Renuncias testimoniales

Como el movimiento se demuestra andando ya las “renuncias testimoniales” (Gaby y Felipe) salen a reemplazar en la agenda mediática a las “candidaturas testimoniales”. Sobre estas últimas ya dí mi opinión (https://artepolitica.com/articulos/el-que-puso-scioli-recibira-sciolis-el-que-puso-felipe-recibira-felipes/).

Creo que importa una mirada analítica sobre el tema. Lo intentaré a partir de mis limitaciones pero abro el debate para que lo que poco que yo pueda haber pensado sea enriquecido. Porque además ya empiezan a surgir propuestas de transformaciones legales (institucionales) y la pregunta más que qué prohibimos o que no, o qué política deseamos o que no, es en que sentido queremos una politica diferente. Que política queremos “incentivar” y como unas u otras actitudes nos conducen o no a una “mejor política” (en el sentido electoral y partidario, politics en inglés).

Para eso hay que pensar en que se parece y en que se diferencia esta “forma de hacer política” (las “renuncias testimoniales”) de las que proponen o han propuesto otras alternativas, o si se quiere esencialmente el oficialismo y sus “candidaturas testimoniales” (si es que realmente suceden).

Para empezar en que se parecen:

1.A. Es una movida electoralista. No es que renuncian porque no pueden dormir a la noche tranquilos. Renuncian porque entienden que así sacan más votos. Ojo, me parece más que bien que los políticos quieran ganar elecciones, pero que quede claro que lo que mueve a las renuncias no es más ni menos que ganar votos (que funcione o no es parte del juego como las “candidaturas testimoniales”).

1.B. Significa el incumplimiento de los mandatos como en tantos otros miles de ejemplos. Nuevamente no es algo que a priori a mi me genere un problema. Si el electorado de Capital o PBA los elige diputados podríamos entender que la propia votación funciona como una revocatoria del mandato anterior. Sería largo entrar en detalles, pero me parece que como principio es difícil de discutir.

1.C. Mauricio mueve la dama. ¿Se acuerdan de Cristina? Bueno, es lo mismo. Bien, mal, mas o menos. No importan las calificaciones, ni importa que en la vida civil Nestor y Cristina estén casados y Mauri y Gaby no: el matrimonio político existe en ambos casos y la movida es la misma. Una vez más, yo no tengo inconveniente. ¿Por que no juntar votos a través de la candidatura de un cuadro político que es mi esposa / mi lado humano? La “portación de apellido” (Cristina dixit) sería otro tema.

1.D. De internas ni hablar. Ni el PJ, ni el PRO, ni nadie. Los únicos que la intentan son los de la UCR pero para que el resultado de la interna vaya en la lista final en un orden a negociar con otros partidos que están llenos de radicales que no participaron de la interna porque no están más en el partido.

Es decir, bajo el doble estandar de ciertos medios y sus electores potenciales Gaby y Felipe realizan una movida electoral que puede o no ser exitosa (y creo que lo será y en eso los felicito). Pero que replica en el gesto (“candidatura testimonial” vs “renuncia testimonial”), en el incumplimiento de los mandatos, en el elevamiento a candidato de quien “mide” y en la falta de internas todo aquello de lo que ellos mismos (más Mauri y Gaby que Felipe) acusan a la vieja política.

Podría quedarme aquí y decir “vieron que son todos iguales”. Pero no. Voy a seguir. Algunos son más iguales que otros (leer “rebelión en la granja” ante cualquier duda).

Primero porque estos temas no me escandalizan aunque el cuarto me preocupa (la ausencia de internas me parece que hace a la ausencia de partidos y nadie las realiza “en serio”). Y segundo porque las diferencias existen y me preocupan aún más.

¿Y en que se diferencian?

2.A. Asumir. Bien o mal es una diferencia. A mi no me parecería mal que Scioli se presente a candidato avisando que no va a asumir, pero es diferente de esto. Me parece lógico que propongan asumir las candidaturas a las que se presentan. No es que esté mal no asumir candidaturas avisando que uno no va a asumir sino que su candidatura es “testimonial” ni tampoco que un partido presente a sus “mejores caras” como candidatos legislativos y luego si gana el ejecutivo “coopte” a sus propios legisladores como ministros / secretarios / embajadores (¡Aguante Ginés!!!). Está bueno que las cabezas de lista asuman, que el que no lo hagan no sea un “problema”, no quita que esté bueno. Ahora, si esto es serio espero que le den tanta cámara a todos los candidatos con chance como a la cabeza de lista. Es decir, si son “diferentes” en el asumir y no en “colgarse de las tetas de Scioli” espero ver tanta presencia mediática del cuarto o quinto en la lista como de Gaby y del décimo de la lista como de el Colo y Felipe.

2.B. La falta de un discurso programático. Plantear como Gaby que va al Congreso para “defender a la Capital” es cualquier cosa menos un discurso programático. Siguen hablando de que son diferentes pero nunca dicen en serio para que. Aquí el oficialismo nacional está en su derecho de “hacer la plancha”. Es decir, puede decir “apoyamos al proyecto en marcha”. La oposición debe plantear por que es oposición. ¿Porque Gaby no usa Vuitton? No basta con decir “somos diferentes” en el estilo (aunque no necesariamente lo son) sino en que quieren hacer de este país.

2.C. La decisión de renunciar con antelación, 8 meses antes de asumir sin son electos (aunque suponemos que lo serán). No es que dicen que renunciarán a sus mandatos actuales en Diciembre y que pedirán dos meses de licencia para la campaña. Renuncian ahora, antes de que el electorado les conceda un nuevo mandato. Vale la renuncia a un mandato para asumir otro (ver 1.B.). pero renunciar con antelación es contradictorio. Si lo que importa es el cumplimiento del mandato (y por eso su oposición a las “candidaturas testimoniales”) deberían cumplir el mandato hasta que puedan. Si lo que importa es que asuma el primero de la lista, ¿por que someter 8 meses antes al electorado a la asunción de algún suplente?

2.D. Un tema centralísimo y el que más me preocupa conceptualmente. ¿De que van a vivir Felipe y Gabriela en estos ooooooocho meses? No es que me preocupe realmente de que van a vivir, me preocupa por parte de dos políticos profesionales que promuevan una ética de la política que implique vivir “en la política” sin vivir “de la política” (cualquier duda sobre de que hablo lean a Max Weber).

En resumen las “renuncias testimoniales” promueven una forma de hacer política (politics) que no es más que una movida electoralista que se relata distinta de la política tal como la conocemos (puntos 1.A. A 1.D) salvo en algunos “detalles” (2.A mirado desde 2.C).

Y en lo único que no es un “detalle” tenemos que no hay política explícita (entendida como policies, ver 2.B) y además se promueve una política donde el político profesional (e insólitamente Gaby y Felipe lo son) queda en desventaja frente a los que son ricos y no necesitan su sueldo (Mauri, el Colo y por que no Néstor y Cristina) o los corruptos para los cuales el sueldo por derecha no es el sueldo.

¿Es esta la política que queremos?

La que yo quiero no. Quiero una política donde puedan ser representantes el empresario pero también el obrero de la construcción. Y creo que esta “nueva política” PRO no aporta nada nuevo y además deconstruye. Está convirtiendo dos muy buenos cuadros políticos como Gaby y Felipe (más allá de mis acuerdo y desacuerdos ideológicos con cada uno de ellos) en gerentes / satélites de “los niños ricos que tienen tristeza”. Ellos ya han sido cooptados, esperemos que no lo sea ni la política toda ni todos los votos todos.

Atte,

Ignatius