celular?
2-No existe una corriente mundial de más democracia ya. Existe una España desesperada por el escaso interés de sus gobernantes en defender sus derechos, una España que de golpe, después de veinte años de ignorar la política como fuente de problemas y de soluciones, descubrió que debería haber más política, más democracia. En la Argentina estamos diez años adelantados: nueve años y medio, para ser más precisos. Existe también un mundo árabe que de golpe se dio cuenta que estaba gobernado por dictadores: en relación a ellos, estamos 28 años adelantados.
3-Viera qué lindo su país, paisana… No, si vivimos en uno de los mejores países del mundo.
4-Yo también intento hacerme el irónico. No me sale tan mal como a vos, pero tampoco me sale bien.
5-Asís escribió un libro llamado «La elegida y el elegidor». En cuanto vi la tapa pensé que hablaba de Cristina y de mí. Porque yo fui uno de los millones de elegidores. Pero no, se quedaba en la tontería de averiguar quién puso esa candidata ahí, olvidando deliberadamente que depués de eso fuimos nosotros quienes decidimos que la queríamos como presidenta.
6-Amiga Alejandra: yo veo lo que es, y también veo un montón más de cosas más que son. Este gobierno tuvo cosas malas, pero también tuvo cosas buenas. Yo peso los dos platillos de la balanza cada día, y casi todos los días me dio como reultado que es más bueno que malo. Por eso lo voto. No miro para otro lado, sé lo que ocurre. Sé que hay cosas que no me gustan, y sé que hay cosas que me gustan. También sé lo que podría ocurrir si no fuera éste el gobierno.
Perdón: ¿En la CABA hubo internas en algún partido? Mirá vó. No me había enterado. Y de esas internas surgieron Pino, Macri, la Empleada del Mes…
Cuántas internas que hubo, y a mí no me avisaron.
Nada como la democracia interna que reina en el partido de Carrió, ¿no le parece, Daio?
La Coalición Cívica (CC) proclamó hoy formalmente la candidatura presidencial de la fórmila Elisa Carrió-Adrián Pérez y dio así el puntapié inicial de la campaña que la diputada iniciará en enero, con una recorrida por la ciudad de Mar del Plata de cara a las elecciones del año próximo.
La proclamación fue en el marco de la Asamblea Nacional de la CC que se reunió en el auditorio del complejo Buenos Aires Design, ubicado en el barrio porteño de Recoleta.
El máximo organismo partidario deliberó con la presencia de 160 congresales, quienes elaboraron un documento en el que proclamaron la candidatura de Carrió-Pérez y definieron la estrategia de campaña de la fuerza de cara a las próximas elecciones.
http://www.laopinionpopular.com.ar/noticia/7087-la-formula-presidencial-de-la-coalicion-civica-sera-elisa-carrio-adrian-perez.html
Una asamblea de 160 congresales aclamó a la candidata. ¿No hubo elecciones internas? Caramba, qué despótico.
Por otro lado, hasta donde yo sé, la mayor parte de los distritos del ARI – CC están intervenidos por decisión de la sra Carrió. Los congresalesde esos distritos, ¿representan a sus representados o a la sra Carrió?
¡Qué paquetería, se reunieron en el auditorio del Buenos Aires Design! Bueno, esa es la chanza, el artículo dice que en ese lugar (un auditorio no muy grande) «definieron la estrategia de campaña de la fuerza». ¿Cómo definieron la estrategia de campaña en un pequeño auditorio diseñado para oír al que está adelante, pero no para oír a los que están sentados en las butacas? Te lo recuerdo: la sra Carrió junto con algún otro (lo habrá dejado hablar al Adrián, espero) propusieron la estragia de campaña y los demás dijeron «sí». Un ejemplo de democracia real ya…
La vida interna de la Coalición Cívica se parece mucho al stalinismo que Carrió dice ver en otros lados (porque la gorda es como el tero…)
Tres atribulados caballeros concurrieron el viernes a la noche al palacio de Versailles, rebautizado luego de la revolución del 17 de octubre, como Olivos, en prenda de paz, y escucharon la decisión de la reina, quien en soledad, como corresponde a su majestad, ordenó que uno de ellos fuere el candidato a lord mayor, otro su segundo,y al tercero le reservó un lugar en su corazón. El segundo no dejó de reconocer que la reina tenía razón: a falta de pan, buenas son tortas. ¿Y los Estados generales, órganos de expresión de la voluntad general? Bueno, será para otra ocasión: el horno no está para bollos.
