En los últimos días se está verificando una hipótesis que tiramos en marzo en Artepolítica (ver acá): a medida que las variables económicas se acercan al equilibrio (de mercado) y la situación macroeconómica lo registra, los sectores más indignados de la clase media urbana se tranquilizan.
Ya sabemos que no hay equilibrio, sino equilibrios coyunturales que son económico-políticos, y también sabemos que la restricción externa, o sea incluyendo la negociación con los sectores que tienen las divisas, obligó al gobierno a tomar estas decisiones, ya que de otro modo el resultado social hubiera sido ser peor, más temprano que tarde.
Lo que llama la atención es justamente eso: que en simultáneo con un camino menos combativo desde el gobierno, respecto de las presiones de mercado, con algo menos de intervención del Estado en la distribución del ingreso, con una devaluación, y la posterior menor puja distributiva desde los sectores concentrados, con un poder adquisitivo que perdió frente a la inflación (aunque haya sido poquito, y quizá por primera vez en una década), con algo menos de actividad económica, con un desempleo que se amesetó, y comienza a mostrar desafíos -en simultáneo con todo esto, decíamos-, se vislumbre menos ebullición social en el debate económico.
¿Y por qué es así?
Mi hipótesis es que el Estado le molesta a estos sectores, es preferible, para ellos, no verlo. Casi que ni les importa que sea neoliberal o popular, estos sectores no quieren verlo, ni a uno ni a otro, aunque si es popular peor, claro. Se trata de la negación constante del Estado, por parte de la clase-media urbana acomodada, de su rol en el bienestar de todos y de cada uno. De este modo, el frío económico (ya sea fuerte o débil) emerge como un lamentable disciplinador social.
Incluso, creo que los medios de comunicación no llevan la iniciativa, sino que se adaptan a esta situación: se inclinan hacia la inseguridad y abandonan de a poco la inflación. Ambas formas eufemísticas de debatir los problemas actuales (porque no se analizan las causas reales profundas de ninguno de los dos fenómenos, se quedan sólo en la foto).
Lo cual tiene que ver con cierto individualismo, nuestro pobre individualismo, como sociedad: el «yo puedo solo» no necesito del Estado, «y los demás tampoco lo precisan, y mejor así». Porque es más fácil ver la paja del Estado en el ojo ajeno que ver la viga del Estado en el propio. Es sin dudas, un problema de baja conciencia social por parte de los sectores más vulnerables, y de alta conciencia por parte de los más concentrados.
Otras hipótesis de explicación hacen referencia a que el dólar está quieto, a la certeza de que Cristina no va a reelegir, o a que era tanto lo malo que se esperaba en enero, que al no ocurrir, la gente se tranquilizó. Yo me quedo con mi hipótesis, claro. La «externalidad» de esta suerte de calma social clasemediera indignada, es que Massa no crece en intención de voto.
Esto salió en La Nación, en el suplemento económico…
Gracias a Daniel que me acercó la imagen.
Comparto bastante las ideas de la entrada, aunque se trata más de uns sensación que de conceptos propiamente dichos. Sin embargo los agoreros lo ven como un entretiempo y anuncian otra devaluación y otros males para el segundo semestre.
Lo admito, ¿pero cómo medir este tipo de reflexiones? Lo que no veo es movimiento entre los indignados. Además las tapas de los diarios opositores bajaron la exposición económica, y apuntan a otra cosa (seguridad, narcos, etc). En las redes también bajó el debate económico. Mi punto es que debería ser más fuerte que nunca, porque estamos un poco peor que hace un año, pero no. De la misma forma que no se termina de entender por qué un tipo que está mucho mejor, pero que siente al Estado ahí, putea tanto al gobierno, tampoco me termino de explicar por qué ahora no putea más que antes. En el post mi hipótesis, que además es coherente con el silencio de la clase media durante los 90s.
En los 90s la clase media era la única que se quejaba. Epifenómenos de ella fueron el Frente Grande, movimiento de crítica política que rompe con el pacto de Olivos que firmó el bipartidismo histórico. Crítica que incluía al factor ético de la gestión sin dejar los monismos teóricos absorban todo en uno.
La fiesta y la inconsciencia era de otros. La clase media, aún aquella fracción de la misma que «había zafado», había visto caer en esos días de Clonazepam al lado suyo a compañeros de laburo durante décadas, que así como caían quedaban con retiro voluntario a los 50 años en sus casas sin conseguir ninguna otra cosa, ni siquiera el respeto de su propia familia.
La recesión es un frío que entra de a poco, no genera enojo hasta que se hace grave en serio.
Es diferente de la sensación de desastre inminente que había en Diciembre.
En cuanto al Estado, en mi mundo hasta los estatistas mas fervientes lo ven ahora como Campanella.
