Una foto de la Macro.
Esta nota intenta ser una breve –y por lo tanto, incompleta– descripción de algunos problemas que vienen acumulándose y que afectan el desempeño de nuestra economía. En un contexto internacional favorable para las economías latinoamericanas, en nuestro país asistimos a un freno en la creación del empleo, desaceleración del consumo, niveles bajos de crecimiento y alta inflación, déficit en algunos sectores de nuestra economía como el turismo y el sector energético, y una tendencia a la baja de nuestro nivel de reservas.
Década K. Si hablamos del desempeño de la macroeconomía durante los años kirchneristas podríamos hacer una división en tres etapas. Una primera etapa virtuosa, entre el 2003 y 2007, donde crecimos a tasas chinas, la inflación era baja y la creación de empleos era alta. Una segunda etapa, entre el 2007 y 2010 donde el crecimiento cayó debido a problemas internos y a la crisis internacional, la inflación se aceleró y la creación de empleos creció, pero más lentamente. Y una tercera etapa que inicia en 2011, con crecimiento muy bajo o nulo, inflación en torno a los 25 puntos y estancamiento de la creación de empleo.
Inflación. Según www.inflacionverdadera.com, se desaceleró hasta caer justo por debajo de los 20 puntos. Sigue siendo muy alta. Esto es consecuencia del freno en el crecimiento económico y también a causa de la implementación del congelamiento de precios. La alta inflación puede explicarse, en parte, por una política de “laxitud fiscal” llevada a cabo por el gobierno desde el 2003, que consiste básicamente en la emisión monetaria combinada con tasas de interés reales nulas o negativas. La “laxitud fiscal” fue muy positiva para reactivar la economía y permitir que un gran número de personas puedan acceder a bienes y servicios. Como contrapartida, la inflación se aceleró y gran parte del ingreso privado se destinó al consumo y solo algunos pocos privilegiados fueron capaces de ahorrar.
Emisión monetaria, cuestión de pe$o$. Un dato clave: el 23 de mayo del 2003 el valor total de los billetes en circulación era de casi 20 mil millones de pesos. Para el 31 de diciembre del 2012 era de casi 235 mil millones. Imprimimos, y mucho.Entendemos entonces que, si bien al gobierno le preocupa la falta de dólares, también debería preocuparle la abundancia de pesos. ¿Para qué emitimos? Así como no da igual imprimir poco que mucho, entendemos que no da igual el motivo para el que el BCRA imprime pesos. Entre 2003 al 2005 imprimíamos básicamente para recomponer el stock faltante de pesos, lo cual no generaba un efecto inflacionario; entre 2006 y 2009 imprimíamos para darles pesos a los exportadores, pero aumentaban tanto las reservas como la cantidad de dólares. Por el contrario, desde el 2010 a la fecha hemos emitido pesos para cubrir déficitsexistentes en diferentes sectores de nuestra economía.
Fuga de capitales. Se profundiza desde el 2007, fugándose hasta el día de hoy cerca de 75 mil millones de dólares. Esto fue acompañado por la fuerte caída de depósitos en dólares dentro de los bancos, que pasaron de cerca de 13 mil millones a 7.500 millones. Según informó el Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) de la Fundación Mediterránea, la salida de dinero del sistema durante el mes pasado fue de u$s2150 millones, acumulando una fuga de u$s6.360 en lo que va del año.
Reservas. La cantidad acumulada de reservas sigue siendo importante, aunque preocupa la tendencia bajista. Las reservas llegaron a su nivel más alto el 26 de enero de 2011, cuando se ubicaron en 52.654 millones de dólares, y el viernes cerraron a 39.152 millones de dólares.
YPF no despega. A pesar de contar con una fuente de recursos naturales única en el mundo, como es Vaca Muerta, YPF continúa sin conseguir inversores. La producción de crudo, gas y gas natural licuado cae en relación al 2011 y al 2012. El sector energético, que venía siendo superavitario desde 1994, hoy es deficitario por u$s3000, y las proyecciones confirman que deberíamos aumentar las importaciones en combustibles y energías, acentúandose el déficit en éste sector. Hace tiempo viene hablándose de un acuerdo con Chevron que nunca termina de concretarse, hoy se volvió hablar.
Inversión y brecha cambiaria. Incluso el INDEC es pesimista al dar los números de la inversión en Argentina. Nos explicaba el economista Lucas Llach en un comentario en la nota anterior; “un tema clave es el de la inversión, aunque de nuevo creo que el problema no es tanto lo que uno piense que va a pasar con el dólar sino el hecho de que hoy poner plata en la Argentina es perder automáticamente casi el 40%: ponés 100 dólares legalmente, te dan 520 pesos, pero esos 520 pesos valen cincuentipico dólares. Creo que este es el gran problema de la existencia de una brecha.”
Empleo y consumo. Dos variables clave, sobre todo en este año electoral. Empleo. Retomando datos elaborados por la consultora de Javier Lindenboim, experto en el mercado de trabajo y director del Centro de Estudios y Población, Empleo y Desarrollo (CEPED); Nueve millones de trabajadores en blanco, cinco millones de trabajadores en negro, un millón seiscientos mil cuentapropistas y un millón doscientos mil desocupados, son las cifras de la situación del empleo en nuestro país. Nos muestran, por un lado el logro del gobierno kirchnerista en disminuir la tasa de desocupados en relación al 2001/2. Por otro lado, evidencian la cuenta pendiente que tenemos, disminuir el trabajo precario, en negro, y seguir creando puestos de trabajo en blanco. Consumo: “Los salarios suben por escalera y los precios por ascensor”. A esta altura del año el cliché viene resultando cierto, porque estamos viviendo con salarios del año pasado, pero con precios de éste. Y si bien el salario real venía ganándole a la inflación en un 2 o 3%, este año es posible que en el mejor de los casos la empate. Por otro lado, el consumo de bienes durables siguió creciendo en relación al año pasado porque es preferible consumir que atesorar pesos que pierden sostenidamente poder de compra. Sin embargo, algunas encuestador muestran que el consumo de alimentos disminuyó levemente, a pesar del congelamiento de precios, que en muchas ocaciones no se cumple.
