Vila reconoció que –textualmente, esto- buscó apoyo en River recién descendido –habló, contó, con Passarella en persona-, ya que “son siempre los ‘grandes’ los que presionan por impedir cambios: con River ido, y Boca, Racing y San Lorenzo en riesgo, ví chances de darle volumen a mi proyecto”. Hay que agradecerle a Vila la sinceridad, por cierto. Demuestra que no solamente Grondona y el kirchnerismo actúan por interés político personal. Y no está mal: ninguno de los grandes cambios de la historia de la humanidad no se motorizaron a partir de intereses particulares, y no por eso vamos a desmerecerlos.
En tren de ser sincero, cuando Niembro le dijo que, en ese caso, el proyecto de Grondona era más justo que el de él, pues le deparaba al menos un año en segunda a River; mientras que el proyecto Vila fulminaba, para ahora, los males que aquejan a todos los poderosos, Vila contestó que “como decía Perón ‘para hacer una tortilla, hay que romper huevos”. Honestidad brutal, como Cherquis, pero de Vila no van a decir nada malo porque es amigo y no conviene.
Ante todo, digo: si yo tuviera que votar este proyecto, así como está -y dejando, si fuera posible, de lado el engorde del cachet-, votaría en contra. Sin dudas. Esto no quiere decir que todas las cosas que se están tirando estén mal. Algunas me gustan, a saber:
* Más cupos para el interior, como ocurría con –por ejemplo- los viejos campeonatos nacionales, privilegio al fútbol provincial que, por caso, fue una de las mejores aportantes al cambio revolucionario que imprimió Menotti a la Selección Argentina. Flaco hasta armó una Selección sólo con jugadores del interior -que disputó, sin jugadores de Buenos Aires’s la Copa América del ’75-, que luego aportó varios soldados a la causa en el ’78 (Gallego, Ardiles, Luque, Kempes, Oviedo).
* Para la eliminación de los promedios levantaría, no solamente las dos manos, también mis dos patas. También para que los torneos vuelvan a ser “largos”.
* Un canal de TV para AFA me cierra totalmente, como espacio institucional, como forma de acercarla al público. No veo ni un sólo motivo en contra de esa idea.
* Del mismo modo, que Clarín pierda definitivamente todo contacto con el fútbol argentino es, necesariamente, festejable: vaya casualidad, todas las penurias que hoy arrastran los clubes se inician coincidentemente con el momento en que el Grupo Corneta empieza a meter mano en decisiones de AFA: no nos olvidemos que Grondona era Don Julio y que José María Aguilar, probablemente el mayor exponente/resumen/metáfora del naufragio dirigencial de estos últimos tiempos, era uno de los más protegidos por el periodismo de TyC (de Fantino –que ahora la juega de no sé qué-, por ejemplo, que lo llevaba casi todas las semanas a Mar de Fondo, para que Papada expusiera, allí, toda su florida verba).
* Siempre han habido modificaciones oportunistas, casi ninguna no ha sido en beneficio de alguien importante. De los promedios ya se sabe. Otra fue la de la cantidad de amarillas necesarias para ser suspendido: eran, antes, cuatro; hasta el Apertura ’98, que ganó el Boca de Bianchi (como todos esperaban -todos los pesados, digo- que ocurriera, siendo que tanto la gestión de Macri había sido, hasta ese momento, un altísimo -y costoso- fracaso; cuanto que Boca hacía rato que no ganaba nada). Durante el transcurso de dicho torneo, Boca tenía varios hombres al límite y, de un plumazo, un día se decidió que eran necesarias cinco amarillas para ser suspendido, y se salvaron todos esos que estaban por caer. No necesariamente por ser oportunista el instrumento en sí pasa a ser malo: mala deberíamos considerar, en ese caso, a la Revolución de Mayo, y la verdad que no.
Del mismo modo, Racing Club de Avellaneda existe, hoy, todavía, gracias al poder político que lo salvó allá por 1999/2000 (teléfonos para Chacho Álvarez, Ruckauf y Graciela Fernández Meijide). La cantidad de suplentes se elevó de cinco a siete justamente cuando el Boca de Coco Basile tenía problemas por superpoblación de cracks que no le entraban en el banco de suplentes.
* Pero: CUALQUIER reestructuración de un torneo -que NO NECESARIAMENTE es, de por sí, mala-, conllevará, SIEMPRE, injusticias, bien es cierto, no obstante ello, que estas pueden ser, digamos, morigeradas. Digo: producir semejante cambio para ya, para dentro de un año, no es lógico: debería ser gradual. Dieciséis ascensos, así, de una, es un fenomenal, tremendo despropósito. Por caso, podrían eliminarse este año las promociones, y, en vez de que haya dos descensos directos, que sea uno solito; y que en vez de que los cuatro ascensos sean POSIBLES -porque dos de ellos están, hoy, atados a la Promoción-, pasen a ser SEGUROS.