Y dijo Jesús «¿porqué ves la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio?».
Paja, no. Pajes, eran los que rodeaban a los reyes y los asistían en sus menesteres íntimos.-
no desespereis,opositores del gobierno,que Rucardito sabe que solo no puede ganar,y que entonces se aliara con Binner y con Narvaez,y entonces tendremos una carpa mas grande que la peronista,que no sabemos cuanto durara,y que puede llegar a autoanularse,en cuanto todos se saquen las caretas…
Bueno, esta página se mueve mucho más rápido que yo. Saludable, como el erupto (¿no es eructo?) De todas maneras esta interesante página se mueve demasiado rápido y las contestaciones no son necesarias. Pero veamos: Cristina es una tirana porque nombra a dedo a Filmus. Lindo resumen para TN. Vamos chicos, para hacer una crítica interesante metansé con la Barrick Gold, y no con esas estupideces.
Por otro lado: el peronismo no fue una bolsa de gatos luego de 18 años de proscripción: lo fue prácticamente desde sus inicios. El peronismo es tan complejo que pensarlo en términos de pureza no tiene ningún valor, a menos que uno quiera ponerse a idealizar. La relación y los parecidos de el 1° peronismo con las naciones de derecha y fascistas de la época son muy visibles (y se enmarcan y diferencian de éstas en esa época determinada). Por otro lado, Aparece la figura de Eva, según muchos, demasiado corrida a la izquierda para lo que hubiese querido el General. Por otro lado, políticas absolutamente inclusivas a nivel social, económico, laboral, etcétera, y por otro, esta especie de tercera vía o «capitalismo bueno». A la par andaba por ahí John William Cook, y también los personajes nefastos que eran los jefes de cuadra. Convivían «La razón de mi vida» obligatorio en las escuelas con la increíble carta de Perón donde llora la muerte del Ché Guevara: «Era el mejor de los nuestros», dice, o mejor dicho, escribe.
Y si a esto no querés llamarle bolsa de gatos, no hay problema. Pero no hay duda que el «movimiento» estaba compuesto por elementos opuestos, contradictorios, e incluso inadmisibles entre sí desde mucho antes que un avión añorado deje a más de dos millones de personas pagando y a los tiros en el aeropuerto de Ezeiza.
Y al que habla de «despotismo ilustrado», no sé si está haciendo un buen chiste o realmente no tiene la menor idea de lo que escribe.
Y, para terminar, insisto: sin el peronismo es imposible pensar la historia política argentina del último siglo. Todo es peronismo, o antiperonismo. Es la referencia para cualquiera que tuviese el poder. Es sin duda la columna vertebral de la historia argentina reciente.
Y es, qué duda cabe, un acertijo apasionante.
Considero que es más fácil interpretar el peronismo sin tratar de meterlo dentro de los casilleros «izquierda» o «derecha». Usualmente, se lo ha definido con términos relativos a su posición respecto de la noción de Nación, con el proteccionismo, y todo eso.
Claro, no siempre fue tan fácil. Y finalmente apareció Menem. Y tampoco sirve. Sigo pensando que nunca fue una bolsa de gatos (una sola especie), que se pareció más bien a un Arca de Noé.
Démosle una ligera oportunidad de justificarse a los que intentaron algo por fuera de la discusión peronismo: Frondizi, con su «laica o libre»; Illia, con la renacionalización del petróleo; Alfonsín, con el inicio de los Juicios. Y pará de contar, todo lo demás es peronismo-antiperonismo. O casi.
M
Bloom, es interesante la frase tuya «Todo es peronismo o antiperonismo. Es la referencia para cualquiera que tuviese el poder».
Eso es verdad. Pero sólo aplicable al poder político. No se aplica a la diversidad del pueblo. Tampoco se aplica al poder económico.
Nada, me pareció que esas eran las dos verdades restantes.
No, Joyce, ¿cómo las dos verdades restantes? ¿Dónde están las otras 18? Las verdades peronistas son 20. A ver, ¿dónde dejaste el cuaderno de Estudio de la Realidad Social Argentina de segundo año?
