Hacemos un breve resumen de lo que se discute actualmente sobre la baja o no de las retenciones actuales.
Por un lado, está la cuestión de los precios internos. Confieso que no me convence ningún argumento, ni ningún berrinche, de los que intentan explicar que los precios internos de los alimentos derivados de los productos a los que se les bajarían retenciones no subirían. Justamente, las retenciones son un dique de contención contra el traslado al mercado interno del nivel de precios internacionales. Será un tema trillado, puede ser. “Hinchará las pelotas” que se lo repita, puede ser más todavía. Pero, ¿cómo negarlo?
La segunda cuestión afecta a las cuentas fiscales y es un poco más controvertida.
El tema a tratar partiría del siguiente razonamiento (sin números). Importante baja de retenciones a la soja, eliminación de retenciones a trigo y maíz, equivaldría a un debilitamiento de los ingresos públicos que convertiría el actual superávit primario en déficit.
Esto, aceptado por todos, instaló un debate nuevo. ¿Es tan necesario mantener las cuentas públicas en superávit?
Leemos argumentos que intentan demostrar que el superávit no es necesario, que la necesidad de mantener el superávit fiscal es un resabio monetarista, y que Jorge Ávila mismo le reconoce a Kirchner la única virtud de haber instalado la necesidad de que se mantengan superavitarias las cuentas públicas.
Dejando de lado la estupidez de “ir al FMI, y listo”, de Carrió (como si el FMI fuera Efectivo sí), leemos el argumento, en un comentario del compañero No Entender, de que se puede monetizar el déficit fiscal (es decir, imprimir billetes nuevos para pagar con ellos los gastos que no se puedan afrontar con recaudación). Esta emisión de moneda sin respaldo de divisas, implica la convalidación de una nueva paridad cambiaria (si te resistís, la sobrevaluación de la moneda te ahoga). Es decir, no es otra cosa que una devaluación.
Ahora bien, dos cosas:
-Si se va a devaluar, entonces para qué eliminar retenciones? Con un tipo de cambio más alto, podríamos volver a los tipos de cambio diferenciales. Los márgenes de rentabilidad estarían reconstituidos. En ese punto, las retenciones dejarían de ser necesarias en materia fiscal, pero pasarían a ser fundamentales en materia macroeconómica.
– Segundo, y más importante. ¿Cómo aprovechar las ventajas relativas del alza del tipo de cambio sin ancla fiscal? Sin ancla fiscal, y tal vez monetaria (con control sobre la emisión secundaria), la devaluación se traslada a precios de manera inmediata, la inflación resultante vuelve a modificar el tipo de cambio real, y el tipo de cambio nominal vuelve a quedar en off-side en poco tiempo. Entonces, nueva devaluación e historia repetida.
Me contaron que Argentina pasó por etapas similares a lo descripto (yo era muy chiquito en ese entonces ;-)) .
En todos los casos, no me parece prudente regalar, hoy, la bandera del superávit fiscal.
Y no me parece correcto tampoco pensar la actual coyuntura con los ojos puestos en el desempeño del país en el mercado externo, como única forma de evitar una crisis.
Finalmente, una reflexión que ya se vuelve recurrente. El momento actual parece conducir sin excepciones a la toma de medidas tendientes a la recomposición de márgenes de rentabilidad, que beneficien a sectores más o menos concentrados de la economía, pero en todos los casos, propietarios de capital. Parecería ser que, mientras sigamos queriendo que el capitalismo en Argentina tenga cierto grado de éxito o sustentabilidad y reparta las módicas ventajas que suele repartir (de modo muy injusto y desigual), tendremos que aceptar que es inevitable que así sea. Lo peor que podemos hacer es no ser conscientes de ello.
Mariano, muy bueno como siempre. Coincido con vos en que las retenciones sirven para contener el precio de los alimentos exportables en el mercado interno. Quizás en el largo plazo y con grandes aumentos de producción se pueda corregir la cosa pero por ahora hay que manenerlas.
