Shell obtuvo el permiso de Obama para perforar Alaska con gran polémica mundial. Hábilmente invirtió en el desarrollo de la comunidad, y con apoyo popular y respaldo gubernamental, consiguió entrar al Ártico, una de las pocas zonas en el mundo que se mantienen vírgenes sin intervención de las petroleras.
El Polo Norte, actúa de termorregulador del cLima de la Tierra para limitar el aumento de las temperaturas al reflejar la radiación solar pero su función se ve obstaculizada. “Las previsiones para el Ártico empeoran. En 10 o 20 años, el hielo desaparecerá durante el verano”, “cada tres minutos se derrite el equivalente a una cancha de futbol de superficie de hielo ártico”, indica el informe “El Ártico, la última frontera”.
Numerosas especies son afectadas por la disminución de las capas de hielo, el aumento de las temperaturas y por los periodos más largos de aguas sin hielo. El deshielo, elevaría el nivel del mar y alteraría la corriente del Golfo que lleva calor a Europa. Los habitantes del Ártico, el barómetro del calentamiento global, representan una curiosa ecuación de vulnerabilidad, activismo e incertidumbre en una región donde confluyen preocupaciones medioambientales e intereses geopolíticos.
Una nueva fiebre por el petróleo se está desatando en el Ártico.
Shell, BP, Exxon y Gazprom, entre otras empresas, quieren poner al Ártico bajo el riesgo de un derrame petrolero que sería devastador para el área. Las mismas corporaciones que causaron el derretimiento del Ártico ahora quieren beneficiarse de la desaparición de los hielos polares. Quieren abrir una nueva frontera petrolera para obtener alrededor de 90 billones de barriles de crudo. Eso es mucho dinero para ellas, pero al mundo sólo le significaría 3 años de combustible. Los mismos expertos de la industria petrolera reconocen que lidiar con un derrame de petróleo en aguas heladas es “casi imposible”. Para perforar en el Ártico, las compañías petroleras deben arrastrar los icebergs lejos de sus equipos y utilizar mangueras gigantes para derretir el hielo flotante con agua tibia. Podría ocurrir una catástrofe. Sólo es cuestión de tiempo. Ya vimos el extremo daño causado por los desastres de Exxon Valdez y Deepwater Horizon. No podemos permitir que esto ocurra en el Ártico.
Pesca industrial
Las flotas de pesca industrial de arrastre están comenzando a operar en las aguas del Ártico.
Los pobladores locales han pescado de manera sostenible en la zona durante miles de años, pero podrían verse amenazados si dejamos que las mega empresas de pesca exploten el océano Ártico.
Guerra Las naciones de la región se están preparando para un posible conflicto en el Ártico.
Como muestran los cables de Wikileaks, los Estados Unidos han hablado de “amenzas militares en aumento en el Ártico” y Rusia prevé una “intervención armada” en el futuro.
La amenaza de una guerra en el Ártico es real. Los países alrededor del Ártico están comprando submarinos, jets de guerra y rompehielos nucleares para sostener sus posiciones usando la fuerza. Tanto Rusia como Noruega anunciaron los llamados “Batallones del Ártico” para defender sus intereses nacionales. Junto con la creciente militarización, seis países están tratando de apoderarse de partes del Ártico no reclamadas, incluyendo el Polo Norte – como su territorio nacional. Esa zona en la actualidad pertenece a todos nosotros. Vamos a mantenerlo de esa manera y declarar un Santuario Mundial en el Ártico para toda la vida en la Tierra.
No hay gobierno o ejército que proteja el Ártico. Sólo países y empresas que buscan sacarle provecho.
El Ártico debe existir para el bien de todo el planeta. Ayudanos a llevar una bandera al Polo Norte que represente a toda la vida de nuestro planeta. Hay 6.9734.324 personas como vos sobre el planeta. Cada uno de nosotros está afectado por la salud del Ártico. Al reflejar los rayos del sol, el Ártico mantiene el clima del Planeta tal como lo conocemos.
Pero el Ártico es el más afectado por el calentamiento global, es una región que se calienta el doble de rápido que cualquier otro lugar. También es la nueva frontera de la industria del petróleo – uno de los combustibles más sucios y responsable principal del derretimiento de hielos. Al detener la fiebre del petróleo en el Ártico estaremos creando las condiciones para un cambio radical en la forma en la que producimos energía, acelerando una revolución de las energías limpias que serán el combustible sano y seguro para nuestros hijos.
Sabemos que nos enfrentamos a los países y compañías más poderosas del mundo.
Pero, juntos, somos más fuertes que cualquiera de ellos. Nos preocupa qué mundo le vamos a dejar a nuestros hijos y ello trasciende todas las barreras que nos separan y hace que, juntos, seamos la fuerza más grande.
Es por eso que vamos a llevar tu nombre y el de millones de personas al Polo Norte, con una Bandera para el Futuro diseñada por jóvenes de todo el mundo. Mostrará que nuestra visión de un medio ambiente sano y un mundo en paz, comienza a construirse con nuestro compromiso en la protección del Ártico
Pero la bandera no es sólo un símbolo. Vamos a llevar tu voz a cada lider político para preguntarles cual es su posición respecto del Ártico. Vamos a reclamar en las Naciones Unidas un acuerdo global para protegerlo. Hace 30 años lanzamos una campaña similar para proteger la Antártica. Nadie pensaba que tendríamos éxito, pero lo logramos. Y creamos un parque mundial alrededor del Polo Sur.
Via: Diario Ecologia