Podrían determinar que sean seis los ascensos y uno el que baja: de ese modo hasta es muy posible que River suba; y que Boca, Racing y San Lorenzo, sobre todo si eliminan los promedios ya para este año, se queden, y reducen los posibles peligros para grandes (que, igual, grandes para mí son solamente Boca e Independiente, si consideramos que el mote se creó para los equipos que nunca descendieron, pero no quiero entrar en polémicas con esto) a corto y mediano plazo. Así, en un par de año se llega a la cantidad requerida/deseada (de todos modos, treinta y ocho equipos suena a un poco mucho). Implica injusticias, pero menos y no tan graves. No puede ser, asimismo, que esta temporada se juegue por nada. De ninguna manera. Esto es, también, demencial. La forma de presentarlo fue el problema
Acá juega, y muy fuerte, el hecho de que Daniel Vila ciertamente le ha movido el piso a Grondona como pocas veces le ha ocurrido a Don Julio.
Quiero decir que hace rato añoro el retiro tanto de Grondona como del noventa por ciento del Comité Ejecutivo de AFA del manejo del fútbol. Pero, también, que si la alternativa son Vila/Fantino/Pasman/Ruggeri/Anello/Distasio/y Cía., seré el primero en militar la eternidad de Grondona y los suyos en el trono.
Vuelvo: evidentemente, y como nunca, a Grondona se le produjo algún tipo de cimbronazo. Cortó por lo sano (y lo más fácil, no solamente para él): aplica él la idea, y les es más cómodo, esto, a todos los clubes del interior. Lo hacía más vivo a Vila, que le boqueó su idea a un Passarella recién descendido.
Luego, lo de River es relativo: Fútbol Para Todos, desde que el Gobierno, a partir de la Ley de Medios, amplió su intervención, vía AFSCA, en la transmisión de espectáculos deportivos de todo tipo, puede, si lo considera de interés nacional, arreglar mano a mano con Passarella la transmisión sólo de los partidos de River en el Nacional B, y sin que esto traiga mayores problemas que firmar una resolución al efecto.
Más le importa, al Gobierno, sí, que esto le ayuda a darle otro mamporro a otra caja de Clarín. Cosa, reitero, que no tiene nada de malo. Pero, para eso, no necesita “ordenar” –como dice Clarín que hizo- que se arme un mega torneo. Bastaría con “ordenarle” a Don Julio que, como rompió el contrato que AFA tenía con Clarín para la A, rompa el que existe para Nacional B, y más aún: hoy día, en el Nacional B no se permite ingreso de público visitante, lo que conllevaría una tremenda cantidad de público cautivo del Fútbol Para Todos “B” que no tendría otra opción que ver los partidos por la TV público, cosa que en primera división no ocurre.
Clarín chilla por esto último y nada más. El llanto hipócrita de Sergio Lapegue por “el futuro del canal TyC Sports” no convence a nadie: hubieran dicho algo cuando el mundo entero decía que si no se estudiaba periodismo deportivo en la escuela de Niembro –agencia de colocación de TyC, además- no había, casi, futuro laboral posible: situación, esta última, que nos ha significado valores de la talla de Toti Pasman, Martín Liberman, Germán Paolosky, Fernando Carlos, Gustavo López y varios otros que saben mucho de fútbol. No se rían, por favor.
Que sean treinta y ocho equipos, que haya zonas, etc. a mí no me cambia la vida, la verdad. Lo establecido, sólo porque lo está; “lo que se hace en todos los países/lo que fracasó en otros lados” no me resulta un argumento de peso. Discutible.
En fin, por ahora, esto. Veremos más luego, siendo que creo que haber aplazado todo para octubre está destinado a recoger reacciones y definir, en función de ellas, la letra chica del asunto. Veremos. Bueno es que se haya echado luz sobre cuestiones que merecen ser debatidas. Hay ideas piolas: la promoción del fútbol en el interior, cuestión que me tiene casi obsesionado, esta. Es cuestión de darle prolijidad a la cosa. Ojala no quede todo así como está hoy. Porque cambios hacen falta.
Qué distinto que vemos el mundo. Algunos puntos sobresalientes, a mi criterio, de tu falta de criterio:
– «(cosa que hay que evitar a toda costa, dicho sea de paso, no por el reemplazado sino por el reemplazante)». Estar con el gobierno te hace automáticamente bueno y no estarlo automáticamente malo. Grondona bueno bueno, Vila malo, malo. El amiguito Grondona estuvo en las mil y una con Videla, con fotos y todo. Ahora, la idiota útil de Mirta aparece en una foto con Astiz y es la mismísima personificación de Lucifer. Curiosos estándares y conceptos los que se manejan desde los opinadores oficiales, no te parece?