Pero el tema retenciones no es solo gravar alimentos que se exportan sino no fundir o frenar actividades, la política en leches, carne y trigo ya demostró ser nefasta. Entonces en estas actividades algo se va a tener que hacer y lo mása facil es bajar algo las retenciones para recomponer márgenes de ganancia.
Después tenés el tema soja en donde no aplica el tema alimentario, la cosa es fiscal y de márgenes de ganancias. Áquí también tendrían que bajar las retenciones.
Yo creo que al gobierno lo lleva a no bajar las retenciones no solo la sobrebia y el no querer «perder» la pela contra el agro, sino la falsa creencia que el solo va a poder mantener el nivel de actividad.No va a poder y lo va a hacer mal y en forma desigual.
Por ej. Cris anunció créditos y baja de retenciones para el sector vitivinicola, todo bien, pero y los cañeros del NOA?
Creo que por una ves el gobierno va a tener que admitir que quizás el sector privado asigna mejor las inverisiones y puede aportar a mantenern el nivel de actividad.
En todo esto va perder algo del superavit fiscal, pero una cosa es perderlo para hacer el tran bala y otra para mantener el empleo.
saludos
La política en leches, carne y trigo está bien. El problema es que donde vos hacés leche, carne y trigo, también podés hacer soja. Entonces la vara con la que medís cuánto le tenés que pagar el arrendador es el poroto mágico. Ponele que hacés trigo. ok. Ponele que en una hectárea sacás 2tn de trigo, que son $100. Ahora si hiceras soja, sacás 2tn pero son $300. El costo de arrendamiento del campo te lo facuran en tn de soja, entonces el costo que pagás es 25% de soja, o sea $75. Si vos plantás trigo, y cobrás $100, ganás $25. Pésimo negocio ¿no? entre costos operativos, costos laborlaes (jajajajjajajjajajjjajajjaja) y agroquímicos, chau rentabilidad. Se entiende porqué la soja no hay que tocarla, o mejor, hay que tirarla abajo todo lo que se pueda. El tema es que los guasos, para emparejarte la soja, piden mejor precio para el trigo, carne, leche. Si les das eso, trasladás los costos directamente al consumo popular. Si a eso ENCIMA, le bajás la retenciones a la soja, olvidate. Nunca va a ser negocio plantar trigo, o criar vacas para leche o carne. el punto es, tiene sentido que les subsidiemos rentabilidad con altos precios de los productos de la canasta familiar o ¿no?. Segundo punto: Brasil tiene controlados los precios de arrendamiento, en el soviet brasileño es antieconómico producir fuera de tu campo. Yo busacaría por el lado de bajar los costos de arendamiento de los campos. Controlaría el mercado inmobiliario que está detrás de la soja. Mercado inmobiliario que entre otras cosas es el principal distorionador de los costos agropecuarios.
Fede a tu respuesta de si hay que subsidiar con altos precios, tenés que reformularla, no creo que con precios altos creo que te referís a los de mercado estés subsidiando ya que solo permitirías que se cobre lo que el mercado vale. Es decir la pregunta tendría que ser ¿conviene para los consumidores que el productor se lleve el precio lleno o real?. Si seguís con la polític actual de precios regulados o no reales por lo menos tendrías que darle una rentabilidad que le permita al productor no fundirse o no pasarse a la soja. COmo la cosa quizás pase por lo segundo o le ponés la platita al productor para que haga carne o dejás el que cobre el precio real. Pero nunca lo que se está haciendo, que es no dejar ni siquiera que el produtor de carne tenga rentabilidad mínima para no fundirse en las tierras que no son aptas para agricultora, es decir solo ganaderas. Como ese se funde al paso que vemos importaremos carne y ahí va a precio internacional.
Lo de controlar los arrandamiento es materialmente imposible.
los precios de los alimentos en los otros paises latinoamericanos sin retenciones son mas altos que aca?
fuera de la argentina la manteca es un lujo
Mariano: muy sólido.
Pepe: no se entiende su pregunta. Los precios de los alimentos es una expresión excesivamente amplia para permitir una respuesta. ¿Qué alimentos? No en todos los países se consumen los mismos ni en las mismas proporciones. ¿Alimentos de consumo interno y exportación, de consumo interno exclusivamente o sujetos a la necesidad de importar? Para dar una respuesta mínimamente seria, es necesario un mayor nivel de precisión.