El gobierno reacciona frente a estos desajustes en la macroeconomía imponiendo, en un primer momento, controles cambiarios y restricción de las importaciones. Ambas medidas tuvieron efectos negativos en la economía, disminuyendo drásticamente la inversión, dificultando el ingreso de insumos en algunos casos necesarios para la producción y provocando caídas de los sectores de la construcción e inmobiliario. Otro efecto colateral fue la ampliación de la brecha entre dólar oficial y blue, cuyos efectos negativos nos referimos en una nota anterior. El blanqueo de capitales busca financiar al Estado con dólares, además de disminuir la brecha entre el dólar paralelo y el oficial, y reactivar el mercado de la compraventa de inmuebles y la construcción. Veremos si los resultados son positivos en el corto plazo. Es decir que se blanquee una suma igual o superior a la que se blanqueó en el último blanqueo del 2009, cuando entraron a la economía formal u$s4000.
¿Crisis? No. Estamos muy lejos de escenarios catastróficos, y mantenemos buenos niveles de solvencia que pueden verse en la baja relación de la deuda/PBI o los niveles de reservas que continúan siendo elevados ¿Cómo continua la película? Es la pregunta que nadie puede responder. Si bien la situación no es crítica, hace uno año, incluso hace algunos meses, era impensable tener este nivel relativamente bajo de reservas, el sector de la construcción paralizado, o un dólar a 10 pesos. Hoy todo eso es una realidad. Es decir, la foto, el panorama de hoy día puede mejorar o empeorar dependiendo de las medidas que tome el gobierno. El gobierno dispone de un amplio margen de maniobra para corregir los desajustes en la macroeconomía. Las decisiones económicas futuras deberían estar destinadas a reactivar sectores de la economía que están prácticamente frenados (construcción, compraventa de inmuebles), disminuir la brecha entre el dólar oficial y el blue. El blanqueo de capitales y la implementación de los CEDINes, con las críticas éticas y económicas que se pueden hacer, son un intento de mejorar en estos aspectos. La alta inflación es quizás el problema central ¿Cómo la combatimos? Es necesario un plan integral que contemple incentivos para aumentar la inversión y la producción, y medidas destinadas a disminuir la cantidad de pesos en circulación. Retornar a una situación económica virtuosa debe ser el objetivo principal de esta conducción. No va a ser fácil, probablemente tampoco sea inmediato. Esto es solo una foto, la película continúa.
El informe tiene una intención negativa frente al actual gobierno. Como votante del PRO soy profundamente autocrítico y me pregunto que ocurre que el gobierno ha ganado tres elecciones y aparentemente, por lo que le escucho al doctor Nelson Castro, en la próxima elección nos va a ir mal. El gobierno va sostener lo que tiene porque la oposición está en diáspora. Si todo va tan mal como propagandizamos, ¿a qué se debe que si hacen tan mal las cosas les vaya mejor?
Una pregunta lógica, consiste en plantear las cosas en estos términos: escribimos mil páginas denostando, insultando, desacreditando al gobierno. Bien, pero ellos sostienen y aumentan su peso en la sociedad. De 2003 a 2011 fueron del 22 por ciento al 54 por ciento.
Aquí hay algo que no funciona. Ayer en una consultora privada me decían, lo difícil para nosotros del hecho que hayan cerrado una cantidad de paritarias, es que se suman al mercado poco más de 14 mil millones de pesos lo que se a sentir en la calle, en particular el fin de semana largo del 20 de junio.
Por otra parte, el hecho de que Argentina haya sido declarado como uno de los países menos endeudados del mundo, no crea que vaya en contra del gobierno. Justamente, mi amigo de la consultora me reveló algo: ese es nuestro problema y nuestra oportunidad. Vivimos muchos años de las comisiones que nos dejaba difundir las bondades de tenemos más deuda externa. Hace diez años que prácticamente no se endeuda el país, y no nos va bien. Para darte una idea, me dijo, debemos menos 150 mil millones de dólares, España debe en torno de los 700 mil millones pero en euros. Entonces, le comenté, quiere decir que decimos lo que no sucede para que nuestras persperctivas sean cada vez peores aunque decimos lo contrario. Me parece que en este camino solo retrocedemos.
Hay que pensar entonces, que reconociendo unos logros y crititando otros, deberíamos trabajar ofreciendo mejorar los «otros» con propuestas hacia adelante. Decir lo que no es cierto hace show pero no convence a nadie a la hora de emitir el voto. Es una reflexión a la que me lleva ver estos comentarios que se inscriben en la misma lógica. Un saludo.
Buena lógica la de usted. Me gustaría que en varios frentes de la oposición piensen como usted y critiquen lo que se debe y que propongan como mejorar los defectos de este gobierno y hablen bien de lo que se ha hecho bien. Así construiremos un mejor país para todos. El oficialismo, mientras sea mas denostado y mas repudiado desde la oposición mediática sobre todo, seguirá ganando, la gente ya no come tanto vidrio…