M
Se me pasó, lo había pensado pero no escrito: Joyce, no sé en qué «diversidad del pueblo» te movés vos, pero en la que me muevo yo, hay muchísimo de peronismo-antiperonismo. En mi pueblo la tercera parte son peronistas, es decir, jamás en la puta vida van a votar a un candidato radical, con ningún nombre con que se presente. Otro tercio son radicales, es decir que jamás van a votar a un peronista. El otro tercio vota lo que ve mejor, pensando solamente en su pueblo (no pueblo-nación, sino pueblo-aldea); y es el que decide el resultado.
Ah, una curiosidad. Los radicales son de lo más gorila que hay, pero en mi pueblo existe un partido aún más gorila: la UCeDé. Parece joda, pero sigue existiendo con ese nombre (son los hijos de los conservadores, que se llamaron así hasta el 83 inclusive). Atrasamos una o dos generaciones. ¿Será por eso la Sociedad Rural no participó en los piquetes? ¿Tendrán planeado desabastacer en el 2033?
En suma, para la diversidad del pueblo no se aplica al 100%, pero sí a un buen 50%. Es bastante.
Sí, ´debería haber dicho «representación del poder» más que «poder» o «poder político». Sin duda el peronismo es una especie de animal poliédrico, múltiple, y esa característica está en relación a los que realmente tuvieron el poder económico, al menos.
fe de erratas:eructo,no erupto,Ricardito,no Rucardito…entre otros errores(no confundir con «la rata»)…
no me vas a decir que erupto no suena mucho mejor…
Bué, parece que me equivoqué. Me pareció que el post no iba a llamar la atención, pero resultó en un interesante intercambio de ideas, de prejuicios y también, por qué no, de insultos. Los primeros aportan al pensamiento, los segundos informan sobre los obstáculos en la mente de los otros. Y los terceros, no sé a ustedes, a mí me divierten.
Marcelo, el gaucho-estanciero peronista
Para el que entendió todo de los últimos 60 años de historia argentina:
1. Gracias por la corrección ortográfica. Quienes valoramos las formas –sobre todo aquellas dispuestas para el ejercicio del poder- también escribimos velozmente y con errores. Estaré más atenta.
2. En una democracia deliberativa, que creo necesaria, puede creerse y decirse todo, pero siempre con respeto a las reglas del juego democrático. Sin bajezas es posible la construcción colectiva de sentido. Hace tiempo vengo intentando comprender el presente mirando hacia atrás. No tengo, a diferencia de Ud., la suerte de habérseme revelado el pasado tan simple y claramente.
3. Su padre puede ser parte de la excepción. Justamente, mi comentario ponía el énfasis en lo que flota y califica inevitablemente al “movimiento”. No creo que sea casual, es más bien el resultado de una decantación en la que los exponentes evidencian el valor que prima en el pozo. Lo que vemos arriba hasta ahora ha sido corrupto en su mayoría, con zonas muy oscuras, difíciles de justificar jurídica y éticamente. Eso ha sido legitimado axiológicamente por los de abajo. Sostener lo corrupto implica complicidad. Lamento que el esfuerzo personal de su padre no me impida llegar a esta apreciación.
1-De nada. En realidad, caí en la tentación de ponerte a la defensiva. Perdón.
2-El pasado no se me ha revelado simple. Conozco mucho más que la mayor parte de la gente el siglo XIX argentino, por ejemplo, y no tiene nada de simple y claro. El siglo XX es peor. Aún así, hago hincapié en algunos puntos que resultan cruciales, y que generalmente suelen ser pasados por alto.
3-Lo que no creo que esté quedando claro es que mi padre es parte de la regla, no de la excepción. Y la regla no es la corrupción. El peronismo no es más corrupto, la diferencia es que no hace discursos insistentes sobre la corrupción, porque esos discursos ocultan la decisión, las opciones políticas de los que los formulan. Es el caso de De la Rúa, que con un discurso anticorrupción nos reventó a todos. De hecho, se negó en forma casi permanente a declarar qué es lo que iba a hacer. Lamentablemente, el mejorcito de la oposición, Ricardito, está haciendo algo muy parecido. Por eso se hace tanto hincapié en las alianzas que elige, porque si no explicita claramente qué política va a hacer, no hay otra que definirlo por el «dime con quién andas».