Saludos
Los precios mayoristas de los commodities exportables son los más baratos del mundo, y lo serían aún con retenciones cero.
Eso no implica que la cadena comercializadora traslade esa ventaja a los consumidores.
Pepe:
tu pregunta se puede responder muy fácilmente: en supermercados de Entre Ríos o Mendoza, encontrás uruguayos y chilenos comprando, porque les sale más barato que en sus países.
Pero esa respuesta, fácil, no se ajusta del todo a la realidad (aunque de hecho así sucede).
La cuestión pasa por pensar cuál sería el comportamiento de la cadena de producción y comercialización en Argentina.
Sin retenciones, el precio que cobraría el productor de la materia prima sería mayor. Esto le permitiría recomponer sus márgenes de rentabilidad.
Ahora bien, esa mejora de los márgenes sale de algún bolsillo. ¿Se la van a cargar en la cuenta de la industria, o de los intemediarios, o del consumidor final?
Por ejemplo, si la industria compra la materia prima más cara, va a vender el producto terminado al mismo precio de antes o va a intentar no perder sus márgenes de rentabilidad? ¿Los distribuidores, los supermercados? ¿qué harán? ¿Resignarán sus márgenes o intentarán mantenerlos?
Pensemos que estamos hablando de productos alimenticios de primera necesidad, con una demanda poco elástica al comportamiento del precio. Salga más barato o más caro, se consume casi siempre lo mismo.
Saludos
Gracias por los comentarios.
gracias por la respuesta.
yo estuve hace poco en uruguay y los precios no son baratos, pero no son mas caros que aca.
te tiro una respuesta que suelo escuchar,no es que yo lo crea o no, si se «alienta» a producir mas en vez de cobrar retenciones no se produciria mas y por lo tanto bajarian los precios?
si bajas las retenciones y los exportadores tienen mas dolares ,creo que tienen que liquidar las divisas aca al menos un garn porcentaje de ellas(no se el monto exacto)eso inundaria el mercado de dolares por lo que aria bajar la cotizacion y la industria seria menos competitiva para exportar lo que crearia desocupacion,
Mariano:
Llegué acá a partir de tu «propaganda» en el tuyo de hoy.
Vayamos por partes. Respecto del superávit fiscal, como bien decís más abajo, en contextos expansivos conviene mantenerlo con algún tipo de ancla fiscal por un sinfín de razones. Algunas de ellas:
* cuando se sostiene en el tiempo, marca la capacidad de pago de un país, lo cual redunda en una baja de las tasas internacionales -cuesta menos financiarse tanto para el gobierno como para la actividad privada-;
* da la oportunidad de generar un ahorro acumulable para intervenir en tiempos de bajones económicos;
* quita presión a los mercados financieros locales -pues no se financiaría el Estado en ellos-, induciendo un nivel relativamente bajo de tasas de interés que, a su vez, aceita la actividad económica y el consumo y la inversión de empresas y particulares.
En parte, ésta es una de las razones del crecimiento de los últimos años. La administración K, no obstante, no hizo el ahorro que mencionaba antes -pagó intereses pues, como bien señala alguien, estamos hablando del primario y no del financiero, que condujo a resultado equilibrado en general-.
Dicho esto, sin embargo hay que ver que el superávit no se define sólo por los ingresos sino, obviamente, también por el gasto. Y hay mucha tela para cortar respecto de cómo se ha gastado. La eficiencia y la productividad efectiva del gasto es un punto en el que esta administración no ha descollado. Esto no se refiere a discutir, por ejemplo, el gasto social. Pero no se estudia el efecto que tiene cada peso gastado. Y, por otra parte, hay demasiados ejemplos de sobreprecios, etc., que derivan en una sobrerenta que luego va a los circuitos financieros o adonde sea. Es decir, gasto que podría haberse evitado o redirigido para que tuviera un efecto multiplicador mayor.
