Un poco de magia

Primero un poco de historia. Conforme las políticas desregulatorias de los 90, se eliminan las Juntas Nacionales de Carnes y Granos, transfiriéndose las funciones residuales a la Secretaria de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos (Decreto 2488/1991) hasta 1996, cuando por Decreto 1343/1996  se crea la Oficina Nacional de Control del Comercio Agropecuario (ONCCA).-

Esta oficina en el 2005  fue tocada por la varita mágica para convertirla en un organismo idóneo para el proyecto nacional y popular en marcha. Así mediante el Decreto 1067/2005, y en uso de atribuciones delegadas por el Congreso  al Poder Ejecutivo por la Ley 25.918, es convertido en un organismo descentralizado con personería jurídica propia, autarquía económico-financiera y técnico-administrativa. Y a partir de ese momento goza de un generoso presupuesto que en el del año 2010, vigente actualmente asciende a la suma de $ 2.700 millones.-

En el periodo 2007/2009 se ha distribuido, sin mayores controles, la suma de $ 6.450.914.064,70 en carácter de “compensaciones a particulares” y a partir de la prohibición de exportación de carnes -2006- ha acrecentado sus funciones, con las consecuencias que se conocen sobre disminución de áreas sembradas en trigo, maíz y girasol, caída del stock ganadero, y pérdida de mercados internacionales.-
Además el aumento de sus atribuciones, la poca o nula transparencia de su gestión, han dado lugar a procesos de corrupción denunciados y en investigación judicial a la fecha.-

Invocando razones de necesidad y urgencia, probablemente vinculadas a los trámites judiciales, la Presidenta dictó dos DNU, que en un acto de magia hace desaparecer –disuelve- la ONCCA y luego la hace aparecer, con la mayoría de sus actores, pero en la órbita del Ministerio de Economía, aunque el de Agricultura pareciere ser el receptor de las facultades originarias.-

Es evidente que si la ONCCA se creó en ejercicio de facultades delegadas por el Congreso, se requiere la intervención del mismo para su disolución y reforma, que implican la reforma a la ley de Ministerios, por lo que no entran dentro de sus facultades la posibilidad de dictar los decretos l92 y 193/2011 y menos a tres días de la inauguración del periodo ordinario del Congreso.

Dichos decretos tratan de eludir la prohibición constitucional de ejercer funciones legislativas, fundamentándolo en la circunstancia de por “la dinámica de la política agropecuaria llevada a cabo por el gobierno a través de la implementación de numerosas medidas de gobierno, ha devenido en un importante y sostenido crecimiento en el área de comercialización, tanto en el mercado interno como internacional” y “…que la experiencia enseña que no es del todo conveniente concentrar funciones que implican otras tantas actividades vinculadas al sector agropecuario en todas sus fases en una misma autoridad.” y “…que a la fecha se encuentra el Congreso de la Nación en periodo de receso…y que aguardar el transcurso ordinario de los trámites legislativos podría arrogar un retraso cuya envergadura tornaría irreparable los objetivos pretendidos, dada la excepcional coyuntura transitada”.- (Decreto 192/2011).

El Decreto dispone que se transfieran de la ONCCA al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, “…las unidades organizativas de sus competencias, créditos presupuestarios, bienes, dotaciones y personal vigentes a la fecha….”

Por su parte el Decreto 193/2011 que crea la “Unidad de Coordinación y Evaluación del Subsidios al Consumo interno”, da un mentís a los fundamentos del anterior decreto, entendiendo que “…las distintas áreas vinculadas al sector agropecuario configuran actividades profundamente interrelacionadas ya que constituyen sucesivas etapas de un mismo proceso…lo que requiere un trabajo interdisciplinario de las áreas involucradas…” y  que …”no resulta adecuado que las funciones de compensación, promoción o fomento de dichas actividades a través de subsidios y reembolsos esté  a cargo de la misma autoridad encargada de la fiscalización de las mismas, ya que son cometidos esencialmente de distinta naturaleza, que apuntan cada una de ellas a finalidades específicas, ambas complejas en su instrumentación y cumplimiento lo que requiere su tratamiento en forma separada”, por lo que se crea en el ámbito del Ministerio de Economía la “Unidad de Coordinación y Evaluación de Subsidios al Consumo Interno,” integrada por el ministro de economía, ministro de agricultura, secretarios de Comercio Interior y Hacienda, secretario de Agricultura, Secretario de Industria y Comercio y el titular de la AFIP.-

Es evidente que la urgente y necesaria reforma ha buscado dificultar la investigación judicial en trámite, transfiriendo sus bienes y personal al Ministerio de Agricultura, mientras que su verdaderas funciones renacen fuera de su órbita en la entidad que se crea en el de Economía, con los mismos personajes que han manejado hasta ahora la ONCCA,  desconociendo con ello las facultades propias del congreso, continuando con prácticas alejadas del la idea republicana.-

Pero ya sabemos que el republicanismo atrasa y sus alcances han sido bien precisados por el periodista de la agencia Telam, Alberto Dearriba, en nota publicada el 25 de febrero por dicha agencia, titulada “Si Kirchner viviera”: “Si la muerte no hubiera dejado inconcluso su mandato como diputado nacional, seguramente padecería como el retorno a clases de los chicos, la obligación de ocupar su banca a partir del 1 de marzo próximo. Ese día escucharía con atención el discurso sin machete de su compañera, al inaugurar el periodo ordinario de sesiones.
Y hasta cruzaría una mirada cómplice con la Presidenta -como lo hizo antes- cuando ella lanzara uno de sus habituales dardos contra los opositores. Pero después vendrían las tediosas peroratas de las sesiones que nunca toleró. Prefería el barro de las campañas políticas y el contacto con la gente del pueblo, a los rituales de la democracia, las formalidades y las alfombras del poder.”

¿De qué republicanismo me hablan si no son más que  rituales y formalidades de la democracia.?
Adelante los valientes que la reforma constitucional será la próxima meta a alcanzar y veremos si con un DNU será suficiente.-