El ministro de Economía defiende en esta entrevista con Página/12 el proyecto de Presupuesto que acaba de remitir al Congreso. Explica, que si este año se crece menos de 3,4 por ciento, quedarán reservas del Fondea para financiar importación de maquinarias.
El proyecto de Presupuesto 2013 contempla la posibilidad de utilizar reservas internacionales para gastos en infraestructura e importación de bienes de capital. En el caso de que las reservas utilizadas por el Fondo de Desendeudamiento (Fondea) para el pago de deuda sean inferiores a los 7967 millones de dólares presupuestados, el excedente se podrá utilizar para gastos de capital, como en el sector energético o satelital, señaló el ministro de Economía, Hernán Lorenzino. El funcionario recibió a Página/12 un día después de que presentara el proyecto de ley en el Congreso. Una camiseta del equipo Brown de Puerto Madryn y la tapa enmarcada del diario de esa ciudad, anunciando que dos chubutenses integrarían el gabinete de Cristina Fernández el otro es Norberto Yauhar, se lucen en su despacho como una manera de mantenerlo unido a su tierra natal. Los presupuestos que presenta este proyecto político nunca van a implicar un ajuste o un parate en la política de distribución del ingreso, señala Lorenzino, haciendo un paralelismo con los ajustes contemplados por otros países. El funcionario aseguró que se mantendrá la actual política de administración del tipo de cambio y que se profundizará la progresividad de la estructura tributaria.
En el Presupuesto se prevé el uso del Fondea para otros gastos distintos del pago de deuda. ¿Cómo será el mecanismo?
El proyecto establece que, en caso de que las reservas utilizadas por el Fondea para el pago de deuda respecto de las previstas en el Presupuesto arrojen un excedente, podrán ser utilizadas para gastos de capital. Pero siempre que tengan efecto monetario neutro, es decir, para los pagos en dólares de bienes de capital que efectúe el Tesoro en operaciones con el exterior. En ningún caso se plantea un uso de reservas para gastos corrientes, como puede ser la importación de combustible.
¿Cuáles podrían ser esos gastos de capital?
Por ejemplo, mucho del actual gasto de capital se vuelca a nuestra política energética, nuclear o satelital, como la Conea o Atucha. Son gastos que el Tesoro tiene que hacer en moneda extranjera, en dólares, como la compra de una turbina para una central termoeléctrica. En esos casos se utilizan las reservas, si hay excedente del pago de deuda. En definitiva, lo que estamos planteando es un Fondea para gastos de capital para infraestructura para el país.
¿Se incluyó el pago del cupón de PIB dentro del Fondea pensando en la posibilidad de utilizarlo con otros fines?
El supuesto es que el excedente sea cero, porque se prevé un crecimiento del 3,4 por ciento este año, y bajo ese supuesto, el cupón se paga. Entonces el monto del Fondea para todo el año es de 7967 millones de dólares. El Fondea está previsto para responder al pago de servicios que debe hacer el Estado. No obstante, sí es cierto que la única manera que exista excedente es que no se pague el cupón; es decir, que se crezca menos.
Tras tres ediciones del Fondea, el uso de reservas sigue siendo cuestionado por algunos analistas.
Ha sido un instrumento que ha dado muchos resultados. Desde el punto de vista financiero nadie lo duda: pagar deuda que rinde 10 u 11 por ciento con activos que rinden menos del uno por ciento. Eso no se atacó ni durante el affaire Redrado. Y quedó atrás con lo que sucedió en los hechos. El tema era qué iba a pasar con las reservas de los argentinos. Hoy el Banco Central acumula reservas suficientes para mantener su fortaleza en la administración del tipo de cambio a los intereses del modelo de desarrollo. También se demostró que fue una discusión inútil. La Argentina pagó por el Fondea 23.800 millones de dólares y las reservas del BC se mantuvieron en niveles que permiten la administración del tipo de cambio.
¿En qué se basó el recálculo del crecimiento de este año?
Claramente la proyección del presupuesto responde a un cambio en nuestra visión de la economía, debido a la evolución que mostró en el primer semestre. Vemos una economía que va a seguir creciendo, en un contexto muy complejo, gracias a que el Gobierno puso en marcha igual que en 2009 una fuerte política contracíclica orientada a incentivar el mercado interno, la demanda agregada. Fundamentalmente, se buscó mantener el consumo de los sectores más vulnerables. Esto es lo que está detrás de la estimación de 3,4 por ciento.