4-Ni yo ni «los de abajo» han justificado la corrupción, ni sostienen la corrupción, ni son cómplices. No conozco a nadie que esté dispuesto a defender a un corrupto. Sí estamos dispuestos a sostener este gobierno, aún cuando haya habido (y haya todavía) corruptos dentro de él. Por cierto, no me creo todas las denuncias de corrupción que pululan por ahí, lanzadas por cerdos que creen que contra un gobierno peronista cualquier cosa vale, incluso embarrar al prójimo. Sí me las creo contra Jaime, o De Vido, o algunos otros que no vienen al caso ahora.
No defiendo la corrupción, me niego a perder el tiempo que debería usarse para definir qué política económica deberíamos llevar adelante en defender este gobierno de cuanta bosta le quieran arrojar.
En otra oportunidad, no acá, dije algo que puede caer molesto a gente de las dos veredas: si Cristina llegara a haberse afanado algunos miles (cosa que en realidad no creo, pero supongamos) no me lamentaré ni un poquito si el 11 de diciembre del 2015 va en cana. Hoy por hoy, Cristina es la bandera, la conducción de un proceso político que le hace mucho bien a la Agentina, y quiero que siga llevándolo adelante. Cuando baje, que pague sus culpas si las tiene. Una vez que nos haya servido, hablaremos de corrupción. Y no la defenderé de lo malo qua haya hecho por lo bueno que está haciendo: es ella la que me debe lealtad a mí y a los millones que la votaron, de ella espero que cumpla las expectativas de la enorme mayoría de los argentinos que necesitan ese proceso (que incluye a muchos que ni siquiera lo saben). Lo que no acepto es que las acusaciones de corrupción detengan un proceso político favorable.
Saludos,
Marcelo
Uf ¡Qué mal escrito que está eso de ahí arriba! Para la próxima prometo expresarme mejor.
De todas maneras, términos tales como «corrupción» son poco fiables en una discusión política. No sé, es como una categoría que no define en sí a quien se refiere, sino al mismo que la utiliza. Acusar a alguien de corrupción es sin duda, un retrato del que acusa, y no del acusado. Un término demasiado clasemediero como para que sea realmente util en una discusión política. Es decir: es un término que va acompañado del dedo acusador, un término y una categoría, insisto, que se cae de la boca de la «gente bien» y da por terminada toda discusión posible.
Definiendo: es un término absolutamente gorila.
Corrupción: «un término absolutamente gorila». Tienes toda la razón del mundo, por eso no lo mencionan en AP los kirchneristas.-
Debe ser una de esas zonceras que don Arturo de olvidó de enumerar.-
Daio, vos votarás a Carrió, ¿no? Una política con una carrera intachable en lo que a corrupción se refiere. Igual que yo y mi sobrina de un año. Ninguno de los tres ocupó un cargo con capacidad de decisión. Por eso mismo, a ninguno de los tres les ofrecieron coimas. Y por eso, a ninguno de los tres los coimearon. Los pingos se ven en la cancha, tu candidata, yo y mi sobrina nunca salimos a la cancha, por eso podemos torear a los demás con que son corruptos.
Muchos oficialistas lo saben, y por eso es que no insisten todo el santo día con las denuncias de corrupción, porque saben que ningún círculo político que haya llegado al poder está totalmente libre de funcionarios corruptos. Ninguno. Eso lo sabe también Lilita, y por eso mismo insiste tanto en joder con eso: porque nunca fue corrompida, lo que no prueba que nunca lo vaya a ser, sino que nunca tuvo la oportunidad.
Pretender terminar una discusión con acusaciones de corrupción está muy bien para los que nunca llegaron y saben que nunca van a llegar al gobierno. Es un lujo que no deberían darse los que sí tienen posibilidades (es un lujo que no debería haberse dado, por ejemplo, De la Rúa, que cuando llegó al gobierno nombró su ministro de Infraestructura a Nicolás Gallo, por ejemplo; ¿te acordás? El del Plan Megatel).
Pues sí, la acción política cetrada en acusaciones de corrupción es gorila en dos sentidos: uno, en que es una acusación que se hace necesariamente desde el llano indefinido, desde el lugar del que nunca fue y nunca va a ser oficialista. Dos, en el sentido de que es una acusación que pretende desviar o terminar cualquier discusión sobre acciones concretas de gobierno y sus resultados. Yo todavía no le conozco el plan de gobierno a Carrió, exactamente qué propone para el país, qué medidas concretas para producir más, distribuir mejor y dar seguridad.