– «…pero de Vila no van a decir nada malo porque es amigo y no conviene.» Te lo digo ahora para que quede claro: Vila, Fantino y su proyecto me importan tres carajos. Me la soba. No es blanco o negro, por mucho que lo desees.
– «Del mismo modo, que Clarín pierda definitivamente todo contacto con el fútbol argentino es, necesariamente, festejable». Y vos vas a ser abogado. Increíble. Un tipo de leyes festejando una decisión política y unipersonal. Ahora, me pregunto si todos los ciudadanos, según tu modo de ver el mundo, tienen derecho a una defensa justa y presunción de inocencia.
– «…todas las penurias que hoy arrastran los clubes se inician coincidentemente con el momento en que el Grupo Corneta empieza a meter mano en decisiones de AFA». Acá nos estás tomando de boludos. Claro, Clarín cagó el fútbol. No el amigazo Grondona. No, no, fue Clarín, que es malo, malo y el responsable de todos los males. Te aviso padre: Don Julio es el que puso la firma para esto y todos los males. No fue Magneto. ¿O te pensás que se deja amedrentar así nomás el Don Altobello que el gobierno tiene por amiguete?
– Te quejás del nivel de Liberman cuando contrataron al «relator del pueblo» Araujo. Alto forro y pésimo periodista. Ah, y dicho sea de paso, cobra más guita que todos los que nombraste juntos el relator del pueblo.
Que hacen falta cambios es obvio. Que el fútbol sea un campo de batalla político arruina el deporte. Que me tenga que fumar las mil y una cuando lo único que quiero ver es al Barba Villar dejar todo en la cancha me hincha soberanamente los huevos de la misma manera que tener que escuchar a Macri – hoy político – ponerse a charlar de Boqueeeta. Tengo muchas cosas más para decir, pero me parece que estas son más que suficientes.
Joyce:
Estupenda respuesta a tanto adocenamiento. Hay gente que piensa que Argentina nació en el 2003. yer alguien escribió que Alberto Fernández era un espía de Magneto, mañana dirán lo mismo de Grondona, el Padrino del fútbol.
Tenés razón: calificar a Alberto de espía de Magnetto o de nazi, es una barbaridad y una cosa bastante poco inteligente. El análisis debe ser político: concretamente, es a partir de su salida que se profundizó en todo aquello de lo que los kircheristas hoy nos enorgullecemos -AA.AA., AFJP, Ley de Medios, AUH-. Alberto aspiraba a otra cosa para el kirchnerismo: no es un insulto, es una caracterización política, simplemente. De todos modos, dos cosas:
1. Aquellos que estuvieron en contra de la Ley de Medios tenían, como caballito de batalla predilecto para justificar su postura, aquello de que «antes con Clarín». Bueno: los mismos que decían eso, cuando abundaban el concepto decían que Alberto diagramaba junto a Julio Blanck la tapa del Clarín del día siguiente. Lo decían los mismos opositores, por caso, Luis Majul en su libro ‘El dueño’.
2. Alberto miente en su carta. Dice que él no podría haber sido nunca un freno para la Ley de Medios porque ella se sancionó a posteriori de su salida del Gobierno: mentira, las reuniones con Coalición Por Una Radiodifusión Democrática empezaron durante los días del «conflicto con ‘el campo'».
Sólo eso.
Un abrazo.
No es que el fútbol sea un campo de batalla político. Hay una parte del fútbol necesariamente política que ahora emerge por una necesaria reestructuración en el formato deportivo y económico.
Lo que arruinaría el deporte sería llevar a cabo las modificaciones de la estructura en un plazo indebido y sin el consenso de una mayoría que motoriza la realización del deporte.
Que la televisación del fútbol sea pública es una mejora incuestionable: esa batalla arruinó el deporte?
Para que ahora puedas verlo sin costos al Barba Villar metiendo un caño en la puerta del área, se tuvo que dar esa batalla.
Te pregunto:
Después de aquella jornada donde se anunciócon la presencia de la Presidenta, Maradona y el Padrino, alguien dio a conocer las minutas del contrato que supuestamente iban a ser bancadas por empresas privadas y que terminamos pagando todos para que se transmita publicidad olficial?
Desaparecieron los sponsor?
Si la Ley de medios-a la que apoyo- está bien concebida, porqué no se la pone en práctica contra todoslos monmopolios empezando por Clarin, apelando nada más que a la Ley , sin fantochadas,ni exhibiciones de guapeza?
Y ahora de la noche a la mañana presentan este mamarracho con la bendición de arriba y la «]sana» administración de Grondona para que otro toco de dinero de todos nosotros pague más publicidad oficial.
Nos están tomando el pelo? De que batalla hablan cuando se asocian a un mafioso como Grondona?
