“Antonia Stolper: «No sé qué esperaban los jueces pero no era un nuevo canje”»

La pelea holdout impuso un curso rápido en vocabulario legal y tecnicismos varios. En pocos meses, muchos argentinos interesados en las visicitudes de un caso sin precedentes tuvieron que adentrarse en un terreno que abunda en vericuetos jurídicos. El Cronista charló con una experta de primer nivel en el tema para pasar en limpio algunas de las cuestiones centrales de esta pulseada que sigue el mundo entero. Antonia Stolper es socia de Shearman & Sterling, estudio neoyorquino fundado en 1873, que cuenta con 900 abogados en 20 oficinas distribuidas en cuatro continentes. Stolper es la cabeza del equipo de mercados de capitales para América.
–Hay quienes leyeron como una señal positiva el reciente pedido de la Corte a los demandantes para que se expidan sobre la fórmula de pago argentina. ¿Coincide con esta interpretación o se trató de un simple formalismo?
–No, no estamos de acuerdo con esa interpretación. Lo único que ha cambiado es que tenemos más claridad en los tiempos, asumiendo por supuesto que NML no cambie su posición cuando emita su respuesta.
–La Argentina argumenta que no podía ofrecer a los fondos buitres nada mejor de lo que se ofreció en canjes anteriores debido a la cláusula que obligaría a hacer extensiva a los bonistas del canje cualquier propuesta superadora. Técnicamente, ¿la Argentina estaba atada de manos en ese sentido?
–Al fin y al cabo, se trata de la interpretación legal de la cláusula. Dice que la Argentina no puede ofrecer en forma voluntaria algo que sea mejor. Pero mi opinión, desde el punto de vista técnico, es que en la medida en que la Corte emita un dictamen con algo distinto, eso no aplica porque no es una oferta voluntaria, ya que resulta de una sentencia. Incluso la presentación de esta fórmula, no es una oferta de compromiso sino una respuesta a la Corte. A nuestro criterio, lo que la Argentina presentó el viernes no respondió a lo que pedía la Corte. No hizo una propuesta que le dé a la Corte algo con qué trabajar. Leyendo entre líneas, podemos decir que estaban tratando de pedirle a la Argentina algo intermedio. No sé qué estaban pensando los jueces pero no era en un nuevo canje. Si son u$s 1.300 millones, habrán pensado en 10 cuotas… en 20 o en 30.
–¿Esperan que el Bank of New York termine quedando alcanzado por la medida cautelar y ponga en riesgo el normal desembolso de los pagos a bonistas del canje?
–Mis socios que estaban en la Corte el día de la audiencia y escucharon la discusión de dos horas y media salieron diciendo que los argumentos de los intermediarios no llegaron a convencer a los jueces. De hecho, una de las razones por las cuales se envió de vuelta a primera instancia la causa fue la fórmula de pago y las terceras partes, esto es, a quién puede llegar la medida cautelar. Ahora, la decisión fundamental que queda pendiente es ésa. La presentación del Bank of New York estuvo muy bien argumentada pero no parece haber alcanzado.
–En el mercado se especula con una posible maniobra que, agotadas las vías legales, permita a la Argentina seguir pagando a los bonistas del canje y eludir los efectos de un eventual fallo adverso. ¿Cree que podría orquestarse una estrategia de esa naturaleza?
–En el corto plazo, no creo. En el largo plazo, puede ser. Asumiendo que está cubierto por la medida cautelar, el Bank of New York no puede ayudar. Ahora los bonistas mismos no están alcanzados. La decisión de la Corte de Apelaciones en ese sentido fue muy clara al establecer que no existe un requerimiento de “sharing”, esto es, que no tienen que compartir pagos aunque fueran en contravención de la cláusula pari passu. Uno puede imaginar una transmisión directa con bonistas fuera de Estados Unidos. Pero hay que pensar que esto podría dar lugar a nuevos holdouts. En conclusión, en la medida en que puedan hacer algo, va a resultar extremadamente complicado.
–Si el fallo de la Corte de Apelaciones es contrario a la Argentina, ¿cree que pedirán al país un depósito para llevar el caso a la Corte Suprema?
–No creo que haya requerimiento de un depósito. El juez Thomas Griesa ya lo pidió una vez y la Corte lo descartó.
–Y siempre suponiendo que se llegue a esta instancia, ¿esperan que la suspensión de efectos se prolongue nuevamente y permita demorar un poco más un escenario de default?
–Mi socio, que fue clerk en la Corte Suprema, cree que hay un 50-50 de probabilidades de que se mantenga. Es claro que las cortes dieron a la Argentina mucho proceso y trataron de ser justos y no quisieron perjudicar su situación. Eso haría pensar que el stay debería extenderse pero no es fácil decirlo.
–¿Cuáles son las chances de que la Corte Suprema acepte escuchar a la Argentina por este caso?
–El único tema a discutir en la Corte Suprema es el Foreign Sovereign Inmunity Act, es decir, si la medida cautelar violó esa ley que protege a los soberanos. El pari passu no es un tema para la Corte Suprema. Es ley Nueva York y no ley federal. Hay que tener en cuenta que acá no hay apelación de derecho. Es algo totalmente voluntario. Tienen que decir estamos dispuestos a escuchar sus argumentos. Cuando es un tema de interpretación de la ley y no constitucional sólo lo suelen hacer si hay conflicto entre los distintos circuitos. Acá sería muy importante un guiño del gobierno de Estados Unidos. Habrá que ver si el abogado del gobierno, el solicitor general, interviene y recomienda que lleven el caso.

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