Apenas asumida Cristina, desde diversos sectores casi se le exigía el cumplimiento de una serie diversas medidas, se le quiso imponer una agenda distinta de la que tenía pensada.
Enfriar relaciones con la Venezuela chavista, acercarse a EEUU, arreglar con el Club de Paris, poner en caja a Moyano, enfriar la economía, frenar el incentivo a los aumentos salariales. Decisiones, todas ellas, que implicarían una deformación del kirchnerismo.
Todo eso haría del país un lugar “más serio”, aunque nunca se explicaba por qué sería así.
CFK, lejos de subordinarse, eligió emprender una batalla política contra uno de los sectores emblemáticos del establishment local con la adopción del sistema de retenciones móviles. Se impuso, en estos casi tres años, dar la “sintonía fina” al modelo, luego de que Néstor Kirchner lograra sacar al país del coma, restituir la autoridad de la política por sobre el poder fáctico, agrandar los márgenes de acción del estado, dar autonomía a la política económica, redefinir en clave sudamericana la inserción internacional del país y, lo más importante claro, mejorar enormemente todos los indicadores sociales.
Una vez que se observa con mayor nitidez el sentido del proceso, surgen también más claras -e inevitables- las contradicciones entre sectores que el mismo implica. Así las cosas, se han venido parando de manos incesantemente la patronal AEA, donde pesan Clarín, Techint y la Mesa de Enlace, y últimamente –desde la asunción de Héctor Méndez como su jefe- se sumó también la UIA (muy beneficiada por las políticas implementadas desde 2003, por otro lado).
Con una oposición muy dispuesta a fungir de gerencia política de los reclamos empresariales, pero absolutamente incapaz de maniatar a un gobierno que en aptitud se los come crudos (a pesar de que el Grupo A es mayoría en el Congreso), de un tiempo a esta parte han salido los propios interesados a pugnar en pos la construcción de un relato que opere como sustento del reclamo por un modelo en el que no tengan que hacer más ninguna concesión, ni siquiera las mínimas que hoy les son amablemente requeridas.
No les bastó con estar equivocados en cuanto al tema uso de reservas/desendeudamiento, ni con los miles de cataclismos anunciados y finalmente no acaecidos, ellos igual insisten.
Es en ese marco que deben leerse las declaraciones de Méndez en contra de hacer cumplir el artículo 14 bis de la CN (participación obrera en las ganancias), y las de diversos representantes del poder financiero que salieron a atajarse ante rumores de que se pondrán límites al jolgorio que significa hoy su actividad (responsable, ella, de la crisis mundial de 2008/9, a pesar de la cual Argentina igual crece), y de la posibilidad de adecuar el BCRA a lo que es todo el mundo: que funcione en sintonía con el resto de la actividad económica, se ocupe más que solo el valor de la moneda, no sea copado por los grandes financistas.
En buenahora que por fin se esté viendo quien está detrás de cada proyecto.
http://segundaslecturas.blogspot.com/2010/09/vamos-ver-quien-manda.html
Excelente. Firmo al pie.
Se agradece, señor. ¿Diría usted que a este post también lo podríamos haber titulado con aquel dicho «peguele al chancho…»?
«…para que aparezca el Grupo A?»
No, el Grupo A no creo, porque el dicho dice el dueño, creo. Y acá el Grupo A lo que menos es, es dueño. Más bien bastante soldaditos. Hay capataces y peones. Bien que toda esa podredumbre se formó en la guerra campestre, después de todo.
Hasta ahora no hubo pronunciamientos del grupo A sobre la participación en las ganancias.
Yo la apoyo para las empresas de más de 300 empleados. Es una vendetta por la actitud de la UIA en 2008.
No, en 2008, con Lascurain como jefe, la UIA apoyaba al Gobierno nacional. Así que nada de vendetta. Aparte, aún si fuese vendetta, está correcto discutirlo porque se atiene a lo prescrito por la CN en el 14 bis. Por otro lado, a ver si una vez bajamos a discutir sin estar revisando segundas intenciones, sería bueno, ¿no?
P.D: ¿No se pronunció el Grupo A? ¿Seguro? «Es un proyecto voluntarista y ridículo que espantará las inversiones», asestó el diputado Oscar Aguad, jefe del bloque de la Unión Cívica Radical (UCR). http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1303165
El bloque de diputados de la Coalición Cívica se manifestó en contra del proyecto de ley del diputado Héctor Recalde (FpV) y la CGT para hacer efectiva la participación de los trabajadores en las ganancias empresarias. El grupo que encabeza Elisa Carrió aseguró que la iniciativa “mira con un ojo tapado la Constitución”. Sin cuestionar de fondo el proyecto, la CC describió que en el artículo 14 bis –donde se prevé la participación de los trabajadores en las utilidades– también figura el derecho a la “organización sindical libre y democrática”. “La OIT ha condenado la falta de libertad sindical en nuestro país”, advirtió en un comunicado. “Si no se aplica en su totalidad el 14 bis, el proyecto se transformará en una presión más del Gobierno contra distintos sectores de la sociedad”, concluyó. En cambio, la UCR-Capital respaldó la propuesta y pidió a la conducción nacional que reconozca al sindicalismo “como una herramienta fundamental para el sistema democrático”.
http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-153593-2010-09-22.html
eso,para quienes dudan de la voluntad de Cristina.
¿Quien dudaba?
Aristóteles y yo.
Si estuvieramos hablando de administrar un club de futbol, una empresa o una nave espacial podríamos decir que quien gobernó exitosamente por 4 u 8 años tiene autoridad por mérito como para que todos los demás opinen pero con un poquito más de humildad. Como es un país, y como es la Argentina, los actores que son responsables de los otros debacles tienen todavia cabida para estar anunciando Titanics y sacarse el master en Opinología.
Y nadie está pidiendo que dejen de hacerlo, sino por voluntad propia. De hecho, su presencia es un fuerte estímulo -a hacer lo contrario- y, vamos, un divertimento -cuando se les puede enrostrar uno atrás del otro sus fallidos pronósticos-. Me intriga saber que dirán en la discusión que se viene por el presupuesto aquellos que denostaron la idea de pagar deuda con reservas, ahora que el Gobierno prevé la creación de un nuevo fondo a tales fines para 2011.
veo,Pablo D,muchos insultos y desconsideraciones hacia la presi y un machismo aun vigente en nuestra sociedad que lleva a sostener que es un instrumento de N….
Y que raro, sobre todo, que los insultos vienen de parte de los autodenominados portadores del respeto.
Pablo D. Lo entendiste mal a Mariano T. La vendetta es que él apoye la medida, seguramente porque en aquellos tiempos, cuando se dedicaba a su vocación de salteador de caminos la UIA no nos dió el empujoncito que faltaba.
Claro, no la había agarrado esa. ¡¡¡ Como lo extraño a Lascurain !!! Este Menéndez Cuasimodo que está ahora me da muy mala espina.