Por esas mismas razones, no es especialmente cierto que haya necesidad absoluta o ineludible de emitir para cubrir un eventual déficit fiscal, con las consecuencias que señalás, sino que puede reevaluarse cómo se gasta -¿sabés, por ejemplo, de las proporciones amplísimas de presupuesto sin ejecutar que quedan cada año en áreas clave como Producción?-. Pero, desde mi punto de vista, esto requeriría que se hiciera política gubernamental de otra forma, con un uso más transparente y menos discrecional de la guita. No los veo.
Además, está el punto de cuál debe ser el nivel de superávit fiscal. Bueno, con una deuda de más o menos 45% del PBI, significa que debería rondar entre 2 y 2,5% del PBI para el efecto que señalaba antes respecto de las tasas. Sostenido en el tiempo. Desde ya que este nivel puede variar y el contexto actual hace imperioso que se baje del típico 3 ó 4 a, quizá, 0 ó muy poquito arriba por algún tiempo, esperemos que no más de un par de años.
Luego, las retenciones. Son, como decís, un instrumento para contener precios internos, sí. Pero aquí han dejado de serlo hace rato. Pues el punto no es si retenciones sí o no o móviles o no sino en qué nivel -considerando también los costos de producir (esto es fundamentalísimo)- y, sobre todo, cómo se las aplica (y en qué nivel a quién) y para qué. En la Argentina de estos años, inicialmente ayudaron a contener precios como efecto global. Pero luego, no. Ejemplos: en febrero de 2008 una ton de trigo se pagaba a $600/650 al productor y 1 kg de harina especial costaba $1 ó menos en el súper; hoy, se paga no más de $450 y 1 kg de harina especial, no menos de $2,50. Algo anda mal. Y es por cómo está instrumentado: hay una renta que queda en manos de las exportadoras y los molinos sin que el gobierno haga nada, mientras al productor se le paga menos -y produce cada vez menos- y el consumidor paga más. La retención debería ser más baja y tomar parte de esto para subsidiar directamente al molino todo lo que vaya a mercado interno. Exactamente lo mismo podría hacerse con la leche -a la usina y no del productor-, la carne -al frigorífico y no del productor- y así siguiendo. Espero haber sido claro.
Implícitamente, abogo por reducción racional y razonable -no eliminación- y segmentación de las retenciones; y hay que diferenciar por producto y por zonas: no es lo mismo la soja que el trigo o el maíz o el girasol o la carne, ni la zona núcleo que el norte de Córdoba. No te quepa duda de que hoy habría más producción y más guita global que el gobierno podría cobrar no sólo a través de retenciones sino del sistema impositivo general -incluyendo a las provincias, a las que se les fue cayendo en picada ingresos brutos con la caída de actividad-. Pues el ejemplo que te doy arriba (idénticos podría darte para carnes y lácteos) muestra, como mínimo, y para ser benevolente, poco compromiso con la mesa de los argentinos y quienes producen y mucha falta de idea para llevar adelante la alternativa más eficaz en beneficio del conjunto (gobierno incluido, pues cobran menos y empeorará). No se nota ninguna voluntad para hacerlo. Como te señalé en otra respuesta, sólo con modificar algunas medidas administrativas e incrementando el control sobre las exportadoras, hoy el productor tendría mejoras de 20 a 50% en los precios que recibe, según el producto, sin costo fiscal alguno. Me pregunto qué intereses están protegiendo. Si no, debo pensar que es simplemente incapacidad y me cuesta creerlo.
Es inmenso lo que puede hacerse sólo revisando la burocracia. La 125 no resolvía el tema pues caducaba el 30.10 y requería estar inscripto en el Registro de Operadores de Granos. Esta inscripción puede llevar no menos de 10 meses, si te la dan, con preguntas y pedidos absurdos -kafkianos- que te harían reír. Incluso, se da la broma macabra de que los que podrían «beneficiarse» con la emergencia decretada por la sequía deban estar inscriptos en el ROG, dejando afuera a miles y miles de pequeños que son monotributistas.
En resumen, hoy se paga el costo fiscal de los errores de política agropecuaria. Mucho mayor es el económico y social.
