El feriado del 24 de marzo lo es en razón de conmemorar el inicio de de la dictadura más sangrienta que azotó al país, a partir de 1976.
Cuando hace treinta y cuatro años, el dictador Jorge Rafael Videla y sus secuaces, Emilio Massera y Orlando Ramón Agosti, no solo iniciaron un período de represión ilegal que, con suerte, se cargó treinta mil inocentes. A través de la mencionada sangre y fuego, y a partir de ese instante maldito, instauraron -y quizá eso sea lo peor del caso-, un modelo social, económico, cultural y de antipolítica, que persiste con el genocidio -porque fabrica pobreza al por mayor- hasta nuestros días, algunas -cada vez menos- de cuyas líneas maestras no han podido todavía ser erradicadas en razón de la pertinaz oposición que ejercen, ante la mínima intención de cambio, los grupos del establishment económico que se beneficiaron con la dictadura y forman parte del poder fáctico permanente de este país.
Suscribo cada palabra.
también yo. mis saludos.
esta bueno,y sentido.
Hay que señalar que el primer delito que cometen es del sedición y apropiación ilegal del poder del estado.