¿Se supone un escenario internacional más favorable para el año próximo?
La proyección está pensada sobre la base de que nuestros socios comerciales, como Brasil y China, entre otros, que hoy enfrentan un contexto internacional adverso, se están recuperando a partir de aplicar políticas contracíclicas. Esto permite avizorar que el escenario va a ser de leve recuperación. Además, se tomó en consideración que los precios de nuestros productos exportables no fueron afectados. Para el año próximo se prevé que la cosecha, en función de los pronósticos del clima, será positiva. La conjunción de estos factores, con una política activa por parte del Estado, nos deja en un mejor escenario.
¿Cómo se piensa pasar de un déficit fiscal financiero de 35 mil millones de pesos en 2012 a un superávit de mil millones en 2013?
Se llega apostando fuertemente a afianzar una estructura tributaria progresiva, que le brinde al Estado el espacio fiscal suficiente para seguir adelante con las políticas que tiendan a la inclusión social y a la inversión en infraestructura.
¿Habrá algún cambio en el esquema tributario?
Vamos a seguir profundizando lo que ha sido una constante en los últimos años: aumentar la participación de los impuestos directos, los más progresivos, en el total de recaudación del gobierno nacional. Esto tiene que ver con los derechos de exportación y con el impuesto a las Ganancias. Esto hay que ponerlo en contraste con lo que se hace en otras partes del mundo. Los presupuestos que presenta este proyecto político nunca van a implicar un ajuste o un parate en la política de distribución del ingreso.
¿Se podría salir al mercado en busca de financiamiento?
El proyecto 2013 no requiere del financiamiento en el mercado.
Esta semana, la titular del Fondo Monetario, Christine Lagarde, lamentó la falta de avances en la mejora de la calidad de las estadísticas del IPC y el crecimiento y anticipó que volverá a analizar el tema en diciembre.
Vamos a seguir trabajando como lo estamos haciendo con el Indec, en el marco de un proyecto que tenemos en proceso, que es la migración hacia un IPC nacional, que nos va a permitir tener una medición mucho más representativa de las diferencias que tenemos por la gran extensión de nuestro territorio. La vinculación en ese sentido con el Fondo ha sido, es y seguirá siendo de asistencia técnica. Hubo una vinculación de carácter técnico con la misión que arribó el país y colaboró con la visión de este proceso. Pero se mantiene en los carriles técnicos.
El proyecto de Presupuesto 2013 contempla la posibilidad de utilizar reservas internacionales para gastos en infraestructura e importación de bienes de capital. En el caso de que las reservas utilizadas por el Fondo de Desendeudamiento (Fondea) para el pago de deuda sean inferiores a los 7967 millones de dólares presupuestados, el excedente se podrá utilizar para gastos de capital, como en el sector energético o satelital, señaló el ministro de Economía, Hernán Lorenzino. El funcionario recibió a Página/12 un día después de que presentara el proyecto de ley en el Congreso. Una camiseta del equipo Brown de Puerto Madryn y la tapa enmarcada del diario de esa ciudad, anunciando que dos chubutenses integrarían el gabinete de Cristina Fernández el otro es Norberto Yauhar, se lucen en su despacho como una manera de mantenerlo unido a su tierra natal. Los presupuestos que presenta este proyecto político nunca van a implicar un ajuste o un parate en la política de distribución del ingreso, señala Lorenzino, haciendo un paralelismo con los ajustes contemplados por otros países. El funcionario aseguró que se mantendrá la actual política de administración del tipo de cambio y que se profundizará la progresividad de la estructura tributaria.
En el Presupuesto se prevé el uso del Fondea para otros gastos distintos del pago de deuda. ¿Cómo será el mecanismo?
El proyecto establece que, en caso de que las reservas utilizadas por el Fondea para el pago de deuda respecto de las previstas en el Presupuesto arrojen un excedente, podrán ser utilizadas para gastos de capital. Pero siempre que tengan efecto monetario neutro, es decir, para los pagos en dólares de bienes de capital que efectúe el Tesoro en operaciones con el exterior. En ningún caso se plantea un uso de reservas para gastos corrientes, como puede ser la importación de combustible.
¿Cuáles podrían ser esos gastos de capital?
Por ejemplo, mucho del actual gasto de capital se vuelca a nuestra política energética, nuclear o satelital, como la Conea o Atucha. Son gastos que el Tesoro tiene que hacer en moneda extranjera, en dólares, como la compra de una turbina para una central termoeléctrica. En esos casos se utilizan las reservas, si hay excedente del pago de deuda. En definitiva, lo que estamos planteando es un Fondea para gastos de capital para infraestructura para el país.