EduA:
muchas gracias por tomarse el laburo de leer y opinar.
Su comentario da para que se abran unos 10 debates distintos sobre los distintos temas que toca, pero hago mención a uno sólo (al menos por ahora). La comparación de los precios absolutos de trigo y harina que hace, indicarían que las retenciones no sirven como contención de precios. Sin embargo, la cuestión la veo con otros ingredientes. El esquema de retenciones no opera sobre precios absolutos sino relativos. Digamos, los aumentos en la harina de trigo no son desproporcionados respecto de los porcentajes de indexación de todos los demás precios, incluido, por supuesto, el trabajo registrado. Es posible que en este esquema de precios relativos, lo que sí haya perdido terreno es la renta agropecuaria. Pérdida distribuida entre el productor y el propietario arrendador. En el caso del arrendatario no propietario, lo que no perdería por retenciones, lo perdería por arrendamiento (si es que algún pool, con mayor productividad por hectárea, no lo dejaba directamente afuera del camino).
Saludos
Mil gracias a vos, Mariano (me causa gracia que me trates de Ud.). Me tomo el laburo de leer lo tuyo y opinar porque, en general, he visto que pensás y no descalificás por definición en tus cavilaciones. Eso me infunde respeto. Procuro hacer lo mismo pues lo mejor es escucharse y pensar en conjunto.
Respecto de lo que señalás: no dije que las retenciones no sirven para contener los precios; indiqué que inicialmente sí lo hicieron pero el modo de instrumentación ha hecho que hoy no lo haga más. Insisto, las retenciones son un instrumento legítimo y válido -y necesario-, pero no es inocuo hacerlo de un modo u otro; la mala implementación bastardea el instrumento pues es palmario que no garantiza buenos precios a la población (dejo de lado el aspecto fiscal por esta vez). Por el modo en que se está haciendo, el efecto es bajar la renta al productor -la esencia del conflicto actual-, en especial al chico, sin que hoy se contengan los aumentos de precios al público. Un 150% de aumento del precio de la harina en un año mientras baja lo que percibe el productor un 30% revela que lo que falla es que: a) no se asegura el precio «subsidiado» a nivel de usina (molino, para este caso) -es verdad que es más trabajoso, pero es posible y más justo-; b) no se tiene ninguna incidencia en la cadena de comercialización, que puede aumentar descontroladamente y capturar una renta espuria basada en un precio ficticio. En buen romance, lo que quiero decir es que es más que posible mejorar la renta del productor al mismo tiempo que contener los precios si esto se hiciera actuando sobre lo anterior más la corrección de los desvíos administrativos que ya señalé. En este último sentido, las exportadoras hoy pagan menos que el precio internacional que perciben menos retenciones por los condicionamientos y caprichos para embarcar que no existían hasta 2007; trasladan este riesgo como costo hacia atrás; los incumplimientos generados por esas mismas disposiciones administrativas a su vez reducen el precio internacional percibido. Estas dos reducciones son evitables y no implican costo fiscal. Como las exportadoras marcan el precio macro, los restantes actores pagan eso mismo. La diferencia se la quedan las exportadoras y esos actores, y el gobierno permanece impasible.
Lo que señalás sobre la pérdida en renta agropecuaria y su distribución es así como decís. El punto es que no implica más que beneficio para el fisco, las exportadoras y los capturadores de renta espuria en la cadena; ya no implica más verdadero beneficio para el consumidor, al costo de que se tienda a producir cada vez menos porque estos desvíos no se corrigen. En cuanto a que el no propietario lo que no pierde por el efecto de las retenciones lo pierde por el arrendamiento, no es correcto: si el precio que percibiera el productor fuera mayor, también lo sería el arrendamiento; el primero más que compensa lo otro en contextos de rendimientos unitarios normales. La mayor productividad de los «pools» por Ha. se basa centralmente en que pagan menos por los insumos -por escala y porque algunos los importan directamente- y necesitan una rentabilidad media menor -por volumen-. Como consecuencia, pagan más por arrendamiento -por más margen- y tienden a desplazar al chico -aunque no es tan lineal-. Un modo de corregir esto: devolución diferenciada de impuestos en insumos para el chico.
