Esto es realmente inusual. El juez se basó en declaraciones de políticos, lo que resulta bastante increíble, lanza desde su Blackberry Anna Gelpern, en pleno Día de Acción de Gracias, pasmada por la decisión del juez Thomas Griesa.
Como experta en leyes, Gelpern no se sorprende tan fácil. Profesora en el Washington College of Law de la American University y profesora visitante de la Universidad de Georgetown, Gelpern es una conocedora del tema. Entre 1996 y 2002 trabajó además en distintas posiciones en el Departamento del Tesoro de Estados Unidos y se desempeñó también como abogado en el estudio Cleary, Gottlieb, Steen & Hamilton en Nueva York y Londres, el mismo que hoy representa la posición argentina.
El viernes pasado, de visita en Nueva York para una conferencia, no pudo evitar la tentación de pasar por lo de Griesa para escuchar la audiencia con lo último en el caso NML versus Argentina. Sentí que había llegado a una fiesta rave. Prácticamente, cada analista, periodista y abogado que alguna vez tuvo algo que ver con la Argentina estaba ahí, escribió en su blog, donde apuntó que el caso marcaría el fin de las reestructuraciones de deuda soberana como las conocemos.
Sí, las terceras partes son arrastradas por definición si la medida se basa en la teoría de pari passu. Pero acá los holdouts acá parecen tener una visión particulamente expansiva de las terceras partes que deben verse afectadas. Y por supuesto, cuanto más amplio el alcance, más sistémicas las consecuencias, explica.
Sobre las implicancias del fallo, asegura que una interpretación robusta haría imposible para un soberano llevar adelante un canje de deuda ya que todos los involucrados desde los bonistas, los agentes y los fiduciarios se estarían exponiendo a un litigio con holdouts.
¿Qué tanto empeoraron las cosas las autoridades argentinas? Gelpern es extremadamente política. Es difícil hablar a audiencias múltiples, aclara. Creo que las cortes son en última instancia lo suficientemente sofisticadas como para distinguir la política retórica de la intención legal pero claramente hay ciertas retóricas que ayudan menos que otras, reconoció.
Y a diferencia de la postura del gobierno, que presentó la declaración de la Fed de Nueva York como un aval crucial, la profesora se permitió relativizarlo. Fue importante y la presencia del Banco de Nueva York también ayudó. Pero en el caso de la Fed no fue tan fuerte como otras presentaciones anteriores y esa comparación pudo haber perjudicado a la Argentina, opinó.
Como experta en leyes, Gelpern no se sorprende tan fácil. Profesora en el Washington College of Law de la American University y profesora visitante de la Universidad de Georgetown, Gelpern es una conocedora del tema. Entre 1996 y 2002 trabajó además en distintas posiciones en el Departamento del Tesoro de Estados Unidos y se desempeñó también como abogado en el estudio Cleary, Gottlieb, Steen & Hamilton en Nueva York y Londres, el mismo que hoy representa la posición argentina.
El viernes pasado, de visita en Nueva York para una conferencia, no pudo evitar la tentación de pasar por lo de Griesa para escuchar la audiencia con lo último en el caso NML versus Argentina. Sentí que había llegado a una fiesta rave. Prácticamente, cada analista, periodista y abogado que alguna vez tuvo algo que ver con la Argentina estaba ahí, escribió en su blog, donde apuntó que el caso marcaría el fin de las reestructuraciones de deuda soberana como las conocemos.
Sí, las terceras partes son arrastradas por definición si la medida se basa en la teoría de pari passu. Pero acá los holdouts acá parecen tener una visión particulamente expansiva de las terceras partes que deben verse afectadas. Y por supuesto, cuanto más amplio el alcance, más sistémicas las consecuencias, explica.
Sobre las implicancias del fallo, asegura que una interpretación robusta haría imposible para un soberano llevar adelante un canje de deuda ya que todos los involucrados desde los bonistas, los agentes y los fiduciarios se estarían exponiendo a un litigio con holdouts.
¿Qué tanto empeoraron las cosas las autoridades argentinas? Gelpern es extremadamente política. Es difícil hablar a audiencias múltiples, aclara. Creo que las cortes son en última instancia lo suficientemente sofisticadas como para distinguir la política retórica de la intención legal pero claramente hay ciertas retóricas que ayudan menos que otras, reconoció.
Y a diferencia de la postura del gobierno, que presentó la declaración de la Fed de Nueva York como un aval crucial, la profesora se permitió relativizarlo. Fue importante y la presencia del Banco de Nueva York también ayudó. Pero en el caso de la Fed no fue tan fuerte como otras presentaciones anteriores y esa comparación pudo haber perjudicado a la Argentina, opinó.
El problema es que el Juez Griesa comete el mismo error que solía cometer el FMI y otros. La Nación Argentina es un estado federal y tiene una constituciòn. Cuando los abogados piden diez días para contestar la propuesta y el Juez «otorga» solamente tres días hace fracasar cualquier solución. El art. 75 de la Constitución dice que es facultad del Congreso Nacional «Arreglar el pago de la deuda interior y exterior de la Nacion».
Si CFK que es presidenta dice lo que resulta de las leyes y la constitución no hace una declaración voluntaria negando cumplimientos. Simplemente se remite a lo que dicen las leyes. Conforme la ley que hizo lugar al último canje, los que no ingresaban quedaban afuera y no recibirían pago alguno.
El tema es que Griesa como en su momento el FMI pretendía que el P.Ejecutivo comprometiera en plazos no compatibles con los tiempos de las instituciones, o con las relaciones políticas que emergen del congreso. El FMI quería «flexibilizar» los contratos laborales. Ya sabemos lo que pasó. Quisieron apurar el trámite para acordar prestamos y terminaron haciendo un «enchastro». Alfonsín hubiera dicho que eran soluciones «desprolijas».
Creo que nuestros muy prolijos politicos opositores deberían haber sido los primeros en hacer incapié en las cuestiones legales y particularmente constitucionales que limitaban la operatividad de CFK, en lugar de hacer declaraciones que tiran a la canasto de los papeles la Constitución y la labor del Congreso Nacional.