Los enemigos del Pueblo sobre todo en Latino América han recurrido al fraude o al golpe militar para recuperar el manejo del Estado toda vez que el pueblo logró acceder al Gobierno.
Actualmente ambos caminos están provisoriamente vedados y entonces al enemigo no le queda otra opción que estructurarse políticamente para ganar las elecciones.-
Los mismos mecanismos de construcción de Pueblo como identidad política creo que son los que permiten al enemigo constituirse como opción hegemónica.-
El conflicto con las patronales agrarias es un buen ejemplo: un significante vacío (“CAMPO”) funcionó como universal equivalente de las demandas de varios sectores sociales opositores al proyecto Nacional y Popular. Cada sector llenó este significante vacío con sus propias significaciones.-
Ante el hecho consumado creo que dos razones impidieron que derrocaran al Gobierno Nacional y Popular:
1.- La falta de un Líder que claramente condujera y unificara el campo antipopular.-
2.- La acertada jugada política de darle al problema tratamiento legislativo, acompañado de la movilización de los sectores del Pueblo. –
Independientemente de la derrota puntual en la votación, el gran triunfo del campo popular fue darle un significado positivo al universal CAMPO. Al llenar el significante vacío con un contenido positivo (retenciones sí o no) dejó de funcionar como un equivalente de las otras demandas antipopulares, sobre todo para los sectores urbanos. A pesar de todos los intentos posteriores de la oposición, este aglutinador perdió su función de equivalente universal.-
Entre otros intentos (Institucionalidad, Violencia, República), uno de ellos es que funcione como tal el concepto FEDERAL (vemos como lo usa Reutemann), que creo fue exitosamente torpedeado por Cristina al coparticipar con los Municipios el 30% de las retenciones.-
Lo que quiero significar es que el campo popular no solo debe estar atento a ampliarse y consolidarse lo más posible para satisfacer las demandas de los perjudicados por este sistema capitalista dependiente, sino que debe estar muy atento a evitar que una demanda del campo del enemigo se transforme en un universal equivalente que quiebre la unidad del campo propio y lleve a sectores dubitativos al campo del enemigo.-
Las próximas elecciones son un claro ejemplo de la debilidad transitoria del enemigo hasta que no logre unificarse políticamente y se mantenga dividido como hasta ahora.-
Cuando sectores supuestamente revolucionarios proclaman que no debe cederse cualquier cosa por mínima que sea, creo que no hacen más que empujar a estos sectores dubitativos al campo del antipueblo.-
Una verdadera Política Nacional y Popular debe estar atenta no solo a satisfacer las demandas de su propio campo, sino también a articular políticas que debiliten las demandas del enemigo y le impidan fortalecerse, sin que esto signifique en modo alguno ceder los principios fundamentales de una sociedad más libre, justa y soberana.-
Me interesa este planteo, aunque no estoy de acuerdo con sus especulaciones políticas.
Ya hace tiempo que vengo entendiendo como Ud. que la matriz lacluneana es aplicable no solo para los sectores de menores recursos a los que uno tradiconalmente le asigna la denominación de «campo popular», con todas connotaciones positivas (que se pordrían resumir en los «pobres buenos»).
Lo de los significantes vacios de Laclau es aplicable también a sectores como «el campo» que como bién explica Ud, logra llenar un significante vacío y constituirse en sujeto político y por que no decirlo en un campo popular de «burgueses clasemedistas».
Si esto no hubiese sido así no se estaría discutiendo lo que hoy se discute en política.
Referente a «Los enemigos del Pueblo sobre todo en Latino América han recurrido al fraude o al golpe militar para recuperar el manejo del Estado toda vez que el pueblo logró acceder al Gobierno. Actualmente ambos caminos están provisoriamente vedados y entonces al enemigo no le queda otra opción que estructurarse políticamente para ganar las elecciones.-» nos hace recordar lo que desarrolla el Piojo Resucitado en el reportaje que le hacen en la Bloguera cuando se enfrenta en un debate con Mariano T. Me parece fantástico que esto así suceda, que sectores tradicionalmente golpistas se institucionalices y para que ello ocurra rrecurran a un «formato argentino» de expresión política, el escrache, el piquete y la particiación en el congreso.
Yo desendemonizo a ambos sectores y rescato este habitus político como típicamente argentino (latinoamericano) culturalmente hablando. Laclau sirve para la derecha como para la izquierda y es un progreso, como bien señalan Ud y el Piojo, la razón biopolítica es la misma, lo que cambia es la posición desde donde se hace el reclamo, desde donde surge la demanda.
Esta razón puede ser tan valedera para un clase media que no poder mandar a su hijo a un colegio privado, como para el trabajador haber perdido el trabajo. El procedimiento del reclamo se convierte en una cuestión relativista que supera la dualidad civilización-barbarie y los iguala en la demanda.
La diferencia es el uso del a fuerza, antes un sector disponían de las armas a su voluntad, ahora parecería que esa posibilidad estaría «provisoriamente» o definitivamente vedada.
Estimado EJ, muchas gracias por su comentario. En efecto, según Laclau de lo que se trata es de disputar los significantes vacíos, es decir, volverlos flotantes. Recuerdo aquellas dos plazas del año pasado: la del Congreso, por un lado, y la del Monumento a los Españoles, por el otro. Ambas plazas gritaban “si este no es el pueblo, el pueblo en dónde está”. Allí, se puso en disputa el significante pueblo. Y ese es el significante que el campo progresista no debe perder para que no caigamos en la posibilidad de un populismo de derecha. Por suerte, tal cómo usted lo afirma, la equivalencia formada a partir del significante “campo” no canalizó verticalmente en un líder. Pero no hay que bajar la guardia porque pueden hacerlo. Ahí, están al acecho con “la seguridad” y la “calidad institucional”, etc. etc. Y peor aún están tratando de conformar un cerco de exclusión territorial concreto, como lo padece Rossi, a quién se lo agrede cada vez que visita el interior santafecino. Es decir, que haya territorios “librados o limpios del mal kirchnerista” a la manera de la media luna en Bolivia con Evo. Eso, es muy grave.