No, Jauretche no mencionó esa zoncera. Con su permiso, don Arturo, la voy a enunciar yo: «El mal que aqueja a la Argentina es la corrupción. No el hambre, la injusticia social, el dubdesarrollo productivo, los desequilibrios regionales, la deuda externa fraudulenta e impagable, ni los villero que jamás tuvieron trabajo y por eso cayeron en el delito. La corrupción. Solucionada ésta estaremos en el cielo.»
(aclaración: tengo buen diálogo con don Arturo, casi todas los meses vuelvo a leer alguno de sus libros, y le contesto; por escrito, por supuesto)
M
«No el hambre, la injusticia social, el dubdesarrollo productivo, los desequilibrios regionales, la deuda externa fraudulenta e impagable, ni los villero que jamás tuvieron trabajo y por eso cayeron en el delito.»
Todo eso que mencionas es en gran parte producto de la corrupción.
Desearía que tuvieres razón en tus argumentaciones, como también la Presidenta debe desear en estos momentos, que los «Sueños Compartidos» no estuvieren en camino de convertirse en pesadillas compartidas.
Saludos.-
En gran parte un carajo: ni en un 1% es un problema de corrupción. No es la corrupción lo que nos ha empobrecido, sino las políticas estúpidas de los gobiernos. No es la corrupción lo que llevó a Martínez de Hoz a cerrar más de la mitad de las fábricas del país y a Menem a completar en gran medida su tarea destructiva. No fue la corrupción, fue el absoluto convencimiento de que la mitad de los argentinos sobran, y de que no vale la pena preocuparse por ellos.
¿Cuándo van a aprender algunos que las políticas son las que hacen la diferencia entre la vida y la muerte de miles de personas, no una coima más o menos? Las coimas son un problema central, sólo porque desvían los actos de los funcionarios de sus deberes. Pero son las políticas las que desvían miles de millones en direcciones correctas o equivocadas, causando crecimiento o recesión, desarrollo o subdesarrollo.
Lo siento, Daio, pero me he visto obligado a llegar a la conclusión de que usted no ha aprendido nada en su larga vida, un poco más larga que la mía. Nada de nada. Los prejuicios le nublan el cerebro, mi amigo. La corrupción corrompe personas, mientras una política pensada en beneficio de un solo sector asesina miles o millones de personas.
Usted debe haber salido a corear el famoso «que se vayan todos», una de las consignas más estúpidas de nuestra historia. Que se vayan todos significaba que la culpa no era de la política que se estaba aplicando, sino de los que la aplicaban. Bastaba con cambiar los que estaban y seguir haciendo lo mismo, y santo remedio. Sólo que dos años antes justamente habíamos cambiado los que estaban y habíamos seguido haciendo lo mismo. Y con otros haciendo lo mismo nos hundimos del todo. La solución era cambiar de política, no de políticos.
La mayor parte de los que coreaban esa consigna se dieron cuenta más tarde. Parece que usted no, que se quedó en la consigna inútil del 2001.
Si esa es su conclusión, me propongo no debatir más con usted. Tendría que empezar desde el principio, enseñarle a relacionar causas con efectos, sacar conclusiones a partir de lo que tiene delante de su propia nariz y no de sus prejuicios. Sería un interesante apostolado docente, pero lamentablemente no gozo de tanto tiempo libre.
Que se mejore, Daio. Se lo digo de corazón: en este momento, su incapacidad de razonar me causa una profunda tristeza.
Marcelo
No se puede negar que le/s duele el tema de la corrupción, asunto que devalúa casi todos los «grandes logros» de esta administración.
Cerca de 400 mil millones de pesos se ha utilizado desde el 2003, sin rendir cuenta alguna, aprovechando la subvaluación presupuestaria de los ingresos y de la inflación, si eso no es corrupción…
¡Cómo se estará riendo de usted el Néstor y tantos otros libertadores!
Por supuesto no sólo no estoy a su altura para poder debatir, sino que también soy demasiado grande para poder aprender, y fundamentalmente al vivir los kirchneristas en el mundo que, día a día, imagina la Presidenta, es imposible cualquier conversación razonable.-
Insisto, no logra entender un cuerno: la corrupción estuvo, está y estará (también con un hipotético gobierno de su candidata), y no devalúa nada, al menos no significativamente.
Administrar fondos sin presupuesto no es corrupción, no sea ignorante, hombre.
M