Crucé la plaza, nada quedaba, buscaba a mi padre pero nos separa un vallado y un mar de banderas abandonadas al temporal. Al tercer llamado desiste jamás escucharía el celular, Hasta el cielo está de luto – pensé- Me detuve frente a la pantalla gigante y vi ese auto negro salir rodeado de paraguas y de pueblo y me reí de la posibilidad de una discusión futura sobre si llovía o no el día que murió Néstor, otra que los paraguas del cabildo me dije. Camine entre la gente que aun quedaba en pequeños grupos siguiendo el cortejo en silencio. Recordé con alegría a mi hermana y es que la militancia es dura pero paga siempre con el afecto del pueblo y se me lleno el pecho pensando en que esa fuerza le hace bien quizás mejor que un abrazo profundo mío o una tarde en silencio llorando juntos. Porque llore y eso que yo no soy de los que lloran, como no soy de los que bailan ¿pero pude alguien estar ajeno a tanto amor? Llore y aun lloro. Seguí caminando por la plaza y recordé el llamado de mi madre que me gritaba desde la plaza llena “Webber dice que nace un líder cada 100 años, está equivocado en la Argentina nacen cada 50”. Es difícil explicar el peronismo, muy difícil y mas aún cuando se es peronista sin opción como mi caso. Llegue a la oficina y todos hablaban de cómo habían hecho la cola o como habían desistido de hacerla, una par hablaban de que se la bancaron porque eran jóvenes y otros decían que eran todos jóvenes. Había una vieja peronista que rezongaba porque entre los empujones casi pierde la cadera y no está la cosa para pagarse una cadera nueva pero igual se reía porque al final de cuentas llego a la rosada y es cuando amago irse los compañeros de la fila le dijeron “Doña tranquila que a usted no la empuja nadie más” La hija que es peronista también decía que no tenía que preocuparse que de ultima le regalaban una silla con motor y todos reían a coro. En otra oficina y mate de por medio la mujer de un compañero lo verdugueaba porque no se había bancado la cola “al final yo soy más K que vos” y el entre serio y triste se justificaba con que prefirió hacer el luto en soledad pero para mí que le paso factura el ultimo picado que jugamos la semana pasada y es que el tiempo pasa para todos. Salí de la oficina pensando en los pibes que hicieron 12 horas de cola, pibes que no son peronistas, llegue a cas casi al mismo tiempo que el avión arribaba en el sur y mientras escribo esto me regocijo pensando que si como dice mi vieja Webber estaba equivocado quizás mis hijos y yo vivamos otro Néstor, otro Perón u otra Evita. ¡Gracias Dios por hacerme peronista! Gracias.