Contesto yo lo del contrato: jamás se dijo que iba a ser bancado por publicidad privada. El Estado tiene que gastar esos $600 millones que gasta en publicidad bancando el fútbol, por obligación constitucional (publicidad de los actos de gobierno), tiene que gastarlos. No puede, como habitualmente se dice, «usarlos para otra cosa». La diferencia es que, antes, todos esos avisos que hoy sólo se ven durante los partidos de fútbol, se veían, desperdigados, por todos los canales, a toda hora. Ahora van concentrados en los diez partidos. La idea fue: si eso hay que gastarlo sí o sí, pongámoslo todo durante los partidos, y con eso pagamos el nuevo contrato (y más jugoso) con AFA. El Gobierno, es cierto, jugó con eso, y dijo «sale gratis». No es así, sino que es un dinero que no puede no gastarse, pero que se invirtió de otra manera. Claro que le sirvió políticamente para cortarle un chorro a Clarín, pero la idea sirvió para muchos: no escuché todavía un sólo candidato presidencial que haya dicho «esto lo vamos a sacar si ganamos nosotros».
Por otro lado: la Ley de Medios, que decís que apoyás, está muy bien concebida. Si no se pone en práctica no es culpa del Gobierno precisamente. Por otro lado, ¿cuál otro grupo de Medios dominante vés vos aparte de Clarín? Contameló, pero detallado.
Pablo, Aníbal F. se la pasó diciendo que FPT iba a ser rentable. Incluso hablando en la radio apostó un asado «bien regado» a Varsky , quien con los números en la mano le decía que no había forma de que se cubriera el monto del contrato con publicidad privada. Y sé de fuente interna que todos los auspiciantes que se acercaron a la Jefatura de Gabinete fueron bochados con la simple estratagema de pedir más plata por segundo de publicidad que la cobra el programa de Tinelli.
Hernán: es cierto lo que decís. En un principio la idea era comercializar la publicidad del programa FPT.
Casi inmediatamente se dio lo que Varsky le anticipó a Aníbal Fernández.
Era imposible recuperar por esa vía lo invertido en derechos de televisación del futbol.
Entonces, se le dio forma a una idea brillante: tomar, para la compra de los derechos de televisación parte de lo presupuestado para «difusión de actos de gobierno», que como dice Pablo, es plata que de todos modos la vas a gastar en comprar espacios publicitarios (y no en construir colegios o aumentarles a los jubilados).
Por eso, como también apunta Pablo, ya nadie está en desacuerdo con la idea de FPT. Nadie, de alcanzar la presidencia, desactivaría el proyecto.
Un abrazo
Hernán, decimos dos verdades no suplementarias ambos. Es cierto que en cierto momento el Gobierno especuló, mal, con que, además de encontrar una ingeniería financiera piola, podría, de todo esto, obtener incluso ganancias. No fue así, al menos para los primeros pasos de esta idea es un objetivo, a mi criterio, demasiado ambicioso. Creo, de todas maneras, que no debe descartarse que en algún momento esto sea posible. Se verá. También Aníbal fue piyo al decir que esto «tenía costo cero». En realidad el costo cero no es que al Estado le salga gratis, sino que resulta una derivación de dinero -que, de nuevo, de todos modos había que erogar- que le posibilita televisar los partidos (lo que sí multiplica son los espacios de publicidad, siendo que para los otros canales que quieran partidos, el costo es cero sí y sólo sí toman la señal como sale de origen, esto es, con la publicidad estatal y los anuncios de la programación de la TV pública -por ejemplo, «al terminar Boca-Independiente, se viene ‘6, 7, 8 domingo'»-; en cambio si quieren vender publicidad -los canales privados- o anunciar sus programaciones, tiene costo equis).
Abrazo a ambos.
Joyce: dejando de lado que sos vos en realidad el que plantea toda tu respuesta en blanco y negro, en tanto que mi post está repleto de matices, voy, de todos modos, a hacer un esfuerzo para responder a tus críticas malintencionadas.
1 y 2. A mí interesa muy poco si son buenos Vila y Grondona. Es más: hasta creo que puede ser exactamente al revés de lo que vos decís que yo digo, aunque no lo haya dicho. A mí me interesa que tengan capacidad para manejar AFA, y la verdad es que dudo de la capacidad de un tipo que públicamente reconoce que le birlaron una idea de torneo igual que le pueden robar un dulce a un niño. Hasta Fantino se lo dijo el domingo por la noche. Dudo, asimismo, del conocimiento futbolístico de un tipo que se pone a debatir el descenso de River en un programa de TV en el que, veinticuatro horas, antes y después, de hacerse invitar, se venden putas al por mayor, de las que vos quieras, y al precio que quieras. Me refiero a Animales Sueltos, el que conduce Fantino de lunes a viernes por la medianoche. Vila dijo esa noche que el descenso de River «por significar una crisis, puede también ser una oportunidad». Y ayer le dijo a Fernando Niembro que lo tentó a Passarella con evitarle el descenso, vía apoyo del Kaiser a la Ley del Fútbol y subsiguiente reestructuración del campeonato. Lo dijo, lo reconoció Vila, pero resulta que se enojan ahora porque River tendría, no el descenso anulado como le propuso el dueño de América TV -cosa de la que no fuiste capaz de escribir una sola palabra en tu larga diatriba-, sino acotado a un año -con ascenso, salvo catástrofe, asegurado-, según el que dicen que sería el proyecto de Grondona. Pero después soy yo el que tiene dobles estándares. Vamos.
