Terminaron las elecciones. Uno de los problemas que seguramente van a aparecer (si es que no han comenzado ya) estarán relacionados con el problema del cambio del voto kirchnerista (creo que hay un término para este fenómeno que utilizan los politólogos). O sea, tratar de identificar las características, los determinantes, la distribución, etc., etc., etc. del cambio en el voto hacia el kirchnerismo. ¿Qué factores determinaron que una fuerza política que tenía un 54% de intención de voto haya alcanzado dos años después 32% (haciendo abstracción, obviamente, del hecho de que se trata de una elección de medio término)? Nos reservamos (por ahora) interpretaciones sobre este cambio. No obstante, nos gustaría marcar que en su peor momento (con su principal referente fuera de la escena por razones de salud, sin candidato para el 2015, sin la bonanza económica de otros momentos, etc.) el kirchnerismo continúa concentrando un 30-32% del electorado.
Como primera aproximación veamos la distribución territorial de la variación del voto kirchnerista. Aclaración: no son los mapas del amigo Andy: es lo que hay por estos lares. Sigamos. Hemos dispuesto en el mapa la tasa de variación en la cantidad de votos al kirchnerismo entre las elecciones presidenciales definitivas de 2011 y las elecciones de octubre (solamente los votos correspondientes a diputados). Las fuentes de datos son las bases electorales de acá.
En verde están los pocos departamentos en los que la tasas de variación es positiva. Es decir, en aquellos en los que el kirchnerismo aumentó el número de votos. Puede verse que el rojo (que indica una tasa de variación negativa en la cantidad de votos) predomina claramente en el mapa. La Rioja y Entre Ríos son las provincias con mayor cantidad de departamentos en los que aumentó el voto al kirchnerismo. A su vez, algunos departamentos de San Juan (que limitan con la Capital), también presentan esta característica. En la Ciudad de Buenos Aires (si bien no llega a verse claramente en el mapa), el kirchnerismo perdió en todas las comunas votos.
Vamooooo! Aguardamos ansiosos la parte 2.
Excelente!
Dale metele Cresto
Estaría genial ver lo mismo pero comparando 2009-2013.
Concuerdo con Ex Ayatollah, no me parece muy iluminadora la comparación de una elección presidencial con una elección legislativa.
Concedo, no obstante, que la aparición de un Capriles vernáculo le debe haber dado cierta aura nacional a las recientes legislativas.
Si no les parece «iluminadora» siempre pueden evitar mirar hacia el agujero negro.
De cualquier forma, ambas son elecciones nacionales. Y no dejan de expresar la capacidad electoral de una de las agrupaciones.
Otra opción es pensar que no hay relación entre ambas elecciones, que son sucesos independientes. No me convence tanto.
No hay un comportamiento fijo de diferencia entre elecciones legislativas y presidenciales. Los oficialismos ganaron 1985, 1991, 1993 y 2005. Y perdieron 1987,1997,2001,2009 y 2013.
Nadie está planteando que exista «comportamiento fijo» ni nada por el estilo. Mucho menos, se está intentando identificar una tendencia histórica respecto a otras elecciones. Simplemente, la tasa de variación en la cantidad de votos al FPV en 2011 y en 2013 por departamento. Eso, nomás.
Igual, repito, si fuera dos variables tan independientes una de la otra, creo que no se habría hecho tantas interpretaciones en relación al «inicio del fin» del kirchnerismo (de un lado) y de la «primera minoría» (del otro).
En realidad no te estaba respondiendo a vos, sinó a críticos más arriba.
El mapa es muy interesante pasa sacar conclusiones políticas. Pero no te olvides que ahora el relato dice que el que pierde las elecciones de medio término después saca el 54%. Por eso al ayatola y el aficionado lo deshechan.
No son independientes pero tampoco idénticamente distribuídas. Si parece razonable creer que la media del partido gobernante cae en las elecciones legislativas y aumenta la dispersión.
Justamente… no son mutuamente independientes y no son idénticamente distribuidas. «Idénditacamente distribuidas» quiere decir que tienen la misma distribución de probabilidad, no que se distribuyen geográficamente igual.
O sea: si no son independientes y no son idénticamente distribuidas, entonces, alguna relación tienen entre sí. Relación que sería difícil de especifcar a priori.