A mí me pone algo nervioso que para un sector social, estabilidad sea sólo estabilidad de precios. Prefieren la estabilidad de precios y frío, que la estabilidad de ingresos y conflicto. Después está el sector exportador que prefiere cualquier cosa menos infla arriba de la deva, claro. Genios.
Ese es el problema de entrar en estanflación. Ninguna opción es buena. Enfriás y la inflación baja a «solo» un horroroso 20 o 30% anual. Reactivás y se dispara.
Pero no pueden decir que nadie les avisó.
En los 90 la clase media adoraba esa «sensación de seguridad» de la fantasía del dolar a 1 peso. Sin embargo la inestabilidad laboral crecía. Y el engaño neoliberal explotó para tod@s.
Que haya inflación no significa que haya inestabilidad. Hace muchos años hay inflación y los sueldos suben acorde a ella, salvo este año en que el mercado le torció el brazo al gob. Tres gobiernos kirchneristas demuestran a las claras la estabilidad de esta década. Y si el gob. puede garantizar esa estabilidad con una inflación moderada, puede seguir en 2015.
Creo que si el nivel de conflictividad no es mayor es porque hay cierta estabilidad económica.
Saludos,
Pedro.
Justamente si hay inflación y dejás el dolar quieto te pasa lo de la convertibilidad. Pero pasa a la larga si conseguís dólares de afuera.
Como no vinieron dólares, fue a la corta. mejor para todos, pero el problema de base sigue.
es que hay por un lado cansancio, por otro algunos opositores como el FR ya creen segura la victoria y un terber grupo en el que me incluyo confía en que la gente»no come vidrio» y los resultados darán una continuidad reducida pero suficiente.
Scioli?Ja ja, como se resignan.
Hay una parte de la sociedad que a pesar de irle bien, se quejan del gob. Cacerolos, muchos. Y si no se mueven es porque nos los manijean para salir a la calle, la opo está en otra cosa. Y viendo lo patéticos que fueron siendo los ultimos cacerolazos, ya no les queda nafta. Nunca fueron espontáneos, como se creyeron e intentaron hacernos creer.
Ojo, sigue latente esa bronca anti-k. No sabrán para donde disparar, si al faunen, massa o macri. Y allí es donde dividen votos y gana el FPV, con el candidato que sea. Cabe recordar que el piso de un presi en ejercicio (y su partido) para una elección presidencial siempre fue 40% aprox. El FPV tiene con qué pelear. Y si la economía se estabiliza, gana bien. Los cucos que quieren meter es porque justamente ven que se viene otro gob. del FPV. Recordemos también que vienen de 10 años de «relato opo» del fin de ciklo, se lo repiten como deseo nomás. Y por suerte nos vino re bien siempre, así que sigan con eso…
Saludos,
Pedro.
Lo de los opositores son expresiones de deseo pero lo tuyo es análisis crudo, objetivo y racional. CHANTA!
No a la guerra de subjetividades, muchachos. Pero ya que estamos, me cabe más la de Pedro, que lo hizo sin agredir a nadie personalizadamente.
«los opo» como si fueran los otros…ni de eso se hacen cargo, trolls de derecha, por favor, sigan que causan gracia por momentos.
«El corazón tiene razones que la razón no entiende», una indirecta…?
Saludos,
Pedro.
loco de pensar, queriendo entrar en razón y el corazón tiene razones que la propia razón nunca entenderá. Y a dónde voy, siempre voy a buscar lo que es mío ♫
Es que el tipo que desde chico tuvo la suerte de poder comer las cuatro comidas diarias, no funciona políticamente como una función cuya única variable es el ingreso personal. El que come las cuatro comidas sin ir a rezarle regularmente a nadie tiende a mirar más allá para estar contento o triste, indignado o satisfecho. No los arreglás así no más, te pide cosas tales como calidad institucional y una injerencia estatal que vaya más allá del favorcito coyuntural. Estado, bien, ¿qué quiere? ¿qué está haciendo? ¿Cómo lo está haciendo? No es casualidad que últimamente todos los candidatos con chances salgan a chapear con el tema de la gestión y que surja el tema de la democratización de las instituciones intermedias de la sociedad. El kirchnerismo se dio cuenta de esto muy tarde, ahí anda Randazzo inaugurando trenes después de la tragedia. Tarde piaste, perdieron mucho tiempo jugando al Che Guevara en el siglo XXI. Ahora también Scioli aparece como «suficiente», mirá vos, ¿qué querrá decir eso? ¿Qué es lo que Scioli les mantendría suficientemente? Pura neurosis identitaria.
Esta bien eso Diego. Me parece coherente aunque no lo comparto tal como lo decís. Fijate qué loco que es, que el sector que más se indigna por la calidad de lo público (en la calle y los medios de las grandes urbes) es aquel que no usa ni educación ni salud públicas. Creo que es parte de las contradicciones de la mayoría de clase media bien urbana, capaz de jugar contra la 125 sin entender que saldría favorecida por una resolución de esas características.