Si conocés alguno que sería, en la coyuntura actual, mejor que Grondona, traemelo y milito con vos por él, no ta hagas drama. Yo no lo veo, Vila seguro no lo es. Por otro lado, y sin que esto implique caer en un posibilismo extremo, hay que tener aunque sea un poquito en cuenta la correlación de fuerzas: y Grondona, Joyce, te comento, es casi co-presidente de FIFA. Aparte de que Vila se manda una barrabasada sabiendo que FIFA no quiere que sean leyes estatales las que regulen el fútbol, se manda la barrabasada de torear a un tipo al que si se le toca un pelo, hoy, equivale a la muerte civil de AFA en FIFA. Y no veo inteligencia a esa movida. Por otro lado, reitero, si, sólo porque «hay que sacar a Grondona a como dé lugar», la salida es que tengo que entregarle la AFA a un tipo que demuestra las habilidades que demostró Vila para jugar su postulación en AFA, yo, paso.
Basta con eso de que «Grondona los tiene a todos agarrados de las bolas y por eso le votan a favor». Eso es blanco y negro. Y no es así. A todos les es cómodo que Grondona haya convertido, a AFA tanto como a FIFA, en FMI futbolístico. Por eso Turnes, en vez de jugarse la patriada con Vila, apostó a lo seguro y le propuso a Grondona robarle la idea al capo de Independiente Rivadavia de Mendoza. ´
Yo no digo, Joyce, querido, que vos defiendas a Vila o no lo critiques: no escribo para atacarte ni hablarte a vos. Digo que todo esto, que nació mal, y se difundió peor, fue mediáticamente manejado con mucha mala leche. Pero hoy recorrí todos los diarios y sitios web que existen y no veo que ninguno haya levantado que Vila reconoció que se quiso aliar con los clubes grandes, vía evitarles sus penurias actuales o futuras, cosa que sí le critican a Grondona: ergo, si a igual «miseria», distinta crítica, entonces es que solamente les molesta perder los derechos de TV. Y gracias.
3. No hay una sola decisión en este tipo de ámbitos que no sea política. Ninguna. Cuando se critica al gobierno nacional, no se lo hace desde la ascepcia. Se lo hace desde la política. Y bien que está que así sea. No me quejo de eso. ¿Unipersonal? ¿Presunción de inocencia? ¿Qué tiene que ver la presunción de inocencia, asunto de derecho penal, con esto? Existen para algo las cláusulas de rescisión de contratos, que la usen, los indemnicen, y San Se Terminó, ¿qué tanto más hay que estar llorando por el enésimo contrato roto en la historia de la humanidad si se hace según lo prescrito por la ley?
4. Acá acepto que podría, debería haber sido más puntual. No digo que Clarín cagó el fútbol. Claramente, fueron, para ello, aliados de Grondona y de todas las dirigencias de todos los clubes desde que se hizo de los derechos de televisación del fútbol un valor de elite. De resultas de todo aquello, a los clubes les terminaron pagando miserias por los derechos de TV, cosa que permitieron sus dirigentes que ocurra. De acuerdo, pero: que lo que pasaba antes con la televisación del fútbol era una barrabasada/que coincidentemente con esa barrabasada vino el derrumbe de los clubes de fútbol (te cuento, de paso, que la de desmonopolizar los derechos de TV del fútbol, fue otra idea en la que Vila estuvo de acuerdo, según cuenta Luis Majul en su libro ‘El dueño’, lo cito sólo para que tengamos en claro que no todas y cada una de las cosas que terminan ocurriendo en este país nacen de la mesa chica de Olivos)/y que en todo eso estuvo la mano de Clarín en el medio, no pueden quedar dudas. Ergo, no veo motivos, Ok, no para no festejar, sino para llorar, a este respecto al menos.
5. De «El relator del pueblo», en tu jerga, quien, coincido, es un forro, y además, lo digo yo: fue menemista; no puede, sin embargo, decirse que no sepa de fútbol, al margen de lo que opines de él como periodista. Del juego conoce, y mucho. Al margen de lo que se opine de cada uno de ellos como ser humano, toda la camada de Sport 80 y contemporáneos -Lázaro, Niembro, Victor Hugo, Bonadeo padre, Paenza- sabían, saben, muchísimo de lo que es el juego. No así ninguno de los otros que minimicé. Minimización que sostengo, por otro lado: no por nada terminan haciendo programas de entretenimiento.