Insisto: lamento que por su mala instrumentación y la falta completa de atención a la estructura productiva actual del agro (que debería traducirse en segmentación, etc.) y a la estructura de comercialización, se renuncie al potencial de impulso y de protección del mercado interno que brindarían las retenciones.
Un abrazo, y seguí pensando con buena leche y sin anteojeras. Se necesita. Ojalá más lo hicieran.
Eso depende, Pepe. Incluso si uno creyera religiosamente en la oferta y la demanda, todavía queda en pie que para una gama importante de los alimentos de consumo masivo en la Argentina, hay que sumar la demanda exterior. Precisamente, esa es la lógica de las retenciones y de los controles a la exportación. Por mucho que se amplíe la producción, si hay suficiente mercado exterior y a precios mayores a los del mercado interno, la nivelación operará en dos sentidos: abaratando la producción nacional en el exterior y aumentando la exportación (con menor proporción para el mercado interno) y elevación de los precios internos con tendencia a alcanzar los externos.
Esa es la historia que Biolcatti, Llambías, Buzzi, De Angeli y Garetto nunca nos van a contar.
Saludos
yo no estoy seguro de eso que se dice como «van a exportar todo y no va a quedar nada para adentro»
segun entiendo argentina puede producir para 3 argentinas mas o menos.
por mi parte, por ejemplo no pondria ningun tipo de traba ni retencion al lomo para que se exporte a cambio de que se aseguren otros cortes al mercado interno.
Aún con retenciones cero, la Argentina, junto con un par m´ñas de países, sería el único en disponer de las materias primas alimenticias al precio más barato del mundo (y me refiero al primer, segundo y tercer mundo). Menudo privilegio! El trigo más barato que en egipto (donde es la base de la alimentación), el maíz más barato que en Chile(que comen mas pollo que nosotros9, la carne más barata que en Rusia o en cualquier otra parte (salvo Brasil). El aciete más barato del orbe.
eso no quiere decir que los productos alimenticios de supermercado sean los más baratos, porque hay un montón de manos en el medio, pero eso es harina de otro costal.
Pepe: lo del lomo es un cuento ridículo. La vaca es una sola. Por supuesto que hay cortes más baratos y otros más caros. Esto es obvio y no requiere ningún plan especial. Nadie me va a hacer pagar el osobuco al mismo precio que el lomo. Pero si la demanda hace subir el precio de la res, el aumento afecta a todos los cortes. En Uruguay establecieron un plan, muy elogiado por De Angeli, Mariano T. y qué se yo cuantos periodistas: libre exportación al precio que se consiga y quince cortes «populares» a precio accesible. El resultado fue el esperable, en dos sentidos. Cuando el precio de la hacienda se fue para arriba, los cortes «populares» se dispararon y el Gobierno tuvo que recurrir a un «acuerdo de precios» con los supermercados para que no se le descalabrara todo.
El segundo sentido es que rompió la historia de que el mercado mundial es infinito: a medida que la crisis mundial pega más y más fuerte, el ejemplo señero de Uruguay se vino abajo, porque sus exportaciones de carnes también empezaron a bajar.
Saludos
La lógica del lomo pasa por otro lado.
Si estamos exportando el 10% de la producción (creo que ahora bastante menos), porque en vez de exportar el 10% de los novillos, no exportamos el 10% de cada novillo? (es muy simplificado pero es así). Podríamos exportar todos lomos, y a la carnicería llegaría más cortes que antes, pero sin lomo. Por supuesto esto es una simplioficación grotesca, y no es tan facil de implementar, pero esa es la filosofía.
En vez de eso, ahora hay que determinar si en 2010 y 2011 que es lo que vamos a importar para mantener el consumo en niveles razonables (aunque menores que los actuales). Va a ser muy interesante ver el fin del privilegio del consumidor argento, la oferta ilimitada de carne a bajísimos precios. Ya lo había dicho Vox dei en «Presente»
sigo sin entender porque se impide exportar lomo en nombre de los pobres.