Hache, tengo parientes laicos que mandan a sus hijos a colegios de curas no porque les interese la religión sino porque entienden que la escuela pública es un desastre. Te digo más, se trata de profesionales que no quieren mandar a sus hijos a los colegios a los que ellos fueron porque leen que en estas últimas décadas ese mismo lugar que a ellos les permitió acceder a lugares de privilegio en términos profesionales ya no opera de ese mismo modo. La educación privada es como un pay per view educativo, ojalá fuese gratis y de calidad para todos. No hay contradicción ahí, más bien es justamente en esos rubros en los que les gustaría que el Estado cumpla un rol diferente al actual. Es parte de la privatización de la sociedad contra la que esa clase media cacerolera viene renegando con el mismo énfasis desde la época de Menem. Y si querés más, una figura como la de Lanata es la que les ata estas últimas dos décadas con una misma coherencia.
Porque es un sector furioso contra la intervención del Estado. Le exigen mejores servicios, pero con menos intervención, con menos impuestos. Quieren que los maestros cobren más pero se re calientan por los paros («porque ponen a los chicos de rehenes»), que en realidad les jode para ejercer su individualismo. ¿Cómo van a cobrar más si no lo piden? Ojo, esto último también forma parte del debate entre kirchneristas.
Hache, creo que hoy la carga impositiva es medianamente importante, entonces la situación actual amerita exigir mejores servicios.
Respecto de los paros, deberían concretarse canales efectivos de comunicación de ambos lados, el que exige, y el exigido, para llegar a soluciones inmediatas (dentro de lo posible) sin afectar al resto de la sociedad.
Hache, es que justamente, para esa clase media el debate respecto a muchos temas puntuales en los que el estado tiene o tendría que tener un rol central está «fuera de lugar». Sigamos con el mismo ejemplo, la educación, se discuten sueldos como si se tratase de empleados bancarios o de comercio, el resto, el resto a la hora de los bifes no le importa mucho a nadie. No aparece el «momento» para que el nivel educativo tome una relevancia por encima de si los maestros tienen que cobrar el 20 o el 28 por ciento más que el año pasado.
Impuestos pagan los de esa clase social a la que nos estamos refiriendo, empezando por el Impuesto a las ganancias en sus escalones más bajos. No es ese el problema, se trata de un sector que no tiene gran capacidad de evasión impositiva y que para sus adentros ya asimiló que tiene que pagar, solamente que pide un Estado manifestándose en todos esos servicios por los que hoy tiene que recurrir al mercado si quiere más o menos tenerlos.
Por ejemplo, yo siempre quiero más y mejores servicios del Estado. Tensionando cada vez más el capitalismo si es posible. Por eso nos gustan los sistemas nórdicos más que otros. BIen.
Explicame ¿por qué si queremos más del Estado defendemos posiciones antiestado como las de Massa o Macri, en tanto clase media acomodada?
Te dejo otra polémica:
La infla que resulta de una mejora en ganancias para concentrados exportadores (vía devaluación) está menos en el debate ortodoxo que la surgida por puja. Este 1,8% oficial es más que el 1,2% del IPC Congreso de otrora, sin embargo hay menos quilombo que antes por la inflación, cosa que refiero en el post original.
Hache, es que el tema es bien complejo porque para empezar no existen en el mundo real de la política dos posiciones enfrentadas de modo tajante tal que una es pro-estado y la otra anti-estado. Macri, el referente más contundente de lo que sería la derecha hoy en la Argentina, es un tipo que en lo concreto de su gestión, vive chapeando con lo eficiente y con la cantidad de servicios que brinda su estado pintado de amarillo. Macri no es Alzogaray, esto para empezar a entender de qué estamos hablando. La lógica del estado mínimo murió en diciembre de 2001. A Macri se le puede criticar muchas otras cosas, pero el error es nuestro si simplemente nos soslayamos ubicándolo como el último eslabón de la cadena «de los malos» en una hollywoodense historia argentina… Para seguir, se dejó de discutir de modo tan ferviente la economía en los últimos meses porque el ajuste ya lo hizo el gobierno de Cristina. Había inflación, ok. Había que bajarla porque no daba para más. O se aumenta la oferta de productos para compensar el exceso de demanda o se baja el poder adquisitivo de la demanda de modo que en un mediano plazo vaya convergiendo con la oferta que hay. Esto último es lo que hizo el gobierno, acorde con lo que pedía el más frío agente secreto del FMI. El gobierno ya hizo la tarea que «dado la situación» se podía hacer, esto como te decía, a vista de cualquier Terminator de la economía neoliberal.