A pesar de todo, agradezco tu comentario, y te mando un abrazo.
PD: tené en consideración, no pierdas de vista, que no existe país en el mundo en el cual la política no se meta de deporte. Consejo, nomás.
joyce, magistral. no tengo nada para decir, son cada día mas lacayos, y menos democráticos. y aclaro, yo era kirchnerista, me cansé, me cansé de la descalificación, me cansé que no escuchen, me cansé de esta situación: si está metida cristina en la decisión, apoyamos, como sea, no sabemos que es, pero apoyamos, le buscamos la vuelta… no hay peor ciego que el que no quiere ver.
¿Te cansaste de que no escuchen? Se tomó el proyecto de matrimonio igualitario de Vilma Ibarra y Silvia Augsburguer, se le otorgó el volúmen político necesario para que fuese posible que se volviera una realidad, con total prescindencia de la autoría intelectual de la propuesta, pero no escuchan. Mismo con la Ley de Medios, que es obra de una organización de la sociedad civil como lo es la Coalición Por Una Radiodifusión Democrática, pero no escuchan. ¿Estás segura?
Abrazo.
Digo: ¿has visto otros gobiernos, actuales o pasados, acá o en otro lado del mundo, que hayan motorizado políticamente propuestas del «llano» como lo hizo el kirchnerismo? Me permito dudarlo.
«Para que ahora puedas verlo sin costos al Barba Villar metiendo un caño en la puerta del área»
Para que puedas verlo sin costo el estado pone 600 palos, cosa con la que no estoy para nada de acuerdo.
Poner semejante cantidad de guita para cagarlo a clarin no se justifica.
Con la plata de mis impuestos le estan pagando a los gatos que se garchan los futbolistas, la plata que chorean los dirigentes la ponemos todos.
Ni un peso de subsidio deberia ir para una actividad profesional que deberia sostenerse por si misma.
Es un espectaculo deportivo, un negocio, no transporte ni salud ni escuelas. Y puede sostenerse perfectamente solo.
Mañana pelea Fedor Emelianenko el titulo de la UFC…me gustaria verlo, pero yo no pretendo que el estado me pague el codificado…
Saludos.-
Sí, no ha sido felíz el manejo publicitario, y en eso estamos de acuerdo. Hay una abuso evidente de la publicidad oficial, pero entiendo que un volantazo (privatizar la publicidad, digamos) haría redituable la televisación pública generandole ganancias al estado. La posibilidad me parece positiva. Es decir, estoy en desacuerdo en operar como subsisdiante, pero que el fútbol sea de la TV pública tiene todo mi consenso. Habrá que modificar lo que sea necesário para sacar ganancias de privados y seguir con la televisación abierta (sí, veo el rédito político, y la jugarreta que han hecho).
No es así Void, te pego lo que le contesté arriba a pro2003: «el Estado tiene que gastar esos $600 millones que gasta en publicidad bancando el fútbol, por obligación constitucional (publicidad de los actos de gobierno), tiene que gastarlos. No puede, como habitualmente se dice, “usarlos para otra cosa”. La diferencia es que, antes, todos esos avisos que hoy sólo se ven durante los partidos de fútbol, se veían, desperdigados, por todos los canales, a toda hora. Ahora van concentrados en los diez partidos. La idea fue: si eso hay que gastarlo sí o sí, pongámoslo todo durante los partidos, y con eso pagamos el nuevo contrato (y más jugoso) con AFA. El Gobierno, es cierto, jugó con eso, y dijo ‘sale gratis’. No es así, sino que es un dinero que no puede no gastarse, pero que se invirtió de otra manera. Claro que le sirvió políticamente para cortarle un chorro a Clarín, pero la idea sirvió para muchos: no escuché todavía un sólo candidato presidencial que haya dicho ‘esto lo vamos a sacar si ganamos nosotros’.»
Che, perdón, qué injustos que son con los conceptos de Pablo.
No veo que haya ninguna defensa cerrada al Gobierno, cosa de la que prácticamente no se habla. Aparte, siempre con lo mismo, si no identifican a alguien como kirchnerista y le dicen «claro, vos decís eso porque querés defender al gobierno, etc.» no se discute nada.
Es más, hay muchos más matices, dudas y cuestionamientos en los planteos de Pablo, que en los comentarios posteriores (Joyce, Irene, Pro2003) que son mucho más compactos, cerrados, sin matices, del estilo blanco o negro que tanto les disgusta.
Perdón, pero la verdad que me asombra que le endilguen a Pablo lo que ustedes reiteran continuamente (lo cual me parece bien, ojo, piensen lo que quieran).
Bajen un cambio muchachos. De tanto quejarse de la prepotencia kirchnerista, la van a terminar asimilando y monopolizando.
Un abrazo
Gracias. Yo tampoco lo puedo creer. En fin, arriba le contesté a Joyce con más matices aún. Pegale un vistazo, si podés y querés.