Porque en teoría el lomo exportado har{ia subir le precio de la carne ene l mercado interno. Pero no es así, ya que la mayoría de los cortes que consumimos no se exprotan y además también se exportan otros animales más pesados. Creo que en carnes y rectifico lo que dije antes, el tema alimentario para mantener las retenciones no se aplica. Por otro lado nosotros podemos aumentar el rodeo muchísimo. Por las razones que sea la política de carne vacuna del gobierno es nefasta y esta matando a la gandería.
saludso
si bajas las retenciones y los exportadores tienen mas dolares ,creo que tienen que liquidar las divisas aca al menos un garn porcentaje de ellas(no se el monto exacto)eso inundaria el mercado de dolares por lo que aria bajar la cotizacion y la industria seria menos competitiva para exportar lo que crearia desocupacion,
viva peron
Cómo cambian los tiempos. Se acuerdan cuando el superávit fiscal, hoy orgullosa bandera del progresismo vernáculo, era un deleznable instrumento de los ajustes impulsados por el perverso FMI ? Alguien me puede explicar el cambio ?
jajajaja yo tampoco lo entiendo, que los progres se expliquen…
saludos
si bajas las retenciones y los exportadores tienen mas dolares ,creo que tienen que liquidar las divisas aca al menos un garn porcentaje de ellas(no se el monto exacto)eso inundaria el mercado de dolares por lo que aria bajar la cotizacion y la industria seria menos competitiva para exportar lo que crearia desocupacion,
viva peron
Ricardo y Agustincho:
lo de los «progres» habría que preguntárselo a ellos. Yo hablo por mí (no se quejen después si se los califica de alguna manera que no les gusta).
El post intenta ser una explicación de esto (veo que fallida, porque no se entendió del todo).
En economía, todas las variables dependen de otras.
En momentos en que se toman decisiones contractivas en política monetaria (con altas tasas de interés reales y moneda sobrevaluada), y sobre todo cuando como consecuencia de dichas medidas la economía entra en recesión, insistir con políticas fiscales contractivas es profundizar los problemas.
En cambio, cuando las políticas monetarias son expansivas, no hacer ancla en una política fiscal un poco más prudente, puede también generar problemas. Habría que evaluarlo bien, pero podemos simplificar diciendo que la disciplina fiscal contuvo el tipo de cambio y la inflación en ciertos límites. Con una política monetaria expansiva y sin disciplina fiscal, en los 80 pasó lo que pasó.
Saludos
Mariano, lo de progres es una cargada para los «progres» del gobierno y sus fans del foro.
Lo del superavit que explicás es muy claro, pero no se si convendría mantenerlo, con la recesión que hay o vendrá y sobre todo con una política, creo, contractiva como las retenciones en este momento. Sobre todo porque lo que recaudas por un lado lo perdés por otro y ese otro es más grave que perder las retenciones. Mejor productor laburando que fundido. ¿Es lo que vos pensás mas o menos, no?
¿Puede ser que el gobierno para no pedir guita al FMI, entre otras razones, mantenga las retenciones??
saludos.
No, lo del FMI no tiene nada que ver con esto (al menos de manera directa).
El FMI no mueve un pelo por el déficit fiscal, se dedica a otras cuestiones. En todo caso, tapa agujeros de balanza de pagos, por cuenta corriente deficitaria, que es exactamente lo contrario a lo que pasa en Argentina.
Lo que dice Carrió es una tontería que no tiene goyete.
Los fondos del FMI vienen en DEG o en dólares, y a los maestros les tenés que pagar en pesos. Y te los mandan en un año, después de revisar las cuentas nacionales, y los jubilados cobran a fin de mes.
Ya te digo, hay una relación entre una y otra cosa, todas las variables de la economía se evalúan en relación con las demás, pero en el medio hay un montón de otros aspectos a señalar. La simplificación de Carrió jugaría plata que es por ignarancia.
Saludos
las retenciones son necesarias porque son las más efectiva de las herramientas contra la inflación
los gringos avarientos gastan y gastan y hacen que los pobres no puedan consumir casi nada, porque vieron, no todos los argentinos somos dignos propietarios
¡vivan las retenciones!