En resumidas cuentas, esa antinomia sólo reside en la ideología de los cuadros más fanáticos del kirchnerismo, pero no en la sociedad. No está claro que el cristinismo sea más estado que el macrismo, menos aún en un contexto donde las demandas ciudadanas van el sentido que estamos discutiendo, es decir, por la mejora concreta de servicios puntuales. No es tonto -aunque sí totalmente fuera de tiempo -Randazzo sacándose foto con trenes nuevos. El que venga tendrá que seguir poniendo trenes nuevos, esto está fuera de discusión me parece.
Lo otro, la calidad educativa, ni se discute. Son áreas que aparecen en el debate solamente bajo la forma de la demanda económica de los sindicatos. Y fijate que lo que pasó en estos años en los que hubo mucha más guita para la educación que antes pero que los resultados no fueron acorde. Hay algo que está obstruyendo el asunto antes de que nos pongamos a ver a quién le cobramos impuestos. Y esto hace a la peculiaridad argentina.
No estoy tan lejos de lo que decís Diego, algún detalle quizá (Macri es el que es gracias a que el Estado nacional le puso guita a la gente, sino tendría un presupuesto más chico, habría que ver si de él depende), pero estoy bastante cerca de todo eso que escribís, así, como está escrito.
Si nos comparamos con los 70, tenemos una carga iompositiva mucho mayor y unos servicios estatles muy inferiores, empezando por la educación pública.
Hasta la señora que trabaja en casa los manda a uno privado.
«tenemos una carga iompositiva mucho mayor»
See.. bahhh…. habría que ver la «carga promedio ponderada» contabilizando lo negro….
Digo por los Susanos Gimenezs (o algo así): monotributistas de 12000 anuales que compran (o compraban) 2 palos de rúcula por semestre… Vo’ de esa algo sabe’ ¿no?
Silenoz, se ve que no pagas pagas impuestos…
Lo minimo que podemos pedir por financiar tu existencia, es respeto a los que te bancamos.
Sabes cual es una de las diferencias fundamentales entre un estado de derecho y una republiqueta bananera?
En los primeros se presume tu inocencia hasta que no se demuestra lo contrario.
Gracias hache por la mención en tu artículo (todavía estoy sorprendido por la expresión así a la libre de este Campanella y que nadie se haya sorprendido, como yo).
Cuando hablan/mos de gasto público y de educación siempre me hago la misma pregunta (y se las hago a los demás), cuantos de los pequeños van a una escuela privada porque garantiza la doble escolaridad necesaria, no por educación, sino porque ambos padres trabajan? cuanto debería invertir el Estado para cubrir esa necesidad, en infraestructura (más escuelas) y en docentes y resto de recursos humanos?
Bajar el gasto, sí jeje!(como recordamos siempre, leyendo El fin del estatismo, versión 1987 aggiornada a hoy)
Con afecto,
DFT
Hache.
Respecto de: «A mí me pone algo nervioso que para un sector social, estabilidad sea sólo estabilidad de precios. Prefieren la estabilidad de precios y frío, que la estabilidad de ingresos y conflicto»…..
A una mayoría donde vos ves vicio ve virtud……y si rechazan el relato y son mayoría…
¿Que pasa entonces?
Creo que te entiendo. Bueno, la respuesta está a la vista. Y el gobierno tomó nota de esa postura. Lo que no está claro es que sean mayoría, porque la CABA no es todo el país ni los sectores vulnerables son igual de visibles que los medios y medios altos, para las vidrieras de información.
Por otra parte, de la misma forma que mientras haya una sola persona pobre hay que seguir adelantando variables y generando bienestar desde el Estado, mientras haya una sola persona de clase media trabajadora que se ponga del lado de la renta agropecuaria (o sea contra la 125) hay que ir a explicarle y buscar generar conciencia…
A todo esto, si no te jode, vamos a llamarle política.
¿Macri «anti estado»? ¿Derecha?
Tiene 200 mil empleados, o sea 800 mil personas con su nucleo famiiar.
25% de la población de la CABA. Ñoquis al por mayor.
Y eso que es el distrito más rico del País. Por eso no debe sorprendernos que en algunos distritos del interior la proporción sea cercana al 100%
No digamos más pavadas, amigos. Macri es por algo el adversario designado por Cris para sucederlo.
sucederla.
Con un poco de suerte Cristina podrá tener algo que ver con la elección del candidato del FPV. De los candidatos de la oposición no nos hacemos cargo.
Hará lo posible, hasta si es necesario donarle las bóvedas:
Cntrolará el Congreso, le hará la vida imposible, y será la alternativa de recambio victorioso para el 2019.
No perderá la oportunidad. El peronismo es eterno, solo se toma vacaciones a veces.
Para eso están Magnetto y La Embajada.