Abrazo.
Pablo D. Más allá de los justos señalamientos de Joyce, te juro que me asombra ver como pasaste del lógico rechazo inicial a este engendro de campeonato, que en un principio venía de Vila, al apoyo crítico que es en realidad un cheque en blanco cuando más claro queda que el proyecto es del gobierno.
Sea de quien sea, venga de donde venga, perjudique a Clarín o no (Clarín ya está perjudicado con al rescisión del contrato), ayude a Grondona o no: ES UN DESASTRE PONER 38 EQUIPOS EN PRIMERA y, previamente JUGAR UN AÑO SIN SABER PARA QUE. Creo que cualquier que siga un poquito el fútbol se da cuenta, lo sabe perfectamente. Y también se da cuenta de que tomaron a los hinchas de boludos, creyendo que los de River, Central, Huracán más todos los beneficiados por el regalito se iban a poner contentos. Y ocurrió todo lo contrario. Una cosa es lo popular y otra este populismo de laboratorio que comparte con los oligarcas el desprecio por el pueblo.
Una vez más demostraron que no entienden nada. Pero peor es la obsecuencia y la ideologización de todas las pelotudeces que se le ocurren al gobierno.
Lo que más bronca me da es esa muletilla «porque cambios hacen falta» que no quiere decir nada y sirve para justificar esta porquería inmanejable.
No entiendo en dónde ves una justificación.
«Ante todo, digo: si yo tuviera que votar este proyecto, así como está -y dejando, si fuera posible, de lado el engorde del cachet-, votaría en contra. Sin dudas.»
Si vos también querés cambios, y sabés lo que eso quiere decir.
Este proyecto no da ni para empezar a discutir. Es así como está o algo muy parecido. La distancia que lo separa de algo razonable es demasiado grande. ¿Qué vas a poner, 30 equipos en vez de 38? En vez de hacer jugar a la mitad por no descender y clasificar de cualquier modo para las copas, ¿qué ponés, ocho zonas, tres rangos, playoffs, raíz cuadrada? Es un mamarracho igual.
La falacia de este argumento de que hay que hacer cambios es que si decís no más promedios, cuadro ascensos y descensos, torneos largos, mecanismos de promoción más fáciles para el interior, son cambios que se pueden discutir, pero se hacen sin problemas. No tiene nada que ver con este proyecto.
El fondo de la cuestión es que la estructura actual de torneos de la A y la B es bastante buena, porque son muy parejos y competitivos (y razonablemente federales, teniendo en cuenta la demografía y la historia). ¿Qué le vas a pedir a los campeonatos, que los técnicos no sufran? Los problemas del fútbol (violencia, baras bravas, estancamiento técnico, corrupción, periodismo patético, mal manejo de inferiores) tienen poco que ver con la estructura de los torneos.
Está bien. No da ni para empezar a discutir, sin embargo, acá estamos.
No es una falacia. Hay que hacerlos a los cambios. Que no sea este mamarracho no implica que sigamos con el vigente, otro mamarracho.
Injusto desde dónde se lo vea: 19 fechas: no es justo un campeonato en el que no se disputan los partidos de local y visitante entre todos y no se suma el total de esos resultados para consagrarse como el mejor. Los promedios, bueno, ‘ya se sabe’ han dicho por ahí. La clasificación a las copas.
Otra vez con lo de parejo y competitivo. La competitividad no está dada por el formato: hasta el 2003 sólo Newell’s y Velez habían ganado un torneo (desde 1991), descontando los grandes, «los grandes». De hecho, si en España hicieran 19 fechas como acá, qué equipo te pensás que saldría campeón? Los partidos serían parejos? Sería más competitivo? El formato tiene muy poca influencia me parece.
No son justas 19 fechas porque no es lo mismo jugar de local que de visitante. A ver, si a Newells le toca un torneo Boca, River y San Lorenzo de visitante (hablamos del año 2003, pongamosle) ya son 3 partidos complicados, en clara desventaja. Con 3 partidos perdidos no se campeona en 19 fechas, en 38, sí.
Es un desastre que vos (bien deschavado por Sirvén, je je) dicte cátedra de cine, organización de fútbol, política, ergonomía, meditación trascendental, mecánica cuántica y un largo etcétera.
Sirvén no deschavó nada porque nunca hubo nada que deschavar, pero que vos sos un buchón de los más agresivos que andan sueltos es una evidencia. Ni tus compañeros te bancan, basura.
Ya te contesté esto, Quintín, rechacé y rechazo esta idea, así como está. Acerqué, en otro debate, lo que Varsky dijo que era un mandato de FIFA -en realidad es recomendación y no mandato- acerca de la cantidad de equipos. Y nada más. Sigo pensando que vale la pena debatir una reforma.
Abrazo.