¿Se incluyó el pago del cupón de PIB dentro del Fondea pensando en la posibilidad de utilizarlo con otros fines?
El supuesto es que el excedente sea cero, porque se prevé un crecimiento del 3,4 por ciento este año, y bajo ese supuesto, el cupón se paga. Entonces el monto del Fondea para todo el año es de 7967 millones de dólares. El Fondea está previsto para responder al pago de servicios que debe hacer el Estado. No obstante, sí es cierto que la única manera que exista excedente es que no se pague el cupón; es decir, que se crezca menos.
Tras tres ediciones del Fondea, el uso de reservas sigue siendo cuestionado por algunos analistas.
Ha sido un instrumento que ha dado muchos resultados. Desde el punto de vista financiero nadie lo duda: pagar deuda que rinde 10 u 11 por ciento con activos que rinden menos del uno por ciento. Eso no se atacó ni durante el affaire Redrado. Y quedó atrás con lo que sucedió en los hechos. El tema era qué iba a pasar con las reservas de los argentinos. Hoy el Banco Central acumula reservas suficientes para mantener su fortaleza en la administración del tipo de cambio a los intereses del modelo de desarrollo. También se demostró que fue una discusión inútil. La Argentina pagó por el Fondea 23.800 millones de dólares y las reservas del BC se mantuvieron en niveles que permiten la administración del tipo de cambio.
¿En qué se basó el recálculo del crecimiento de este año?
Claramente la proyección del presupuesto responde a un cambio en nuestra visión de la economía, debido a la evolución que mostró en el primer semestre. Vemos una economía que va a seguir creciendo, en un contexto muy complejo, gracias a que el Gobierno puso en marcha igual que en 2009 una fuerte política contracíclica orientada a incentivar el mercado interno, la demanda agregada. Fundamentalmente, se buscó mantener el consumo de los sectores más vulnerables. Esto es lo que está detrás de la estimación de 3,4 por ciento.
¿Se supone un escenario internacional más favorable para el año próximo?
La proyección está pensada sobre la base de que nuestros socios comerciales, como Brasil y China, entre otros, que hoy enfrentan un contexto internacional adverso, se están recuperando a partir de aplicar políticas contracíclicas. Esto permite avizorar que el escenario va a ser de leve recuperación. Además, se tomó en consideración que los precios de nuestros productos exportables no fueron afectados. Para el año próximo se prevé que la cosecha, en función de los pronósticos del clima, será positiva. La conjunción de estos factores, con una política activa por parte del Estado, nos deja en un mejor escenario.
¿Cómo se piensa pasar de un déficit fiscal financiero de 35 mil millones de pesos en 2012 a un superávit de mil millones en 2013?
Se llega apostando fuertemente a afianzar una estructura tributaria progresiva, que le brinde al Estado el espacio fiscal suficiente para seguir adelante con las políticas que tiendan a la inclusión social y a la inversión en infraestructura.
¿Habrá algún cambio en el esquema tributario?
Vamos a seguir profundizando lo que ha sido una constante en los últimos años: aumentar la participación de los impuestos directos, los más progresivos, en el total de recaudación del gobierno nacional. Esto tiene que ver con los derechos de exportación y con el impuesto a las Ganancias. Esto hay que ponerlo en contraste con lo que se hace en otras partes del mundo. Los presupuestos que presenta este proyecto político nunca van a implicar un ajuste o un parate en la política de distribución del ingreso.
¿Se podría salir al mercado en busca de financiamiento?
El proyecto 2013 no requiere del financiamiento en el mercado.
Esta semana, la titular del Fondo Monetario, Christine Lagarde, lamentó la falta de avances en la mejora de la calidad de las estadísticas del IPC y el crecimiento y anticipó que volverá a analizar el tema en diciembre.
Vamos a seguir trabajando como lo estamos haciendo con el Indec, en el marco de un proyecto que tenemos en proceso, que es la migración hacia un IPC nacional, que nos va a permitir tener una medición mucho más representativa de las diferencias que tenemos por la gran extensión de nuestro territorio. La vinculación en ese sentido con el Fondo ha sido, es y seguirá siendo de asistencia técnica. Hubo una vinculación de carácter técnico con la misión que arribó el país y colaboró con la visión de este proceso. Pero se mantiene en los carriles técnicos.