Este nuevo torneo tiene todo bueno: no más promedios, más equipos del interior, un solo torneo largo. Tiene una sola cosa mala: 38 equipos. Son muchos, exageradamente muchos. Más de 20 ya son muchos. No me importa la mescolanza, que favorezcan a tal o cual, porque como bien decís Pablo, toda reestructuración conllevará cometer injusticias con algunos. Pero la reestructuración es necesaria. No con este proyecto, pero es necesario.
Tienen que ser muchos, no puede ser de otra manera. Tenés la zona absorbente del país (la pampa húmeda y en especial Buenos Aires y alrededores) que acumula 17 equipos en la A, y eso que hubo ascenso de Belgrano y del San Martín suanjuanino. 17 de los 20 equipos pertenecen al área hegemónica. Salvo que expulses de la maxima categoría a la mitad de esos 17 para darle plazas a instituciones del NO, el NE, etc, no hay forma de agregar de manera masiva y rápida a clubes de zonas no representadas. Tienen que ser muchos porque así lo determina la geografía nacional y los derechos adquiridos de quienes hoy militan en la A.
20 equipos me parece suficiente para un torneo federal. Si reorganizamos el ascenso de modo tal que se fusionen los torneos del interior y los metropolitanos, éstos proveerían de equipos del interior a la primera división y la sangría de equipos metropolitanos se iría dando de a poco. Llevaría más tiempo seguramente, pero si estuvimos tanto tiempo con este sistema, podemos esperar un par de años más.
Emilio. Desgraciadamente reapareciste. No te conformás con enlodarlo a Varsk, ahora das clase de geografía.
Soy lector de Sirvén, el que enloda a vos con verdades.
JPV se enlodó solo, cuando laburó para Fútbol de Primera. Está en su legajo. Además, mirá lo que te digo, de fútbol sabe tsnto como vos.
Que es mucho más de lo que sabés vos de fútbol.
Así que lector de Sirvén, en el pasquín imperialista cipayo de La Nación. Te van a echar de la unidad básica y del side.
No más promedios y torneo largo. Yo agregaría cuatro ascensos y descensos directos. Listo. Eso no es una reestructuración. Son cambios menores, moderados, de los que se habla hace mucho tiempo pero Grondona se niega a tratar desde siempre. No entiendo por qué ahora está a favor de este bolonqui.
Ahora bien, más equipos del interior. ¿Cómo? ¿Por decreto? Espantoso. Pero ¿cuántos y con qué fundamentos? Lo único que se me ocurre es que al Nacional B sea más fácil llegar desde el Argentino que desde la B metropolitana. Con cuatro ascensos por año eso se arregla. O con un tercer torneo nacional, que sea la tercera categoría.
La segunda categoría debería ser nacional. Fusionar todos los torneos de ascenso metropolitanos con los del interior. Poner cuatro descensos también es una buena propuesta para acelerar el proceso.
El comentario anterior es para eltano343, no para el difamador.
«Lo único que se te ocurre», Quintín, coincide con algunas de las cosas que vine diciendo yo antes.
Específicamente: partir en 3 regiones el Argentino A (norte, centro y sur). Y que suban 4 equipos al Nacional B (uno de cada región, incluyendo la metropolitana). Como reforma inicial.
Después podría tenderse a que la categoría en que se «crucen» las 4 regiones sea la primera división, y no la primera del ascenso (que es para resguardar lugares metropolitanos en la máxima categoría).
Pero, la vista nublada de rabia por ver un enemigo «kirchnerista fanático» enfrente te impide coincidir.
Tenés un rato para cambiar de opinión, y descoincidir conmigo.
Está bien que suban tres del interior y uno de la B metropolitana. Pero solo año por medio. Tené en cuenta que la mitad del país vive en la zona metropolitana. Igual estamos cerca de un arreglo.
Pero si los hacés subir directamente a la A provocás un desastre. Hay una diferencia muy grande de nivel futbolístico con el Argentino y la B metropolitana. Por eso el Nacional B terminó siendo un torneo muy bueno, muy parejo y nivelador. Eso fue lo que hizo que empezaran a subir los de abajo a pesar de la «ventaja deportiva» en las promociones, sin las cuales la composición sería hoy distinta.
Yo haría directamente subir los del Torneo Argentino A a la A, yo no sé qué tan grande es la diferencia futbolística entre esos equipos y los de la A. Lanzo desde aquí mi candidatura a presidente de la AFA. Cuento con su voto?
Que se juegue la Copa Argentina y vemos quién llega a las finales.
Podemos hacer una fórmula.
Todo esto fue una clásica embambinada kirchnerista. Zanini pidió «agrandar el caño» para la publicidad teniendo en cuenta el descenso de River y de paso seguir jodiendo a Clarín. Todo el resto fue producto de la improvisación del gobierno y de la AFA. Comentaban que el mismo don Corleone no tenía la más pálida idea de lo que estaba pasando.